El Reino Unido exigir¨¢ un permiso electr¨®nico de entrada a los turistas de la UE a partir de abril

El Brexit nunca se pens¨® para que las cosas fueran m¨¢s f¨¢ciles a uno y otro lado del canal de la Mancha. A partir del 2 de abril del a?o que viene, los turistas de la Uni¨®n Europea que quieran viajar al Reino Unido tendr¨¢n un nuevo obst¨¢culo: deber¨¢n solicitar previamente un permiso de entrada electr¨®nico, la llamada Autorizaci¨®n Electr¨®nica de Viaje (ETA, en sus siglas en ingl¨¦s).

Aunque las autoridades brit¨¢nicas aseguran que no se trata de un visado de turista, que sigue sin ser formalmente necesario para los ciudadanos comunitarios que viajan a territorio brit¨¢nico, en la pr¨¢ctica es una medida muy similar, pues deja en manos del Ministerio del Interior del Reino Unido la decisi¨®n de autorizar o no la entrada.

El portal del Home Office brit¨¢nico comenzar¨¢ a ser accesible a partir de marzo para aquellos que tengan planeado viajar al Reino Unido a partir de abril. Aunque los viajeros deber¨¢n rellenar un formulario de entrada, con una serie de preguntas similares a las que se plantean al solicitar un visado, los responsables de fronteras aseguran que habr¨¢ pronto una aplicaci¨®n m¨®vil que agilizar¨¢ el tr¨¢mite. En teor¨ªa, a?aden, el proceso apenas llevar¨¢ unos minutos, aunque el plazo oficial de respuesta es de cuatro d¨ªas.

Para registrarse y realizar la petici¨®n deber¨¢ disponerse de un pasaporte en vigor con datos biom¨¦tricos (chip y reconocimiento facial), y deber¨¢n especificarse los detalles del viaje (hotel o lugar de residencia, duraci¨®n, etc¨¦tera...), una direcci¨®n de correo electr¨®nico y una tarjeta de cr¨¦dito o d¨¦bito.

La tasa de pago obligatoria ser¨¢ de 10 libras esterlinas. Es decir, entre 11 y 12 euros seg¨²n el cambio en vigor.

Una vez cumplimentado, el permiso tendr¨¢ una vigencia de seis meses.

Es un sistema similar al que exige ya Estados Unidos a los ciudadanos europeos que viajan a su territorio.

Desde la implantaci¨®n del Brexit, el Reino Unido es a todos los efectos un pa¨ªs tercero respecto a la UE. Si la consecuencia inmediata de su aplicaci¨®n, entre otras, fue el final de la libertad de movimientos, que permit¨ªa a los comunitarios vivir y trabajar en suelo brit¨¢nico, las nuevas medidas de seguridad fronteriza acabar¨¢n con el ¨²ltimo privilegio que subsist¨ªa: la posibilidad de viajar de uno a otro lado del canal tan solo con un pasaporte en vigor.

El ETA es parte fundamental del plan establecido por el Gobierno del Reino Unido para digitalizar por completo sus controles fronterizos a finales de 2025.

Controles similares de acceso a la UE

La UE ya ha anunciado su intenci¨®n de desplegar un sistema de control fronterizo similar para los ciudadanos brit¨¢nicos durante la primera mitad de 2025, aunque todav¨ªa no ha especificado una fecha concreta. Se trata del Sistema de Autorizaci¨®n e Informaci¨®n de Viajes Europeos (ETIAS), que comenz¨® a prepararse a finales de 2016, aunque se fue retrasando hasta ahora.

El sistema de petici¨®n es similar al brit¨¢nico: formulario, introducci¨®n de datos personales y una tasa que, en el caso europeo, ser¨¢ algo menor, de siete euros. El permiso quedar¨¢ incorporado a los datos electr¨®nicos del pasaporte y tendr¨¢ vigor durante tres a?os. Los menores de 18 a?os o mayores de 70 no tendr¨¢n que pagar la tasa.

No hay que confundir el ETIAS con otro control previo, que entrar¨¢ en vigor a partir del pr¨®ximo 10 de noviembre: el llamado Esquema de Entrada/Salida de la UE (EU Entry/Exit Scheme, EES en sus siglas en ingl¨¦s). Afecta a todos los ciudadanos no comunitarios, brit¨¢nicos incluidos, que entren a la zona Schengen ¡ªel ¨¢rea de libre circulaci¨®n¡ª, durante periodos cortos, de no m¨¢s de 90 d¨ªas. Los ciudadanos del Reino Unido que tienen un permiso de residencia en un pa¨ªs comunitario est¨¢n exentos.

El control, en este caso, es m¨¢s simple. Aquellos ciudadanos que no disponen de un pasaporte biom¨¦trico, y no pueden, por tanto, entrar a la UE a trav¨¦s de las m¨¢quinas de autocontrol que hay ya en muchos aeropuertos, deber¨¢n suministrar en el momento informaci¨®n biom¨¦trica, como el registro electr¨®nico de sus huellas dactilares o una fotograf¨ªa de su rostro.

Los datos quedar¨¢n en los archivos digitales de la polic¨ªa de fronteras durante tres a?os, y durante ese tiempo no ser¨¢ necesario renovarlos, pero s¨ª someterse a una comprobaci¨®n facial o dactilar cada vez que se acceda a la zona Schengen. De este modo, justifican las autoridades responsables, se podr¨¢ tener informaci¨®n y control compartido de las entradas y salidas de ciudadanos de terceros pa¨ªses a la UE.