La oposici¨®n argentina en el exterior se reorganiza a un a?o del Gobierno de Javier Milei
Cientos de militantes en la di¨¢spora suman sus esfuerzos para recuperar el terreno perdido ante la ultraderecha global
Todo sucedi¨® en la Canciller¨ªa Federal, en el centro de Berl¨ªn. El domingo 23 de junio, al mediod¨ªa, Javier Milei se instal¨® en un Mercedes negro escoltado por siete polic¨ªas y viaj¨® hacia el edificio donde lo esperaba Olaf Scholz, de pie junto a la puerta. El canciller es socialista, como lo es Pedro S¨¢nchez, el presidente de un Gobierno espa?ol que ¨Dapenas d¨ªas antes¨D hab¨ªa sido catalogado por el presidente argentino como ¡°socialismo autoritario¡±. Pero Scholz es alem¨¢n, pa¨ªs que el ultraderechista admira. En campa?a, hab¨ªa dicho que, si le daban 20 a?os, Argentina ser¨ªa como Alemania y, en la portada de su prol¨ªfica cuenta de X ¡ªacumula 3,6 millones de seguidores¡ª, presume de la puerta de Brandeburgo el d¨ªa en que cay¨® el muro. La visita merec¨ªa una tregua con el ¡°enemigo¡± socialista.
A escasos metros, el ambiente arruinaba la solemnidad que Milei pretend¨ªa darle a la escena. Junto a la valla que separa la sede del Ejecutivo federal del parque de Wilhelmsgarten, decenas de manifestantes ¨Dargentinos en su mayor¨ªa¨D no estaban dispuestos a darle tregua alguna al presidente, aunque coincidieran con ¨¦l a 12.000 kil¨®metros de Buenos Aires. ¡°A d¨®nde vayan, los iremos a buscar¡±, gritaban mientras sosten¨ªan la pancarta de Argentina no se Vende (ANSV), el nombre de una red internacional que ya suma organizaciones en 10 ciudades del mundo. Este era el primer encuentro entre el presidente y sus opositores en Berl¨ªn.
Aquel recibimiento no fue bien visto por la delegaci¨®n argentina. Desde all¨ª, la acci¨®n le vali¨® a los manifestantes el ep¨ªteto de ¡°grupito de devastados mentales¡±, como los calific¨® Fernando Iglesias, un diputado devenido en ferviente seguidor de Milei. Cronista oficial del viaje, al que asist¨ªa en calidad de presidente de la Comisi¨®n de Relaciones Exteriores, el diputado se quejaba en X de la ¡°disonancia cognitiva¡± de estos ¡°50 sostenedores de Hamas¡±. Iglesias hab¨ªa sido el encargado de recibir al jefe de Estado con un fuerte abrazo en Hamburgo, donde el d¨ªa anterior la Sociedad Hayek ¨Dque integran destacados miembros de AfD¨D le entreg¨® al presidente otra medalla m¨¢s en su extenso palmar¨¦s ultraderechista.
Las ¡°asambleas¡± de Argentina no se Vende
Del lado de la protesta estaba Ryan Grasa Guevara. Activista drag queen e integrante de la Asamblea en Solidaridad con Argentina, migr¨® en 2019 y es art¨ªfice de lo que ¡ªun a?o despu¨¦s de la llegada de Milei¡ª se ha convertido en la red ANSV, que articula a varios centenares de argentinos en la di¨¢spora en ¡°asambleas¡± en Berl¨ªn, Toulouse, Par¨ªs, Londres, Lisboa, Barcelona, M¨¢laga, R¨ªo de Janeiro, Roma y Madrid. ¡°Dentro de este paraguas entramos muchos colores pol¨ªticos, es una de las cosas m¨¢s lindas que tiene el espacio¡±, afirma Guevara.
