Adolescentes, de se?alados en la pandemia a salvadores del mundo en las distop¨ªas de la literatura juvenil
Las novelas ¡®Solos [13-18]¡¯, de Rafael Salmer¨®n, y ¡®Reyes de la monta?a¡¯, de Daniel Hern¨¢ndez Chambers, coinciden en convertir a los j¨®venes en la ¨²nica esperanza de la humanidad
Los adolescentes fueron los grandes se?alados de la pandemia de la covid, sobre todo tras la relajaci¨®n de las estrictas medidas de confinamiento decretadas por el Gobierno de Espa?a entre el 15 de marzo y el 21 de junio de 2020 para intentar poner freno al n¨²mero de contagios y muertes. Cada vez que hubo un rebrote de contagios a partir del verano de 2020, todas las miradas apuntaban a este grupo de poblaci¨®n: que si no cumpl¨ªan las medidas de seguridad, que si eran irresponsables, que si solo pensaban en ellos¡
No es de extra?ar: los adolescentes siempre han sido sospechosos habituales. ¡°La juventud de hoy ama el lujo. Es mal educada, desprecia la autoridad, no respeta a sus mayores y chismea mientras deber¨ªa trabajar¡±, escrib¨ªa S¨®crates hace 2.500 a?os. Pareciera que nada ha cambiado desde entonces. O s¨ª. Dos novelas dist¨®picas juveniles publicadas recientemente en Espa?a ¡ªaunque concebidas antes de la pandemia¡ª coinciden al convertir a los adolescentes en la ¨²nica esperanza para la humanidad. De se?alados a salvadores del mundo.
Solos [13-18] (Loqueleo), del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil Rafael Salmer¨®n, es una asfixiante y adictiva distop¨ªa que sit¨²a al lector en un fin del mundo al que misteriosamente solo sobreviven los adolescentes de entre 13 y 18 a?os. ¡°Pens¨¦ que, si quedaban supervivientes adultos con las habilidades para intentar recuperar la civilizaci¨®n actual, lo iban a intentar; as¨ª que como necesitaba que eso no ocurriera, me libr¨¦ de los adultos. Los adolescentes podr¨ªan recordar c¨®mo era el mundo antes de, pero no tendr¨ªan la t¨¦cnica, el conocimiento, la teor¨ªa y la pr¨¢ctica para recuperar el mundo tal y como era¡±, explica Salmer¨®n a EL PA?S.
Ambientada en Estados Unidos, en un pueblo de Carolina del Norte pr¨®ximo a los montes Apalaches (¡°ambientarla all¨ª me permiti¨® que los personajes tuviesen m¨¢s movilidad, ya que pueden conducir desde los 16, y que, adem¨¢s, la lucha por los pocos recursos fuese m¨¢s desequilibrada al tener acceso a las armas¡±), la muerte de ni?os y adultos sit¨²a a sus protagonistas en un mundo absolutamente salvaje en el que la ley del m¨¢s fuerte de los institutos se eleva a la m¨¢xima potencia. ¡°Todo adolescente ha so?ado alguna vez con un mundo sin adultos (¡) Sin embargo, eso que parec¨ªa un sue?o se ha hecho realidad. Y ya no es un sue?o. Es una pesadilla. Una pesadilla en la que no hay reglas, no hay ma?ana, no hay m¨¢s que violencia y muerte¡±, reflexiona Sam, el narrador y protagonista.
En mitad de esa espiral de violencia adolescente sin sentido, un grupo de cinco chavales atraviesa las monta?as de Carolina del Norte luchando por sobrevivir y con la esperanza de refundar el mundo desde la sencillez y la humildad de sus or¨ªgenes. ¡°Yo soy una especie de optimista patol¨®gico. Y aunque conozco muy bien c¨®mo es el mundo, no pierdo nunca la esperanza. La esperanza en los adultos s¨ª que la he perdido, pero las nuevas generaciones a¨²n pueden tomar dos caminos: el de la repetici¨®n de los mismos errores, que nos llevar¨¢ al desastre absoluto, o elegir hacer todo lo contrario. Espero que haya una parte suficientemente significativa de las pr¨®ximas generaciones que cojan este camino para poder poner el mundo en otra direcci¨®n¡±, afirma Salmer¨®n, que impregna su novela de reflexiones con una gran carga ambientalista y de cr¨ªtica hacia el insostenible modo de vida occidental (consumismo, obsolescencia programada, productividad, prisas, pantallas...), hacia todas esas cosas que, como reflexiona su protagonista, ¡°antes eran importantes y ahora no son nada¡±.
