11 pasos para que tu hijo no sea un ni?o sobreprotegido
Los padres quieren favorecer con sus hijos una relaci¨®n ¨ªntima y cercana. El ¨¦xito en la educaci¨®n radica en fomentar su crecimiento y autonom¨ªa, la confianza y la autoestima de los ni?os
Una de las caracter¨ªsticas m¨¢s distintivas del ser humano en el momento del nacimiento es su inmadurez. Venimos a este mundo con la necesidad de vincularnos a nuestras figuras de apego puesto que no somos capaces de sobrevivir sin la presencia de ¡°un otro¡±. Generalmente decimos que el ser humano es dependiente en el momento del nacimiento, pero dicha dependencia es consecuencia de la absoluta inmadurez con la que nacemos. Es por ello por lo que se hace necesario, imprescindible dir¨ªa yo, que exista, al menos, una persona que se encargue de aportarnos todo aquello que necesitamos (alimentaci¨®n, cari?o, protecci¨®n, techo, calma en los momentos de agitaci¨®n, etc¨¦tera). De ah¨ª que sea tan relevante la existencia de ¡°un otro¡± con buenas intenciones. Es cuesti¨®n de supervivencia, de vida o muerte que alguien se haga cargo de nosotros.
Por lo tanto, a lo largo de los primeros a?os de vida, el ser humano es dependiente de sus figuras de apego. ?En alg¨²n momento pasamos de ser dependientes a ser independientes emocionalmente hablando? No, jam¨¢s lleguemos a ser independientes en lo que a regulaci¨®n de las emociones se refiere. En muchas ocasiones escuchamos frases del tipo ¡°yo quiero que mi hijo sea independiente¡± o ¡°nosotros favorecemos la independencia de nuestros hijos¡±. El problema es que el ser humano no llega a ser independiente nunca. Lo que s¨ª que podemos es convertir la dependencia t¨ªpica de la infancia en una autonom¨ªa emocional. Eso s¨ª. ?Cu¨¢ndo podemos considerar que la persona no es dependiente y s¨ª aut¨®noma emocionalmente? Cuando, como padres, les hemos aportado a nuestros hijos lo que han necesitado. En este punto, es importante diferenciar entre necesidades y deseos o caprichos. Como padres debemos cubrir las diferentes necesidades que presentan nuestros hijos (alimentaci¨®n, descanso, techo, regulaci¨®n de las emociones, etc.). En funci¨®n del modo y la cantidad de necesidades que les cubramos, conseguiremos que nuestros hijos sean m¨¢s seguros y resilientes o todo lo contrario. En cambio, los deseos o los caprichos (tener un m¨®vil, realizar un viaje, comprar unas chuches, etc.) son complementarios y en algunos casos pueden mejorar nuestra calidad y estilo de vida, pero desde luego, no suponen una necesidad que debamos cubrir, puesto que la supervivencia no est¨¢ en juego con la satisfacci¨®n de estos deseos.
Si queremos que nuestros hijos cuando sean adultos tengan una autoestima alta es imprescindible que sean protegidos, atendidos, tratados con cari?o y que seamos emp¨¢ticos con ellos. La gran mayor¨ªa de adultos que tienen una autoestima baja y se muestran inseguros es porque tuvieron unos padres y unos maestros que no les atendieron como deb¨ªan y no les miraron incondicionalmente. Como dec¨ªamos, si no satisfacemos las necesidades de nuestros hijos, corremos el riesgo de que sea una persona dependiente a lo largo de toda su vida.
Los padres que desarrollan en sus hijos un apego ansioso-ambivalente son muy variables en sus respuestas ante las necesidades de sus hijos
Podr¨ªamos enumerar varias caracter¨ªsticas que favorecen el hecho de que desarrollemos un apego seguro en nuestros hijos, pero nos vamos a centrar en las dos m¨¢s relevantes. La primera caracter¨ªstica del apego seguro es una correcta vinculaci¨®n con nuestros hijos. Esto implica que les otorgamos contextos de seguridad. Se sienten protegidos, seguros y confiados. No debemos olvidar que el ser humano nace inmaduro y, por lo tanto, necesita de esta protecci¨®n. La segunda caracter¨ªstica del apego seguro tiene que ver con el hecho de que favorezcamos su autonom¨ªa. Esto implica que debemos permitir que nuestros hijos sean curiosos y exploren el entorno en el que se desarrollan. Sin estas dos caracter¨ªsticas no podr¨ªamos hablar de apego seguro.
