Israel cumple 75 a?os marcado por la divisi¨®n y el pesimismo
La efem¨¦ride se celebra en pleno cisma por la reforma judicial de Netanyahu, que ha profundizado brechas sociales subyacentes desde hace d¨¦cadas
En enero de 1968, siete meses despu¨¦s de que Israel triplicase su territorio bajo control al ganar la Guerra de los Seis D¨ªas, el entonces presidente de Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, recibi¨® en Texas al primer ministro del pa¨ªs, Levi Eshkol, y le pregunt¨®: ¡°?Qu¨¦ clase de Israel quieres?¡±. Eshkol mencion¨® varios condicionantes hasta acabar admitiendo: ¡°Hemos decidido no decidir [¡]. Desafortunadamente, no puedo decirle qu¨¦ clase de Israel quiero¡±. Con apenas 20 a?os de vida, el Estado jud¨ªo dudaba qu¨¦ ser de mayor, m¨¢s a¨²n en plena borrachera nacionalista por la conquista de Gaza, Cisjordania, Jerusal¨¦n Este, el Sina¨ª y los Altos del Gol¨¢n. Israel cumple este mi¨¦rcoles 75, pero todav¨ªa le costar¨ªa responder a la pregunta de Johnson, en medio de una de sus mayores crisis pol¨ªticas y sociales, con la poblaci¨®n jud¨ªa profundamente dividida a ra¨ªz de la reforma judicial del Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu y con el aut¨¦ntico elefante en la habitaci¨®n (la ocupaci¨®n militar de Palestina) casi ausente del debate p¨²blico, como si la ¨²ltima escalada de violencia formase parte del estado natural de las cosas.
La fecha de la efem¨¦ride cambia cada a?o. Corresponde al d¨ªa en el calendario hebreo en el que David Ben Guri¨®n, padre fundador del pa¨ªs, ley¨® en Tel Aviv la Declaraci¨®n de Independencia, el 14 de mayo de 1948, seg¨²n el calendario gregoriano. Tanto la celebraci¨®n, que comenz¨® este martes al caer el sol, como la que siempre le precede ¨Den recuerdo de los soldados ca¨ªdos y las v¨ªctimas del terrorismo¨D, son consideradas por la mayor¨ªa jud¨ªa fechas de unidad, primero en el luto y luego en la alegr¨ªa.
Este a?o, sin embargo, est¨¢n marcadas por el clima de polarizaci¨®n que ha despertado la reforma que pretende laminar el poder judicial en beneficio del Ejecutivo y que ha sido respondida en las calles con 16 semanas consecutivas de manifestaciones multitudinarias. Algunos ministros y diputados de la coalici¨®n gobernante han cancelado su participaci¨®n en el D¨ªa del Recuerdo a petici¨®n de Yad Labanim, una organizaci¨®n para honrar a las v¨ªctimas b¨¦licas israel¨ªes y apoyar a sus familiares. El controvertido ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, s¨ª mantuvo su participaci¨®n en el acto, en el que se registraron altercados. Algunas familias honraron a sus fallecidos a primera hora para evitar a los pol¨ªticos y otras montaron actos alternativos.
El l¨ªder de la oposici¨®n, Yair Lapid, no acudi¨® a la ceremonia principal del D¨ªa de la Independencia, en la noche del martes en Jerusal¨¦n. La encargada de organizarla, la ministra de Transportes, Miri Regev, hab¨ªa pedido a los responsables de la emisi¨®n televisiva que, si hab¨ªa protestas, enfocasen al p¨²blico o metiesen im¨¢genes del ensayo de vestuario, que siempre se graba por si hay problemas t¨¦cnicos en directo, seg¨²n medios locales.
Israel apaga 75 velas en un ambiente de pesimismo. Seg¨²n una encuesta del canal de televisi¨®n p¨²blico Kan, un 48% de sus habitantes considera que el pa¨ªs empeorar¨¢ en los pr¨®ximos a?os, por apenas un 20% que cree que ir¨¢ a mejor. Otro sondeo, del Canal 12, cifra en un 51% los pesimistas sobre el futuro nacional.
