Humza Yousaf se convierte en el nuevo l¨ªder del independentismo escoc¨¦s
El pol¨ªtico musulm¨¢n era el favorito del aparato del SNP y bas¨® su campa?a en una promesa de continuidad del legado de Nicola Sturgeon. Logra un 52% de los votos de los afiliados, frente al 47% de Kate Forbes
Hay revoluciones que permanecen ocultas bajo el manto de la tradici¨®n. Del mismo modo que el Partido Conservador del Reino Unido coloc¨® en Downing Street, cuando nadie se lo esperaba, a Rishi Sunak, un primer ministro de origen hind¨² ¡ªpor primera vez en la historia del pa¨ªs¨D, el Partido Nacional Escoc¨¦s (SNP, en sus siglas en ingl¨¦s) ha elegido este lunes a un pol¨ªtico musulm¨¢n de ascendencia paquistan¨ª. Se trata de Humza Yousaf, quien a pesar de sus or¨ªgenes es escoc¨¦s hasta la m¨¦dula ¨Dnacido en Glasgow¡ª y en cuya figura recae ahora el deber de sustituir a la carism¨¢tica y controvertida Nicola Sturgeon al frente del Gobierno Aut¨®nomo de Escocia, e intentar reanimar un proyecto independentista que hoy vive horas bajas. Su previsible ratificaci¨®n como ministro principal escoc¨¦s debe ser aprobada el martes por el parlamento de ese territorio.
¡°Seremos la generaci¨®n que traiga la independencia a Escocia, y nos encargaremos de que las divisiones que a¨²n existan cicatricen cuanto antes¡±, ha prometido Yousaf, de 37 a?os. ¡°Como partido, somos m¨¢s fuertes cuanto m¨¢s unidos estamos. Y lo que m¨¢s nos une es nuestro deseo compartido de lograr la independencia para nuestra naci¨®n. A todos aquellos ciudadanos que no comparten a¨²n esa pasi¨®n les prometo que har¨¦ lo posible por ganar su confianza¡±, ha asegurado el candidato victorioso.
Yousaf era el sucesor elegido por Sturgeon y el aparato del SNP, que habr¨¢n respirado tranquilos, aunque los resultados hayan sido muy ajustados. Hab¨ªa tres competidores en liza: Yousaf, Kate Forbes y Ash Regan. Esta ¨²ltima, sin embargo, nunca tuvo posibilidades reales. Con el sistema de votaci¨®n, que ha contado las papeletas de poco m¨¢s de 48.000 afiliados (un 70% de participaci¨®n), Regan ha quedado relegada a una tercera posici¨®n. Los militantes pod¨ªan, sin embargo, expresar una segunda opci¨®n, y eso ha llevado a un recuento final entre Yousaf y Forbes: 52,1% frente al 47,9%.
Un resultado muy ajustado que refleja la tensi¨®n m¨²ltiple que ha sufrido estas semanas el SNP. Tensi¨®n entre la continuidad y la necesidad de abrir un nuevo cap¨ªtulo. Tensi¨®n entre una visi¨®n progresista de la sociedad y un conservadurismo moral que provocaba el rechazo de muchos diputados nacionalistas. Y tensi¨®n entre la defensa del legado de Sturgeon, su ¨ªmpetu por la independencia y la necesidad de pararse a pensar las cosas.
Yousaf toma el relevo de esa independencia. No cuestiona los ¨²ltimos a?os de un Gobierno Aut¨®nomo en el que ha tenido puestos relevantes ¡ªentre otros, las relaciones de Escocia con la UE¡ª e incluso defiende la Reforma de la Ley de Identidad de G¨¦nero, que facilita a los ciudadanos el tr¨¢mite de reconocimiento legal del g¨¦nero, que provoc¨® la ca¨ªda de Sturgeon. La ley, recurrida por Downing Street, permanece paralizada en estos momentos.
