Sunak y Starmer chocan en impuestos e inmigraci¨®n en el primer debate televisado
El primer ministro asegura que los brit¨¢nicos pagar¨¢n de media unos 2.300 euros m¨¢s al a?o si ganan los laboristas. El l¨ªder de la oposici¨®n promete la renovaci¨®n del Reino Unido tras 14 a?os de gobiernos conservadores
Rishi Sunak y Keir Starmer llegaron este martes al primer debate televisado de la campa?a electoral con sus estrategias muy claras: el candidato de la derecha y todav¨ªa primer ministro intenta desesperadamente inculcar en los votantes brit¨¢nicos conservadores la semilla de la desconfianza y convencerles de que, si vence el laborismo, los impuestos subir¨¢n, habr¨¢ descontrol con la inmigraci¨®n y la seguridad del pa¨ªs se resentir¨¢. El l¨ªder de la oposici¨®n conf¨ªa en lograr la victoria que pronostican todas las encuestas gracias al hartazgo de la ciudadan¨ªa despu¨¦s de catorce a?os de gobiernos tories, pero procurando no meter miedo a los electores y manteniendo la ambig¨¹edad en asuntos como los impuestos o la inmigraci¨®n, los dos grandes temas que marcar¨¢n la contienda electoral de las pr¨®ximas semanas. Ninguno de los candidatos ha mencionado una sola vez la cuesti¨®n que ha marcado la ¨²ltima d¨¦cada del Reino Unido y que ambos partidos quieren enterrar ahora bajo la alfombra: el Brexit.
No hay nada m¨¢s revelador que un debate en el que los ciudadanos pueden preguntar directamente a los candidatos. Paula, una mujer de poco m¨¢s de cincuenta a?os de la localidad inglesa de Huddersfield, explic¨® el martes por la noche a Sunak y Starmer que apenas pod¨ªa llegar a fin de mes, y que se pasaba los s¨¢bados y domingos cocinando y congelando en t¨¢peres para no usar el horno durante la semana, cuando la electricidad est¨¢ m¨¢s cara. Tanto el conservador como el laborista contestaron con frases ensayadas y con ataques a su rival. ¡°Nuestra econom¨ªa est¨¢ volviendo a crecer y voy a bajar los impuestos¡±, respond¨ªa Sunak. ¡°Este Gobierno ha perdido el control y arruinado nuestra econom¨ªa, y gente como t¨² est¨¢ pagando el precio¡±, dec¨ªa Starmer.
La acusaci¨®n sorpresa de Sunak
El primer ministro lleg¨® a Downing Street hace poco m¨¢s de a?o y medio con la misi¨®n de levantar una econom¨ªa brit¨¢nica que su predecesora, Liz Truss, hundi¨® en apenas 45 d¨ªas de mandato. Ha conseguido reducir la inflaci¨®n a niveles tolerables ¡ª2,3% en abril¨D despu¨¦s de alcanzar cifras de dos d¨ªgitos. Y en el primer trimestre del a?o, el PIB creci¨® un 0,6%, cuando muchos analistas daban por cierta una suave recesi¨®n en 2024. Pero las cifras macroecon¨®micas no se reflejan en el d¨ªa a d¨ªa de los ciudadanos, sumidos en una crisis del coste de la vida y un deterioro notable de servicios como la sanidad o educaci¨®n p¨²blicas. Listas de espera que se cuentan por millones, colegios cerrados por peligro de derrumbe.
La ¨²nica estrategia al alcance de Sunak es amenazar a los votantes conservadores de que la recuperaci¨®n en ciernes puede irse al traste con un Gobierno de izquierdas. ¡°Starmer pondr¨ªa en riesgo [de ser elegido primer ministro] todo ese progreso. Pretende subir los impuestos de los ciudadanos una media anual de 2.000 libras (unos 2.300 euros, o poco m¨¢s de 2.500 d¨®lares). Es decir, impuestos m¨¢s elevados para todas las clases trabajadoras del pa¨ªs. Despu¨¦s de todo el trabajo duro y el sacrificio que hemos tenido que hacer en los ¨²ltimos a?os¡±, ha martilleado una y otra vez a su rival el candidato tory.