Tamar Hermann, profesora de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad Abierta de Israel, investigadora s¨¦nior y jefa del equipo que analiza la opini¨®n p¨²blica nacional en el think tank Instituto Israel¨ª para la Democracia, considera que la crisis por la propuesta de reforma judicial es ¡°la peor de la historia de Israel¡± porque ha sacado a la luz muchas brechas subyacentes desde hace d¨¦cadas. ¡°Han salido todas las divisiones: entre centro y periferia, entre seculares y religiosos, entre asquenaz¨ªes y mizrah¨ªes¡¡±, asegura por tel¨¦fono.
El Israel m¨¢s secular y askenaz¨ª (jud¨ªos originarios del centro y este de Europa) est¨¢ m¨¢s asociado al privilegio y al denominado ¡°Primer Israel¡±, el que edific¨® el pa¨ªs. El m¨¢s tradicional y mizrah¨ª (procedente de Oriente Pr¨®ximo y el norte de ?frica) se suele sentir m¨¢s representado por el Likud, el partido de Netanyahu que ha gobernado buena parte de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas y que conforma con ultranacionalistas y ultraortodoxos la coalici¨®n m¨¢s derechista de la historia del pa¨ªs. Los detractores de la reforma pertenecen principalmente al primer grupo y temen que Israel acabe convertido en una dictadura, mientras que sus partidarios se ven tratados como ¡°ciudadanos de segunda¡± cuyo voto est¨¢ siendo anulado por los poderes f¨¢cticos. Los palestinos con ciudadan¨ªa israel¨ª, un quinto de la poblaci¨®n y estructuralmente discriminados, se mantienen mayoritariamente al margen de la trifulca.
Advertencias
La hemeroteca demuestra que las advertencias catastrofistas no son nada nuevo en Israel. Y los datos, que vive una tercera edad bastante envidiable. Seg¨²n los difundidos este lunes por la Oficina Central de Estad¨ªsticas, Israel se acerca a los 10 millones de ciudadanos (sumando los que viven en el pa¨ªs, en asentamientos y en el extranjero), gracias a las altas tasas de natalidad de algunos grupos de poblaci¨®n y a las oleadas de migraci¨®n, casi la mitad a ra¨ªz de la ca¨ªda de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Tiene adem¨¢s una econom¨ªa pujante, cimentada en exportaciones como las armament¨ªsticas, la ciberseguridad y los diamantes. La agencia de calificaci¨®n crediticia Moody¡¯s rebaj¨® la semana pasada de ¡°positivo¡± a ¡°estable¡± su horizonte econ¨®mico, por el ¡°deterioro en la gobernanza¡±, pero le mantuvo la calificaci¨®n A1 (media-alta) por su ¡°potente crecimiento econ¨®mico¡±. La esperanza de vida (82 a?os) es de las m¨¢s altas del mundo y la mortalidad infantil (3 por cada 1.000), de las m¨¢s bajas, seg¨²n datos difundidos la pasada semana por el Centro Taub para Estudios de Pol¨ªtica Social, con sede en Jerusal¨¦n. Sus habitantes acaban de escalar a la cuarta posici¨®n en el ?ndice Mundial de Felicidad, solo por detr¨¢s de Finlandia, Dinamarca e Islandia.
