El laborista Starmer golpea por sorpresa al sector m¨¢s izquierdista del partido
El l¨ªder opositor expulsa de la direcci¨®n a Long-Bailey, la representante del corbynismo en la formaci¨®n, por retuitear una entrevista que considera que contiene teor¨ªas antisemitas
El abogado Keir Starmer se hizo con el liderazgo del Partido Laborista con maneras suaves, mensajes de unidad y total aceptaci¨®n del programa de izquierdas que su antecesor, Jeremy Corbyn, defini¨® como ¡°el m¨¢s radical de las ¨²ltimas d¨¦cadas¡±. Pero no apart¨® ni un segundo la mirada del retrovisor, porque los restos del corbynismo le vigilaban con escepticismo, conscientes de que la mayor¨ªa de diputados y afiliados del partido no le hab¨ªan elegido para que todo siguiera igual. Dos fueron sus principales objetivos: demostrar que era posible realizar una oposici¨®n inteligente y constructiva, distanciada de la visceralidad ideol¨®gica que hab¨ªa alejado al electorado de Corbyn, y eliminar todo rastro del antisemitismo que hab¨ªa erosionado el partido en los ¨²ltimos a?os. La irrupci¨®n de la pandemia le permiti¨® demostrar que era capaz de acorralar a Boris Johnson sin perder las formas ni parecer irresponsable ante la crisis. El segundo golpe, premeditado pero no anunciado, ha sido provocado por un tuit. Por un retuit, para ser precisos.
Rebecca Long-Bailey, su rival en las primarias y la candidata m¨¢s cercana y leal a Corbyn y a todo lo que supuso el veterano l¨ªder de izquierdas, no se esperaba el hachazo. Starmer la hab¨ªa integrado en la direcci¨®n del partido, el conocido como ¡°Gobierno en la sombra¡±, donde ejerc¨ªa la portavoc¨ªa de Educaci¨®n. Su lealtad con el nuevo l¨ªder parec¨ªa incuestionable, a pesar de las diferencias entre ambos. Nada le hac¨ªa pensar que al retuitear una entrevista concedida al diario The Independent por la actriz y activista de izquierdas, Maxine Peake, se desencadenar¨ªa la tormenta. En la conversaci¨®n, Peake hablaba de su nueva pel¨ªcula, del desastre que hab¨ªa supuesto la gesti¨®n de Boris Johnson de la pandemia y de su deseo de sacar a los conservadores del poder. Y en medio de todo ello, al mencionar las protestas del Black Lives Matter, desliz¨® un comentario que arrastraba, de modo aparentemente casual, todos los fantasmas internos que agitan desde hace a?os las relaciones entre el Partido Laborista y la comunidad jud¨ªa.
¡°El racismo sist¨¦mico es un asunto global. Las t¨¢cticas usadas por la polic¨ªa en Estados Unidos, como la de poner la rodilla sobre el cuello de George Floyd, las aprendieron en una serie de seminarios impartidos por los servicios secretos israel¨ªes¡±, dijo la actriz. A pesar de que la periodista se?alaba a continuaci¨®n, entre par¨¦ntesis, que un portavoz de la polic¨ªa israel¨ª hab¨ªa negado que existieran tales t¨¢cticas, el da?o ya estaba hecho. Starmer interpret¨® que su rival estaba dando p¨¢bulo a la en¨¦sima teor¨ªa conspirativa antisemita que algunos sectores de la izquierda brit¨¢nica han propagado durante a?os. ¡°Le he pedido que abandonara su puesto por haber compartido ese art¨ªculo. He marcado como mi prioridad n¨²mero uno la reconstrucci¨®n de la confianza con las comunidades jud¨ªas. Y para lograr esa reconstrucci¨®n he decidido expulsarla del Gobierno en la Sombra¡±, ha explicado Starmer este jueves.
