Un tribunal brit¨¢nico frena la extradici¨®n de Assange y reclama a EE UU m¨¢s garant¨ªas de un juicio justo
Los magistrados dan tres semanas a Washington para que asegure que el cofundador de Wikileaks tendr¨¢ el mismo trato que un estadounidense, que se respetar¨¢ la libertad de expresi¨®n y que no ser¨¢ condenado a muerte
Los magistrados Victoria Sharp y Jeremy Johnson, del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales, han escuchado, al menos en parte, el clamor en defensa de la libertad de prensa y permitir¨¢n que Julian Assange pueda recurrir ante la justicia brit¨¢nica su orden de extradici¨®n a Estados Unidos si Washington no ofrece tres garant¨ªas extraordinarias.
El tribunal considera que Assange tiene base jur¨ªdica s¨®lida para recurrir su extradici¨®n en tres aspectos determinados. El Gobierno de Estados Unidos, dice el fallo, debe asegurar que la libertad de expresi¨®n contemplada en la primera enmienda de su propia Constituci¨®n ser¨¢ protegida; que el editor australiano no sufrir¨¢ un juicio injusto por no tener nacionalidad estadounidense; y que no se acabar¨¢ imponiendo la pena de muerte.
De este modo, los jueces han admitido tres de los nueve argumentos esgrimidos por el equipo legal del cofundador de Wikileaks en las vistas de mediados de febrero para detener su entrega.
Sharp y Johnson han otorgado tres semanas a los abogados que representan al Gobierno estadounidense para ofrecer esas garant¨ªas. Es decir, hasta el 16 de abril. De no hacerlo, Assange podr¨¢ seguir adelante con su recurso a la extradici¨®n, y una nueva vista ser¨ªa fijada, provisionalmente, para el 20 de mayo.
Sin embargo, la sentencia rechaza las supuestas ¡°motivaciones pol¨ªticas¡± detr¨¢s de la petici¨®n de extradici¨®n que hab¨ªan denunciado los abogados del preso. ¡°Podemos asumir que el recurrente actuara movido por sus convicciones pol¨ªticas, y que con sus actividades expusiera la implicaci¨®n de gobiernos en delitos graves¡±, ha escrito la ponente, Victoria Sharp. ¡°Pero eso no implica que la petici¨®n de extradici¨®n se fundamente en sus opiniones pol¨ªticas¡±, ha a?adido.
Una sentencia ¡°sorprendente¡±
¡°Es una sentencia sorprendente¡±, ha dicho a su salida del tribunal Stella Assange, la esposa del exhacker. ¡°El tribunal reconoce que se ha negado a Julian su derecho a la libertad de expresi¨®n, que se le discrimina por ser australiano y que sigue corriendo el riesgo de ser condenado a la pena de muerte¡±, se?alaba. ¡°Pero lo que han hecho los magistrados es invitar a Estados Unidos a que haya una intervenci¨®n pol¨ªtica y env¨ªen una carta asegurando que todo est¨¢ bien (it?s all ok, en su expresi¨®n en ingl¨¦s)¡±, ha denunciado.
¡°Julian es un prisionero pol¨ªtico y un periodista perseguido por exponer el verdadero coste de la guerra en vidas humanas [¡]. Es una se?al para todos vosotros de que, si expon¨¦is los verdaderos intereses que hay detr¨¢s de las guerras, ir¨¢n a por vosotros y acabar¨¦is en prisi¨®n¡±, dec¨ªa la esposa de Assange a los periodistas concentrados ante el tribunal.
¡°La Administraci¨®n [estadounidense] del presidente [Joe] Biden no deber¨ªa presentar esas garant¨ªas que reclama el tribunal, sino retirar una acusaci¨®n vergonzosa que nunca debi¨® presentar¡±, ha reclamado Stella Assange.
La causa contra el cofundador de Wikileaks, que sigue encerrado en una prisi¨®n de m¨¢xima seguridad a las afueras de Londres, se prolongar¨¢ de este modo al menos durante unas semanas m¨¢s y su entrega quedar¨¢ de momento paralizada. La esposa del editor australiano llegaba poco despu¨¦s de las diez de la ma?ana (11.00, en horario peninsular espa?ol) para recoger el texto de la sentencia.
Los miles de activistas, gobiernos e instituciones que hab¨ªan expresado su apoyo al editor australiano y reclamado su puesta en libertad han respirado algo m¨¢s tranquilos, aunque siguen denunciando la injusticia que supone mantenerlo encarcelado. Decenas de ellos se hab¨ªan concentrado desde primera hora de este martes ante las puertas del tribunal, en Londres.
La decisi¨®n de dar luz verde a la extradici¨®n de Assange fue adoptada en 2022 por la entonces ministra brit¨¢nica del Interior, Priti Patel, una vez que el Tribunal Supremo dio por buenas las garant¨ªas ofrecidas por Washington sobre la seguridad del preso, y sobre las medidas que se adoptar¨ªan para impedir que pudiera acabar con su propia vida. En manos de los magistrados Sharp y Johnson estaba conceder al editor de Wikileaks una ¨²ltima oportunidad de recurrir su entrega ante la justicia brit¨¢nica, como finalmente han decidido.
El Gobierno de EE UU acusa a Assange de 17 delitos contra la Ley de Espionaje y uno por intromisi¨®n en un ordenador. El editor australiano se enfrentar¨ªa a 175 a?os de prisi¨®n por la filtraci¨®n de m¨¢s de 250.000 documentos clasificados del Departamento de Estado estadounidense en noviembre de 2010. EL PA?S fue uno de los medios que particip¨® en ese esfuerzo concertado de publicaci¨®n de estos papeles.
Causa por la libertad de prensa
El caso de Assange se ha convertido mundialmente en una causa a favor de la libertad de prensa. La presi¨®n de la campa?a a favor de su liberaci¨®n no estaba tanto dirigida hacia los jueces, que se han ido pasando entre ellos un hierro candente, sino hacia los gobiernos estadounidense y brit¨¢nico, que tienen en sus manos la posibilidad de frenar la persecuci¨®n.
Assange permanece encarcelado en la prisi¨®n de m¨¢xima seguridad de Belmarsh desde hace casi cinco a?os. Su estado de salud se ha deteriorado dr¨¢sticamente, hasta el punto de que fue imposible que atendiera, ni siquiera a trav¨¦s de videoconferencia, las dos jornadas de la vista sobre su extradici¨®n que se celebraron en Londres a mediados de febrero. Cientos de activistas en apoyo del editor y de la libertad de prensa reclamaron frente al edificio del Tribunal Superior de Justicia su puesta en libertad.
La mujer del preso m¨¢s famoso de los ¨²ltimos a?os, Stella Assange, ya se?al¨® a EL PA?S, en una entrevista horas despu¨¦s de que concluyera la vista en el tribunal, que la extradici¨®n a Estados Unidos era un riesgo para la vida del cofundador de Wikileaks. ¡°Puede morir, porque podr¨ªa acabar siendo condenado a la pena de muerte. El propio Gobierno brit¨¢nico ha admitido que es incapaz de garantizar que no lo vayan a matar¡±, se?al¨® la abogada especializada en derechos humanos, que tiene dos hijos de cinco y seis a?os con Assange.
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