Juicios en el Kurdist¨¢n sirio para los excombatientes del Estado Isl¨¢mico
El Gobierno ¡®de facto¡¯ en el norte de Siria anuncia procesos ¡°transparentes¡± y sin pena de muerte. M¨¢s de 60.000 sospechosos y sus familiares llevan detenidos indefinidamente desde 2019
Una de las herencias m¨¢s intrincadas de la guerra siria son las decenas de miles de personas, en su mayor¨ªa ni?os y mujeres, confinadas por tiempo indefinido desde 2019 en campamentos y centros de detenci¨®n del norte del pa¨ªs. Aquel a?o, las fuerzas kurdo-¨¢rabes aliadas de Estados Unidos derrotaron definitivamente en la localidad de Baguz al ¨²ltimo basti¨®n del califato que el Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) hab¨ªa llegado a implantar en un tercio de Siria y a¨²n m¨¢s de Irak. Miles de supuestos yihadistas acabaron entonces en centros de detenci¨®n, y sus familiares (unos 52.000 hoy), en dos insalubres y peligrosos (42 asesinatos en 2022) campamentos: Al Hol y Al Roj.
Unos y otros se encuentran desde entonces en un limbo pol¨ªtico-legal que todas las partes coinciden en querer resolver, pero no en el c¨®mo. La administraci¨®n aut¨®noma kurda del norte de Siria ¨Da cargo de los campos¨D ha pedido estos cuatro a?os a los Estados que repatrien a todos sus nacionales y, luego, la creaci¨®n de un tribunal internacional. Ahora, frente al impasse, ha anunciado que someter¨¢ por su cuenta a ¡°juicios abiertos, justos y transparentes¡± a los sospechosos de haber combatido con el ISIS.
¡°No ha sido una decisi¨®n repentina. Trabajamos en ella desde hace a?os¡±, subraya por videoconferencia Ilham Ahmed, una de las principales pol¨ªticas kurdas de Siria y copresidenta del Consejo Democr¨¢tico Sirio, brazo pol¨ªtico de las Fuerzas Democr¨¢ticas Sirias (las milicias kurdo-¨¢rabes que vencieron al califato). ¡°Ha habido intentos y comunicaci¨®n con los pa¨ªses que tienen nacionales en la zona aut¨®noma. Esper¨¢bamos que hubiese participaci¨®n internacional en los juicios, pero no ha podido ser, por lo que el Gobierno ha decidido empezar algunos a personas que cometieron cr¨ªmenes en el oeste y norte de Siria¡±, a?ade.
La decisi¨®n afecta principalmente a unos 10.000 hombres. Unos 8.000 son de Siria e Irak, los dos pa¨ªses que abarc¨® el califato declarado en 2014 por el entonces l¨ªder del ISIS, Abubaker al Bagdadi. Se presume que los otros 2.000 acudieron desde distintos puntos del planeta a sumarse a la organizaci¨®n yihadista en su momento m¨¢s magn¨¦tico. Llevan cuatro a?os retenidos sin proceso judicial, lo que Letta Tayler, directora asociada de la divisi¨®n de Crisis y Conflictos en Human Rights Watch, define como ¡°una doble vulneraci¨®n de derechos: el de los sospechosos, a disputar la legalidad de su detenci¨®n; y el de las v¨ªctimas, a la reparaci¨®n¡±.
La Administraci¨®n Aut¨®noma del Norte y Este de Siria, la zona de mayor¨ªa kurda con un autogobierno de facto y m¨¢s conocida como Rojava, se ha comprometido a efectuar los juicios ¡°conforme a las leyes internacionales y locales relacionadas con el terrorismo¡± y ¡°preservando los derechos de los demandantes¡±. Su ordenamiento no contempla la pena de muerte. Pero no es un Estado, lo que genera un debate jur¨ªdico y reticencias en los pa¨ªses de los detenidos a que sus nacionales pasen all¨ª frente al estrado.
Sin fecha
No hay fecha para los juicios. El comunicado del anuncio, difundido en junio, no la precisaba, y las autoridades no la han fijado desde entonces. Puede incluso que nunca comiencen, dados los problemas log¨ªsticos y legales que conllevan. Las palabras de la dirigente kurda Ahmed remiten m¨¢s a una llamada de atenci¨®n a la comunidad internacional que a un proyecto avanzado. ¡°Los juicios tendr¨¢n eco y esperamos la reacci¨®n de los pa¨ªses implicados. Es importante que haya de nuevo inter¨¦s en este dosier, especialmente cuando parece que los pa¨ªses est¨¢n olvidando que tienen nacionales all¨ª que [supuestamente] cometieron cr¨ªmenes y que Daesh [ISIS] est¨¢ tratando de reconstruirse¡±.
Tayler, que sigue el tema desde su inicio, ve menos problema en el d¨®nde juzgarlos que en el c¨®mo. ¡°Lo que m¨¢s importa es que el proceso sea justo¡±, resume. Y es ah¨ª donde, como repite hasta en tres ocasiones, ¡°el diablo est¨¢ en los detalles¡±.