A esto se suma, en el ¨¢mbito m¨¢s pol¨ªtico, el escaso precio diplom¨¢tico que paga por la ocupaci¨®n militar de Palestina y la construcci¨®n desde 1968 de decenas de asentamientos en territorio ocupado, en los que viven ya unos 500.000 colonos. No solo conserva el tradicional apoyo de Estados Unidos (pese a las diferencias entre Netanyahu y Joe Biden) y acuerdos de cooperaci¨®n con la UE, sino que su posici¨®n en el mundo ¨¢rabe ha mejorado. En 2020, Emiratos ?rabes Unidos, Bar¨¦in y Marruecos reconocieron a Israel, rompiendo la m¨¢xima ¨¢rabe de que la normalizaci¨®n de relaciones pasaba por avances en la paz con los palestinos. ¡°Para los palestinos, no; pero para el israel¨ª medio el statu quo es bastante beneficioso¡±, se?ala Hermann.
Israel cuenta con el ej¨¦rcito m¨¢s potente de la regi¨®n y, seg¨²n el consenso entre los expertos, con armamento nuclear. Pero vive en una suerte de angustia existencial permanente, motivada en parte por el trauma colectivo del Holocausto, en el que los nazis y sus aliados exterminaron a seis millones de jud¨ªos. En 2016, el propio jefe saliente del Mosad, los servicios secretos en el extranjero, Tamir Pardo, admiti¨® que el pa¨ªs ya no afronta amenazas existenciales, pero un 62% de los jud¨ªos israel¨ªes s¨ª la ve en Ir¨¢n ¨Dcuyos dirigentes abogan por la desaparici¨®n de Israel¨D y un 58% apoya bombardear sus instalaciones nucleares, incluso sin el visto bueno de Washington, para evitar que pueda desarrollar armamento at¨®mico, seg¨²n un sondeo de 2021.
Es lo que los israel¨ªes llaman hamatsav (la situaci¨®n), en medio de una creciente tendencia hacia la derecha y la religi¨®n en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, que ha llevado a la pr¨¢ctica desaparici¨®n de la palabra paz del diccionario pol¨ªtico. Un 62% de israel¨ªes jud¨ªos se considera de derechas (y se eleva al 70% entre los 18 y los 24 a?os) y 82 de los 120 diputados est¨¢n ubicados entre el centroderecha y su extremo m¨¢s radical. Un 40% de los jud¨ªos israel¨ªes concuerda, de hecho, con la afirmaci¨®n de su ministro de Finanzas, el ultranacionalista Bezalel Smotrich, de que ¡°el pueblo palestino no existe¡±, seg¨²n una encuesta del mes pasado. Ya el fundador del sionismo, Theodor Herzl, imaginaba el futuro Estado jud¨ªo como ¡°un baluarte¡± de Europa contra Asia ¡°al servicio de los puestos de avanzada de la cultura contra la barbarie¡±. Un siglo m¨¢s tarde, el primer ministro Ehud Barak populariz¨® el s¨ªmil de Israel con ¡°una villa en la jungla¡± de Oriente Pr¨®ximo.
La ¨²ltima encuesta de Gallup muestra por primera vez un mayor apoyo a los palestinos que a los israel¨ªes entre los votantes dem¨®cratas en Estados Unidos, tras d¨¦cadas de ocupaci¨®n militar y con una demograf¨ªa que augura un futuro m¨¢s nacionalista, religioso e iliberal. La comentarista israel¨ª Carolina Landsmann se preguntaba recientemente en el diario Haaretz si su pa¨ªs sopla 75 velas en un bache de salud o en la g¨¦nesis de un deterioro m¨¢s hondo en la esfera internacional: ¡°Si contin¨²a el proceso de alineaci¨®n hacia Israel, habr¨¢ en Occidente quienes miren el mapa y quiz¨¢s piensen que la ¨²nica democracia [de Oriente Pr¨®ximo] no es un activo, sino un pasivo [¡]. M¨¢s a¨²n cuando se est¨¢ convirtiendo en menos democr¨¢tico y menos occidental¡±. Uno de sus iconos culturales, Yehonatan Geffen, fallecido la semana pasada, lamentaba en 2008: ¡°Israel ha envejecido muy r¨¢pido. Tengo la misma edad que mi pa¨ªs, pero mejor pinta, ?no?¡±.
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