Es una jugada audaz y arriesgada por parte de un abogado con dos caras, capaz de mostrar amabilidad y templanza para resta?ar heridas internas, pero implacable -como demostr¨® al frente del Crown Prosecution Service (Fiscal¨ªa General del Estado)- cuando entiende cu¨¢l es el movimiento que puede beneficiar sus intereses pol¨ªticos. Long-Bailey ha asegurado que, al darse cuenta de su error, quiso publicar una explicaci¨®n aclaratoria que cont¨® en un principio con el visto bueno de la direcci¨®n del partido. Pero que, poco despu¨¦s, le exigieron que retirara el retuit, se olvidara de la explicaci¨®n y abandonara su puesto.
Las pr¨®ximas horas ser¨¢n cruciales para determinar si la decisi¨®n de Starmer consolida su poder y auctoritas en un partido que todav¨ªa sigue profundamente dividido o si comienza una nueva guerra civil que le impida remontar el vuelo. A su favor juega la devastaci¨®n sufrida por el laborismo en las ¨²ltimas elecciones de diciembre, en las que abandonaron a la izquierda hasta los votantes tradicionales del ¡°muro rojo¡± en el norte de Inglaterra. Nadie quiere poner a¨²n m¨¢s en riesgo esa posici¨®n de debilidad, justo en el momento en que el Gobierno de Johnson comienza a vivir horas bajas por su nefasto manejo de la crisis del coronavirus. El que fuera cerebro gris y n¨²mero dos de Jeremy Corbyn, John McDonnell, ha respaldado a Long-Bailey en su cuenta de Twitter: ¡°A lo largo de todas nuestras discusiones sobre antisemitismo, siempre hemos dejado claro que la cr¨ªtica a las pr¨¢cticas del Estado de Israel no constitu¨ªa antisemitismo. No creo que Rebecca Long-Bailey tuviera que sufrir la expulsi¨®n. Expreso mi solidaridad con ella¡±, ha escrito McDonnell.
La Board of Deputies of British Jews (Junta de Representantes de los Jud¨ªos Brit¨¢nicos), la organizaci¨®n jud¨ªa m¨¢s antigua e influyente del Reino Unido, ha felicitado a Starmer por su reacci¨®n rel¨¢mpago. ¡°Quiero agradecer a Keir Starmer que haya respaldado sus palabras con hechos en la lucha contra el antisemitismo. Despu¨¦s de que Rebecca Long-Bailey compartiera una teor¨ªa de la conspiraci¨®n, nosotros y algunos m¨¢s le dimos la oportunidad de retirar su tuit y pedir disculpas. Para nuestra sorpresa y disgusto, su respuesta fue pat¨¦tica. Su permanencia en la portavoc¨ªa de Educaci¨®n era insostenible¡±, ha dicho Marie van der Zyl, presidenta de la junta.
La teor¨ªa de la discordia -las supuestas pr¨¢cticas israel¨ªes de entrenamiento- ten¨ªa un origen cuando menos endeble y retorcido. La puso en circulaci¨®n el diario The Morning Star, descrito como ¡°el ¨²ltimo diario comunista del Reino Unido¡± por una publicaci¨®n tan de izquierdas como New Statesman, y su ¨²nica fuente era una noticia de Minnesota Public Radio seg¨²n la cual 100 agentes de polic¨ªa hab¨ªan participado ocho a?os atr¨¢s en un seminario sobre seguridad antiterrorista impartido por el consulado de Israel. La aparente torpeza de Long-Bailey ha puesto a Starmer en bandeja la posibilidad de dar un golpe de efecto de consecuencias inciertas. Corrientes internas del partido como Momentum, que fue clave para que Corbyn lograra todo el apoyo activista que disfrut¨®, han reaccionado con rabia ante la decisi¨®n del l¨ªder y la han calificado de ¡°temeraria¡±. La respuesta de los diputados laboristas en los pr¨®ximos d¨ªas demostrar¨¢ si el abogado de maneras educadas y pulso firme se ha hecho con las riendas de una organizaci¨®n que en los ¨²ltimos a?os se ha paseado por el abismo de la irrelevancia.
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