Miriam Escacena: ¡°Si en otros pa¨ªses hay escuelas p¨²blicas basadas en pedagog¨ªa Montessori, deber¨ªamos hacerlo posible en Espa?a¡±
La autora del libro ¡®Comunicaci¨®n con beb¨¦s. Mis manitas hablan¡¯ explica que los tres pilares de este m¨¦todo de ense?anza son el propio ni?o, tener un ambiente preparado y el adulto que acompa?a
Hace a?os que la pedagog¨ªa Montessori dej¨® de ser una moda, aunque para muchos puede suponer cierta novedad. Sin embargo, naci¨® a principios del siglo XX de la mano de Maria Montessori, ¡°una excepcional maestra italiana que se dio cuenta en la Europa de entreguerras de la necesidad de dar una vuelta enorme a la pedagog¨ªa hasta el momento usada en las escuelas¡±, explica Miriam Escacena, ingeniera de profesi¨®n, gu¨ªa Montessori, autora del libro Comunicaci¨®n con beb¨¦s. Mis manitas hablan y organizadora del congreso gratuito internacional y online dedicado a este m¨¦todo de ense?anza, que se celebra entre el 4 y el 7 de octubre. ?En qu¨¦ consiste y qu¨¦ tiene de particular esta pedagog¨ªa? ?Es accesible para todo el mundo?
PREGUNTA. ?Ha dejado ya de ser Montessori una pedagog¨ªa que est¨¢ de moda para estar ya plenamente implementada?
RESPUESTA. Yo no dir¨ªa que est¨¢ plenamente implementada, pero desde luego que ha dejado de ser una moda si en alg¨²n momento lo fue. Cada vez hay un inter¨¦s mayor en pedagog¨ªas alternativas, y entre ellas la de Montessori destaca por su base cient¨ªfica. Cada vez m¨¢s padres y madres quieren educar a sus hijos desde otra perspectiva, poniendo al ni?o y a sus necesidades en el centro, y esta destaca por ello. Actualmente, habr¨¢ en torno a un centenar de escuelas en Espa?a (principalmente en la etapa de cero a seis a?os). En el directorio Ludus.org podemos observar claramente el incremento de iniciativas de diferentes corrientes. Pero lo que verdaderamente nos hace pensar que estamos ante un cambio de paradigma es el creciente inter¨¦s de escuelas tradicionales que est¨¢n llevando a cabo proyectos de transformaci¨®n en sus aulas, como por ejemplo el colegio p¨²blico San Benito en Madrid, el Ricardo Codorn¨ªu en Murcia, o el C.E.I.P. Antonio Machado en Talavera de la Reina (Toledo).
P. Si tuviera que definir dicha pedagog¨ªa con tres ejes, ?cu¨¢les elegir¨ªa?
R. El m¨¦todo Montessori se basa en tres pilares fundamentales: el ni?o, el ambiente preparado y el adulto que acompa?a. En primer lugar, sin duda alguna, el ni?o en el centro, esa es la base de la pedagog¨ªa Montessori. Todo lo que se hace y c¨®mo se hace es para adaptarnos a ¨¦l y conseguir que desarrolle al m¨¢ximo todo su potencial. Est¨¢ claro que cada menor de edad tiene unos ritmos distintos, y con el m¨¦todo Montessori nos adaptamos a ellos.
Por ejemplo, si un alumno tiene inter¨¦s por las letras a los tres a?os, desde una pedagog¨ªa como Montessori se le acompa?ar¨¢ y ayudar¨¢ a aprovechar al m¨¢ximo los llamados periodos sensibles, pero tambi¨¦n se respetar¨¢ que otro, a los cinco, todav¨ªa no est¨¦ preparado a nivel cognitivo para adquirir este aprendizaje. Eso hace que aprendan seg¨²n sus intereses, con lo que redunda en un aprendizaje mucho m¨¢s significativo.
