Ver¨®nica Macedo, fundadora de Saniclown: ¡°Los padres y madres son los mejores payasos del mundo para sus hijos¡±
Desde 2004, la payasa Amandina ejerce como ¡®clown¡¯ en centros m¨¦dicos madrile?os donde acompa?a, junto con el equipo de su ONG, a menores enfermos de c¨¢ncer: la empat¨ªa y la conciencia de la vulnerabilidad del ni?o son fundamentales para el correcto desarrollo de su profesi¨®n
Con solo 12 a?os se enamor¨® del mundo del teatro. Una pasi¨®n que, pese a la resistencia de su familia, le llev¨® a emprender ese camino y cursar estudios en el Conservatorio Nacional de Arte Dram¨¢tico de Buenos Aires (Argentina). Ver¨®nica Macedo o, lo que es lo mismo, La Payasa Amandina (Buenos Aires, 47 a?os), es la fundadora de Saniclown, una organizaci¨®n que inici¨® su actividad en Espa?a en 2004, visitando a los ni?os ingresados en el ¨¢rea de oncolog¨ªa del Hospital Infantil Universitario Ni?o Jes¨²s, en Madrid. Actualmente, est¨¢ presente tambi¨¦n en otros tres centros de la capital espa?ola: el Hospital Universitario Gregorio Mara?¨®n, Hospital Universitario Infanta Leonor y el Hospital Cl¨ªnico San Carlos.
Esta Asociaci¨®n Nacional de Clowns de Hospital sin ?nimo de Lucro ha sido declarada de Utilidad P¨²blica Nacional. La integran un grupo de payasos y payasas que acompa?an a pacientes y personal m¨¦dico en los centros hospitalarios con el objetivo de humanizar el entorno sanitario y, al mismo tiempo, reivindicar el valor profesional y art¨ªstico del clown.
PREGUNTA. ?En qu¨¦ momento decidi¨® dirigir su formaci¨®n en arte dram¨¢tico al acompa?amiento de ni?os y adolescentes que se encuentran ingresados en los hospitales?
RESPUESTA. Desde muy peque?a siempre me ha interesado el ¨¢mbito social. Uno de los momentos que me hizo dirigir mi formaci¨®n hacia el mundo de los clown est¨¢ relacionado con una charla que el artista Siro L¨®pez ofreci¨® cuando yo era docente de Arte Dram¨¢tico en la carrera de Locuci¨®n Nacional en Argentina. Durante su conferencia habl¨® de su experiencia en los campos de refugiados en Bosnia. Cont¨® que, en una ocasi¨®n, se le acerc¨® una abuela que le dijo que en el campo de refugiados ten¨ªan pa?ales, agua y comida, pero no ten¨ªan ganas de vivir. Y que, sin embargo, cuando vio a su nieto re¨ªr volvi¨® a conectar con la alegr¨ªa. Posteriormente, vi la pel¨ªcula Patch Adams, interpretada por Robin Williams. Entonces, descubr¨ª mi verdadera vocaci¨®n y mi inter¨¦s por conocer al aut¨¦ntico Patch Adams, un m¨¦dico estadounidense que es conocido como el inventor de la risoterapia con fines m¨¦dicos y terap¨¦uticos. Tiempo despu¨¦s tuve la oportunidad de conocerle en una visita que hizo a Argentina. Esa conexi¨®n y trabajar con ¨¦l en algunos hospitales con su equipo fue maravillosa. De esta manera se inici¨® el programa de payasos de hospital en Argentina que, hasta entonces, era inexistente. Ejercer como clown es fascinante y complejo. Creo que es m¨¢s f¨¢cil conmover con una obra de Federico Garc¨ªa Lorca que hacer re¨ªr.
P. ?Cu¨¢ndo inicia el acompa?amiento en entornos hospitalarios?
R. A los dos a?os de empezar el programa de payasos de hospital en Argentina viaj¨¦ a Espa?a. Ven¨ªa con una expectativa enorme de Sudam¨¦rica pensando que iba a poder trabajar a pulm¨®n, pero me di cuenta de que aqu¨ª era muy complicado entrar en un hospital. Contact¨¦ con dos profesoras de Educaci¨®n Infantil, a trav¨¦s de un grupo de educaci¨®n en el que reflexion¨¢bamos sobre temas educativos. Estas docentes ten¨ªan dos amigas m¨¦dicas: una de ellas era pediatra, hac¨ªa la residencia en la especialidad de oncolog¨ªa en el Hospital Universitario Ni?o Jes¨²s, y la otra era m¨¦dica cl¨ªnica para personas mayores. De esta manera, se form¨® un grupo que recib¨ªamos formaci¨®n del ¨¢mbito hospitalario, sobre enfermedades, terminolog¨ªa y tambi¨¦n de psicolog¨ªa, porque yo sab¨ªa hacer re¨ªr como actriz para adultos pero no para beb¨¦s. La psicolog¨ªa de un beb¨¦ es sorprendentemente diferente a la de un adulto. Resulta fant¨¢stico cuando a trav¨¦s de una repetici¨®n o de un color consigues la carcajada de un beb¨¦. Tras un a?o de formaci¨®n comenzamos a trabajar en el Hospital Universitario Ni?o Jes¨²s en oncolog¨ªa pedi¨¢trica, y luego se hizo extensivo a otros centros madrile?os.
