Alba Carreres, periodista: ¡°Los permisos iguales e intransferibles son discriminatorios para las mujeres que paren y no han aumentado la corresponsabilidad¡±

La segunda hija de la periodista Alba Carreres (Barcelona, 36 a?os) naci¨® el 17 de marzo de 2020, dos d¨ªas despu¨¦s del inicio del confinamiento decretado por el Gobierno para hacer frente a la pandemia. Aquel parto traum¨¢tico (sin acompa?amiento, con ces¨¢rea, sin piel con piel y con separaci¨®n de su reci¨¦n nacida) le dej¨® como secuela un cuadro de estr¨¦s postraum¨¢tico que le dificult¨® el v¨ªnculo con su hija y del que quiso escapar acumulando m¨¢s estr¨¦s. Es decir, ¡°trabajando sin parar para no pensar¡±. Eso fue as¨ª hasta que el diagn¨®stico de trastorno del neurodesarrollo de su peque?a le hizo frenar en seco y ponerse en manos de profesionales de la salud mental perinatal.

De esos momentos nace en parte Criar amb humor (Rosa dels vents, 2024), un libro de momento solo disponible en catal¨¢n en el que partiendo de su experiencia como madre y de sus conocimientos, tiene un m¨¢ster en Psicolog¨ªa del Neurodesarrollo, aborda muchos de los aspectos b¨¢sicos de la crianza. Y siempre con el sentido del humor como bandera. ¡°Digamos que son spoilers de lo que vivimos muchas familias y que siempre est¨¢ bien tener a mano para consultar en ciertos momentos¡±, afirma Carreres, para quien escribir esta no-gu¨ªa de maternidad ha sido una especie de ¡°herramienta terap¨¦utica¡± con la que intentar desdramatizar muchas de las cosas vividas desde aquel ya lejano 17 de marzo de 2020.

PREGUNTA. ?Re¨ªrse de uno mismo es la mejor manera de desdramatizar la crianza?

RESPUESTA. Para m¨ª el humor es una herramienta para desdramatizar la crianza y alejarla de la maternidad repleta de brilli-brilli y purpurina de Instagram, que a veces te dan ganas de hacer unfollow a todas las cuentas de maternidad que sigues (risas). Al final, la teor¨ªa es muy bonita, pero no siempre se corresponde con la pr¨¢ctica, porque en la vida real hay situaciones muy diversas. As¨ª que est¨¢ bien re¨ªrse de nuestras fallas, compartirlas con el grupo de iguales, desnudarse. Cuando tuve a mi hijo ten¨ªa una idea superdistinta de lo que era la crianza y me he comido tantas cosas con patatas¡­ Y te digo m¨¢s, a m¨ª me pasaron tantas cosas cuando naci¨® mi segunda hija que yo creo que si no hubiera tenido sentido del humor no estar¨ªa aqu¨ª.

P. Eso tambi¨¦n lo cuenta en el libro.

R. Es lo que m¨¢s me ha costado escribir, porque de alguna forma me he abierto en canal para visibilizar los problemas de salud mental perinatal. Mi relato representa a muchas mujeres que tuvimos que parir durante la pandemia, solas, sin ning¨²n acompa?amiento, practic¨¢ndonos a muchas de nosotras ces¨¢reas directas, quit¨¢ndonos a las criaturas, no dej¨¢ndonos amamantarlas nada m¨¢s nacer¡­ En mi caso sufr¨ª estr¨¦s postraum¨¢tico y me considero una privilegiada porque he tenido herramientas para poder paliar esta situaci¨®n y recuperarme, incluso para tratar el tema con sentido del humor. Para m¨ª, en ese sentido, el libro ha sido como una herramienta terap¨¦utica para re¨ªrme de muchas cosas que me han pasado en los casi cuatro a?os que tiene de vida mi hija peque?a. Dicho esto, creo que alguien deber¨ªa pedir perd¨®n por c¨®mo se nos trat¨® a las madres durante aquellos meses de pandemia, por la discriminaci¨®n que recibimos, por las secuelas que hemos tenido.

