Rafa Guerrero, psic¨®logo: ¡°Hay ni?os que se sienten traicionados cuando descubren la verdad sobre los Reyes Magos¡±
El psicoterapeuta, profesor universitario y conferenciante, reflexiona sobre c¨®mo abordar con los ni?os el momento en que descubren la verdad sin perder la magia de la Navidad
La Navidad lo cambia todo: los hogares se llenan de luces, villancicos, turrones, zumos y champ¨¢n. Los m¨¢s peque?os revolotean por la casa y algunos preparan con esmero su carta para Pap¨¢ Noel o para los Reyes Magos con una lista interminable de regalos. Pero, entre cartas y mazapanes, llega inevitablemente el d¨ªa en que los ni?os empiezan a hacer preguntas. ?C¨®mo puede Pap¨¢ Noel llegar a tantas casas en una sola noche? Si duda este es uno de los momentos m¨¢s temidos por los padres. ?C¨®mo gestionar ese instante en el que la magia y la realidad se encuentran cara a cara?
Rafa Guerrero, licenciado en Psicolog¨ªa Cl¨ªnica y de la Salud por la Universidad Complutense de Madrid, conferenciante y autor de m¨¢s de 22 libros y cuentos como Educar en el v¨ªnculo (Ed. Plataforma actual, 2020) o Trauma. Ni?os traumatizados, adultos con problemas (Ed. C¨²pula 2024), tiene claro que los ni?os suelen descubrir la verdad entre los 8 y los 10 a?os. ¡°La mayor¨ªa son muy intuitivos y empiezan a cuestionarse cosas: ?C¨®mo es posible que lleguen regalos a todos los ni?os del mundo? ?Les da tiempo? ?C¨®mo pueden entrar por la chimenea?¡±.
Adem¨¢s, Guerrero, que cuenta con m¨¢s de medio mill¨®n de seguidores en Instagram, sostiene que aferrarse a la magia en esta ¨¦poca del a?o no solo encauza la vida de los menores: ¡°Y ayuda a enfrentarse a las adversidades, convirti¨¦ndose en una necesidad b¨¢sica tanto para ni?os como para adultos¡±.
PREGUNTA. ?C¨®mo suelen los ni?os descubrir la verdad?
RESPUESTA. Lo m¨¢s com¨²n es que sea alg¨²n amiguito quien se lo diga.
P. Aun as¨ª, muchos ni?os defienden con u?as y dientes la existencia de Pap¨¢ Noel y los Reyes Magos¡
R. Es habitual rebatir lo que les dicen los amigos y aferrarse a pruebas inventadas, fruto de su imaginaci¨®n: ¡°Los he visto en mi sal¨®n¡±, ¡°Vi a Pap¨¢ Noel entrar por la chimenea¡±, ¡°?Se comieron los turrones que les dejamos!¡±. Estas pruebas forman parte de su pensamiento m¨¢gico y les permiten seguir so?ando y mantener viva la ilusi¨®n.
P. ?Los ni?os que destapan la verdad son crueles?
R. Los ni?os no tienen malas intenciones, pero les cuesta mucho mantener un secreto, y cuando es un secreto de este nivel¡ ?A¨²n m¨¢s!
P. Y¡ ?Cu¨¢ndo el ¡°chivato¡± es el hermano mayor?
R. Como padres, debemos ense?ar a los mayores a guardar el secreto y hacerlos part¨ªcipes de la magia. Pueden colaborar eligiendo los regalos, ayudando a colocarlos bajo el ¨¢rbol y, con ello, convertirse en c¨®mplices para perpetuar esa ilusi¨®n.
P. Cuando los padres sospechan que su hijo est¨¢ empezando a dudar, ?deben esperar a que pregunte o es mejor anticiparse y cont¨¢rselo de manera controlada?
R. Mi recomendaci¨®n es decirles la verdad, pero debemos encontrar el momento y el lugar adecuados.
P. Hay ni?os que se aferran a seguir creyendo¡ ?Es sano el autoenga?o?
R. ?Por qu¨¦ llamarlo autoenga?o? La magia nos ayuda a tener una vida m¨¢s encauzada. Creo que es muy necesaria; es una de las necesidades b¨¢sicas que tenemos tanto ni?os como adultos. Enfrentarnos a la vida sin magia ser¨ªa mucho m¨¢s duro. Es una necesidad inherente a los seres humanos. Los mayores, por ejemplo, en nuestro d¨ªa a d¨ªa nos enfrentamos a momentos muy duros: la muerte, el divorcio, la enfermedad. Situaciones tremendas, y creer en la magia nos ayuda a sobrevivir en los momentos m¨¢s duros de nuestra vida.