Las asambleas responden a un signo tan identitario para los argentinos como el f¨²tbol o el dulce de leche: la militancia pol¨ªtica. Nacidas al calor de la grave crisis de 2001 ¡ªque culmin¨® con la huida en helic¨®ptero del presidente¡ª las asambleas barriales fueron espacios autoconvocados en los que los manifestantes se organizaron para debatir y tomar las calles. Los colectivos que integran ANSV replican este modelo. Doce de sus representantes resaltaban en una videollamada con EL PA?S c¨®mo estos espacios empezaron como ¡°una especie de catarsis para los migrantes que ve¨ªan lo que pasaba en casa¡±.
El primer a?o de la Argentina libertaria se cumple con uno de cada cuatro j¨®venes entre los 14 y 29 a?os en la indigencia. Este dato es de un informe de la Universidad de Buenos Aires, la mejor universidad de Am¨¦rica Latina y que es, al tiempo, una de las que han protestado contra el fuerte ajuste del Gobierno a las universidades p¨²blicas. Este panorama social es confirmado por las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Censos (INDEC). Cerca de 25 millones de personas ¡ªel 52,9% de la poblaci¨®n¡ª viven en la pobreza: cinco millones m¨¢s desde que Milei es presidente.
¡°Necesit¨¢bamos un lugar para poner en com¨²n y descargar¡±, confiesa Roc¨ªo Nieto, de la asamblea de Portugal. Decenas de argentinos en el exterior empezaron a saludarse en las protestas y organizaron ¡°mateadas¡± para discutir qu¨¦ estaba pasando en su patria: en Argentina, el mate es la excusa perfecta para la charla. Crearon grupos de WhatsApp, abrieron cuentas en redes sociales y, luego, lleg¨® el primer mensaje de Guevara, desde Berl¨ªn, a las asambleas de Madrid y Barcelona, con ocasi¨®n del primer paro general convocado contra Milei el pasado 24 de enero.
¡°Vimos que hab¨ªa gente en Barcelona que se estaba organizando y vimos un Instagram en Madrid. Entonces convocamos a la primera reuni¨®n online¡±, recuerda Guevara. A ese encuentro asistieron 30 personas. Ahora logran reunir presencialmente 140 personas en Berl¨ªn, 200 en Hamburgo, 300 en Barcelona, 50 en el Reino Unido... En Par¨ªs, han sumado hasta 400 personas, asegura Gustavo Galeota, del colectivo Argentina en Lucha. En la videollamada impera el uso del lenguaje inclusivo, aquel cuyo uso prohibi¨® el Gobierno al considerarlo ¡°adoctrinamiento¡± del ¡°marxismo cultural¡±. Aqu¨ª, todes son compa?eres, incluso Edith Benavente, quien con 70 a?os se define, desde Italia, como ¡°la veterana del grupo¡±.
Benavente no solo es la excepci¨®n por su edad en un grupo en el que sus integrantes rondan los 30 a?os. A diferencia de la mayor¨ªa de ellos, sali¨® del pa¨ªs cuando gobernaba Carlos Menem, hace m¨¢s de tres d¨¦cadas. Profundizador de las pol¨ªticas neoliberales en los noventa, el expresidente se ha convertido en uno de los ¨ªdolos del mile¨ªsmo. El ultraderechista lo denomin¨® como ¡°el mejor presidente de los ¨²ltimos 40 a?os¡± y coloc¨® su busto en la Casa Rosada, la sede del Ejecutivo austral. Y como la militancia pol¨ªtica es tan argentina que no distingue las ideolog¨ªas, un grupo de veintea?eros fund¨® a finales de octubre una organizaci¨®n que lleva su nombre: La Carlos Menem.
En los sectores afines al presidente, las redes han sido un medio clave para posicionar las ideas libertarias, sobre todo entre los j¨®venes. El presidente tiene casi tres millones de seguidores en TikTok, donde algunos de sus videos superan los 30 millones de visualizaciones. Internet se convirti¨® en un espacio en el que hacen debates en vivo, comparten sus teor¨ªas y rodean a sus l¨ªderes, que han empezado a trasladar sus apoyos a los espacios tradicionales de la pol¨ªtica. As¨ª, otro grupo de j¨®venes, por iniciativa del youtuber Daniel Parisini, alias el Gordo Dan y con la presencia de funcionarios del Gobierno, fund¨® en noviembre Las Fuerzas del Cielo, un grupo con una clara est¨¦tica fascista que se presenta como ¡°el brazo armado¡± de Milei.