Tambi¨¦n un grupo de 10 adolescentes conflictivos que cumplen condena en un centro de menores son la ¨²nica esperanza humana en Reyes de la monta?a, la novela dist¨®pica con la que Daniel Hern¨¢ndez Chambers ha conquistado recientemente el Premio Edeb¨¦ 2024 de Literatura Juvenil. El hecho de estar de convivencia, aislados en la monta?a, les salva de un virus mort¨ªfero que, en su ausencia, aniquila a un ritmo vertiginoso a toda la humanidad. La novela recuerda por momentos, inevitablemente, a la pel¨ªcula La Sociedad de la Nieve de Juan Antonio Bayona. Incluso dos de los protagonistas, como en el filme ganador del ¨²ltimo Goya, asumen el riesgo de volver a la civilizaci¨®n arrasada en busca de v¨ªveres y ayuda (con menos suerte que en la tragedia de Los Andes). Sin embargo, ah¨ª acaban las comparaciones.
¡°Al principio los chavales intentan formar un equipo, que es lo que les ha inculcado el monitor que les ha llevado hasta all¨ª, pero al final sale la naturaleza de cada uno. Algunos de ellos, a pesar de que todos han acabado en un correccional por diferentes delitos, tienen un fondo bueno; a otros, sin embargo, una situaci¨®n tan brutal les hace sacar lo peor de s¨ª mismos¡±, cuenta Hern¨¢ndez Chambers. El autor explica que eligi¨® como protagonistas a un grupo de chavales conflictivos ¡°porque quer¨ªa mostrar a gente con problemas, dada a la violencia¡±, cuyo perfil, adem¨¢s, le serv¨ªa para representar la realidad de la adolescencia, ¡°ese momento vital en el que cualquier problema se nos hace una monta?a insuperable¡±.
¡°La acelerada evoluci¨®n de la sociedad en los ¨²ltimos a?os, sobre todo desde las dos ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XX, hab¨ªa llevado a que una gran mayor¨ªa de las personas careciera de una m¨ªnima urdimbre de cari?o. Hab¨ªa adultos que no eran capaces de sobrellevar esa falta, pero en los adolescentes la cosa empeoraba¡±, afirma el narrador de Reyes de la Monta?a. ¡°Hoy muchos adolescentes han perdido esa red de relaciones, ya no solo la de los amigos, sino las relaciones en casa: muchas veces los padres les empujamos al m¨®vil, a Netflix o a lo que sea porque siempre tenemos cosas que hacer; y es una pena, porque todos necesitamos cercan¨ªa, afecto y cari?o, pero sobre todo en la adolescencia, porque es el momento en el que todo parece mucho m¨¢s exagerado de lo que realmente es y cualquier cosa se vive de un modo mucho m¨¢s magnificado¡±, sostiene Chambers. El escritor tinerfe?o considera que tras muchos de los comportamientos problem¨¢ticos de chavales como los protagonistas de su novela se esconde esa ausencia de una m¨ªnima urdimbre de cari?o: ¡°Si nos ponemos a escarbar, casi siempre encontramos una familia desestructurada o problemas inimaginables que han sufrido y que los convierten en v¨ªctimas; lo que pasa es que no somos capaces de ver a esa v¨ªctima, sino a un culpable¡±.
Aunque la novela de Hern¨¢ndez Chambers deja entrever la posibilidad de un nuevo comienzo, de unos nuevos Eva y Ad¨¢n, el texto y los sucesos que tienen lugar en el grupo de supervivientes irradian cierto pesimismo, ya que parecen dar la raz¨®n al fil¨®sofo brit¨¢nico Thomas Hobbes y a su ¡°el hombre es un lobo para el hombre¡±. ¡°El ser humano es un ser b¨¦lico. Solo hay que echar un vistazo a la historia. Pero desde luego tengo esperanza en las futuras generaciones. Cuando tengo encuentros con adolescentes veo a chavales que me hacen pensar que el futuro va a ser mucho mejor que el presente que tenemos ahora ¨Dsin pensar que lo que tenemos ahora es tan malo, que a veces somos excesivamente negativos¨D¡±, considera.
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