Los ¡®pupilos¡¯ europeos de Trump aguardan con optimismo su desembarco en Washington

El mundo en el que Donald Trump inicia su presidencia este lunes no es el mismo que le vio ganar las elecciones estadounidenses en 2016. Ni el que le vio salir de la Casa Blanca en 2021. Europa, donde Rusia libra su guerra a gran escala contra Ucrania desde hace casi tres a?os, arrastra los pies a la hora de poner en marcha medidas que ayuden a atajar la lacerante p¨¦rdida de competitividad frente a Washington y Pek¨ªn; algunos observan con gran desasosiego las ansias imperialistas del magnate republicano, que codicia Groenlandia, ha amenazado con desamparar a sus aliados de la OTAN que menos gastan en defensa ¡ªcomo Espa?a¡ª y ha advertido de que aumentar¨¢ los aranceles a los productos europeos, una decisi¨®n que puede desencadenar una cruda guerra comercial.

Pero mientras en esa parte de las c¨²pulas europeas en Francia, Alemania o las instituciones de Bruselas se espera los primeros movimientos de Trump con ansiedad ¡ªy casi conteniendo el aliento con temor a que una reacci¨®n demasiado fuerte a sus exabruptos pueda desencadenar represalias¡ª, otros saborean ¡ªen parte como si fuera suya¡ª su victoria, su retorno triunfal con un poder may¨²sculo.

Esta vez, en una Europa en la que avanza la ola ultra, Trump y su populismo cuentan con aliados poderosos dentro de una extrema derecha que defiende y comparte sus ideas y posturas radicales sobre migraci¨®n, medio ambiente, temas sociales como igualdad, y una nueva visi¨®n m¨¢s reduccionista del tablero geopol¨ªtico global, con menos aliados en ideas y pol¨ªticas afines, y m¨¢s socios comerciales y por intereses transaccionales. Y que tambi¨¦n espolea la divisi¨®n dentro de la Uni¨®n Europea y puede marcar la postura y reacci¨®n del bloque de 27 pa¨ªses y 450 millones de habitantes frente a las acciones del nuevo presidente de Estados Unidos en elementos clave para la seguridad de Europa como la forma de poner fin a la guerra de Rusia contra Ucrania.

Esos aliados del trumpismo, algunos adalides de la ultraderecha (incluso varios que se ven como conservadores m¨¢s tradicionales) y otros defensores del libertarismo ya no son cuatro apestados, aislados por un cord¨®n sanitario pol¨ªtico. Esta vez, los caballos de Troya est¨¢n dentro. Y aguardan a Trump y a la oligarqu¨ªa digital ultralibertaria para reivindicarse, normalizarse y seguir expandiendo la ola ultra.

No solo han crecido en poder electoral, desde su primer mandato la extrema derecha, los partidos populistas, han crecido en Alemania, Francia, Austria, Italia, Espa?a, Rumania. Tambi¨¦n sus ideas han ganado terreno y eso aumenta el n¨²mero de ¡°aliados potenciales del trumpismo¡±, analiza Crist¨®bal Rovira Kaltwasser, de la Pontificia Universidad Cat¨®lica de Chile y coordinador de varios densos estudios sobre la ultraderecha europea. ¡°No pocos partidos europeos de derecha convencional defienden ahora ideas radicales que se acercan a las posturas de Trump. Mientras que el concepto del ¡®muro¡¯ que siempre ha defendido Trump antes sonaban en Europa como algo descabellado, hoy en Europa se discuten pol¨ªticas que tienen un nivel de radicalidad similar¡±, apunta el experto, a quien le preocupa el efecto indirecto de las posturas de Trump y su r¨¢pida difusi¨®n sobre el mundo europeo.

Las elecciones europeas de junio de 2024 mostraron la escala de la ola de extrema derecha, han hecho tambalearse los gobiernos de Francia y Alemania y alumbraron el Parlamento Europeo m¨¢s derechizado en d¨¦cadas. Pero solo fue la cristalizaci¨®n de una realidad ya patente en los Estados miembros. Hoy, la ultraderecha ya est¨¢ en coaliciones de gobierno o ayuda a sostener los Ejecutivos en Italia, Suecia, Finlandia, Rep¨²blica Checa, Pa¨ªses Bajos, Hungr¨ªa y Croacia; y negocian para llegar al poder en Austria. La extrema derecha aspira, adem¨¢s, a m¨¢s poder en las elecciones adelantadas en Alemania del pr¨®ximo 23 de febrero, las rumanas de primavera o las de Rep¨²blica Checa de oto?o.

