Turqu¨ªa celebra su centenario bajo la batuta de un Erdogan que pretende emular a Atat¨¹rk
El presidente islamista cancela varios actos de celebraci¨®n por la situaci¨®n en Gaza, lo que genera cr¨ªticas de los sectores laicos

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Una de las primeras cosas que aprenden los ni?os turcos en la escuela es identificar las im¨¢genes de Mustafa Kemal Atat¨¹rk: sea con uniforme militar o levita; con gorro kalpak o sombrero de copa; con bigote, barba o perfectamente afeitado; fumando pensativo sobre las colinas de Gal¨ªpoli o mirando al futuro con optimismo desde el estrado del Parlamento. No cabe duda de que, culto a la personalidad aparte, quien proclam¨® la Rep¨²blica en Turqu¨ªa hace ahora un siglo, el 29 de octubre de 1923, tiene un importante lugar en el coraz¨®n de la gran mayor¨ªa de los ciudadanos turcos por su liderazgo en la Guerra de Independencia y su labor como modernizador de Turqu¨ªa.
¡°Un dictador. Pero un dictador que ha empleado autoridad y prestigio en sacar a su patria de los abismos en que la estaban hundiendo la incuria y la superstici¨®n [¡]. Acab¨® con el sultanato, proclam¨® la Rep¨²blica, transform¨® todas las costumbres. Hizo de un pa¨ªs medieval una gran naci¨®n europea¡±, escrib¨ªa el diario barcelon¨¦s El Diluvio unos d¨ªas despu¨¦s de su muerte en 1938.
Si bien los historiadores m¨¢s actuales inscriben al primer presidente de Turqu¨ªa en una corriente de fondo de reformismo y modernizaci¨®n iniciada en el imperio otomano durante el siglo XIX, no cabe duda de que las ¡°revoluciones de Atat¨¹rk¡± (as¨ª se llamaban antes de que el golpe militar conservador de 1980 las redujese al m¨¢s moderado ¡°reformas¡±) transformaron Turqu¨ªa y la convirtieron en modelo para muchos pa¨ªses de la regi¨®n: se otorgaron derechos a las mujeres (incluido el derecho a voto y a ser elegidas en 1930), se cambi¨® el alfabeto ¨¢rabe por el latino, se abolieron la monarqu¨ªa y el califato, se inici¨® un proceso de industrializaci¨®n, se implant¨® una educaci¨®n laica, se prohibieron las cofrad¨ªas religiosas...
Todo ello hizo que Atat¨¹rk fuese anatema durante d¨¦cadas para el movimiento islamista del que proceden el actual presidente, Recep Tayyip Erdogan, y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). ¡°Quienes vienen de la tradici¨®n islamista no tienen muy buena opini¨®n de la Rep¨²blica. Pero la Rep¨²blica es ya un hecho consumado, as¨ª que no pueden oponerse a ella, aunque no sean muy entusiastas en su celebraci¨®n¡±, explica Selim Koru, analista del centro de estudios TEPAV.
Si bien escuelas, artistas y organizaciones sociales han llevado a cabo numerosas actividades para conmemorar el centenario, medios e intelectuales laicos han criticado la falta de festejos organizados por el Gobierno. Erdogan cancel¨® la recepci¨®n en palacio alegando el ataque israel¨ª a Gaza, y para la tarde de la v¨ªspera del D¨ªa de la Rep¨²blica organiz¨® un multitudinario mitin en apoyo a Palestina con la participaci¨®n de numerosas organizaciones islamistas.
Canci¨®n ¡°Sen rahat uyu¡± (Duerme tranquilo) creada por la estrella pop turca Tarkan en honor a Atat¨¹rk en el Centenario de la proclamaci¨®n de la Rep¨²blica
¡°As¨ª no se celebra un aniversario. Ninguna Rep¨²blica ha conmemorado de esta forma su centenario. Nuestro pueblo no es consciente de los avances que nos trajo la Rep¨²blica¡±, critic¨® el popular historiador Ilber Ortayli en las redes sociales. De hecho, la p¨¢gina web oficial sobre el centenario ¡°puede ser considerada propaganda del Gobierno del AKP¡±, llama la atenci¨®n el analista Murat Yetkin, pues se enfoca m¨¢s en los resultados obtenidos por Erdogan en sus dos d¨¦cadas al frente del pa¨ªs.
