Nueva etapa de negociaci¨®n en Venezuela: Maduro da un paso adelante
Los actores de la oposici¨®n tienen que buscar la f¨®rmula para navegar hasta unas elecciones presidenciales con una verdadera opci¨®n de triunfo. La construcci¨®n de ese camino es todo un desaf¨ªo
El canal de negociaci¨®n entre la Administraci¨®n de Joe Biden y la de Nicol¨¢s Maduro ha avanzado en las ¨²ltimas semanas. Cabe la posibilidad de que haya m¨¢s progreso entre ellos, si Maduro cumple con hacer modestas concesiones a la oposici¨®n venezolana mientras se beneficia de una flexibilizaci¨®n de las sanciones sectoriales impuestas a la industria petrolera por Estados Unidos.
El pasado 5 de octubre los Gobiernos de ambos pa¨ªses informaron de que llegaron a un acuerdo para la deportaci¨®n directa de venezolanos que ingresen ilegalmente a territorio estadounidense.
Posteriormente, se conoci¨® que por intermediaci¨®n de Estados Unidos, el Gobierno de Maduro y la Plataforma Unitaria se preparan para reactivar la mesa de negociaci¨®n de M¨¦xico con una agenda enfocada en el proceso electoral. De igual manera, el dirigente bolivariano se habr¨ªa comprometido a excarcelar a unos 100 presos pol¨ªticos.
La oposici¨®n venezolana llega a este momento en condiciones de debilidad. A¨²n no ha construido una estrategia unitaria para derrotar a Maduro, pero tambi¨¦n el contexto internacional ha cambiado. De una comunidad internacional ansiosa por apoyar la reconstrucci¨®n de la democracia venezolana se ha pasado a un clima de normalizaci¨®n del autoritarismo, debido al fracaso del cerco diplom¨¢tico, entre otras razones.
Tanto la Uni¨®n Europea como Estados Unidos buscan reconstruir sus relaciones con Venezuela y esto pasa por darle algo de legitimidad al Gobierno de Maduro, a quien no reconocen como presidente desde su reelecci¨®n en mayo de 2018.
H¨¦ctor Brice?o, acad¨¦mico de la universidad de Rostock, explica que hay un consenso alrededor de la ruta electoral como escenario id¨®neo para resolver la crisis venezolana y un inter¨¦s de Estados Unidos y de la Uni¨®n Europea por mejorar las relaciones con Maduro debido al contexto global del mercado energ¨¦tico y porque los pa¨ªses est¨¢n atendiendo las consecuencias de la crisis venezolana en sus propios territorios. Un ejemplo de esto es el flujo de migrantes.
Aunque los avances en esta normalizaci¨®n han sido leves, se ve una constante desde que en marzo de 2022 una delegaci¨®n de alto nivel, encabezada por Juan Gonz¨¢lez, asistente especial del presidente Biden y director principal del Consejo Nacional de Seguridad para el Hemisferio Occidental, se reuni¨® en Caracas con Maduro y su equipo.
Desde ese momento hasta ahora ha habido gestos de entendimiento como un intercambio de prisioneros, permisos para que la petrolera Chevron opere con menos trabas, levantamiento de sanciones a un familiar de la esposa de Maduro, un encuentro este a?o en Qatar y el reciente acuerdo para la deportaci¨®n de venezolanos desde territorio norteamericano.
Adem¨¢s, en julio pasado se inform¨® de que la UE y Venezuela exploraban un acuerdo por 1.500 millones de d¨®lares para capturar las emisiones de metano del pa¨ªs sudamericano y exportarlas hacia pa¨ªses de la UE, con la ayuda de Eni Spa y Repsol. Esto solo es posible debido a que mejoraron las condiciones con EE UU.
Para seguir por ese camino Maduro no tiene realmente que hacer grandes concesiones. Lo que ofrece es no avanzar hacia un peor escenario en el que su Gobierno autoritario se parezca m¨¢s a Nicaragua. De hecho, en este momento el Ejecutivo de Maduro y la ¨¦lite empresarial venezolana viven una suerte de luna de miel.
La oposici¨®n venezolana, organizada en la Plataforma Unitaria, es este momento como el mir¨®n de palo. Por una parte los gobiernos de Maduro y Biden est¨¢n dialogando seg¨²n sus propios intereses. Maduro necesita ganar reconocimiento internacional, requiere recursos para el gasto p¨²blico y mejorar las condiciones de vida de los venezolanos. De esta manera cohesionar a sus electores. Biden va enfilado hacia su campa?a de reelecci¨®n. Adem¨¢s del aspecto global del mercado de combustibles, su pol¨ªtica migratoria err¨¢tica va a ser una de las debilidades a ser aprovechadas por sus adversarios. A eso se le suma la baja que significa las acusaciones contra el senador Bob Men¨¦ndez por presuntos sobornos y corrupci¨®n.
De otro lado, faltan por verse las consecuencias del retiro Henrique Capriles Radonski de las elecciones primarias, justo en la recta final de este proceso cuyo d¨ªa D ser¨¢ el 22 de octubre. El excandidato argumenta que al estar inhabilitado se dificulta la posibilidad de avanzar hacia una estrategia de cambio real en el pa¨ªs. Al igual que ¨¦l, la favorita para ganar la contienda interna, Mar¨ªa Corina Machado, tambi¨¦n est¨¢ inhabilitada.
Esto lleva a la oposici¨®n a atender dos crisis al mismo tiempo. Es decir, avanzar en un acto puntual con el Gobierno de Maduro para alcanzar garant¨ªas electorales m¨ªnimas y a la vez lidiar con la salida de Capriles Radonski de la carrera.
No obstante, la oportunidad de un cambio est¨¢ all¨ª. Para aprovecharla har¨ªa falta mucho genio pol¨ªtico. Los actores pol¨ªticos de la oposici¨®n, sobre todo los partidos mayoritarios o m¨¢s influyentes, tienen que buscar la f¨®rmula para navegar hasta la realizaci¨®n de unas elecciones presidenciales con una verdadera opci¨®n de triunfo. La construcci¨®n de ese camino es todo un desaf¨ªo.
La ¨²ltima vez que la oposici¨®n venezolana logr¨® una gran victoria electoral fue en 2015, cuando arras¨® en las elecciones parlamentarias y obtuvo la mayor¨ªa calificada de dos tercios. Ese triunfo fue r¨¢pidamente neutralizado por el Gobierno de Maduro, que fren¨® la incorporaci¨®n de tres diputados opositores, se?alando un presunto fraude que nunca fue probado y mucho menos subsanado. Despu¨¦s la oposici¨®n inici¨® un recorrido que llev¨® al establecimiento del llamado gobierno interino y al desconocimiento de Maduro por parte de m¨¢s de 60 pa¨ªses.
De las muchas lecciones de aquella experiencia dos son fundamentales para cualquier intento en los pr¨®ximos eventos: primero, la unidad es fundamental en la estrategia opositora electoral; y el segundo es un recordatorio, que el chavismo, cuando ve amenazada su supervivencia, puede hacer cualquier cosa para torcer la decisi¨®n de la mayor¨ªa.
Para H¨¦ctor Brice?o hay indicios de que se est¨¢n reconstruyendo unas bases en la relaci¨®n bilateral de EE UU y Venezuela. Y en caso de que Maduro repita en 2024 un escenario electoral de m¨ªnimas condiciones, como el de 2018, eso ser¨ªa suficiente para que la comunidad internacional mirase hacia otro lado con tal de normalizar la situaci¨®n.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.