¡°Las nuevas formas de comunicar fueron acaparadas por la derecha con todos estos streaming (transmisi¨®n en directo), Twitch, Instagram... Las redes sociales estuvieron hegemonizadas. Ahora ya nos dimos cuenta y empezamos a activar cosas¡±, reflexiona Guevara. Las actividades var¨ªan de acuerdo con la ciudad, pero parte importante de las batallas se disputan en internet. En mayo, por ejemplo, una performance art¨ªstica en Las Ramblas de Barcelona fue compartida por el diputado Iglesias, con el comentario ¡°la locura es total¡±. Cerca de 85.000 personas vieron la publicaci¨®n y 779 dejaron sus mensajes, mayoritariamente ofensivos. ¡°Recibimos millones de mensajes de haters (odiadores)¡±, recuerda Meri ?vila, integrante de Argentinxs Migrantes, la asamblea de la capital catalana.
No existen datos exactos acerca del n¨²mero total de argentinos que viven en el exterior, pero las din¨¢micas migratorias son una realidad. Solo en Espa?a, Italia, Estados Unidos y Chile hab¨ªa 967.000 argentinos radicados en 2023, que es como si se fueran de los Pa¨ªses Bajos todos los habitantes de ?msterdam. El portal Chequeado ha examinado varias fuentes para concluir que, desde 2013 hasta mayo de 2021, ¡°egresaron m¨¢s argentinos de los que ingresaron o regresaron al pa¨ªs¡±.
Este fen¨®meno se asocia a una palabra: Ezeiza, el nombre del aeropuerto internacional de Buenos Aires. Es un s¨ªmbolo asociado a la emigraci¨®n. Una canci¨®n de un popular grupo empieza con la estrofa ¡°te acompa?an hasta Ezeiza, arrastrando los bagayos [el equipaje], ?a d¨®nde vas?¡±, y la frase ¡°la salida es Ezeiza¡± hace parte del imaginario colectivo, tanto que fue utilizada por Milei en sus spots de campa?a. En Buenos Aires, siete de cada 10 j¨®venes que termina la secundaria eval¨²an irse. Para los seguidores del libertario ¨Dque llevaban el lema en sus camisetas¨D la alternativa era ¡°Milei o Ezeiza¡±.
La experiencia de Madrid
¡°Madrid se ha convertido en un barrio m¨¢s de Buenos Aires¡±, concluye Agostina Hern¨¢ndez mientras suena un tango en el Per¨®n Per¨®n, un ic¨®nico restaurante que abri¨® sus puertas el pasado junio en Malasa?a. Ella, militante del peronista Argentina Soberana, comparte un caf¨¦ con tres mujeres m¨¢s. De un lado, su copartidaria Cecilia Denis. De otro lado, Bel¨¦n Alfonso y Natalia Eili, quienes integran una asamblea de ¡°izquierda antifascista¡± vinculada a la red de Argentina no se Vende. La conversaci¨®n es muy amable, pero una petici¨®n pone sobre la mesa las diferencias que existen entre ambas organizaciones: Las fotos que les tomen juntas ¡ªpide Alfonso¡ª no deben ser junto a ning¨²n s¨ªmbolo peronista, ya que algunos en su colectiva lo pidieron expresamente.
La divisi¨®n entre peronistas y antiperonistas es un cl¨¢sico argentino. Sin embargo, la llegada de Javier Milei ha tendido puentes entre sectores tradicionalmente distintos. ¡°Si hay algo que nos aglutina es estar en contra de la avanzada de la extrema derecha¡±, subraya Alfonso. Y en Madrid han dado ejemplo de ello. Ambos espacios han sumado sus fuerzas, junto con otros m¨¢s, para protestar contra el presidente en las dos visitas que ha hecho a Espa?a. La primera, para asistir a la convenci¨®n ultraderechista Europa Viva 24, organizada por Vox y en la que Milei llam¨® ¡°corrupta¡± a Bego?a G¨®mez, la esposa de Pedro S¨¢nchez. La segunda, para recibir dos medallas, una de ellas de las manos de la presidenta madrile?a, Isabel D¨ªaz Ayuso.