P. ?Se define como payasa o clown?
R. Soy payasa y soy clown, las dos cosas. A¨²n nos cuesta entender el valor de la palabra payasa. Es una pena que se haga un mal uso de ella y tambi¨¦n que la profesi¨®n no se ejerza de manera adecuada. Muchas personas piensan que con disfrazarse y ofrecer globos es suficiente para ejercer de payasa. Eso no nos hace bien a los payasos.
P. ?Qu¨¦ componentes diferencian la interpretaci¨®n en un escenario tradicional de una representaci¨®n en el ¨¢mbito sanitario infantil y juvenil?
R. Quien va a un teatro compra una entrada para ver una representaci¨®n que le interesa. Es una persona predispuesta, con cierta exigencia, que sabe a lo que va. Sin embargo, en el ¨¢mbito hospitalario cuando entramos en una habitaci¨®n no se nos espera, salvo que el ni?o tenga un ingreso prolongado. En esos momentos hay que articular que el otro acepte y quiera que atravieses esa puerta de privacidad en un momento vulnerable de su vida. Entras en una habitaci¨®n, donde el ni?o o adolescente est¨¢ en pijama, acompa?ado de una mam¨¢ que puede haber pasado una mala noche. Puede que el ni?o haya estado mucho tiempo con pantallas como ¨²nico modo de entretenimiento, que est¨¦ cansado, con medicaci¨®n, etc¨¦tera. Y, entonces, entramos nosotros con un personaje que tiene que estar muy construido, que debe resultar cercano para que un ni?o o ni?a tenga ganas de cogerle la mano y caminar con ¨¦l o invitarle a jugar. Hay que conseguir que el primer impacto sea un ¡°s¨ª, quiero¡±.
P. ?Qu¨¦ papel tienen las emociones en los entornos hospitalarios?
R. Las emociones en los entornos hospitalarios est¨¢n a flor de piel. La persona muestra una vulnerabilidad especial. A pesar de que hay cero presupuesto para humanizaci¨®n en la Comunidad de Madrid, estos ¨²ltimos a?os siento una gran conciencia de toda la parte m¨¦dica y bastante m¨¢s acompa?amiento en el entorno pedi¨¢trico. A pesar del cansancio, de las guardias, son siempre cercanos y sensibles. Para nosotros, en Saniclown es importante que nuestra presencia en una habitaci¨®n sea un momento para la emoci¨®n, para canalizar las emociones.
P. ?C¨®mo describe el recibimiento que hacen los ni?os hospitalizados cuando entran en sus habitaciones?
R. Extraordinario, pese a que competimos con las pantallas. Hay veces que est¨¢n enganchados a las nuevas tecnolog¨ªas por el tiempo que pasan all¨ª, el cansancio, no tener compa?¨ªa de su edad, etc¨¦tera. A veces, tienden a estar demasiado tiempo con los dispositivos. Pero, pese a ello, a menudo conseguimos volver al juego esencial entre seres humanos.
P. ?De qu¨¦ manera afronta ese primer contacto trat¨¢ndose de ni?os que, a veces, tienen una historia de salud complicada?
R. Para afrontarlo es esencial el autocuidado emocional del payaso y saber muy bien cu¨¢l es su tarea para no equivocarse y hacer una intervenci¨®n contraproducente con una situaci¨®n delicada de salud. Es necesario que estemos totalmente informados por el equipo m¨¦dico y emocionalmente fuertes para hacer frente a situaciones como la que viven los ni?os que est¨¢n ingresados en paliativos. Ante este desaf¨ªo, nuestra formaci¨®n es fundamental para que podamos apoyarles y darles m¨¢s fuerzas en esa situaci¨®n.
P. ?Cree que la sonrisa es terap¨¦utica?
R. Completamente. La sonrisa es una conexi¨®n desde el alma. Una persona que te mira con una sonrisa te cambia toda la percepci¨®n de una experiencia. Una sonrisa genera alivio.
P. ?C¨®mo valoran las familias de los ni?os hospitalizados su presencia?
R. Con gratitud. Se ponen a nuestro lado porque ellos tambi¨¦n necesitan tener fuerza y alegr¨ªa, pese a que muchos de ellos tienen hijos con situaciones de salud complicadas. Se agarran a la propuesta del payaso y, muchas veces, nos superan, porque cuando los padres y madres hacen de payasos son los mejores payasos del mundo para ese ni?o o ni?a.
P. Cu¨¢ndo finaliza su jornada, ?con qu¨¦ se queda?
R. Con todos los instantes m¨¢gicos que nos han regalado las familias y que dan sentido a lo que hacemos. Me quedo con los momentos que el equipo comparte para que vuelvan a pasar por nuestro coraz¨®n.
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