¡®Raspadinhas¡¯, la loter¨ªa instant¨¢nea que engancha a los portugueses pobres
Cerca de 100.000 personas tienen problemas con este juego, que se populariz¨® en los a?os de la austeridad econ¨®mica impuesta por las instituciones europeas tras el rescate

Catarina Basto hace un recuento r¨¢pido de los cartones de loter¨ªa instant¨¢nea que se venden en su papeler¨ªa del centro de Lisboa. ¡°Tenemos 21 tipos diferentes, a los que se suman luego los productos especiales que se sacan para Navidad, Pascua o vacaciones¡±, explica. Las raspadinhas, como se conoce el popular juego en Portugal, pueden costar de unos c¨¦ntimos a 15 euros. Su mec¨¢nica es simple (similar a la del llamado Rasca que se comercializa en Espa?a): rascar n¨²meros para comprobar si se da una afortunada coincidencia con derecho a premio. Se venden por doquier, hasta el pasado enero incluso pod¨ªan comprarse en los puestos de correos. Una tentaci¨®n irresistible para jubilados que iban a cobrar su pensi¨®n a principios de mes.
El Gobierno prohibi¨® la comercializaci¨®n en las sucursales de CTT, que gestiona el servicio de correos, a ra¨ªz del estudio Quem Paga a Raspadinha, financiado por el Consejo Econ¨®mico y Social en 2023 y que sac¨® a la luz cifras preocupantes sobre el potencial adictivo de este juego. Aunque para atajar esta ludopat¨ªa se requerir¨¢n nuevas medidas por parte del Ejecutivo que salga de las elecciones anticipadas que celebra Portugal el pr¨®ximo domingo. El informe, elaborado por siete investigadores de la Universidad del Minho, concluy¨® que cerca de 100.000 personas ten¨ªan ¡°problemas¡± con esta loter¨ªa y unas 30.000 sufr¨ªan ya una adicci¨®n patol¨®gica. Los datos asombraron a los autores del trabajo. ¡°Sab¨ªamos que era un problema significativo, pero no que tuviese una incidencia tan elevada¡±, resume por tel¨¦fono Pedro Morgado, profesor de Psiquiatr¨ªa en la Universidad de Minho y uno de los coordinadores del estudio junto al economista Lu¨ªs Aguiar-Conraria.
M¨¢s preocupante para Morgado fue el retrato predominante entre los m¨¢s jugadores: personas con bajos recursos, edades elevadas, poca formaci¨®n escolar y profesiones manuales. ¡°Vimos que el juego afecta especialmente a las capas m¨¢s vulnerables debido a varias razones: las reglas son f¨¢ciles, est¨¢ muy diseminado por caf¨¦s, quioscos y supermercados, la recompensa puede ser inmediata y cada apuesta es barata y genera la impresi¨®n de que se gasta poco¡±, expone Morgado. A esto a?ade la perturbaci¨®n que crea la publicidad indirecta de la raspadinha cada vez que alguien obtiene un premio elevado y aparece en los medios de comunicaci¨®n.
En el quiosco de prensa que gestiona desde hace tres a?os cerca de un centro comercial de Lisboa, Xavier Sep¨²lveda verifica a diario algunos de estos datos, aunque no todos. ¡°La gente que m¨¢s compra es mayor de 50 a?os, pero hay clientes de todo tipo, desde una empleada de limpieza que cada d¨ªa se lleva una raspadinha de un euro a una se?ora propietaria de muchos pisos que gasta a diario 500 euros. Cada uno juega seg¨²n sus posibilidades¡±, sostiene. Sep¨²lveda ha observado que la venta de cartones se dispara en Navidad debido a la costumbre de los ¨²ltimos a?os de adquirirlos como obsequio navide?o. Tambi¨¦n detect¨® que las ventas crecieron durante el confinamiento. ¡°Con la pandemia fue cuando m¨¢s tabaco y raspadinhas vend¨ª debido a la ansiedad de la gente¡±, aduce.
El psiquiatra Pedro Morgado menciona un parteaguas hist¨®rico en la evoluci¨®n de la loter¨ªa instant¨¢nea. ¡°En Portugal comenz¨® a popularizarse tras la crisis de 2008 y sobre todo durante las medidas de gran austeridad que le siguieron a partir de 2011. En 2014 se dio un salto brutal y pas¨® a ser el juego m¨¢s popular¡±, subraya. Otro regalo indirecto y envenenado de la troika ¨Dla tr¨ªada institucional formada por la Comisi¨®n Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo¨D, que intervino la gesti¨®n del pa¨ªs entre 2011 y 2014 a cambio de un rescate de 78.000 millones de euros. Los ajustes y recortes de aquellos d¨ªas empobrecieron a grandes capas de la poblaci¨®n. ¡°El tiempo de la troika tuvo como da?o colateral el crecimiento de las ventas de raspadinhas. La gente recurr¨ªa a ellas con la esperanza de encontrar un equilibrio financiero para sus vidas¡±, explica el investigador de la Universidad del Minho.

En Portugal, el monopolio de estas loter¨ªas instant¨¢neas est¨¢ en manos de la Santa Casa de Misericordia, una instituci¨®n fundada en 1498 por la reina Leonor como una cofrad¨ªa para ayudar a los m¨¢s necesitados y que en la actualidad desarrolla iniciativas sociales, educativas y culturales para los grupos con menos recursos. La paradoja que encierra que la instituci¨®n que emplea el dinero en ayudar a los m¨¢s desfavorecidos se financie con un producto que da?a sobre todo la salud mental de estos colectivos es dif¨ªcil de resolver. ¡°Se trata de un problema social que afecta a las personas que la Santa Casa m¨¢s apoya, que son los m¨¢s vulnerables y con m¨¢s necesidades de apoyos sociales y de salud¡±, admiti¨® la responsable de la instituci¨®n, Ana Jorge, a la agencia Lusa d¨ªas despu¨¦s de la publicaci¨®n del estudio. Jorge ofreci¨® la colaboraci¨®n del organismo para combatir la adicci¨®n y fomentar el juego responsable.
El estudio del Consejo Econ¨®mico y Social, que se ampliar¨¢ con dos nuevas fases, constat¨® que las personas con ingresos mensuales de entre 400 y 664 euros tienen tres veces m¨¢s probabilidades de ser compradores frecuentes que los que perciben m¨¢s de 1.500 euros. Asimismo, los mayores de 66 tienen el doble de riesgo que los j¨®venes. Los investigadores tambi¨¦n apreciaron una relaci¨®n entre la compra de loter¨ªa y el consumo de alcohol, que favorece ¡°la desinhibici¨®n y las dificultades para tomar decisiones beneficiosas para la salud¡±, se?alan en las conclusiones.
El coordinador de la investigaci¨®n no considera que la prohibici¨®n sea una soluci¨®n. ¡°Siempre que prohibimos, el efecto inmediato es que las personas se pasan a otros juegos no regulados y m¨¢s peligrosos¡±, advierte el psiquiatra. Entre las medidas alternativas propone un mayor control de la publicidad indirecta, la aplicaci¨®n de mecanismos de autoexclusi¨®n como existen en otras modalidades de juegos y, a largo plazo, una mayor formaci¨®n de las personas sobre los riesgos de ludopat¨ªas en loter¨ªas instant¨¢neas. Morgado elogia algunas decisiones del Gobierno como la desvinculaci¨®n de la raspadinha del patrimonio ¨Dsus fondos se destinaban a intervenciones en instituciones culturales y fomentaban la idea de gastar en una buena causa¨D o la prohibici¨®n de la venta en correos.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
