Rafa Guerrero, psic¨®logo: ¡°El ¡®aqu¨ª no ha pasado nada¡¯ es lo que hace que un acontecimiento se convierta en traum¨¢tico en la infancia¡±
El tambi¨¦n escritor publica ¡®Trauma¡¯ un libro en el que desarrolla la idea de que cuando un menor se comporta mal o es un vago, puede que no haya un problema de conducta, sino un dolor y sufrimiento que es necesario trabajar para que el peque?o y sus padres puedan avanzar
Los traumas viven en nosotros, no se van, y lo hacen casi siempre en silencio. Los acallamos, los escondemos, pero ?conseguimos olvidarlos? Parece ser que no. As¨ª lo afirma el psic¨®logo infantojuvenil Rafa Guerrero (Madrid, 43 a?os): ¡°El trauma es generacional, las mam¨¢s y los pap¨¢s tenemos que ser conscientes de cu¨¢les son nuestras dificultades, cu¨¢les son nuestros conflictos, para poder sanar nuestros traumas y que nuestros hijos no carguen con la mochila que todos inevitablemente tenemos. Unas pesan m¨¢s, otras menos, pero todos la tenemos¡±.
Para Guerrero, el trauma tiene muchas maneras de salir a la superficie. ¡°El menor tiene pesadillas o terrores nocturnos; o son ni?os que comen mucho o, al rev¨¦s, poco. Los hay que se concentran mucho, otros que no lo hacen nada¡±, enumera. Toda esta informaci¨®n y m¨¢s est¨¢ incluida en su ¨²ltimo libro, Trauma (C¨²pula 2024). En ¨¦l, Guerrero se adentra en el universo del trauma, que define como una epidemia invisible y en el que hace un llamamiento para que ¡°todos reconozcamos nuestro trauma, hablemos sobre ello y lo adaptemos a nuestra vida¡±.
PREGUNTA. ?Existen distintos tipos de traumas?
RESPUESTA. S¨ª, existen dos tipos. En primer lugar, est¨¢ el simple, que es el que todos reconocemos, como puede ser un accidente de tr¨¢fico o el atentado del 11M, por ejemplo. Todos entendemos que es l¨®gico que ante estos acontecimientos haya un trauma y son los que llamamos de ensayo ¨²nico. Pero luego hay otro tipo de traumas que son mucho m¨¢s habituales, los llamados complejos, en los que la situaci¨®n se repite muchas veces y se mantiene en el tiempo. Por ejemplo, el ni?o que constantemente es abandonado emocionalmente o castigado. La met¨¢fora que solemos utilizar los expertos es que el simple es el martillazo, porque se da de una vez en el cr¨¢neo, te lo parte, por as¨ª decirlo. Mientras que el complejo es esa gotita que te va cayendo cada segundo, una a una. Y de primeras te puede caer una gotita en el cr¨¢neo y te hace gracia, pero claro, si cada segundo te est¨¢ cayendo una, llega un momento que te hace un agujero m¨¢s profundo que el del martillo. Llega incluso a dejarte en una situaci¨®n de indefensi¨®n aprendida absoluta [la condici¨®n de un ser humano a comportarse pasivamente, con la sensaci¨®n subjetiva de que no tiene la capacidad de hacer nada].
PREGUNTA. Cuando usted habla de trauma dice que el s¨ªntoma principal es la disociaci¨®n. ?A qu¨¦ se refiere?
RESPUESTA. A veces el ni?o que es despistado o que no se concentra en clase no lo hace por un problema de conducta, sino porque el menor est¨¢ disociando. Se produce una desconexi¨®n del lugar donde est¨¢, como puede ser en este caso el aula. Al estar traumatizado es incapaz de estar pendiente de lo que dice el profesor. Es el s¨ªntoma que m¨¢s nos deber¨ªa llamar la atenci¨®n, pero, en cambio, lo que hacemos es humo alrededor llam¨¢ndole vago o diciendo que ¡°no le echa ganas¡±. Y los que tenemos que llegar a esa conclusi¨®n, si es un problema conductual o de rendimiento o, por el contrario, es un trauma, somos los profesionales.
