C¨®mo criar sin sobreproteger: entender que los hijos no nos pertenecen y confiar en su capacidad
La protecci¨®n hacia los hijos es un sentimiento instintivo, pero sobrepasar los l¨ªmites provoca que los menores se sientan frustrados, tengan baja autoestima y sean dependientes
Educar y acompa?ar la infancia de los hijos resulta muy complejo y complicado en muchas ocasiones. Las familias tratan de hacerlo del mejor modo que saben y pueden, desde su enfoque de crianza, su experiencia personal de vida y su modo de ver la crianza, adem¨¢s de su situaci¨®n personal, que tambi¨¦n influye en todo ello. En un inicio, antes de ser padres, quiz¨¢s creyeron en un modelo de educaci¨®n concreto, pero de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica existe un gran abismo, y una vez se est¨¢ en situaci¨®n el pensamiento dista mucho de la realidad que se lleva finalmente a cabo. La protecci¨®n hacia los hijos es un sentimiento instintivo que nace de manera natural, mam¨ªfera, que permite al padre, a la madre, a la familia, querer, cuidar, amar y ofrecer lo mejor que tiene a su criatura. Pero, en ocasiones, esta protecci¨®n se torna en sobreprotecci¨®n, convirti¨¦ndose en todo lo contrario a lo que se deseaba alcanzar con dicha protecci¨®n en un inicio.
Proteger proporciona todo lo que el ni?o precisa para vivir en cuanto a necesidades y a derechos b¨¢sicos como son la salud, el hogar, la educaci¨®n, el bienestar social y emocional, etc¨¦tera. El menor tiene que tenerlas cubiertas para su adecuado desarrollo. A veces se confunde la protecci¨®n con la sobreprotecci¨®n, que a?ade otros factores tales como evitarle situaciones de frustraci¨®n, hacer por ¨¦l todo aquello que suponga su esfuerzo y un largo etc¨¦tera que puede resultar interminable si los progenitores no son capaces de detectar la delgada l¨ªnea que separa ambos t¨¦rminos.
La sobreprotecci¨®n lleva a criar menores con un patr¨®n de conducta muy marcado. Existen tres aspectos que se pueden destacar:
- La autonom¨ªa personal se ve totalmente afectada. Son ni?os que no saben tomar decisiones por s¨ª mismos, dudan de sus capacidades y necesitan de aprobaci¨®n continua por parte de su entorno.
- Falta de autoestima. Al no saber hacer por s¨ª mismos aquellas tareas de la vida diaria, se sienten poco v¨¢lidos, sienten que su sentido de pertenencia no es el adecuado, ya que no se sienten ¨²tiles ni funcionales en su entorno familiar o social. Esto hace que la confianza en s¨ª mismos se vea afectada, y sientan que no son suficiente.
- Baja tolerancia a la frustraci¨®n. Al verse ante situaciones cotidianas de frustraci¨®n, no saben reaccionar, gestionar y acompa?ar sus emociones y canalizarlas en buscar soluciones. Tienen baja exposici¨®n a la frustraci¨®n y, por lo tanto, baja capacidad de resoluci¨®n de conflictos.
?C¨®mo se puede educar sin sobreproteger?
- Confianza en su capacidad. Es necesario e imprescindible darle libertad en sus elecciones, que desde que tenga 2 o 3 a?os aprenda a tomar decisiones de su d¨ªa a d¨ªa, tales como qu¨¦ ropa va a llevar para dar un paseo o qu¨¦ fruta va a tomar de postre. Las peque?as decisiones que tome har¨¢n que adquiera dicha capacidad para poder ir generaliz¨¢ndola a lo largo de su vida.
- Favorecer la autonom¨ªa personal. Es importante acompa?ar al ni?o en sus aprendizajes a la vez que se le ofrece la confianza y la capacidad para realizar algo; es decir, necesita sentir que est¨¢n junto a ¨¦l del mismo modo que necesita que le alienten a alcanzar nuevos objetivos, creyendo en ¨¦l y en sus capacidades. El ser humano es un ser social, pero tambi¨¦n debe aprender a ser independiente y aut¨®nomo.
- Validar las emociones. Hablar de las emociones es b¨¢sico y necesario para el ser humano en cualquier etapa. El menor necesita adquirir vocabulario emocional desde que comienza a comunicarse, ya que en momentos de frustraci¨®n ser¨¢ necesario poner palabras a lo que sienta, verbalizar y expresar aquello que le suceda, a la vez que adquiera herramientas y estrategias de gesti¨®n y acompa?amiento emocional para poder expresar sus emociones de manera funcional y adecuada.
- El error como parte del aprendizaje. Tratar de evitar la frustraci¨®n a los hijos, creyendo que as¨ª ser¨¢n m¨¢s felices, cobij¨¢ndoles bajo las alas de pap¨¢ y mam¨¢, los convierte en seres humanos que no se han expuesto nunca a los retos, al conflicto o a una negativa y, por lo tanto, no tienen capacidad de resoluci¨®n ni b¨²squeda de respuestas ante situaciones de este tipo. Aprender del error es parte del aprendizaje y, por ello, del ¨¦xito.
- Los hijos no nos pertenecen. En alg¨²n momento tendr¨¢n que salir del nido y aprender a volar solos, y la sobreprotecci¨®n no les prepara para la vida adulta, sino que les hace dependientes, genera inseguridad, baja autoconfianza y da?a su autoconcepto.
Es evidente que el menor necesita de protecci¨®n a lo largo de su infancia. Pero esta nunca debe ser excesiva, ya que si se sobreprotege los padres estar¨¢n exponi¨¦ndole a estar desprotegido durante su vida adulta. Esta protecci¨®n debe ser sana, que le proporcione un v¨ªnculo de apego seguro hacia su familia, donde este acompa?amiento le genere las ra¨ªces que necesita para poder volar cuando se sienta preparado, con el apoyo de quienes le aman de manera incondicional.
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