Pedro Ma?as: ¡°Muchas veces son los padres los que frenan que los ni?os se acerquen a libros protagonizados por ni?as¡±
El escritor presenta nueva saga, ¡®Frida McMoon¡¯, con la que se adentra por primera vez en el mundo del c¨®mic
El nombre de Pedro Ma?as se multiplica en los estantes de bibliotecas y librer¨ªas infantiles. All¨¢ donde uno mire, encuentra un t¨ªtulo firmado por ¨¦l. Representa como nadie la idea de escritor prol¨ªfico. Trabaja a la vez en varias sagas LIJ y en numerosos proyectos literarios m¨¢s personales. ¡°Necesitar¨ªa una vida para escribir y cumplir fechas de entrega y otra para reunirme con los lectores, que tambi¨¦n es algo que me hace mucha ilusi¨®n¡±, afirma por tel¨¦fono a EL PA?S. Su trabajo, como se encarga de recalcar, no es s¨®lo escribir. Ojal¨¢ lo fuese, lamenta. Tambi¨¦n son los lectores y la promoci¨®n, atender con amabilidad y profesionalidad a este periodista desde la entrada de un Hospital en el que se encuentra acompa?ando a un familiar ingresado. Y eso pese a que el periodista le insiste en cambiar la fecha para otro momento m¨¢s propicio. Esta an¨¦cdota dice mucho de lo en serio que se toma el escritor madrile?o su trabajo, de la implicaci¨®n que pone en ¨¦l. Ah¨ª, quiz¨¢, radique parte de su descomunal ¨¦xito.
Ahora presenta nueva saga, Frida McMoon, con la que se adentra por primera vez en el mundo del c¨®mic. Y debuta nada m¨¢s y nada menos que en la m¨ªtica colecci¨®n Magos del humor de Bruguera, que se abre por primera vez en su historia a una mujer ilustradora (Laia Ferrat¨¦) y a una ni?a protagonista (Frida). Ma?as y Ferrat¨¦ han creado un entretenid¨ªsimo c¨®mic para primeros lectores que evoca inevitablemente a las sagas cinematogr¨¢ficas Noche en el museo y Regreso al futuro y que promete emoci¨®n, diversi¨®n y dosis de humor a raudales.
PREGUNTA. No paras de escribir y publicar t¨ªtulos. Con lo dif¨ªcil que es, cualquiera dir¨ªa que es f¨¢cil lo que haces¡
RESPUESTA. Mucha gente tiene la maldici¨®n de no poder acceder al mercado editorial y, sin embargo, yo tengo la maldici¨®n de publicar much¨ªsimo y tener que trabajar much¨ªsimo (risas). Y lo digo con toda la amabilidad y la iron¨ªa del mundo, porque lo cierto es que es un regalo. Estoy en un momento dulce, en el que estoy compaginando varias colecciones y proyectos m¨¢s personales que ir¨¢n saliendo, as¨ª que voy tratando de surfear la ola lo mejor que puedo. Al final mi trabajo no es s¨®lo escribir, ?ojal¨¢ solo fuera eso!, sino que tambi¨¦n tiene mucho que ver con las visitas a librer¨ªas y colegios, ahora en abril y mayo a muchas ferias del libro, as¨ª que casi necesitar¨ªa una vida para escribir y cumplir fechas de entrega y otra para reunirme con los lectores, que tambi¨¦n es algo que me hace mucha ilusi¨®n.
P. Tus libros son casi sin¨®nimo de ¨¦xito de ventas. ?Hay un secreto?
R. Desgraciadamente no. Y la prueba es que tambi¨¦n tengo otros libros que no llegan tanto y que no son tan visibles. Lo ¨²nico que puedo decir es que me implico en cada uno de mis libros con el mismo rigor y compromiso con el que lo har¨ªa alguien que escribe para adultos.
P. Con esa implicaci¨®n, no s¨¦ si te molesta que para algunos sectores la literatura infantil siga teniendo tan poco prestigio.
