El pol¨¦mico modelo de inmigraci¨®n de Meloni que alaba Feij¨®o: acuerdos con Libia y T¨²nez para cerrar el paso y centros en Albania
Italia ha bajado en un 60% la llegadas de migrantes irregulares por el Mediterr¨¢neo con pactos con pa¨ªses no seguros y acoso a las ONG, y prev¨¦ campos de internamiento fuera de sus fronteras
Giorgia Meloni, que ma?ana jueves se encontrar¨¢ en Roma con Alberto N¨²?ez Feij¨®o, acoge encantada a todo aquel que venga a hacerse una foto con ella para legitimar su modelo de lucha contra la inmigraci¨®n ilegal, una de las banderas de su mandato. Se basa en medidas controvertidas que a veces fuerzan los l¨ªmites del derecho internacional, criticadas por las organizaciones de defensa de los derechos humanos pero que, no obstante, aspira a convertir en referencia europea. Para rechazar, de paso, que se trate de pol¨ªticas de extrema derecha, porque cuentan con el aval de la UE. De hecho, ha contado estos a?os con el apoyo de la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, y el lunes pas¨® por Roma el primer ministro brit¨¢nico, el laborista Keir Starmer, ¡°muy interesado¡± en su modelo.
En realidad, la UE sigue en Italia la pol¨¦mica f¨®rmula que solo escandaliz¨® al principio cuando se estren¨® con Turqu¨ªa en 2016: externalizar las fronteras, a base de grandes inversiones, en condiciones de dudoso respeto a los derechos humanos. En el caso de Italia, con Libia y T¨²nez, considerados pa¨ªses no seguros, pero que han establecido acuerdos de financiaci¨®n con la UE. A cambio, se est¨¢n encargando de cerrar el paso a los inmigrantes que quieren zarpar a Italia, o los interceptan en alta mar. De este modo, el Gobierno de Roma ha logrado reducir, en lo que va de a?o, m¨¢s de un 60% el n¨²mero de llegadas de migrantes ilegales por el Mediterr¨¢neo: en 2023, a fecha de este mi¨¦rcoles, eran 130.449 personas, y ahora son 44.900. Lo resumi¨® hace poco Nicola Molteni, subsecretario de Interior: ¡°Mientras el a?o pasado la emergencia estaba en Lampedusa, hoy est¨¢ en Canarias¡±.
Por eso Starmer llegaba el lunes a fijarse en el modelo de Meloni, pese a que acaba de anular el plan de su predecesor de deportar a Ruanda a los solicitantes de asilo. Porque ella ha conseguido que la UE transija con algo parecido, a diferencia del rechazo que suscit¨® aquella propuesta. Se trata de un controvertido proyecto anunciado hace un a?o y rodeado de dudas legales: abrir en Albania, pa¨ªs que no forma parte de los Veintisiete, dos centros para alojar a los inmigrantes rescatados por Italia. Ser¨¢ la primera vez que un estado de la UE delegue su responsabilidad en materia de asilo en un tercer pa¨ªs, algo complejo jur¨ªdicamente y que ya valoraron hacer Dinamarca y Austria copiando el plan del Reino Unido con Ruanda.
Los dos centros estar¨¢n en Shengjin y Gjader, con capacidad para 3.000 personas. Es decir, las personas rescatadas en el mar por Italia ser¨¢n enviadas all¨ª, y no a suelo de la UE, a esperar la resoluci¨®n de sus expedientes de asilo o ser devueltos a su pa¨ªs. Con financiaci¨®n y personal italianos, bajo jurisdicci¨®n italiana. La apertura estaba prevista para este mes, pero acumula retrasos, a¨²n no hay fecha y s¨ª muchas inc¨®gnitas. Sobre todo, su coste en personal y funcionarios desplazados. Y tambi¨¦n est¨¢ por ver qu¨¦ har¨¢n las ONG de rescate, que se niegan a aceptar este procedimiento.
Para Starmer, como para la UE, se trata de ser ¡°pragm¨¢tico¡±, ha dicho, no es cuesti¨®n de izquierda o de derecha: ¡°Los migrantes son un desaf¨ªo com¨²n, cuanto m¨¢s cooperemos, m¨¢s resultados obtendremos¡±, ha explicado en una entrevista al diario La Repubblica. Es la respuesta a quienes, dentro del laborismo, le reprochan tomar como modelo un Gobierno de ultraderecha.