P. ?Qu¨¦ deber¨ªan hacer los padres y madres cuando detectan que a su hijo le pasa algo?
R. Si detectan un s¨ªntoma como puede ser que el ni?o es inquieto, muy movido o no concentra en clase, lo primero es acudir a consulta para hacer una buena evaluaci¨®n. La gran mayor¨ªa de casos que nos llegan no son por el trauma, sino porque el menor se porta mal, ha suspendido cinco asignaturas, se relaciona muy mal en el colegio¡ El 90% de los casos que llega son por dos causas principales: problemas de comportamiento y rendimiento acad¨¦mico.
P. Una vez se elabora la evaluaci¨®n y tras diagnosticar el trauma, ?c¨®mo se trabaja?
R. Hay que trabajar con toda la familia, con los pap¨¢s y con el menor que es el que ha vivido una situaci¨®n traum¨¢tica en la que no ha tenido control. Todos deben conocer la situaci¨®n, ser conscientes de la dificultad que tiene poner nombre al problema. Y estoy hablando de un trauma general, como puede ser que el ni?o ha sido sobreprotegido o que ha sido abandonado emocionalmente. Cuando se trata de casos en los que ha habido maltrato o abuso, la terapia se complica a¨²n m¨¢s. Si quien tiene el trauma es pap¨¢ o mam¨¢, tienen que saber que ellos lo han gestionado con sus herramientas de la mejor manera que han podido, pero tambi¨¦n tienen que ser conscientes que no han sido capaces de ayudar al ni?o cuando este se ha sentido rabioso o ha sentido miedo.
P. ?C¨®mo se aborda la psicoterapia del trauma?
R. Lo primero es que la familia sepa que esto tiene un nombre y que se llama trauma. Lo segundo es sanarlo, hablando de ello, expres¨¢ndolo, y no se trata solo de la expresi¨®n verbal, es mucho m¨¢s. Con los ni?os trabajamos con mu?ecos, haciendo dibujos, con arcilla, con plastilina... Existen tambi¨¦n muchas terapias enfocadas al arte o la m¨²sica. Cualquier forma de expresi¨®n, aunque sea simb¨®lica o metaf¨®rica, es tremendamente sanadora porque trabajar en una situaci¨®n que nos ha desconectado y nos ha herido emocionalmente. En un principio, este sentimiento nos va a hacer hervir. Pero es necesario que lo asentemos en nuestra psique y para ello hay que hablarlo, hay que permitir que tanto los padres como el menor sientan la misma emoci¨®n que experimentaron con el trauma, permitirse caminar por el acontecimiento traum¨¢tico porque se silenci¨® o porque no se permiti¨® que el ni?o se sintiera de esa manera. El ¡°aqu¨ª no ha pasado nada¡± es lo que al final hace que un acontecimiento se convierta en traum¨¢tico.
P. ?Qu¨¦ consecuencias tendr¨ªa el ¡°aqu¨ª no ha pasado nada¡±?
R. Este comportamiento provoca que en muchas ocasiones los padres e hijos no conecten como deber¨ªan, y que los adultos no entiendan al peque?o; quiero decir que, si el ni?o se pone rabioso y le castigo, yo como padre tendr¨¦ que cambiar ese comportamiento. Hay un proceso de psicoeducaci¨®n donde a los padres y al propio ni?o se les explica el porqu¨¦ de su mala conducta o sus malas notas para empezar la sanaci¨®n y reconectar.
P. ?Sanar implica, por ejemplo, que el ni?o se enfade?
R. S¨ª, pero poniendo l¨ªmites. Se trata de poner en marcha una educaci¨®n consciente y respetuosa, en la que la base es el acompa?amiento del menor por parte de los padres y el terapeuta e ir, poco a poco, integrando y normalizando el trauma. No consiste en que la situaci¨®n traum¨¢tica se convierta en algo agradable, porque eso es obviamente imposible. El objetivo para sanar es que el trauma se integre en la vida, aunque sea desagradable y produzca dolor, y que el ni?o y los padres puedan hablar de ello, que no sea algo de lo que se huya o que se evite.
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