El Parlamento de Georgia rechaza el veto de la presidenta sobre la ley de agentes extranjeros inspirada en Rusia
La mandataria, Salom¨¦ Zurabishvili, crea un frente com¨²n de partidos opositores de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre
El Parlamento de Georgia ha rechazado este martes el veto que impuso el 18 de mayo la presidenta del pa¨ªs, Salom¨¦ Zurabishvili, al conocido como proyecto de ley sobre agentes extranjeros, que copia una de las principales herramientas represivas del Kremlin contra la disidencia. Con esa medida, Georgia da un paso m¨¢s hacia la ¨®rbita de Rusia y se aleja de Occidente. El Parlamento ha hecho caso omiso de las advertencias de la Uni¨®n Europea (el pa¨ªs es candidato a la adhesi¨®n), de la OTAN y de las protestas de cientos de miles de georgianos que llevan semanas manifest¨¢ndose contra una ley similar a la que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, aplica desde 2012 para controlar a ONG y a la oposici¨®n. Las protestas en el exterior de la instituci¨®n no han cesado ni siquiera durante la votaci¨®n, a pesar de que el resultado era previsible: el partido en el poder, Sue?o Georgiano, con 84 diputados en una c¨¢mara de 150 esca?os, rechaz¨® el veto de Zurabishvili.
El resultado fue de 84 votos a favor. Solo cuatro opositores votaron en contra, el resto abandon¨® la sala durante un debate que se prolong¨® siete horas. La norma ser¨¢ devuelta a la mandataria para que la promulgue y, si no lo hace, el presidente del Parlamento pondr¨¢ su r¨²brica en el proyecto de ley y entrar¨¢ en vigor en los pr¨®ximos d¨ªas. Desde ese momento, toda persona u organizaci¨®n que reciba m¨¢s de un 20% de sus fondos del extranjero no solo tendr¨¢ que detallar sus cuentas, sino que podr¨¢ ser obligado a revelar sus fuentes y contactos, incluidos los medios de comunicaci¨®n y las ONG.
Algunos exiliados rusos en Georgia ven muy claro el paralelismo con la ley del Kremlin. ¡°La reforma es terrible y represiva, el Gobierno georgiano no se quedar¨¢ ah¨ª y el pa¨ªs se convertir¨¢ en una segunda Bielorrusia¡±, afirma por tel¨¦fono Mar¨ªa, una joven que sali¨® de Rusia al inicio de la guerra. ¡°Es dif¨ªcil decir que estoy como en casa, pero es genial¡±, manifiesta, y agrega que tiene cierta envidia de las protestas de los georgianos contra la norma, aunque ella no se suma porque su visado de turista lo proh¨ªbe y teme ser deportada. ¡°Y no quiero ir a Rusia¡±, puntualiza.
La reacci¨®n de la Uni¨®n Europea no se ha hecho esperar con la publicaci¨®n de una declaraci¨®n en la que ¡°lamenta profundamente¡± el veto y que el Parlamento georgiano haya hecho ¡°caso omiso de los detallados argumentos jur¨ªdicos de la Comisi¨®n de Venecia¡± contra la ley que ¡°va en contra de los principios y valores fundamentales de la UE¡±. Los Estados miembro est¨¢n ¡°estudiando¡± qu¨¦ medidas adoptar¨¢n ahora. Pero avisan que la promulgaci¨®n ¡°supone un retroceso¡± en el proceso de adhesi¨®n ¡°y tendr¨¢ un impacto negativo en el camino de Georgia hacia la UE¡±.
Con este episodio, la batalla entre Gobierno y oposici¨®n no ha hecho m¨¢s que comenzar. Salom¨¦ Zurabishvili, que hab¨ªa previsto el rechazo a su veto, present¨® este lunes una carta program¨¢tica para que la suscriban los partidos de la oposici¨®n, con el fin de presentarse juntos a las elecciones legislativas del pr¨®ximo 26 de octubre. El documento, suscrito por la mayor¨ªa de las formaciones, tiene como primer y principal punto la ¡°revocaci¨®n de leyes perjudiciales para el rumbo europeo del pa¨ªs¡±, en particular la de ¡°Transparencia de la Influencia Extranjera¡±, que es el nombre oficial de la ley de agentes extranjeros.
El analista de Pa¨ªses Bajos Jelger Groeneveld, especialista en el C¨¢ucaso, indica mediante un intercambio de mensajes que el frente formado por Zurabishvili tiene opciones de derrotar a Sue?o Georgiano: ¡°Aunque la plataforma de la presidenta no ser¨¢ la ¨²nica. Tambi¨¦n habr¨¢ otra en la oposici¨®n. Porque hay gente que no quiere votar ni a Sue?o Georgiano, el partido en el poder, ni a su antecesor, Movimiento de Unidad Nacional (MUN) [partido mayoritario dentro de una fragmentada oposici¨®n]¡±.
No obstante, Groeneveld cree que el Gobierno puede ejercer un control clientelar sobre parte de este pa¨ªs de 3,7 millones de habitantes. ¡°Especialmente, sobre los funcionarios. Pero no solo sobre ellos. Porque en Georgia hay muchas organizaciones vinculadas al Gobierno que tienen empleados ¡®fantasmas¡¯: aunque reciben un salario, no forman parte de la fuerza laboral activa¡±. Sin embargo, el experto opina que esta vez puede haber un cambio en Georgia: ¡°Puede ocurrir algo semejante a lo que sucedi¨® en 2012, cuando el Movimiento de Unidad Nacional cay¨® en desgracia frente a una oposici¨®n muy unida¡±.