P. ?Es normal que los menores se resistan a la verdad?
R. Es algo muy humano, que nos ocurre en cualquier etapa de la vida. Para los ni?os, vivir en el pensamiento m¨¢gico es algo natural; su forma de entender el mundo est¨¢ basada en la fantas¨ªa y la imaginaci¨®n. En cambio, los adultos vivimos en el pensamiento cr¨ªtico, donde predominan la l¨®gica y la raz¨®n. Aunque se resistan a la verdad, es una etapa comprensible y hasta saludable en su crecimiento emocional.
P. ?Por qu¨¦ algunos siguen fingiendo?
R. En muchos casos, los ni?os tienen miedo de que, si lo admiten, sus padres dejen de traerles regalos. Este temor puede llevar a algunos preadolescentes, incluso hasta los 12 a?os, a mantener la ilusi¨®n de forma consciente, porque est¨¢n convencidos de que reconocer la verdad significa que los juguetes desaparecer¨¢n.
P. Y en ese momento¡ ?Los padres deber¨ªan cont¨¢rselo?
R. Cuando ya lo saben, no tiene sentido seguir manteniendo la mentira. Es importante hablar de las cosas, explicarlas y darles una narrativa clara que les ayude a entender lo que ocurre. Esto no solo refuerza su comprensi¨®n, sino que tambi¨¦n fortalece el v¨ªnculo entre padres e hijos. La confianza es fundamental en esa relaci¨®n, y ser honestos con ellos les transmite seguridad y les ense?a que pueden contar con nosotros para abordar cualquier tema, por dif¨ªcil que parezca.
P. Se ha puesto de moda decir que los padres son los pajes de los Reyes para perpetuar la magia. ?Es una buena estrategia educativa?
R. Es importante no faltar a la verdad cuando ya lo saben. Los padres debemos ser congruentes y no alargarlo demasiado. Siempre se puede justificar, pero llega un momento en el que no se puede estirar m¨¢s el chicle.
P. ?Cu¨¢l es la mejor manera de explicarle a un ni?o que Pap¨¢ Noel o los Reyes Magos no existen?
R. Podemos explicarles que somos los pap¨¢s quienes mantenemos viva esta magia con mucha ilusi¨®n y que, en el futuro, ellos tambi¨¦n podr¨¢n compartirla con su propia familia. Es importante transmitirles que todo esto forma parte de una tradici¨®n familiar que pasa de generaci¨®n en generaci¨®n. La Navidad es mucho m¨¢s que los regalos; es un momento para disfrutar con las personas que queremos y fortalecer los lazos que nos unen.
P. A veces los padres sienten miedo y se preguntan: ?Se enfadar¨¢? ?Se sentir¨¢ traicionado?
R. Es natural sentir ese miedo.
P. ?Es posible que algunos ni?os lo vivan con cierta decepci¨®n o enfado?
R. Es el gran miedo de muchos padres. Hay ni?os que se sienten enga?ados, incluso traicionados. La ¨²nica manera de resolverlo es hablando y explicando las razones. Si un ni?o se siente traicionado, los padres deben pedir perd¨®n y darle una explicaci¨®n: ¡°Siento que est¨¦s enfadado, pero perm¨ªteme explicarte por qu¨¦ lo hicimos¡±. Tambi¨¦n es importante validar sus emociones: ¡°Tienes todo el derecho a sentirte as¨ª¡±. Tan v¨¢lida es la alegr¨ªa como la tristeza; cada emoci¨®n es parte de su verdad.
P. ?C¨®mo se gestionan esas emociones para que no lo asocien a una experiencia negativa?
R. Este es un momento cr¨ªtico. Los padres, cuando los ni?os tienen 7, 8 o 9 a?os, sentimos mucho miedo de que se traumaticen o se enfaden. Sin embargo, llega un punto en el que ya no se puede sostener la creencia. El desarrollo cognitivo de los ni?os no les permite seguir creyendo en algo que cada vez les resulta menos l¨®gico. Lo mejor es afrontarlo con sinceridad y acompa?arlos en sus emociones.
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