P. Le comentaba antes la idea de desdramatizar la crianza porque muchas veces parece que los padres han profesionalizado tanto la experiencia que se la han acabado complicado demasiado¡­

R. Creo que es una cosa generacional. Al final, a los millennials nos han dicho que tenemos que ser perfectos en todo, estudiar dos carreras, tres m¨¢steres, etc¨¦tera. Y todo esto lo estamos aplicando tambi¨¦n a la maternidad y a la paternidad. Hay un poco de eso, nos hemos impuesto nosotros mismos, y tambi¨¦n la sociedad de alguna forma, la idea de poder con todo, sobre todo en el caso de las madres. Y luego creo que hay otro poco de querer romper con el modelo de educaci¨®n que hemos recibido nosotros.

P. ?En ese poder con todo tambi¨¦n entra la idea de autocuidado?

R. Es que ya no solo tienes que ser la mejor madre, sino tambi¨¦n la mejor amiga, la mejor trabajadora y, encima, autocuidarte. Vivimos en un tiempo en el que el autocuidado est¨¢ en el centro, pero muchas veces esos cuidados propios te acaban atrapando. Al final, ?tambi¨¦n tienes la obligaci¨®n de autocuidarte? Para muchas familias esa idea del autocuidado puede representar una esclavitud, porque la propia idea del autocuidado no deja de ser un privilegio.

P. ?Qu¨¦ pasa con la conciliaci¨®n?

R. Para m¨ª el principal problema de nuestra sociedad es la conciliaci¨®n, es un problema p¨²blico y pol¨ªtico de primer orden que no se soluciona haciendo parkings de ni?os como est¨¢n haciendo algunas Administraciones P¨²blicas. Y aqu¨ª tambi¨¦n podr¨ªamos hablar de la trampa de las madres aut¨®nomas. Muchas al tener hijos nos hacemos aut¨®nomas porque pensamos que es la mejor soluci¨®n para la conciliaci¨®n, cuando conciliar trabajo y crianza es casi un imposible.

P. El libro aborda muchos temas relacionados con la crianza (primeros d¨ªas, rabietas, comida, sue?o, l¨ªmites, pareja...) que est¨¢n impregnados de sus propias vivencias. ?Pasar de pareja a familia es uno de los retos m¨¢s may¨²sculos que trae la llegada de un hijo?

R. Para m¨ª s¨ª. Creo que hay una barrera que es la de los dos a?os, la ¨¦poca de las rabietas, que si sobrevives a ella ya es todo un logro. Y ya no te digo con el segundo o el tercer hijo. A m¨ª me sorprende que haya parejas que tengan hijos para solucionar sus problemas de pareja. ?No, por favor! ?Es todo lo contrario!

P. ?Hay alg¨²n secreto para sobrevivir al terremoto?

R. Ojal¨¢ me lo cuenten (risas). En el libro ofrezco algunas herramientas para hablar las cosas de la pareja, ponerlas sobre la mesa, repartir las tareas dom¨¦sticas y de crianza y tambi¨¦n esas tareas invisibles con las que normalmente cargamos las mujeres. Siempre teniendo en cuenta, eso s¨ª, que muchas veces hablamos de cocriar desde el privilegio, porque hay muchas familias que no se lo pueden ni plantear. Por eso siempre reivindico que hay que tener en cuenta que cada familia es un mundo y se organiza como quiere o como buenamente puede.

P. En ese sentido de que cada familia se organiza como quiere o puede, usted se muestra contraria a los permisos iguales e intransferibles.

R. Para m¨ª los permisos iguales e intransferibles son discriminatorios para las mujeres que parimos y, adem¨¢s, como demuestran todos los datos, no han aumentado la corresponsabilidad. Pongamos el ejemplo de una pareja de dos madres, que igual as¨ª se entiende mejor el s¨ªmil y nadie se siente ofendido. ?Por qu¨¦ las dos tienen que volver al trabajo remunerado el mismo d¨ªa si una ha parido y la otra no? Hay un tema f¨ªsico, fisiol¨®gico, hormonal, una mochila con la que carga la madre que ha parido, que no se tiene en cuenta en esos permisos.

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