Invitados a la investidura

La lista de invitados a la inauguraci¨®n presidencial ¡ªm¨¢s all¨¢ de los tradicionales embajadores de los pa¨ªses con representaci¨®n en EE UU¡ª este lunes en Washington habla por s¨ª misma: la ultraderechista primera ministra italiana Giorgia Meloni, el nacionalpopulista h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n (que ha dicho que no puede acudir), el l¨ªder de Vox y presidente de los Patriotas Europeos Santiago Abascal, el col¨ªder de Alternativa para Alemania (AfD) Tino Chrupalla, el ultra franc¨¦s Eric Zemmour, el ex primer ministro polaco Mateusz Morawiecki o el dirigente del partido ultra portugu¨¦s Chega, Andr¨¦ Ventura.

¡°No es que Trump solo tenga aliados en la ultraderecha o que toda esa corriente, que es muy diversa, apoye o sea af¨ªn al estadounidense, pero su vuelta les normaliza y tambi¨¦n puede acarrear un ¡®efecto imitaci¨®n¡¯¡±, dice una alta fuente comunitaria. ¡°Y el republicano y sus aliados est¨¢n actuando para marcar las agendas europeas y fomentar la divisi¨®n para poder encajar m¨¢s sus pol¨ªticas comerciales y tecnol¨®gicas¡±, sigue.

Esa labor de agitaci¨®n y de marcar el discurso es lo que est¨¢ haciendo el oligarca tecnol¨®gico Elon Musk, due?o de SpaceX, de Tesla y de la red social X (antes Twitter), que usa para expandir su discurso y apoyar a partidos ultras, como Alternativa para Alemania. Musk ocupar¨¢ un cargo destacado en la Administraci¨®n Trump, pero otros oligarcas tecnol¨®gicos ya se han apresurado a apoyar al magnate republicano y tambi¨¦n a criticar lo que consideran un exceso de regulaci¨®n de la UE, como el due?o de Meta, Mark Zuckerberg, que ha llegado incluso a hablar de ¡°censura¡± en Europa.

La vuelta de Trump a la Casa Blanca tendr¨¢ un impacto claro en la UE, a veces atrapada entre Washington y Pek¨ªn. Europa deber¨¢ decidir qu¨¦ hacer con los gigantes tecnol¨®gicos y sus intentos de zafarse de las reglas europeas, c¨®mo responder a la amenaza de los aranceles, y deber¨¢ fajarse por encontrar un hueco en la mesa de negociaci¨®n sobre un futuro acuerdo de paz para Ucrania en la que Rusia tratar¨¢ de excluir a la UE. Trump puede tener inter¨¦s en que Bruselas no participe. Eso explica los pies de plomo de la c¨²pula de la Comisi¨®n Europea ante el nuevo presidente estadounidense, otro de esos hombres fuertes al¨¦rgicos al orden mundial basado en reglas. El gran reto, dice la alta fuente europea, ser¨¢ mantener la unidad y ¡°no dejarse intimidar¡±.

¡°Europa tendr¨¢ que prepararse para tiempos m¨¢s conflictivos y debe asumir m¨¢s responsabilidad propia¡±, remarca Daniela Schwarzer, del laboratorio de ideas Bertelsmann Stiftung. ¡°Trump intentar¨¢ llegar a un nuevo acuerdo con los pa¨ªses europeos, quiere una balanza comercial externa m¨¢s equilibrada, que intentar¨¢ lograr mediante aranceles m¨¢s altos y m¨¢s inversiones europeas en Estados Unidos¡±, analiza Schwarzer, que pronostica una reducci¨®n del apoyo estadounidense a Ucrania. Adem¨¢s, Estados Unidos contribuir¨¢ menos a la seguridad europea, lo que significa que los pa¨ªses europeos no solo tendr¨¢n que invertir m¨¢s en su propia defensa, sino que tambi¨¦n tendr¨¢n que asumir una mayor participaci¨®n en los esfuerzos europeos para apoyar y reconstruir Ucrania.