Daniela Krien: ¡°He aprendido que con una hija con gran discapacidad se puede ser feliz. No lo consider¨¦ posible en su momento¡±
¡®El amor en caso de emergencia¡¯, novela en la que ha volcado muchas experiencias personales, la ha confirmado como un referente en una profesi¨®n, la de escritora, a la que reconoce que lleg¨® por casualidad
La escritora Daniela Krien (Neu Kaliss, Alemania, 1975) vio c¨®mo su ¨²ltima novela, en la que narra las vidas cruzadas de cinco mujeres unidas por temas imperecederos como la maternidad, las relaciones familiares y de pareja, la sororidad o el duelo, se convert¨ªa en un ¨¦xito editorial en Alemania. Grijalbo acaba de publicar ahora la edici¨®n en castellano de El amor en caso de emergencia (la editorial M¨¦s Llibres ha hecho lo propio en catal¨¢n: Amor en cas d¡¯emerg¨¨ncia) y Daniela Krien, inmersa en plena campa?a de promoci¨®n, atiende a EL PA?S v¨ªa Zoom. El amor en caso de emergencia, en la que Krien ha volcado muchas experiencias personales, la ha confirmado como un referente en una profesi¨®n, la de escritora, a la que reconoce que lleg¨® por casualidad, gracias a (o por culpa de) la situaci¨®n de gran discapacidad en que qued¨® su hija peque?a debido a una reacci¨®n adversa a una vacuna. ¡°Sigue siendo un dolor inmenso. Con el tiempo uno aprende a aceptar y a gestionar la situaci¨®n, pero el dolor nunca desaparece. Pese a ello, he aprendido que con una hija con gran discapacidad una tambi¨¦n puede ser muy feliz. Es algo que no consider¨¦ posible en su momento¡±, afirma.
PREGUNTA. Me ha resultado imposible no encontrar algunos paralelismos entre usted y sus personajes. ?Realmente hay algo de Daniela Krien en todas ellas?
RESPUESTA. Hay algo de m¨ª en cada personaje, eso es inevitable cuando uno escribe. Y normalmente no son experiencias vitales id¨¦nticas, pero s¨ª cierta mentalidad o actitud frente a las cosas. Hay algo muy concreto como es la pasi¨®n por la h¨ªpica, que s¨ª comparto con Judith; o el hecho de que Brida sea escritora y tenga el mismo oficio que yo.
P. Creo que s¨ª hay algo muy autobiogr¨¢fico en la historia de Paula, la que abre la novela: en la muerte de su hija, en el papel que una vacuna juega en el fatal desenlace, aunque la autopsia indique lo contrario¡
R. Es cierto. De hecho, el libro empez¨® siendo una novela solo sobre Paula. Ella fue el primer personaje. Durante alg¨²n tiempo escrib¨ª la historia previendo que la ni?a no fallec¨ªa y que hab¨ªa un paralelismo directo con mi vida: que esa ni?a sobreviv¨ªa con una gran discapacidad y lo que eso supone. Pero luego volv¨ª atr¨¢s, al momento de la vacuna y busqu¨¦ otra v¨ªa, porque me parec¨ªa que la historia estaba muy cerca de mi propia vida y que no funcionaba literariamente. Creo que necesito a¨²n muchos a?os de distancia con mi propia vida hasta que pueda escribirlo. Sigue siendo un dolor inmenso. Tengo una ni?a que naci¨® sana y que despu¨¦s de una vacuna qued¨® con una gran discapacidad, as¨ª que voy a tener que cuidarla durante toda mi vida. Es algo que con el tiempo uno aprende a aceptar y a gestionar, pero el dolor nunca desaparece.
P. ?Qu¨¦ aprende una madre tras un diagn¨®stico como este y sus consecuencias en la vida diaria? Si es que se aprende algo, claro.