Las dos organizaciones se conocieron en la calle, en movilizaciones con ocasi¨®n de ¡°fechas que son pol¨ªticas, pero no partidarias¡±, como el 24 de marzo, D¨ªa de la Memoria, recuerda Hern¨¢ndez. Este a?o, esa protesta ¡ªla primera desde que Milei es presidente¡ª fue especialmente masiva, habida cuenta del discurso negacionista del Gobierno. El golpe c¨ªvico-militar de 1976 expuls¨® al exilio entre 250.000 y 500.000 personas y, desde Argentina, la dictadura los acusaba de hacer ¡°campa?as antiargentinas¡± por sus denuncias sobre la situaci¨®n de los derechos humanos. Una de las v¨ªctimas del destierro fue Cecilia Denis, la presidenta de Argentina Soberana.
Cuando Denis lleg¨® a Espa?a, en una ¨¦poca en la que el exilio sonaba a Mercedes Sosa, los peronistas de izquierda no contaron con el apoyo del Partido Comunista, por las diferencias entre ambos sectores. En contraste, ahora tienen ¡°un polo que hace que si tenemos alguna diferencia pol¨ªtica la dejamos de lado. Lo m¨¢s importante es luchar contra este ultraliberalismo destructor¡±, afirma con un acento porte?o entremezclado con el dejo peninsular.
Espa?a es el pa¨ªs en el que m¨¢s argentinos viven en el exterior: cerca de 500.000. Madrid, adem¨¢s, tiene un estrecho v¨ªnculo con la pol¨ªtica argentina. Juan Domingo Per¨®n vivi¨® en la ciudad 12 de sus 17 a?os de exilio, donde organiz¨® la resistencia antes de regresar a Ezeiza. Cerca de 85.000 argentinos pueden votar en Espa?a: siete de cada diez votaron por Milei. Ambas organizaciones a¨²nan esfuerzos para darle la vuelta al resultado en las elecciones legislativas de 2025.
¡°Hay algunos lugares en donde nos desencontramos y otros en donde nos volvemos a encontrar¡±, explica Alfonso. Desde el peronismo ¨Dque se reorganiza desde noviembre bajo el liderazgo de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner¨D tienen clara su naturaleza partidaria y es posible que desde Argentinxs en Movimiento no las acompa?en. Pero todas coinciden, por ejemplo, en la necesidad de que los migrantes se inscriban para votar, sobre todo los j¨®venes. Hoy la di¨¢spora suena al rap de Nathy Peluso y Trueno: ¡°A donde voy digo que te quiero¡±, le dicen los cantantes a su pa¨ªs en la canci¨®n Argentina. ¡°En nuestras organizaciones somos j¨®venes adultos, pero chicos de 20 no hay¡±, explica Hern¨¢ndez. ¡°Nos falta todav¨ªa un pasaje, una llegada a un mundo que ya no es la calle. Este nuevo mundo virtual hay que ocuparlo¡±, confirma Eili.
El mundo de la calle ya est¨¢ ocupado. Los militantes se han asegurado de que, con independencia del lugar al que vaya el presidente ¡ªen tiempos en los que Milei propone crear una ¡°internacional¡± ultraderechista¡ª, haya un ¡°grupito de devastados mentales¡± esper¨¢ndolo. En Berl¨ªn, en Praga o en Madrid. Afuera del restaurante, la Calle del Pez parece una de las que cruzan la calle Corrientes, en el microcentro de Buenos Aires. Las cuatro mujeres coinciden, entre risas, en la misma frase: ¡°Si quer¨¦s, te olvid¨¢s que est¨¢s en Madrid¡±. Para los migrantes argentinos en la di¨¢spora, se milita como si se estuviera en casa.
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