La gran amenaza para Yousaf y para el legado de su mentora era Kate Forbes. Con 32 a?os, la que hasta ahora fue consejera/ministra de Finanzas del Gobierno Aut¨®nomo, era la m¨¢s popular de los candidatos entre los votantes, seg¨²n todas las encuestas. No as¨ª entre los afiliados. Brillante, biling¨¹e, originaria de las Tierras Altas (nada m¨¢s escoc¨¦s que las Highlands), Forbes pertenece a la Iglesia Libre de Escocia, presbiterianos con una visi¨®n ultraconservadora de la moralidad. Sus declaraciones, al principio de la campa?a, expresando su rechazo al matrimonio homosexual o la posibilidad de tener hijos fuera del matrimonio, pusieron los pelos de punta a muchos afiliados y parlamentarios del SNP. Parte de la popularidad del partido durante los ¨²ltimos a?os, especialmente entre la gente joven, responde a una visi¨®n pol¨ªtica muy progresista, y cada vez m¨¢s distanciada de las pol¨ªticas del Gobierno conservador en Londres.
Forbes tuvo que matizar poco despu¨¦s, y comprometerse, en el caso de ser elegida, a no interferir en esos asuntos. A medida que avanzaba la campa?a, para sorpresa de la direcci¨®n del partido, la opini¨®n de los votantes reflejaba que no ten¨ªan muy en cuenta las opiniones religiosas de Forbes, y s¨ª la frescura y renovaci¨®n que aportaba. Adem¨¢s de dejar claro que, probablemente, el Gobierno del SNP hab¨ªa ido demasiado lejos en su defensa de la Ley de Identidad de G¨¦nero, frente a una mayor¨ªa de escoceses que todav¨ªa albergan dudas y escepticismo sobre el asunto.
La independencia, replanteada
La campa?a de primarias, que ha durado apenas mes y medio, ha resultado eterna para Sturgeon. La carism¨¢tica l¨ªder del SNP, incontestada durante ocho a?os y medio, vio c¨®mo su legado comenzaba a ponerse en cuesti¨®n. Sali¨® a la luz el excesivo autoritarismo con que su equipo m¨¢s cercano hab¨ªa dirigido el partido. Incluso, en la recta final del debate entre los afiliados, el marido de Sturgeon, Peter Murrell, durante muchos a?os director ejecutivo del SNP, tuvo que dimitir despu¨¦s de un vergonzoso episodio de ocultaci¨®n a la prensa y los candidatos del n¨²mero real de afiliados (ya no eran los m¨¢s de 120.000 de los buenos a?os, sino m¨¢s bien entre 70.000 y 80.000).
Y, sobre todo, Sturgeon vio c¨®mo se desinflaba su apuesta por un nuevo refer¨¦ndum de independencia, previsto para finales de este a?o. Una vez que el Tribunal Supremo del Reino Unido rechaz¨® la posibilidad de que el Parlamento Aut¨®nomo tuviera capacidad para convocar por s¨ª mismo esa nueva consulta, la ministra principal escocesa recurri¨® a una soluci¨®n desesperada que nunca termin¨® de convencer a los suyos: convertir las pr¨®ximas elecciones generales del Reino Unido, previstas para finales de 2024, en un refer¨¦ndum de facto sobre la independencia. El grupo parlamentario del SNP en Westminster, que tiene 45 de los 59 esca?os que corresponden a Escocia, se revolvi¨® nervioso ante la idea de desvirtuar unos comicios con la idea de la independencia y poner en riesgo sus puestos en la C¨¢mara de los Comunes.
El laborismo de Keir Starmer, siempre fuerte en Escocia hasta que la ola del independentismo los barri¨®, contempla ahora la debilidad del SNP como la mejor oportunidad en muchos a?os para recuperar representaci¨®n parlamentaria en ese territorio y consolidar su posible mayor¨ªa en todo el pa¨ªs, como anticipan las encuestas.
¡°Tenemos en Escocia una crisis doble: econ¨®mica, con un coste de la vida por los suelos, y sanitaria, con r¨¦cord de listas de espera en el Servicio Nacional de Salud, que dirig¨ªa hasta ahora Yousaf como consejero de Sanidad. Necesitamos a alguien nuevo, con capacidad, energ¨ªa e ideas, y el SNP ha sido incapaz de proporcion¨¢rnoslo¡±, ha dicho Anas Sarmar, el l¨ªder del laborismo escoc¨¦s, ¨¦l mismo de origen hind¨², y con toda probabilidad el rival m¨¢s amenazante para Yousaf en el futuro.
El Parlamento Aut¨®nomo ratificar¨¢ el martes al nuevo l¨ªder del SNP como ministro principal, y la coalici¨®n que existe hoy entre los nacionalistas y los Verdes est¨¢ asegurada. No hubiera podido decirse lo mismo en el caso de que la conservadora Forbes se hubiera hecho con las riendas del partido y de Escocia.
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