Dominic Raab, el ministro boxeador que acab¨® siendo noqueado por un ¡®peso pluma¡¯
Los malos modos frente a los subordinados y un temperamento dif¨ªcil de dominar han frenado su carrera pol¨ªtica. Aliado del primer ministro, Rishi Sunak ha preferido quitarse un lastre pesado
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
En la distancia corta, Dominic Raab (Buckinghamshire, 49 a?os) tiene hechuras de armario, y supera con creces en tama?o al primer ministro, Rishi Sunak. El hecho de haber sido uno de los miembros del Gobierno m¨¢s leales a Sunak, al que apoy¨® desde un principio en sus aspiraciones a liderar el Partido Conservador, debe haber hecho muy doloroso el aguijonazo final de una dimisi¨®n forzada.
¡°Flota como una mariposa, pica como una abeja¡±, dice el p¨®ster de su adorado Muhammad Ali (nacido Cassius Clay), el legendario boxeador estadounidense, con el lema que defini¨® su agilidad letal en el cuadril¨¢tero. La leyenda ha acompa?ado a Raab en su despacho del Ministerio de Exteriores, y en el de Justicia, en una trayectoria pol¨ªtica tan breve como intensa. Hijo de un jud¨ªo inmigrante que huy¨® de la antigua Checoslovaquia al Reino Unido, fue hu¨¦rfano de padre a los 10 a?os, y avanz¨® en su recorrido acad¨¦mico ¡ªgrammar school, o bachillerato p¨²blico de excelencia, y m¨¢s tarde Derecho en Oxford y Cambridge¡ª con ambici¨®n, esfuerzo y pu?os. Compiti¨® tanto en boxeo como en k¨¢rate.
Lo que le sobra de ambici¨®n le falta de sutileza, y han sido sus salidas de tono m¨¢s que su notable trayectoria personal las que han forjado su imagen p¨²blica. Su definici¨®n en 2011 a la BBC de las mujeres feministas del Reino Unido como ¡°uno de los grupos fan¨¢ticos m¨¢s repulsivos¡± le granje¨® una avalancha de cr¨ªticas no solo entre la oposici¨®n laborista sino entre sus propios compa?eros conservadores. Y cuando defendi¨®, en la campa?a electoral de 2017, que los ciudadanos que ten¨ªan que acudir a los bancos de alimentos no padec¨ªan pobreza, sino ¡°falta de liquidez¡±, cosech¨® sonados abucheos del p¨²blico presente en el evento.
Su padre lleg¨® a ser un gerente de alimentaci¨®n de la conocida cadena Marks & Spencer. Dominic se especializ¨® en Derecho Internacional, y sus primeros a?os profesionales le llevaron a primera l¨ªnea de escena de acontecimientos relevantes. Asesor¨® al Banco Mundial en sus proyectos de reconstrucci¨®n de Cisjordania, y form¨® parte del equipo jur¨ªdico de uno de los negociadores palestinos de la OLP (Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina) en los Acuerdos de Oslo de 1993. Estuvo en el equipo brit¨¢nico que rastre¨® desde La Haya a los criminales de guerra huidos de la ya extinta Yugoslavia, y lleg¨® a defender como abogado al ex primer ministro Tony Blair frente a la querella que le present¨® el entonces presidente de aquel pa¨ªs, Slobodan Milosevic.

Sus rivales, que se cuentan a pu?ados, le achacan una carencia absoluta de empat¨ªa e inteligencia emocional. Mientras Boris Johnson presidi¨® el prestigioso club universitario de debate Oxford Union, Raab se puso al frente del club de boxeo de la instituci¨®n. Y nunca ha dejado de presumir de su grado de cintur¨®n negro, tercer dan, de k¨¢rate. Su jefe, David Davis, exministro para el Brexit bajo el mandato de Theresa May, aseguraba que le impresion¨® mucho m¨¢s ese hecho que las aptitudes pol¨ªticas del joven abogado.
En una ¨¦poca de furibundo euroescepticismo, Raab pudo medrar notablemente en la escena pol¨ªtica. Particip¨® en la campa?a del Vote Leave, en el refer¨¦ndum del Brexit de 2016, y se convirti¨® de inmediato en uno de los pol¨ªticos m¨¢s protegidos por el Grupo de Investigaciones Europeas (ERG, en sus siglas en ingl¨¦s) del ultraconservador Jacob Rees-Mogg. La entonces primera ministra May lo puso al frente de las negociaciones con Bruselas de la salida del Reino Unido de la UE. No dur¨® ni seis meses. En una maniobra preventiva camuflada de cuesti¨®n de principios, dimiti¨® estrepitosamente a los seis meses en protesta por la deriva que estaba adoptando el contenido del Acuerdo de Retirada.
Primer ministro interino durante la pandemia
Reservaba sus bazas para la competici¨®n que se avecinaba. Fue uno de los primeros en anunciar su aspiraci¨®n a sustituir a May como l¨ªder del Partido Conservador cuando se abri¨® el proceso de primarias. Dur¨® poco. Enseguida pudo comprobarse que sus apoyos, m¨¢s all¨¢ del ala dura del grupo parlamentario, eran escasos. Johnson decidi¨®, sin embargo, contar con ¨¦l cuando form¨® su nuevo Gobierno. Lo nombr¨® ministro de Exteriores y le otorg¨® el rango de first secretary of State (primer ministro de Estado), dotado as¨ª de una prevalencia y autoridad formal sobre el resto del Gabinete, que se deb¨ªa m¨¢s al peso de su departamento que a su auctoritas personal. Bajo esas circunstancias, Raab acab¨® ejerciendo como primer ministro interino durante la pandemia de la covid-19, la crisis m¨¢s grave de su generaci¨®n, y con Johnson ingresado en una unidad de cuidados intensivos.
Durante la atropellada evacuaci¨®n de los brit¨¢nicos que permanec¨ªan en Afganist¨¢n, en agosto de 2021, Raab era ministro de Exteriores, y le cost¨® unos d¨ªas abandonar sus vacaciones en Creta y ponerse al mando del operativo. Las cr¨ªticas llevaron a Johnson a destituir a su ministro, pero lo puso al frente de Justicia y lo mantuvo como primer ministro de Estado. Despu¨¦s del breve y accidentado mandato de Liz Truss, en el que Raab volvi¨® a ser diputado de a pie, Sunak le recompens¨® su apoyo devolvi¨¦ndole sus dos cargos anteriores, a pesar de que las advertencias sobre el mal car¨¢cter del pol¨ªtico con sus subordinados ya hab¨ªan llegado, si bien de manera informal, al nuevo primer ministro.
Con sus maneras fr¨ªas y met¨®dicas, Sunak decidi¨® ordenar una investigaci¨®n independiente cuando comenzaron a amontonarse las acusaciones de funcionarios contra Raab por presunto acoso laboral. Y con las conclusiones en la mano, ha dejado caer al pol¨ªtico euroesc¨¦ptico que se pensaba intocable. Con los modales de una mariposa, y la picadura irreversible de una abeja.
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