R. Yo creo que s¨ª que se aprende mucho. En mi caso la familia se rompi¨®. El padre se fue bastante pronto y me qued¨¦ sola con las ni?as. Pero eso en cierto modo fue bueno, porque una persona que no colabora y que no ayuda es un lastre m¨¢s y yo necesitaba mis fuerzas para mi hija. De hecho, en el momento en que me qued¨¦ sola, descubr¨ª fuerzas en m¨ª misma que no sab¨ªa que exist¨ªan. Me sorprendi¨® mucho ver de lo que una es capaz. Con esta experiencia tambi¨¦n he aprendido que en la vida no se puede planificar nada, que uno puede so?ar con muchas cosas y tener muchos deseos y esperanzas, pero al final las cosas pasan como pasan. He aprendido a vivir m¨¢s el d¨ªa a d¨ªa y a no mirar tanto hacia el futuro. Y algo muy importante: he aprendido que con una hija con gran discapacidad una tambi¨¦n puede ser muy feliz. Es algo que no consider¨¦ posible en su momento.
P. Adem¨¢s de aprender, este golpe le acerc¨® curiosamente a la escritura.
R. Soy escritora fundamentalmente gracias a mi hija. Antes ya escrib¨ªa, pero la escritura nunca se hubiera convertido en mi oficio, nunca hubiera tenido el valor para hacerlo. Escribir es algo econ¨®micamente muy inestable para una persona como yo, con tendencia a buscar la seguridad. Sin embargo, lo que le ocurri¨® a mi hija me dej¨® sin otras posibilidades. Durante muchos a?os me dediqu¨¦ exclusivamente a cuidarla y con eso se cerraron muchas puertas y posibilidades laborales, de forma que solo me qued¨® un camino: la escritura.
P. Solo me sale elogiarla porque muchas veces me da la sensaci¨®n de que la escritura es incompatible con la crianza de los ni?os; por lo exigente y absorbente que es la crianza y por la frescura y la concentraci¨®n que se necesita para escribir. As¨ª lo manifiesta tambi¨¦n otro de sus personajes, Brida. Tras ella, tras su queja de lo dif¨ªcil que es escribir con hijos, tambi¨¦n me pareci¨® verla a usted.
R. Efectivamente, escribir con las ni?as en casa es imposible. Cuando ellas est¨¢n, cierro el ordenador y me ocupo ¨²nicamente de mi casa y de ellas. Ni siquiera puedo escribir cuando est¨¢n en sus habitaciones, necesito que la casa est¨¦ vac¨ªa, as¨ª que solo puedo escribir cuando est¨¢n en la escuela. Yo no dir¨ªa que la escritura es incompatible con la crianza de los ni?os, pero s¨ª que es cierto que solo es posible si durante unas horas los ni?os est¨¢n en otro sitio.
P. ¡°Para escribir un libro se necesita sobre todo tiempo¡±, escribe al final del libro, cuando agradece a su madre y a otras mujeres su ayuda para haber conseguido ese tiempo. En muchos cap¨ªtulos del libro tambi¨¦n est¨¢ muy presente esa solidaridad entre mujeres.
R. Sin esa solidaridad yo estar¨ªa bastante perdida. Hay un grupo de personas que me apoyan, sobre todo con mi hija peque?a, y a ellas les debo el poder trabajar. Creo que entre los hombres ese apoyo es bastante evidente, pero entre las mujeres no tanto y es algo que intento transmitir en mi novela, sobre todo en los ¨²ltimos dos cap¨ªtulos, con las hermanas Malika y Jorinde, que al final deciden vivir juntas y criar a los hijos de la segunda como hermanas, sin hombres.
P. Las cinco mujeres que protagonizan estas historias de vidas cruzadas se acercan de una u otra forma a la maternidad, como si fuese un tema del que no se puede escapar.
R. Al menos para las protagonistas de la novela s¨ª es as¨ª. En la vida real entiendo que es diferente. Escog¨ª conscientemente personajes que tuvieran ese deseo de tener hijos, como es el caso de Malika. Y luego hay una que es diferente, Judith. Ella decide no tener hijos. Y es curioso, porque la percepci¨®n que tienen los lectores de ella siempre es muy cr¨ªtica. Resulta muy poco simp¨¢tica porque se centra en su vida, porque escoge a sus parejas en plataformas por internet, porque prioriza su carrera. Esto demuestra que para una mujer sigue siendo complicado querer vivir casi como un hombre.
P. Me gusta que usted se mantenga al margen y no realice ning¨²n juicio de valor al respecto de las decisiones de sus personajes.
