¡®Aborrescentes¡¯: ?por qu¨¦ los padres tienen tanto miedo a la adolescencia?
Muchos adultos llegan a esta etapa cansados y la ven como un periodo negativo, pero hay que entender que es una ¨¦poca madurativa normal en la que es el momento de conocer y acompa?ar a los hijos
Tras nueve meses de embarazo, padres y madres tienen un hijo. Se sienten felices, aunque quiz¨¢s algo abrumados por la responsabilidad. Los primeros meses son duros: establecer la lactancia, el sue?o, lidiar con el llanto¡ Luego, seg¨²n pasan las semanas, empiezan con la introducci¨®n de alimentos s¨®lidos, con la elecci¨®n de la escuela infantil o con el momento de quitar el pa?al. Luego llega Primaria, los ex¨¢menes o los deberes¡ Hasta que, casi sin percatarse, un d¨ªa su hijo ya no es tan peque?o. Ya es m¨¢s alto que ellos; lleva zapatos m¨¢s grandes; habla de una forma rara o se encierra en su habitaci¨®n¡ Ella ha llegado: la temida y odiada adolescencia. ?Ser¨¢ verdad que esta etapa vital acaba con el v¨ªnculo entre los progenitores y su descendencia?
Sara Desir¨¦e Ruiz, educadora social y especialista en personas adolescentes, est¨¢ de acuerdo en que existe una imagen negativa alrededor de esta etapa, tanto que fue lo que la llev¨® a desarrollar su trabajo en las redes sociales para educar a los adultos. ¡°Existe incluso un t¨¦rmino peyorativo para dirigirse a los chicos y chicas en esas edades: aborrescente, algo que aborrece, que molesta¡±, ejemplifica. La experta a?ade que encuentra a muchos padres y madres que ans¨ªan que la adolescencia termine r¨¢pido, como si desearan librarse de algo malo: ¡°Y eso es peligroso porque es justo en ese momento cuando se toman decisiones importantes para la vida adulta. Si no se les acompa?a, no ser¨¢ posible ayudarles en esa transici¨®n¡±.
Para la jurista Laura Mascar¨®, madre de dos ni?os homeschoolers y autora del libro ?D¨®nde crece el dinero?, la desconexi¨®n ocurre en el momento en que los hijos son escolarizados: ¡°Cuando el ni?o entra en la escuela se separa de sus padres. Los progenitores pasan horas lejos de sus hijos, y as¨ª ocurre una desuni¨®n entre ellos. Es ah¨ª cuando se siembran las condiciones que propiciar¨¢n el conflicto¡±, asegura. La idea de separaci¨®n entre padres e hijos es defendida tambi¨¦n por el docente estadounidense John Taylor Gatto, que dice en su libro Armas de Instrucci¨®n Masiva (2016) que los padres son estimulados a dejar a sus hijos en largas jornadas escolares para que ellos puedan alimentar la econom¨ªa.
La visi¨®n negativa en torno de la adolescencia es fomentada, en gran parte, por los medios de comunicaci¨®n, las redes sociales o, incluso, pel¨ªculas o serie. ¡°Al final de la pandemia, cuando los j¨®venes realizaban macrobotellones, muchos medios de comunicaci¨®n les se?alaron como los responsables que contribu¨ªan a la transmisi¨®n del virus. Sin embargo, muy pocos se preguntaron sobre sus necesidades. Las personas adolescentes sufrieron mucho con el confinamiento¡±, recuerda Ruiz.
En el siglo XXI, los j¨®venes son vistos como ninis, pero antiguamente pasaban de la infancia directamente a la vida adulta. De ah¨ª que exista la idea de que la adolescencia es una invenci¨®n moderna. ¡°En el siglo XVIII era normal ver capitanes del ej¨¦rcito menores de 18 a?os. Sin embargo, un chico de 15 a?os en 2022 est¨¢ en una burbuja¡±, se?ala Mascar¨®. ¡°Sigue siendo tratado como un ni?o peque?o¡±, prosigue, ¡°pasa horas en el colegio y, por las tardes, sus padres le llevan a m¨¢s clases de ingl¨¦s, karate, piano¡ Los j¨®venes no necesitan m¨¢s clases de, pero s¨ª realizar un trabajo¡±. Seg¨²n explica esta experta, los adolescentes quieren sentirse ¨²tiles: ¡°Sin embargo, no se les permite¡±. Adem¨¢s, la jurista defiende su inclusi¨®n en grupos de voluntariado o apuntarse a los Scouts para que sientan que cooperan, trabajan y ayudan con alg¨²n sentido.
No se permite a los chicos crecer cuando les toca y, a la vez, se empuja a los ni?os peque?os a hacerlo antes de tiempo. El soci¨®logo estadounidense Neil Postman escrib¨ªa en su obra The Disappearance of the Childhood (La desaparici¨®n de la infancia, por su traducci¨®n al espa?ol) sobre la idea de la extensi¨®n artificial de los ni?os. Esta consiste en que los menores son forzados a abandonar la ni?ez de manera prematura al conocer la violencia, el sexo y otros temas del mundo adulto antes de estar emocionalmente preparados para ello, debido a su exposici¨®n a la televisi¨®n, que era creciente en 1982, ¨¦poca en la que Postman escribi¨® su libro.
En la opini¨®n de Ruiz, la adolescencia s¨ª existe, y la entiende como una serie de transformaciones no solo f¨ªsicas, tambi¨¦n emocionales: ¡°Est¨¢ comprobado que ocurren una sucesi¨®n de cambios cerebrales. Se trata de un evento madurativo en que acontece una poda neuronal. Todas las personas adolescentes sienten miedos y el mal estar emocional, aunque dentro de circunstancias culturales distintas. La forma de sentir, de pensar y de relacionarse cambian. Son personas en desarrollo¡±.
Lo que tendr¨ªan que hacer los padres
?Y qu¨¦ se debe hacer como padres y madres de un chico que est¨¢ entrando en la adolescencia? Para Ruiz es una etapa brillante, llena de oportunidades y sirve para asentar la base de la vida adulta: ¡°Hay que vivirla con curiosidad y emoci¨®n. Es verdad que en muchas familias esta etapa vital pilla a los padres a una edad que ya se sienten cansados y deseando tranquilidad, pero lo que aconsejo es que aprendan sobre este momento que sus hijos est¨¢n viviendo, se informen, pregunten¡±.
Por su parte, Mascar¨® invita a los progenitores a ignorar los mensajes que tildan la adolescencia como una enemiga; dar una oportunidad a la conexi¨®n familiar y extender la mano para conocer a su hijo: ¡°Hay que ver al ni?o por qui¨¦n es. Si no se sabe c¨®mo, porque nos desconectamos de ¨¦l en el pasado, pues es necesario conocerlo, reconectar y acompa?arlo ahora¡±.
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