La cifra de las 2.000 libras ten¨ªa algo de trampa. Es el c¨¢lculo realizado por el departamento de estudios del Tesoro brit¨¢nico, por encargo del Gobierno conservador, del dinero extra que costar¨ªan todos los compromisos electorales anunciados por la oposici¨®n laborista. Al dividir la cifra final por el n¨²mero de hogares, ha salido la cantidad con la que Sunak remachaba su mensaje: ¡°Si ustedes piensan que los laboristas van a ganar, vaya pensando en ahorrar¡±, sentenciaba.
Starmer, demasiado r¨ªgido y precavido en sus respuestas, expresaba con la mirada su irritaci¨®n ante la acusaci¨®n de las 2.000 libras, pero era incapaz de negarla. El Partido Laborista quiere eliminar el r¨¦gimen fiscal favorable a los multimillonarios no domiciliados en el Reino Unido ¡ªdel que disfrut¨® un largo tiempo la esposa de Sunak¡ª, cobrar el IVA a los colegios privados y subir los impuestos a los beneficios del capital privado. Pero ha prometido que no habr¨¢ subidas del impuesto sobre la renta o del actual 25% del impuesto de sociedades. ¡°Mi padre trabaj¨® como fabricante de herramientas y troqueles, y mi madre era enfermera. No ten¨ªamos un mont¨®n de dinero en casa cuando yo era peque?o. Y en ocasiones no pod¨ªamos pagar las facturas. Nos llegaron a cortar el tel¨¦fono por falta de pago. (...) No creo que el primer ministro sea capaz de entender una situaci¨®n as¨ª¡±, dec¨ªa el candidato laborista.
Ha sido incapaz, a lo largo del debate, de afirmar con claridad que su rival es un multimillonario muy alejado de la realidad del d¨ªa a d¨ªa de los brit¨¢nicos, y tampoco ha sido espec¨ªfico a la hora de explicar c¨®mo un Gobierno laborista ser¨ªa capaz de levantar unos servicios p¨²blicos en estado de ruina, mantener el rigor presupuestario y apenas tocar los impuestos. Y Sunak aprovechaba esa indefinici¨®n para sembrar la duda.
La batalla de la inmigraci¨®n
Las cifras de inmigrantes que han llegado en el Reino Unido en los dos ¨²ltimos a?os, por v¨ªas regulares o irregulares, han batido r¨¦cords. Starmer ten¨ªa un argumento f¨¢cil frente a un Gobierno conservador que una y otra vez ha incumplido su promesa de rebajar el n¨²mero de llegadas. Pero el l¨ªder laborista es consciente tambi¨¦n de la sensibilidad entre el electorado de este asunto. Recuerda todos los votantes tradicionales de izquierdas que votaron en su d¨ªa a favor del Brexit o de Boris Johnson con la pol¨ªtica migratoria en sus cabezas. ¡°Tenemos que resolver este asunto, por supuesto. Tenemos que acabar con las bandas criminales que transportan a los inmigrantes. Pondremos en marcha un Mando Central de Seguridad de Fronteras y solucionaremos este asunto¡±, promet¨ªa Starmer.
Pero el candidato laborista ha asegurado que, si llega al poder, acabar¨¢ con el plan de Sunak de deportar inmigrantes a Ruanda. Lo considera un truco ineficaz para desviar la atenci¨®n de los votantes. Y es ah¨ª donde el candidato conservador ha intentado acorralarle: ¡°?Qu¨¦ propone usted?¡±, ha preguntado una y otra vez a su rival. ¡°Hay que utilizar un factor disuasorio claro [en referencia a Ruanda]¡±, insist¨ªa el primer ministro.¡±El ¨²nico modo de frenar este problema es diciendo a los que vienen de un modo ilegal que van a ser deportados¡±, dec¨ªa, entre los aplausos de parte del p¨²blico.
Sunak y Starmer tendr¨¢n solo un cara a cara m¨¢s el pr¨®ximo 26 de junio, en la BBC. El de este martes no parece haber servido para alterar el rumbo de una campa?a que las encuestas dan ya casi por concluida, anticipando una contundente victoria del Partido Laborista. Pero ha ayudado a aclarar a los ciudadanos las estrategias de uno y otro. El candidato conservador apela al tradicional resquemor de sus votantes ante la pol¨ªtica fiscal de la izquierda. El laborista, al deseo de renovaci¨®n nacional que provoca el hartazgo ante m¨¢s de catorce a?os de gobiernos de la derecha.
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