El Magreb cierra un ciclo electoral con victorias aplastantes de los gobernantes pero sin apenas participaci¨®n
La reelecci¨®n de los presidentes de Argelia y T¨²nez marca el fin del cambio democr¨¢tico surgido de las revueltas populares. Condicionada por el gas y el control de la migraci¨®n, la UE evita criticar unos comicios marcados por las irregularidades
Los comicios presidenciales de Argelia y T¨²nez se han saldado en el ¨²ltimo mes con la reelecci¨®n de dos mandatarios gracias a aplastantes porcentajes de entre el 80% y el 90% de los votos, aunque con una tasa de participaci¨®n inferior a un tercio de los censados. La continuidad en el cargo desde el 6 de septiembre del oficialista Abdelmayid Teb¨²n, de 79 a?os, en Argel, y del populista Kais Said, de 66 a?os, en T¨²nez, en las elecciones del pasado domingo, marca tambi¨¦n el fin de las expectativas de cambio democr¨¢tico surgidas en ambos pa¨ªses del Magreb tras sendas revueltas populares. En 2019, el movimiento Hirak logr¨® apartar del poder al presidente Abdelaziz Buteflika cuando aspiraba a un quinto mandato tras dos d¨¦cadas en la presidencia argelina. En 2011, el primer estallido de la primavera ¨¢rabe derroc¨® al dictador tunecino Zine el Abidine Ben Al¨ª tras un cuarto de siglo como jefe del Estado. Las principales fuerzas de oposici¨®n de los dos pa¨ªses han denunciado como ¡°una farsa¡± unos procesos electorales en los que sus candidatos han sido vetados o encarcelados.
¡°No hacen falta m¨¢s comentarios. Los resultados, aunque eran previsibles, hablan por s¨ª solos¡±, refiere desde la capital tunecina un destacado analista pol¨ªtico que prefiere no ser identificado por temor a represalias. ¡°Las cartas estaban marcadas en una campa?a en la que Said se enfrentaba a dos candidatos alternativos, uno de ellos en la c¨¢rcel, casi desconocidos¡±, agrega la misma fuente en un intercambio de mensajes. ¡°Y la reforma de la legislaci¨®n electoral a pocos d¨ªas de las votaciones, para privar a un tribunal independiente de la supervisi¨®n judicial de las presidenciales, ha mostrado hasta qu¨¦ punto los dados estaban trucados¡±.
La Instancia Superior Independiente para las Elecciones designada por el presidente, que hace las veces de junta electoral central, ha declarado la victoria de Said con cerca del 91% de los sufragios ¨Dun porcentaje similar al alcanzado en 2009 por Ben Al¨ª en su ¨²ltima reelecci¨®n¨D, aunque con una participaci¨®n inferior al 29%. Desde Argelia, el presidente Teb¨²n, que result¨® reelegido el mes pasado con el 84% de los votos y una tasa oficial de participaci¨®n del 46%, fue uno de los primeros en felicitarle. ¡°Las ONG que enviaron supervisores a las presidenciales de 2014 y 2019 han sido vetadas, y ahora se han autorizado observadores de Rusia o Venezuela¡±, advierte la investigadora pol¨ªtica tunecina Nadia Marzuki.
¡°Los resultados electorales de T¨²nez hacen que se desvanezca el espejismo de que Said vaya a dejar el poder mediante una alternancia democr¨¢tica¡±, sostiene esta experta del Centro Nacional de Investigaci¨®n Cient¨ªfica de Par¨ªs, que apunta a la perpetuaci¨®n en el poder del presidente reelegido. ¡°La principal diferencia [con la dictadura] es que el r¨¦gimen de Ben Al¨ª era una mezcla de represi¨®n y corrupci¨®n, mientras que los partidarios de Said tienen una fuerte carga ideol¨®gica¡±, puntualiza Marzuki, ¡°al dictado de la ret¨®rica antiimperialista y nacionalista de un presidente que esgrime teor¨ªas de la conspiraci¨®n contra las voces disidentes, a las que acusa de estar sometidas a interferencias extranjeras¡±.