El primer acuerdo entre Italia y Libia, pa¨ªs fragmentado por una guerra civil, se firm¨® en 2017 y en el poder no estaba entonces la ultraderecha, sino el Ejecutivo del centro-izquierda de Paolo Gentiloni, del Partido Democr¨¢tico (PD). Siempre ha sido pol¨¦mico y denunciado por informes de Naciones Unidas, el Consejo de Europa y organizaciones de defensa de derechos humanos. Financia una guardia costera, antes inexistente, formada por milicias locales, y a veces con lazos con las propias mafias de traficantes de personas. Adem¨¢s, los detenidos acababan en centros de acogida donde se han denunciado torturas y violaciones de los derechos humanos. Nunca ha sido problema para ir renovando el acuerdo cada tres a?os, la ¨²ltima vez, con el nuevo Gobierno de Meloni, en noviembre de 2022.
Con T¨²nez, un r¨¦gimen autoritario, ocurre lo mismo. El acuerdo que ha cambiado los n¨²meros este a?o lleg¨® precisamente en julio de 2023 como respuesta a la llegada a Italia de 70.000 personas. T¨²nez era el origen del 62% de quienes desembarcaban. La presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, y Giorgia Meloni se apresuraron a ir al pa¨ªs magreb¨ª a prometer inversiones millonarias al pol¨¦mico presidente Kais Said. Es alguien que cree que hay un plan de sustituci¨®n ¨¦tnica en su pa¨ªs y ha desatado la persecuci¨®n y deportaci¨®n de los inmigrantes subsaharianos. Una investigaci¨®n de EL PA?S con Lighthouse Reports revel¨® c¨®mo T¨²nez, Marruecos y Mauritania usan la financiaci¨®n europea para detener a migrantes y refugiados y abandonarlos en el desierto.
Said jug¨® sus cartas, y hasta rechaz¨® por ¡°irrisorio¡± un primer pago de 127 millones, dentro de un plan que prev¨¦ 1.000 millones de euros en ayudas. La UE ofreci¨® un acuerdo de rescate financiero casi sin precedentes que involucraba al Fondo Monetario Internacional (FMI): inyecci¨®n econ¨®mica para salvar al pa¨ªs de la quiebra a cambio de que se convirtiera en la polic¨ªa de frontera europea. Es m¨¢s, la presidenta de la Comisi¨®n envi¨® luego una carta a los Estados miembros para convencerles de la bondad de esta f¨®rmula: ¡°Nuestro objetivo deber¨ªa ser que nuestra iniciativa actual con T¨²nez act¨²e como modelo para asociaciones similares en el futuro (¡) La Comisi¨®n buscar¨¢ nuevas asociaciones integrales con terceros pa¨ªses¡±.
Otro pilar de la pol¨ªtica de inmigraci¨®n de Meloni, aunque con menos efectos en la ca¨ªda de las cifras globales, es hacer la vida imposible a las ONG para que reduzcan su n¨²mero de rescates en el Mediterr¨¢neo (170.000 en los diez a?os que llevan trabajando en ello). Estas organizaciones acusan al Gobierno italiano de criminalizarlas. El principal instrumento es un decreto aprobado en diciembre de 2022 que obliga a las naves de las ONG a informar y pedir permiso antes de hacer un rescate; adem¨¢s, no pueden hacer varios antes de regresar a puerto, solo pueden efectuar una operaci¨®n de salvamento; y por ¨²ltimo, no pueden ir al puerto m¨¢s cercano, sino al que les asignen, y con frecuencia les env¨ªan a lugares del norte de Italia a varios d¨ªas de navegaci¨®n, haci¨¦ndoles perder tiempo y dinero. La vigilancia es rigurosa y, como sanci¨®n, las autoridades ya han bloqueado naves en el puerto en 25 ocasiones. Al tercero, se puede confiscar el barco dos a?os. Las ONG, que est¨¢n pleiteando con el Gobierno, tambi¨¦n le acusan de saltarse la legislaci¨®n internacional de auxilio en el mar.
Es el mismo argumento con el que ha chocado Matteo Salvini, vicepresidente del Gobierno. La fiscal¨ªa italiana acaba de pedirle seis a?os de c¨¢rcel por secuestro de persona y abuso de poder, por haber impedido en 2019, cuando era ministro de Interior, el desembarco de 147 migrantes rescatados por el barco espa?ol Open Arms. El fiscal argument¨®, precisamente, que prima el derecho internacional y los derechos humanos sobre el derecho de un pa¨ªs a la defensa de sus fronteras, como reclama Salvini. El caso desat¨® la indignaci¨®n de Meloni, que atac¨® duramente a la fiscal¨ªa como no se ve¨ªa desde los tiempos de Silvio Berlusconi: ¡°Transformar en un crimen el deber de proteger las fronteras italianas de la inmigraci¨®n ilegal es un precedente grav¨ªsimo. Mi total solidaridad¡±. Esta vez el choque con la ley es expl¨ªcito, en los tribunales. La sentencia se espera a partir de octubre.
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