El investigador Max Fras, de la London School of Economics Consulting, tambi¨¦n estima, a trav¨¦s del tel¨¦fono, que Sue?o Georgiano podr¨ªa afrontar en las elecciones de octubre un serio desaf¨ªo, a pesar de que el frente formado por Salom¨¦ Zurabishvili no ha logrado unir a todas las formaciones opositoras. ¡°El partido Por Georgia, del ex primer ministro Giorgi Gakharia, no ha suscrito la carta de la presidenta, se ha quedado fuera de la plataforma. Pero eso est¨¢ bien. Porque los electores necesitan tener opciones distintas. Las opciones binarias en la pol¨ªtica georgiana son perjudiciales¡±.
En Georgia, los pol¨ªticos opositores no suelen dirigir sus cr¨ªticas hacia el primer ministro, Irakli Kobakhidze, sino a quien consideran el verdadero hombre fuerte en la sombra, el fundador y presidente honor¨ªfico de Sue?o Georgiano, el oligarca Bidzina Ivanishvili, el magnate m¨¢s rico del pa¨ªs. A su vez, la figura m¨¢s conocida de la oposici¨®n es el expresidente Mija¨ªl Saakashvili, quien gobern¨® entre 2004 y 2013 y est¨¢ encarcelado desde 2021 por dos casos de abuso de poder que ¨¦l niega. Su partido, el Movimiento Nacional Unido (MNU), es el de mayor peso dentro de la plataforma que abandera la presidenta. Pero muchos electores asocian su paso por el poder a casos de corrupci¨®n. Por eso, el analista Max Fras valora que haya m¨¢s de dos opciones para votar el pr¨®ximo 26 de octubre. ¡°Si no, los georgianos volver¨ªan a ver estos comicios como un pulso entre [el oligarca] Ivanishvili y el ex primer ministro Saakashvili. Y eso no servir¨ªa a la oposici¨®n¡±, concluye.
La diputada Tina Bokuchava, del MNU, indica mediante correo electr¨®nico que ¡°el Gobierno de Ivanishvili¡± est¨¢ intentando ¡°privar al pueblo georgiano de su futuro europeo¡±. Afirma que las aspiraciones europeas de Georgia solo pueden salvaguardarse mediante ¡°un cambio de r¨¦gimen¡± y se?ala que es ¡°esencial que los l¨ªderes de la oposici¨®n se unan¡±.
Debilidad rusa en el C¨¢ucaso
Georgia no solo decidir¨¢ su futuro en octubre, sino que inclinar¨¢ un poco m¨¢s la balanza en el delicado equilibrio geopol¨ªtico del C¨¢ucaso Sur, donde Rusia ha perdido gran parte de su influencia desde que Azerbaiy¨¢n, con su valedora Turqu¨ªa detr¨¢s, lanz¨® exitosas ofensivas contra el enclave de Nagorno Karabaj que controlaba Armenia, aliada de Rusia, hasta finales de 2023. Y el Kremlin, acuciado por la guerra de Ucrania, se ha visto forzado a retirar gran parte de sus tropas del C¨¢ucaso, incluidos algunos destacamentos presentes en dos territorios georgianos que controla de facto: Osetia del Sur y Abjasia.
Sue?o Georgiano juega a dos bandas con Rusia y la Uni¨®n Europea. Pese a los v¨ªnculos de su fundador con Mosc¨², los georgianos apuestan por Europa. Una encuesta de 2023 del National Democratic Institute apunta a que solo un 11% de la poblaci¨®n cree que el pa¨ªs deber¨ªa parar la integraci¨®n con el bloque comunitario para estrechar sus lazos con Rusia.
Aunque las relaciones diplom¨¢ticas con Mosc¨² est¨¢n formalmente rotas desde la guerra de 2008 en Abjasia y Osetia del Sur, el partido georgiano ha restablecido los vuelos y el comercio con Rusia desde 2022 y se ha posicionado ligeramente del lado de Mosc¨² en la invasi¨®n de Ucrania al acusar a EE UU de promover un segundo frente en su territorio.
Parad¨®jicamente, Sue?o Georgiano asegura al mismo tiempo que su objetivo es la adhesi¨®n a la UE en 2030 y la recuperaci¨®n de Abjasia y Osetia del Sur. El primer ministro, Irakli Kobakhidze, insisti¨® esta semana, al menos de cara a la galer¨ªa, en que estos son sus objetivos.
El doble juego de las autoridades georgianas tambi¨¦n est¨¢ tensando la cuerda con Bruselas. Kobakhidze acus¨® la pasada semana al comisario europeo de Vecindad, Oliv¨¦r V¨¢rhelyi, de haberle amenazado por tel¨¦fono con sufrir el mismo destino que el primer ministro eslovaco, Robert Fico, tiroteado el pasado 15 de mayo.
¡°Mi conversaci¨®n telef¨®nica fue sacada de contexto¡±, respondi¨® V¨¢rhelyi en un comunicado. ¡°Vi necesario llamar la atenci¨®n del primer ministro ¡ªKobakhidze¡ª sobre la importancia de no exacerbar a¨²n m¨¢s una situaci¨®n que ya es fr¨¢gil con la adopci¨®n de la ley, que podr¨ªa conducir a una mayor polarizaci¨®n y a posibles situaciones incontroladas en las calles de Tbilisi¡±.
Vlad¨ªmir Putin, sin embargo, aprovech¨® para cargar de nuevo contra Europa, a la que acusa de provocar disturbios en su patio trasero, como Ucrania y Georgia. ¡°Hay muchos comisarios [en Bruselas]; cambian constantemente y traen consigo todo tipo de tormentas de nieve¡±.
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