R. Creo que para mucha gente la LIJ tiene todav¨ªa esa funci¨®n de ¡°tener entretenido al ni?o¡±, como si el entretenimiento fuese una cosa de poca importancia. Tambi¨¦n est¨¢ esa idea de que el ni?o lea libros infantiles un poco para ir prepar¨¢ndole ¡°para obras de verdad¡±. Y luego est¨¢ la vertiente did¨¢ctica. Se ve la literatura infantil como algo con una moraleja, que ense?a a los ni?os a ser mejores, y se olvida que la literatura infantil tiene la misma dimensi¨®n puramente art¨ªstica que la literatura para adultos y que, como tal, es completa, compleja, comprometida y, adem¨¢s, fundamental en esos a?os de crecimientos. Somos un poco lo que hemos le¨ªdo desde peque?os, esas lecturas nos marcan y nos hacen quienes somos.
P. En el mundo LIJ has escrito de todo y para todos los p¨²blicos, pero no tengo claro que te hubieses metido a¨²n en el mundo del c¨®mic.
R. Es la primera vez. Como lector llevo devorando c¨®mics desde muy ni?o y como escritor ten¨ªa muchas ganas, pero lo cierto es que no hab¨ªa encontrado las ganas ni la v¨ªa para hacerlo. En este caso fue Penguin Ramdom House la que me propuso la idea y yo la acept¨¦ con mucho respeto y con mucho miedo, aunque pensando que como lector del g¨¦nero que soy iba a poder hacerlo.
P. Como forma de empezar en el mundo del c¨®mic no est¨¢ nada mal. Te unes directamente a la m¨ªtica colecci¨®n ¡®Magos del Humor¡¯ (t¨ªtulos como Zipi y Zape, Mortadelo y Filem¨®n, S¨²per L¨®pez, etc.). ?Fue Pedro Ma?as un ni?o lector de estas historietas?
R. Especialmente de estas historietas y de los c¨®mics franco-belgas como Ast¨¦rix, Tint¨ªn o Spirou. La colecci¨®n Magos del humor entr¨® en mi vida casi sin darme cuenta y todav¨ªa no ha salido, porque sigo reviviendo los Mortadelo y los Zipi y Zape que tengo por casa. Fue una gran emoci¨®n que me sugirieran hacer este c¨®mic, pero a la vez me daba mucho respeto. El hecho de ser parte de Magos del humor fue el motivo por el que acept¨¦, pero a la vez pudo ser un motivo para no hacerlo por ese mismo respeto que comentaba que le tengo a la colecci¨®n.
P. Imagino que el c¨®mic cambia mucho la forma de abordar y de trabajar la historia respecto a lo que hab¨ªas hecho ahora. Aqu¨ª, entiendo, debe ser un trabajo mucho m¨¢s mano a mano con la ilustradora.
R. Absolutamente. El nivel de exigencia en la relaci¨®n y en la composici¨®n de la narrativa conjunta es muy alto. Yo no conoc¨ªa personalmente a Laia Ferrat¨¦, pero lo cierto es que ella me lo ha puesto muy f¨¢cil y a base de prueba y error hemos encontrado una manera de trabajar que nos funciona a los dos y que, sobre todo, nos permite aportar al mismo nivel. Hay que tener en cuenta que en el c¨®mic el ilustrador, en este caso Laia, aporta tanto o m¨¢s que el guionista.
P. En Frida McMoon el humor, a diferencia de lo que ocurre en otros t¨ªtulos de la colecci¨®n, no es ni mucho menos lo principal en la historia, pero los gags humor¨ªsticos est¨¢n muy bien integrados dentro de ella. Qu¨¦ dif¨ªcil es escribir desde el humor.
R. A m¨ª me ha resultado dif¨ªcil sobre todo comprimir en tan poco texto un guion que avance con coherencia y complejidad y que al mismo tiempo tenga humor. Principalmente por un tema de espacio. Efectivamente en Magos del humor lo normal es un humor m¨¢s disparatado, porque al fin y al cabo el humor es el ingrediente principal, a veces a costa incluso de la l¨®gica, pero en este caso hemos a?adido el ingrediente de la aventura y hemos intentado mantener un equilibrio entre la intriga y la risa.
P. ?Es m¨¢s dif¨ªcil escribir desde el humor o escribir para ni?os?
R. No s¨¦ qu¨¦ decirte (risas). Escribir con humor tiene una desventaja clara y es que hay d¨ªas en que t¨² no est¨¢s de humor ni siquiera para vivir. As¨ª que podr¨ªa decir que escribir para ni?os me resulta m¨¢s f¨¢cil porque, aunque suene a t¨®pico, yo soy un ni?o de dos metros, sigo viviendo mucho en el mundo infantil para bien y para mal. Me desempe?o mal como adulto.