?Y qu¨¦ sucede cuando estamos sobreprotegiendo a nuestros hijos? Dec¨ªamos antes que las dos caracter¨ªsticas b¨¢sicas que debemos cumplir para desarrollar un apego seguro en nuestros hijos son la protecci¨®n y la autonom¨ªa. Pues bien, en el caso de la mayor¨ªa de padres sobreprotectores, la autonom¨ªa y la exploraci¨®n no las suelen fomentar. Esto implica que estos ni?os excesivamente protegidos suelen mostrarse inseguros, dependientes, con poca iniciativa, etc.. Este perfil suele coincidir con el apego ansioso-ambivalente, en donde los padres suelen actuar en funci¨®n de sus propios miedos y no les permiten a sus hijos que sean aut¨®nomos. Claro, lo contrario de la autonom¨ªa emocional es la dependencia. Suelen ser padres inmaduros, con pocas estrategias de regulaci¨®n emocional y con un predominio de su hemisferio derecho, que es el hemisferio emocional.
En el caso de la mayor¨ªa de padres sobreprotectores, la autonom¨ªa y la exploraci¨®n no las suelen fomentar
Los padres que desarrollan en sus hijos un apego ansioso-ambivalente son muy variables en sus respuestas ante las necesidades de sus hijos. Ante una necesidad emocional, como puede ser que su hijo est¨¦ triste por haber discutido con un amigo, suelen dar respuestas muy ambivalentes: en ocasiones le calman de manera adecuada; a veces le dan al ni?o lo que no necesita (aqu¨ª no puedo evitar acordarme de la genial frase de Miguel Gila: cuando mi madre ten¨ªa fr¨ªo, me pon¨ªa una chaqueta por encima); y en otras ocasiones responden de manera exagerada (acuden de manera excesivamente preocupada al lugar donde el ni?o se ha ca¨ªdo al suelo, lo que hace que el ni?o se preocupe a¨²n m¨¢s). Por lo tanto, el lema del ni?o ansioso-ambivalente es hoy no s¨¦ si mis padres me dar¨¢n lo que necesito. Son ni?os que no les dejan desarrollarse por el propio miedo de sus padres.
?Qu¨¦ podemos hacer y fomentar para evitar la sobreprotecci¨®n? A continuaci¨®n se describen una serie de caracter¨ªsticas para reforzar la autonom¨ªa, la confianza y la autoestima de nuestros hijos:
- Los padres debemos saber gestionar nuestras propias emociones: si todos los padres nos planteamos como objetivo que nuestros hijos sean capaces de autogestionarse emocionalmente, es imprescindible que nosotros seamos capaces de gestionar nuestras propias emociones
- Aprender de los errores: es importante que nuestros hijos aprendan de sus errores y fracasos. En ocasiones, de manera inconsciente, no les dejamos que se equivoquen y nos adelantamos a sus errores. Hagamos de la experiencia una fuente de aprendizaje.
- Los ni?os deben sufrir moderadamente con sus padres: ?qu¨¦ mejor lugar para aprender a regular la rabia, la tristeza y la frustraci¨®n que cuando somos peque?os y estamos con nuestros padres? La familia es el mejor contexto para aprender a sufrir y tolerar las frustraciones que van a tener que encarar cuando sean mayores.
- Cuidado con favorecer excesivamente la autonom¨ªa: dec¨ªamos anteriormente que la autonom¨ªa es uno de los pilares del apego seguro, pero si favorecemos en exceso la autonom¨ªa y la exploraci¨®n y no cuidamos la intimidad y la protecci¨®n, estaremos desarrollando un estilo de apego ansioso-evitativo en nuestros hijos. El objetivo no es favorecer la independencia en nuestros hijos sino su autonom¨ªa.