En un discurso tras la publicaci¨®n de los resultados electorales, el presidente anunci¨® el martes ¡°una nueva fase¡± en la historia de T¨²nez, en la que se revisar¨¢n leyes ¡°con una nueva mentalidad¡±, sin ofrecer m¨¢s detalles. Hafez al Ghwell, director para ?frica del Norte en la Universidad Johns Hopkins, de Washington, tambi¨¦n apunta a una previsible enmienda de la Constituci¨®n para que Said pueda ser reelegido indefinidamente, m¨¢s all¨¢ del actual l¨ªmite de dos mandatos. El tambi¨¦n responsable del Instituto de Pol¨ªtica Exterior de esa misma universidad de EE UU destaca ¡°la deriva autoritaria que ha caracterizado su primer mandato, en el que introdujo cambios constitucionales para concertar en sus manos el poder ejecutivo¡±. ¡°Todo ello acompa?ado de una utilizaci¨®n sistem¨¢tica del Estado y el sistema legal para acusar a los disidentes¡±, asegura este acad¨¦mico estadounidense de origen magreb¨ª en una conversaci¨®n por videoconferencia.
¡°Tanto en las elecciones de Argelia, hace un mes, como en T¨²nez, el domingo [6 de octubre], los pa¨ªses occidentales han preferido mirar hacia otro lado ante las irregularidades electorales¡±, concluye Al Ghwell. La Uni¨®n Europea se ha limitado a ¡°tomar nota¡± del resultado de las presidenciales tunecinas, aunque tambi¨¦n se hace eco de las cr¨ªticas al proceso electoral ¡°que pueden afectar a la credibilidad de los resultados¡±, en palabras de la portavoz de Asuntos Exteriores y Pol¨ªtica de Seguridad. Bruselas ha evitado una censura m¨¢s contundente para no poner en peligro el acuerdo migratorio que mantiene desde 2023 con el r¨¦gimen tunecino, un modelo que Bruselas quiere exportar a otros pa¨ªses de la vecindad mediterr¨¢nea para contener las salidas de migrantes irregulares a cambio de su ayuda econ¨®mica.
La f¨®rmula parece haber dado resultados. El n¨²mero de migrantes, tanto subsaharianos como tunecinos, que logran alcanzar la costa de Italia, con la isla de Lampedusa a solo una jornada de navegaci¨®n del pa¨ªs magreb¨ª, ha disminuido dr¨¢sticamente desde 2023. Aquel a?o, 135.000 migrantes llegaron a territorio italiano, frente a los apenas 51.000 que hab¨ªan llegado hasta principios de este octubre.
¡°A los pa¨ªses del norte del Mediterr¨¢neo les da igual qui¨¦n gobierna y la represi¨®n que sufren los ciudadanos tunecinos con tal de que sus intereses en materia de seguridad y control de la inmigraci¨®n se vean preservados¡±, cuestiona el analista consultado en T¨²nez desde el anonimato. ¡°El peso ejercido por Italia en el seno de la UE para sostener al Gobierno de Said con un acuerdo econ¨®mico ventajoso ha sido constante en el ¨²ltimo a?o¡±, remacha.
La erosi¨®n de las libertades civiles se ha extendido en la sociedad tunecina desde el autogolpe por el que el presidente Said disolvi¨® el Parlamento en 2021 para pasar a gobernar por decreto. M¨¢s de 170 personas se encuentran detenidas en el pa¨ªs magreb¨ª por su actividad pol¨ªtica, de las que 110 est¨¢n relacionadas con el proscrito partido islamista Ennahda, la fuerza mayoritaria en la C¨¢mara clausurada por el presidente, seg¨²n un informe de Human Rights Watch.
Posici¨®n geoestrat¨¦gica entre Europa y ?frica
En 2023, Argelia suministr¨® el 19% del gas natural exportado por gasoducto a la UE (que en Espa?a se elev¨® hasta el 29%), solo tras Noruega (54%) y por delante de Rusia (17%). Desde del inicio de la guerra en Ucrania, las sanciones de Bruselas a Mosc¨² han afectado a las importaciones de gas ruso, cuyo contrato finaliza este a?o, e incrementado las del argelino, con nuevos proyectos de gasoductos de conexi¨®n directa. Abderram¨¢n Mebtul, analista pol¨ªtico y econ¨®mico en Argel, constata que su pa¨ªs depende de los hidrocarburos y por ello ¡°utiliza su posici¨®n geoestrat¨¦gica entre Europa y ?frica para ser considerado un factor de estabilidad regional¡±.
¡°Los resultados electorales en Argelia, con una tasa de participaci¨®n inferior al 50% revelaron la desconfianza de los ciudadanos hacia la pol¨ªtica¡±, asegura Mebtul en su an¨¢lisis tras las presidenciales que revalidaron la victoria de Teb¨²n. ¡°Argelia necesita de un nuevo contrato social para pasar del Estado de sost¨¦n [que subvenciona a los ciudadanos con los ingresos de los hidrocarburos] a un Estado de derecho¡±, apostilla.
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