¡°En muchos casos se prefiere celebrar los juicios en el lugar donde se han cometido supuestamente los delitos, o lo m¨¢s cerca posible. Una de las ventajas es que facilita la participaci¨®n de las v¨ªctimas o supervivientes, o de las familias de las v¨ªctimas que murieron. Pero hay excepciones, y celebrar juicios en el noreste de Siria presenta sus retos. Es una zona de guerra activa y los juicios pueden ser peligrosos para todos. No solo para los acusados, tambi¨¦n para abogados, jueces, traductores, periodistas¡ ?Pueden estas autoridades efectuar juicios justos? Parecen tener la voluntad de llevar a cabo procesos mod¨¦licos, pero les supondr¨¢ un reto congregar all¨ª todo lo necesario: jueces preparados, fiscales y abogados defensores, traductores, monitores independientes, prensa, un sistema de apelaci¨®n justo¡¡±.
En junio, el copresidente de la Oficina de Asuntos Exteriores de la Administraci¨®n Aut¨®noma, Bedran Chiya Kurd, manifest¨® su deseo de que ¡°varias autoridades europeas¡± sean ¡°parte del proceso¡±, enviando por ejemplo abogados defensores para sus nacionales u observadores, y se?al¨® que aceptar¨¢n ¡°toda prueba proporcionada por organizaciones internacionales imparciales¡±, informa el medio kurdo Medya News.
La experta de Human Rights Watch destaca la importancia ¡°de evaluar cada detenido caso por caso¡±, con equipos de expertos legales (ayudados, en el caso de los ni?os, por especialistas en sus derechos) y sin dar por hecho que todos los hombres son culpables y todas las mujeres, inocentes. Chiya Kurd ha asegurado que tienen pruebas contra algunas mujeres.
Los varones extranjeros sospechosos de haber integrado el ISIS son el extremo m¨¢s espinoso ¨Dy pol¨ªticamente t¨®xico¨D de la situaci¨®n, como muestra que solo 74 hayan sido repatriados desde la derrota geogr¨¢fica del Estado Isl¨¢mico, en 2019, seg¨²n datos del Centro de Informaci¨®n Rojava (RIC, en sus siglas en ingl¨¦s).
Uno de los motivos es la seguridad. Los pa¨ªses de origen tienen el impulso de mantenerlos f¨ªsicamente lejos por miedo a que alguno cometa un ataque, con el consiguiente precio pol¨ªtico para el dirigente que aprob¨® su regreso. ¡°Es una preocupaci¨®n comprensible, pero se ha ido de las manos¡±, opina Tayler. ¡°M¨¢s de 7.000 detenidos extranjeros han sido repatriados a m¨¢s de 36 pa¨ªses sin un solo incidente, que yo est¨¦ al corriente, y muchos otros extranjeros que supuestamente se unieron al ISIS lograron volver por s¨ª mismos¡±. Traer al resto de vuelta permitir¨ªa justamente a los pa¨ªses ¡°saber d¨®nde est¨¢n y juzgar a los sospechosos de delitos graves¡±, mientras que ¡°dejarlos en el noreste de Siria significa que cualquier miembro del n¨²cleo duro de ISIS puede tratar de escapar y que, seg¨²n se vayan haciendo mayores, los ni?os pueden ser cada vez m¨¢s vulnerables a ser reclutados por el ISIS¡±.
A esto se suman las huidas con sobornos o los riesgos de fuga. En enero de 2022, por ejemplo, c¨¦lulas durmientes de ISIS liberaron a cientos de detenidos ¨Dde los que al menos dos decenas siguen en paradero desconocido¨D en un asalto a una c¨¢rcel.
Salir del limbo
Los juicios podr¨ªan generar un efecto domin¨®. Si los detenidos salen del limbo, clasificados ya formalmente como sospechosos o no de un delito, las capitales tendr¨¢n m¨¢s f¨¢cil superar los reparos que ti?en el debate sobre las repatriaciones: el miedo en abstracto hacia todos aquellos que formaron parte ¨Dde una u otra forma¨D del temido califato del ISIS.
La suerte de los hombres ha quedado opacada por la de sus familiares: decenas de miles de mujeres y ni?os recluidos en los campamentos y en los que Estados, organismos internacionales y ONG han puesto m¨¢s el foco, por su n¨²mero y vulnerabilidad. M¨¢s del 60% de detenidos son menores, un 80% de ellos por debajo de los 12 a?os.
Casi todos los repatriados (a menudo a rega?adientes) han sido los familiares, ya que su papel en la violencia es m¨¢s dif¨ªcil de dilucidar y la opini¨®n p¨²blica occidental no los asocia a las decapitaciones de extranjeros o al genocidio yazid¨ª. Las repatriaciones han cobrado velocidad desde 2022 y Espa?a es uno de los 36 pa¨ªses que ha tra¨ªdo de vuelta a los suyos (una decena, el pasado enero), aunque, al ritmo actual, llevar¨¢ dos d¨¦cadas vaciar los campos, seg¨²n calcula Naciones Unidas.
Cientos de adolescentes est¨¢n adem¨¢s encerrados lejos de sus familias, como denunci¨® el mes pasado la relatora de la ONU para derechos humanos y contra el terrorismo, Fionnuala N¨ª Aol¨¢in, tras visitar la zona. ¡°Es una separaci¨®n sumaria basada en un riesgo de seguridad no probado que presentan los ni?os varones al alcanzar la adolescencia¡±, dijo al subrayar que vulnera el derecho internacional y que todos los peque?os con los que se reuni¨® estaban ¡°claramente traumatizados por haber sido separados de sus madres¡±. Las autoridades locales que gestionan los campos (un lastre que les ha dejado en la pr¨¢ctica la Coalici¨®n Global de lucha contra el Estado Isl¨¢mico, formada por 85 pa¨ªses) lo consideran necesario para aislar a los radicalizados por el yihadismo.
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