Respecto del ambiente preparado, se toma conciencia de la importancia de adecuar el espacio en el que se va a desenvolver el ni?o, ya que gracias a su mente absorbente ir¨¢ adquiriendo todos sus aprendizajes, simplemente observando y actuando en el d¨ªa a d¨ªa (lo que la doctora Montessori llam¨® ¡°mente absorbente¡± hoy sabemos que es la plasticidad cerebral, que es especialmente relevante en la infancia). En este sentido, dise?amos ambientes de aprendizaje y seleccionamos materiales educativos poniendo ¨¦nfasis en la experimentaci¨®n sensorial.
Y, por ¨²ltimo, es necesaria una preparaci¨®n del maestro y actuar con un gran amor por el ni?o. Este es quiz¨¢ el reto m¨¢s dif¨ªcil de lograr, ya que implica cambiar nuestra mirada a la infancia y, poco a poco, desterrar patrones adquiridos de nuestra sociedad que est¨¢n normalizados, como educar con m¨¦todos conductistas basados en premios y castigos, hacer todo por los ni?os aunque puedan hacerlo (no permitiendo que se desarrolle su autonom¨ªa), o desligar las emociones del proceso educativo.
P. ?Es el m¨¦todo Montessori para todos?
R. La ratio profesor/alumno que hay en los centros con esta pedagog¨ªa hace que sea mucho m¨¢s f¨¢cil atender las necesidades de cada alumno. Por ejemplo, en un aula tradicional puede haber unos 25 ni?os y un maestro, en una escuela Montessori habr¨¢ dos o tres adultos para un grupo de 25. Por tanto, es un m¨¦todo v¨¢lido para cualquier menor, incluso est¨¢ demostrada su eficacia en aquellos con necesidades especiales o espec¨ªficas. Adem¨¢s, se mezclan peque?os de diferentes edades, por lo que en el aula hay materiales educativos para diferentes niveles y, en consecuencia, es m¨¢s f¨¢cil crear un curr¨ªculo espec¨ªfico adaptado al desarrollo de cada uno.
P. Siguen siendo centros caros. ?Por qu¨¦ no logran una financiaci¨®n para que m¨¢s ni?os puedan acceder a ellos?
R. Las escuelas que se basan en esta pedagog¨ªa suelen ser iniciativas de familias que defienden otro tipo de educaci¨®n m¨¢s respetuosa con la infancia. No reciben dinero ni ayudas de las administraciones p¨²blicas, por tanto, en la mayor¨ªa de las ocasiones, ven la luz gracias a la inversi¨®n del propio patrimonio familiar bajo su propia cuenta y riesgo. Esto forma parte de un debate pol¨ªtico que deber¨ªa abrirse y en el que se cuestionar¨¢ cu¨¢l deber¨ªa ser el verdadero objetivo de la educaci¨®n y que tuviese en cuenta la irrupci¨®n en nuestro pa¨ªs de iniciativas que defienden nuevos formatos educativos avalados por la neurociencia. En los ¨²ltimos 40 a?os llevamos nueve reformas legislativas del sistema educativo espa?ol, que se quedan en lo superficial, y ha llegado el momento de plantearse un verdadero cambio. Si en Italia, EE UU e incluso Argentina hay escuelas p¨²blicas basadas en pedagog¨ªa Montessori, deber¨ªamos hacerlo posible en Espa?a.
P. Si una familia no puede costear un centro, ?c¨®mo puede acceder a sus ense?anzas?
R. Cada vez hay m¨¢s familias que se forman por su cuenta y est¨¢n aplicando el m¨¦todo Montessori como filosof¨ªa de crianza y educaci¨®n, y hay cada vez m¨¢s cursos en los que se da a conocer esta pedagog¨ªa tambi¨¦n a padres y madres para que puedan aplicarla en casa. Los docentes tambi¨¦n se est¨¢n formando para aplicar el m¨¦todo en sus aulas de escuelas tradicionales, tanto p¨²blicas como privadas o concertadas. Por tanto, aunque las familias no puedan acceder a un centro 100% Montessori, s¨ª que pueden encontrar proyectos educativos muy interesantes en escuelas tradicionales, especialmente en la etapa de cero a seis a?os.
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