Las malas rutinas de sue?o fomentan el sobrepeso en ni?os y adolescentes
Dormir menos horas de las recomendables contribuye a la actual epidemia de obesidad, pues eso afecta al rendimiento escolar y favorece comportamientos sedentarios. Padres, m¨¦dicos y escuelas son las tres patas claves para ponerle freno
La obesidad y el sobrepeso llevan a?os instalados en la poblaci¨®n infantil y adolescente espa?ola. Uno de los motivos que contribuyen a su aparici¨®n est¨¢ relacionado con una inadecuada rutina de sue?o asociada a una mala alimentaci¨®n. ¡°Dormir poco o mal produce una disminuci¨®n de la liberaci¨®n de leptinas, que son unas hormonas que intervienen en el control de la saciedad, as¨ª como un incremento de la liberaci¨®n de grelinas ¡ªhormonas gastrointestinales identificadas como un potente regulador de la alimentaci¨®n y control del peso corporal¡ª¡°, asegura el doctor Diego Garc¨ªa-Borreguero, director m¨¦dico internacional del Instituto del Sue?o de Madrid. Ambas sustancias, junto con la insulina, regulan el centro del apetito en el cerebro. ¡°El efecto es el incremento del hambre, con el consiguiente incremento de peso a largo plazo. A todo esto se a?ade el hecho de que las personas que duermen poco tienen una mayor predilecci¨®n por los alimentos dulces¡±, mantiene este experto.
El problema de la obesidad infantil ha quedado ratificado por diversos estudios como ALADINO 2019 que, con una muestra representativa de escolares de ambos sexos de seis a nueve a?os, establece una prevalencia de sobrepeso del 23,3% y de obesidad del 17,3%. Por su parte, el reciente informe PASOS 2022, que analiza a menores con edades entre los ocho y los 16 a?os, recoge que el 33,4% de ellos presenta sobrepeso u obesidad. Datos que se encuentran en consonancia con los obtenidos por la investigaci¨®n realizada por la Iniciativa de Vigilancia de la Obesidad Infantil en 33 pa¨ªses de la Regi¨®n Europea de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), con una muestra de 411.000 ni?os y ni?as de seis a nueve a?os, entre 2018 y 2020. Esta ¨²ltima investigaci¨®n sit¨²a, lamentablemente, a Espa?a en el tercer pa¨ªs europeo con mayor prevalencia de sobrepeso y el cuarto en obesidad.
En 2021 se public¨® el estudio Exploraci¨®n del sue?o como un factor de riesgo espec¨ªfico para la salud mental y metab¨®lica deficiente: un estudio del biobanco del Reino Unido, en la revista Nature and Science of Sleep. El objetivo era descubrir de qu¨¦ manera la falta de sue?o afectaba a una salud mental y metab¨®lica deficiente en el futuro. Para su desarrollo, un equipo multidisciplinar analiz¨® los datos de 84.404 pacientes de Atenci¨®n Primaria presentes en la base de datos p¨²blica de pacientes del biobanco del Reino Unido, una base de datos nacional que se usa de forma aleatoria para investigaciones m¨¦dicas. Los investigadores concluyeron que la duraci¨®n extremadamente corta del sue?o (menos de cinco horas diarias) aument¨® el riesgo de diabetes en un 58% y de obesidad en un 48% en comparaci¨®n con aquellos que dorm¨ªan unas siete u ocho horas cada noche.
Adquisici¨®n de buenos h¨¢bitos de sue?o
El papel de la familia en la buena adquisici¨®n de h¨¢bitos de sue?o de los hijos es fundamental, sobre todo en sus primeros a?os. Por ello, Garc¨ªa-Borreguero insiste en la necesidad de mantener unas rutinas de sue?o y de vigilia regulares: ¡°De ese modo, la funci¨®n del reloj biol¨®gico, que controla cu¨¢ndo dormimos o estamos despiertos, se ve fortalecida y regular¨¢ con mayor facilidad y predictibilidad el sue?o¡±. Para el experto, los ni?os que por motivos ambientales o educacionales no fortalecen esta funci¨®n suelen tener mayores dificultades para iniciar y mantener el sue?o a lo largo de su vida adulta.
Los progenitores no son los ¨²nicos responsables de que sus hijos tengan una buena rutina de sue?o, seg¨²n la doctora Amanda Fern¨¢ndez Men¨¦ndez, pediatra especialista en Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n en el Instituto de Sobrepeso y Obesidad del madrile?o Hospital Universitario Fundacio?n Jime?nez D¨ªaz: ¡°Los profesionales sanitarios son corresponsables de la salud de la unidad familiar¡±. As¨ª, esta experta considera que hay que trabajar con la familia, ofreciendo educaci¨®n alimentaria y de ejercicio f¨ªsico, ¡°puesto que es el abordaje multifamiliar el que ha demostrado mejoras a corto, medio y largo plazo en el seguimiento de estos pacientes¡±.
En el caso concreto de la poblaci¨®n infantil y adolescente, las alteraciones del sue?o, tanto en calidad como en cantidad, suponen una causa establecida de la actual epidemia de obesidad. Para incorporar una buena higiene de sue?o, Fern¨¢ndez Men¨¦ndez recomienda que la poblaci¨®n escolar duerma de 9 a 11 horas diarias y los preescolares, de 11 a 13. ¡°La disminuci¨®n en estos tiempos, adem¨¢s de afectar al rendimiento escolar y, por tanto, a su autoestima, favorece los comportamientos sedentarios al disponer de menor energ¨ªa durante el d¨ªa y existe tambi¨¦n disrupci¨®n en la secreci¨®n de las hormonas que participan en la regulaci¨®n del hambre y saciedad, aumentado la primera y contribuyendo al desequilibrio energ¨¦tico que promueve el exceso de peso¡±.
En el esfuerzo por mejorar el sue?o de ni?os y adolescentes, las escuelas son el tercer agente, junto con las familias y profesionales de la salud, para conseguir ese objetivo, tanto por el tiempo que pasan en ellas como por la implicaci¨®n emocional. En esta l¨ªnea, prosigue Fern¨¢ndez Men¨¦ndez, los centros educativos suponen, sin duda, una oportunidad de educaci¨®n nutricional y de actividad f¨ªsica, que posteriormente puede trasladar el propio alumno a su ambiente familiar: ¡°De modo que la educaci¨®n familiar tambi¨¦n se beneficia de las medidas escolares¡±.
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