Una historia turbulenta
Mustafa Kemal ¨Dque luego recibir¨ªa el apellido ¡°Atat¨¹rk¡± o ¡°padre de los turcos¡±¨D organiz¨® y lider¨® la resistencia de las fuerzas nacionalistas turcas contra las potencias (Gran Breta?a, Francia, Italia y Grecia) que hab¨ªan ocupado los restos del Imperio otomano al t¨¦rmino de la Primera Guerra Mundial. Tras proclamar la Rep¨²blica, se centr¨® en reconstruir un pa¨ªs devastado por una d¨¦cada de conflictos y en imponer su programa de ¡°elevar a Turqu¨ªa sobre los est¨¢ndares de la civilizaci¨®n contempor¨¢nea¡±. Su partido, el CHP (hoy la principal formaci¨®n opositora), gobern¨® durante 27 a?os con mano de hierro, reprimiendo todas las rebeliones ¨Dislamistas y kurdas¨D que trataron de parar las reformas.
Los siguientes 53 a?os estuvieron caracterizados por una alternancia democr¨¢tica un tanto ca¨®tica, en la que hubo 40 gobiernos ¨Den su mayor¨ªa de la derecha¨D y cuatro golpes de estado. Los ¨²ltimos 20 a?os han estado dominados por Erdogan, al inicio como primer ministro y despu¨¦s como presidente. De ah¨ª que uno de los lemas gubernamentales del centenario sea ¡°De la independencia a la estabilidad¡± estampado sobre fotograf¨ªas similares de Atat¨¹rk y Erdogan.
Si se presta atenci¨®n a la ret¨®rica de los ¨²ltimos a?os, se puede percibir un cambio sustancial. ¡°Erdogan parece no estar impugnando a Atat¨¹rk, sino emul¨¢ndolo para presentarse como el salvador-fundador de la Nueva Turqu¨ªa¡±, escribe el polit¨®logo Hakki Tas en A Companion to Modern Turkey¡¯s Centennial, un reciente volumen escrito por varios acad¨¦micos: ¡°En muchos sentidos, Erdogan ha seguido el modelo kemalista de construcci¨®n del Estado y la naci¨®n. Ambos fueron moldeados por una erosi¨®n de los valores liberales, as¨ª como por el surgimiento de ideolog¨ªas autoritarias en sus ¨¦pocas, tras la Gran Depresi¨®n (1929-1939) y la Gran Recesi¨®n (2007-2009), respectivamente. Como fue el caso durante los a?os de formaci¨®n de Turqu¨ªa, el programa de Erdogan culmin¨® en la unificaci¨®n del Estado y el partido, gracias al culto a la personalidad¡±.
¡°Erdogan es el l¨ªder m¨¢s poderoso e influyente desde Atat¨¹rk y ha establecido su propio r¨¦gimen pese a que lo haya hecho dentro de las instituciones y estructura de la Rep¨²blica kemalista¡±, sostiene Koru: ¡°A Erdogan le gustar¨ªa contar con la lealtad y la participaci¨®n de todo el pa¨ªs, pero se tiene que contentar con el apoyo de ¨²nicamente la mitad, as¨ª que utiliza estas comparaciones [con Atat¨¹rk] para ganar legitimidad ante la otra mitad¡±.
Las instalaciones y exhibiciones colocadas en diversos lugares de Estambul para el centenario presentan los logros de los ¨²ltimos a?os bajo el Gobierno de Erdogan ¨Dfundamentalmente aquellos tecnol¨®gicos y de infraestructuras¨D como grandes aspiraciones de Atat¨¹rk. Pero m¨¢s que mirar al pasado para conmemorarlo, la narrativa que promueve el Gobierno mira al futuro que se abre tras los primeros 100 a?os de Rep¨²blica y va acompa?ada del sello del proyecto El siglo de Turqu¨ªa, que pretende llevar al pa¨ªs a estar entre los m¨¢s desarrollados del mundo. Una de estas exposiciones est¨¢ enteramente dedicada a Erdogan, y lo presenta como el ide¨®logo y autor de los m¨¢s recientes avances en la industria militar turca. ¡°Nos hemos comprometido a elevar Turqu¨ªa en todos los campos hasta los niveles de los pa¨ªses m¨¢s avanzados¡±, escribe el presidente turco en la presentaci¨®n, imitando la m¨¢xima de Atat¨¹rk: ¡°Nuestro objetivo es una Turqu¨ªa que, por tierra, mar y aire, y si Dios quiere, tambi¨¦n en el espacio, infunda confianza a nuestros amigos y temor a nuestros enemigos¡±.
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