- Si queremos ni?os emp¨¢ticos, debemos mostrarnos emp¨¢ticos: queremos que nuestros hijos crezcan felices, sensibles y emp¨¢ticos, pero si nos planteamos estos objetivos con ellos, la mejor manera de conseguirlo es mostr¨¢ndonos emp¨¢ticos y sensibles con ellos. Nuestros hijos no podr¨¢n ser emp¨¢ticos si no les hemos mirado, apoyado y amado incondicionalmente cuando eran peque?os.
- Tolerancia a la frustraci¨®n: en la sociedad en la que vivimos se hace muy necesario que nuestros hijos sepan manejar la frustraci¨®n y los tiempos de espera. La vida cotidiana tiene multitud de circunstancias que implican incertidumbre y momentos de aburrimiento. Es necesario que permitamos que nuestros peque?os se enfrenten a estas situaciones y aprenden a gestionarla
- La profec¨ªa autocumplida: las expectativas que tenemos respecto a nuestros hijos tienden a cumplirse. M¨¢gico, ?verdad? Se le conoce con el nombre de la teor¨ªa de la profec¨ªa autocumplida o el efecto Pigmali¨®n. El motivo es que nuestros hijos tienden a cumplir aquellos objetivos, metas o expectativas que les ponemos. Por este motivo es necesario que seamos conscientes de las expectativas que les establecemos, teniendo especial cuidado con que sean alcanzables.
- Los ni?os se pueden enfrentar a casi todas las emociones: los adultos sufrimos mucho cuando vemos a nuestros cachorros pasarlo mal. Sin embargo, la evidencia emp¨ªrica nos demuestra que nuestros hijos se pueden enfrenar a las diferentes emociones. Solo hay una excepci¨®n: el ¨²nico momento en que nuestros ni?os lo pueden pasar mal es cuando el adulto est¨¢ viviendo una emoci¨®n desgarradora y, por lo tanto, no tiene ning¨²n control sobre la emoci¨®n y la situaci¨®n.
- Si quieres, puedes: es frecuente escuchar frases y mensajes de este tipo. Debemos tener cuidado con ellas porque dejamos todos los objetivos al alcance de nuestros hijos si se esfuerzan, y esto no siempre es as¨ª. A veces no es que no quieran, si no, que no pueden alcanzar algo
- Establece l¨ªmites claros: los ni?os y los adultos necesitamos una serie de l¨ªmites en los diferentes contextos en los que nos movemos. Decir ¡°no¡± o un ¡°s¨ª condicional¡± son una manera de mostrar nuestro cari?o a los m¨¢s peque?os.
- Refuerza las actitudes de tus hijos: los estudios de Carol Dweck llegan a la conclusi¨®n de que es m¨¢s efectivo para la educaci¨®n de nuestros hijos que reforcemos y alabemos sus actitudes, perseverancia y trabajo que atribuir los resultados positivos a la inteligencia de la persona. Por ejemplo, ante una buena nota en un trabajo de sociales es mejor atribuir la buena calificaci¨®n al trabajo, el esfuerzo y la perseverancia que a la inteligencia del alumno.
En conclusi¨®n, son muchas las cosas que podemos hacer con nuestros hijos para favorecer una relaci¨®n ¨ªntima y cercana y, a la vez, fomentar su crecimiento y autonom¨ªa. Dar a nuestros hijos lo que necesitan en el momento adecuado y en la cantidad necesaria es algo que no resulta tan sencillo, pero como padres debemos tender a ello.
Rafael Guerrero Tom¨¢s es psic¨®logo y doctor en Educaci¨®n. Director de Darwin Psic¨®logos y autor del libro ¡°Educaci¨®n emocional y apego. Pautas pr¨¢cticas para gestionar las emociones en casa y en el aula¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.