R. Para m¨ª eso era muy importante, ya que personalmente me irrita much¨ªsimo ese juicio paternalista al que est¨¢n sometidas todas las decisiones de las mujeres. Y lo peor es que muchas veces ese juicio viene de parte de muchas j¨®venes feministas, que llegan a ser m¨¢s crueles que muchos hombres. En cuanto una mujer decide abiertamente que no le parece tan importante su carrera o un gran salario, sino que para ella es m¨¢s importante dedicar el m¨¢ximo de tiempo a la familia, empiezan a criticarla, a decirle que es reaccionaria. Y pasa lo mismo al rev¨¦s, desde otro punto de vista. Cuando una mujer decide hacer carrera, no faltan las cr¨ªticas que la se?alan como una mujer fr¨ªa, sin empat¨ªa, etc. Da igual lo que decidamos, siempre lo hacemos mal. Estar¨ªa bien llegar al extremo contrario: da igual lo que decida una mujer, siempre va a estar bien.
P. En ese sentido de libertad para decidir sobre s¨ª mismas y sobre sus destinos, de no ser juzgadas por esas decisiones, ?podr¨ªamos decir que El amor en caso de emergencia es una novela feminista?
R. Ser¨ªa bueno que se interpretara as¨ª, pero no me gustar¨ªa que se relacionase con ese nuevo feminismo del que hablaba antes. De eso intento distanciarme. Pero s¨ª, creo que es un libro feminista porque refuerza a las mujeres en su capacidad de decisi¨®n, independientemente de lo que decidan. Y espero que tambi¨¦n sea un libro que no juzgue a los hombres. S¨¦ que algunos consideran que se les presenta mal en el libro, pero yo creo que sus retratos son muy realistas, igual que los de las mujeres. Las mujeres no son hero¨ªnas en mi libro, cometen errores, tienen defectos. Lo mismo ocurre con los hombres. Todos son humanos.
P. Las cinco mujeres vivieron como usted la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn desde el lado de la RDA cuando eran muy j¨®venes. ?Qu¨¦ impacto tuvo ese suceso en las mujeres de su generaci¨®n?
R. De entrada, fue algo bueno. Yo ten¨ªa 14 a?os cuando sucedi¨®, as¨ª que gran parte de mi infancia la viv¨ª en la RDA. A partir esa edad hubiesen empezado a actuar las limitaciones, as¨ª que para nosotras esa apertura fue algo muy positivo, pero a la vez algo que nos super¨® y nos desbord¨®. Nuestros padres, por ejemplo, se enfrentaron por primera vez a la realidad del desempleo y tuvimos que ver c¨®mo ellos, que hasta entonces eran nuestras referencias fuertes, quedaban en una situaci¨®n muy debilitada con el nuevo sistema. Por eso creo que nosotras intentamos aprovechar al m¨¢ximo todas esas posibilidades nuevas que nos ofrec¨ªan, lo que tambi¨¦n se tradujo en una exigencia elevada. Lo quer¨ªamos todo, pero de repente nos dimos cuenta de que en el fondo da igual en qu¨¦ sistema viva uno. Tarde o temprano va a tener que aprender que no se puede tener todo, que hay un tiempo para todo. Esa modestia tuvimos que aprenderla.
P. Las divisiones pol¨ªticas y esas diferencias entre Este y Oeste tambi¨¦n est¨¢n muy presentes en la novela. En cierto modo, aunque sea de forma invisible, ?sigue existiendo ese muro en Alemania?
R. Existe y cada vez es m¨¢s marcado. Hubo un momento en que parec¨ªa que el pa¨ªs estaba m¨¢s cohesionado, pero en los ¨²ltimos a?os y sobre todo a ra¨ªz de la crisis de los refugiados ha habido una divisi¨®n importante entre Este y Oeste y se insiste m¨¢s en el origen de cada uno, en las diferencias. Resulta, parad¨®jicamente, que el Este en general es m¨¢s conservador que la parte occidental de Alemania y las discusiones y los debates que se han llevado a cabo se han hecho de una forma tan irracional que tengo la sensaci¨®n de que ahora mismo las dos partes son irreconciliables, que estamos m¨¢s divididos que nunca. Tengo la esperanza de que la pr¨®xima generaci¨®n consiga superar estas divisiones.
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