P. ?C¨®mo definir¨ªas a Frida McMoon?
R. Frida es una ni?a socialmente torpe, pero al mismo tiempo una cualidad de las personas socialmente torpes, y es que muchas veces lo compensan con una especie de genialidad, con una manera ¨²nica de ser, con una rareza que las hace especiales. En el fondo es algo que tenemos todos. Parad¨®jicamente, lo que nos une a todos es la diferencia. A partir de ah¨ª, Frida es una ni?a con aspiraciones cient¨ªficas, friki, que le gusta el cosplay y que no acaba de encajar entre los ni?os de su clase y, por extensi¨®n, en el mundo. Frida McMoon y los aprendices del tiempo trata precisamente de c¨®mo Frida encuentra un lugar, no tanto en el espacio como en el tiempo, con otros inadaptados de otras ¨¦pocas.
P. No s¨¦ si es cosa m¨ªa, pero siento que hay mucho de Noche en el museo y de Regreso al futuro en esta saga.
R. Noche en el museo ya es de este siglo, pero en general en toda mi literatura hay una enorme influencia del cine que yo vi de peque?o, sobre todo en los a?os ochenta, pero tambi¨¦n en los noventa. Esa referencia a la clandestinidad de una pandilla de ni?os que vive aventuras con toques de ciencia ficci¨®n y de fantas¨ªa a espaldas de los adultos me sigue resultando fascinante.
P. Frida McMoon, por cierto, tiene algo en com¨²n con varias de tus otras sagas de ¨¦xito, pienso en Anna Kadabra o en Princesas drag¨®n: est¨¢ protagonizada por una ni?a.
R. Lo curioso es que empec¨¦ escribiendo con protagonistas chicos de manera un poco natural, o eso cre¨ªa yo, pero a ra¨ªz sobre todo de La vida secreta de Rebeca Paradise, que fue Premio Barco de Vapor, me di cuenta de que las chicas no solo estaban muy poco representadas como protagonistas en la literatura, sino que, adem¨¢s, muchas veces cuando estaban representadas respond¨ªan a estereotipos, que la literatura que se ofrec¨ªa espec¨ªficamente para ni?as ten¨ªa mucho que ver con la est¨¦tica, con enamorarse, con la purpurina, etc. Y siendo eso totalmente respetable, yo tambi¨¦n quer¨ªa a?adir el componente de aventura, de valent¨ªa, de chicas independientes que pueden ser las protagonistas de su propia aventura sin necesidad de ser rescatadas por un pr¨ªncipe o sin estar preocupadas por sus vestidos.
P. La mayor¨ªa de lectoras de estas colecciones, sobre todo de Anna Kadabra, son ni?as. ?Por qu¨¦ cuesta tanto que los ni?os se enganchen a sagas protagonizadas por chicas?
R. Hay muchos libreros que me dicen que las generaciones m¨¢s j¨®venes tienen esto ya superado, que muchas veces son los padres los que ponen un freno a que los ni?os se acerquen a libros de color rosa o protagonizados por ni?as. Yo creo que es en parte eso, pero tambi¨¦n creo que tiene que ver con la socializaci¨®n en el colegio, con los prejuicios heredados de la familia que algunos ni?os extienden entre los dem¨¢s. A partir de esos prejuicios, muchos piensan que si leen estos libros son menos hombres. Y eso es terrible y algo contra lo que luchamos cada d¨ªa. Yo siento mucho orgullo cuando un ni?o va a una firma de Anna Kadabra y veo que sus padres le apoyan, que lleva el libro sin ninguna verg¨¹enza¡ Poco a poco vamos avanzando en ese sentido.
P. Igual me equivoco, pero tengo la sensaci¨®n de que Frida, como la Amanda Black de Juan G¨®mez-Jurado y B¨¢rbara Montes, tiene potencial para romper esa especie de estigma.
R. Eso espero. De hecho, Frida es un paso adelante en el tipo de personajes que yo he creado, porque ya incluso tiene esa visi¨®n cient¨ªfica ahora tan reivindicada y no es un personaje marcadamente femenino en un sentido cl¨¢sico. Ojal¨¢, y aunque sea de forma modesta, Frida se convierta en un peque?o referente en el mundo de las colecciones infantiles.
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