En elogio de Robert Badinter

Durante buena parte de los a?os que desempe?¨¦ las funciones de ministro de Justicia del Gobierno de Espa?a bajo la presidencia de Felipe Gonz¨¢lez (1982-1996) tuve el honor y la fortuna de conocer, tratar y conversar con Robert Badinter, fallecido la pasada semana, ministro de Justicia de Francia siendo presidente de la Rep¨²blica Fran?ois Mitterrand (1981-1995).

Fueron frecuentes los viajes a Par¨ªs para pensar juntos sobre problemas propios de las competencias de nuestros respectivos ministerios y, m¨¢s espec¨ªficamente, sobre los relacionados con la forma en que los Estados de Derecho deb¨ªan afrontar el enjuiciamiento de los delitos de terrorismo, que tantas v¨ªctimas estaban causando en Espa?a por acciones de miembros de la organizaci¨®n terrorista ETA.

Adem¨¢s de las reuniones en la sede del Ministerio de Justicia, en la plaza Vendome de Par¨ªs, tambi¨¦n recuerdo las reflexiones largamente compartidas durante los d¨ªas en que el ministro Badinter pas¨® en Espa?a con motivo de la primera reuni¨®n celebrada en nuestro pa¨ªs de ministros de Justicia del Consejo de Europa. A lo largo de aquellas jornadas hubo ocasi¨®n de examinar el estado que manten¨ªan las peticiones del Gobierno espa?ol de extradici¨®n de miembros de ETA por delitos cometidos en Espa?a que el Gobierno franc¨¦s ven¨ªa denegando.

Probablemente, las informaciones que recibi¨® Badinter sobre las reformas del ordenamiento jur¨ªdico espa?ol en ejecuci¨®n de los mandatos contenidos en la Constituci¨®n de 1978, dirigidas al fortalecimiento del Estado de Derecho propio de una sociedad democr¨¢tica, propiciaron que el ministro franc¨¦s llegara a conocer mejor la situaci¨®n espa?ola y que contribuyeran a modificar la posici¨®n de Francia, proponiendo que tales peticiones fueran atendidas, como as¨ª tuvo lugar.

La intervenci¨®n de Badinter ejerci¨® gran influencia en las decisiones que, rectificando criterios anteriores, los ¨®rganos competentes de Francia comenzaron a adoptar a partir de entonces. Con motivo de su muerte, es justo y necesario recordar estos hechos que forman parte de la trayectoria de un ciudadano ejemplar, maestro universitario, prestigioso abogado, jurista comprometido con la defensa de los derechos humanos y las libertades p¨²blicas, pol¨ªtico impulsor de reformas legislativas transcendentales.

Dejo as¨ª constancia de muy hondo sentimiento por el fallecimiento de Robert Badinter y de gratitud hacia, quien como ministro de Justicia de Francia, tanto ayud¨® a Espa?a en tiempos de m¨¢xima dificultad.

Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.