?Por qu¨¦ se hacen pis de noche los ni?os mayores de cinco a?os?

El control de esf¨ªnteres de los ni?os que ya no usan pa?al suele ser uno de los temas que m¨¢s quebraderos de cabeza conlleva para los padres. Cuando surge la incontinencia urinaria intermitente nocturna ¡ªo enuresis¡ª en ni?os a partir de los cinco a?os requiere de comprensi¨®n y paciencia. Los estudios al respecto de estos escapes de orina durante el sue?o resultan tranquilizadores, como la investigaci¨®n pionera Nocturnal enuresis, publicada en 1995 en la revista British Journal of Urology (BIUI), donde se afirma que la enuresis infantil tiene alrededor de un 85% de casos de remisi¨®n espont¨¢nea.

¡°La continencia urinaria es un proceso de aprendizaje con condicionamiento social, por lo que algunos ni?os pueden tardar m¨¢s que otros en conseguirlo y est¨¢ dentro de la m¨¢s absoluta normalidad¡±, asegura Pablo Bello, nefr¨®logo infantil del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Madrid. ?l explica las causas por las que se produce: ¡°Normalmente, se da por un aumento de la producci¨®n de orina nocturna; una actividad contr¨¢ctil de la vejiga inapropiada durante el sue?o o problemas para despertar ante la necesidad de orinar. Pero hay razones por las que la enuresis infantil nocturna se puede prolongar, como, por ejemplo, los problemas de autoestima¡±.

Se considera que un menor tiene enuresis o incontinencia urinaria intermitente nocturna cuando, a partir de los cinco a?os, se le escapa el pis por la noche. Este trastorno afecta en torno al 15% de ni?os con seis a?os. ¡°El doble de chicos que de chicas padece este trastorno y, con bastante frecuencia, se da en los hijos de padres que lo han presentado durante su infancia, lo que implica que se minimice el impacto sobre el menor y se retrase la consulta sobre el tema¡±, indica el especialista.

La enuresis infantil suele remitir con el tiempo de manera espont¨¢nea, pero hasta que llega ese momento algunas pautas ayudan al ni?o a superar esta fase vital. Estas son los consejos que indica el nefr¨®logo Pablo Bello para lidiar con ello:

• Evitar los castigos y las actitudes recriminatorias que generan verg¨¹enza en el ni?o.
• Reducir la ingesta de l¨ªquido despu¨¦s de las seis de la tarde, excepto durante los d¨ªas calurosos o si se realiza actividad f¨ªsica que genera sudoraci¨®n. El ¨²ltimo vaso de agua ha de ser en la cena.
• No tomar bebidas carbonatadas y con te¨ªna, ya que favorecen la producci¨®n de orina.
• Las cenas ligeras y con poca sal favorecen no tener sed durante la noche.
• Evitar los despertares programados para orinar, porque el ni?o se levantar¨¢ sin saber lo que hace y no se producir¨¢ el aprendizaje deseado para que entrene su vejiga.
• Utilizar herramientas que motiven al ni?o en sus avances, como un calendario donde poner dibujos de soles los d¨ªas que tiene progresos. En caso de transcurrir tiempo y no obtener resultados, el especialista puede recetar un f¨¢rmaco, la desmopresina, que reduce la producci¨®n de orina nocturna.
• Si el m¨¦dico lo recomienda, se pueden emplear alarmas de enuresis. Son unos dispositivos que se colocan en contacto con la ropa del ni?o y se activan con sonido al detectar las primeras gotas de orina para despertarle y que vaya al ba?o.

Abordaje psicol¨®gico de la enuresis

La incontinencia urinaria nocturna de los ni?os tiene varias caras. Una de ellas, la m¨¢s com¨²n, es la denominada enuresis primaria, que se produce cuando el ni?o nunca ha tenido un control completo de los esf¨ªnteres y remite de forma espont¨¢nea con el tiempo.

¡°Otras enuresis denominadas secundarias aparecen tras lograr el control de esf¨ªnteres durante alrededor de seis meses. Si no hay una causa f¨ªsica, pueden deberse a factores emocionales o psicol¨®gicos desencadenados por eventos traum¨¢ticos, problemas en la escuela, dificultades en el ¨¢mbito familiar o cambios de domicilio¡±, explica Fabiola Rinc¨®n, psic¨®loga cl¨ªnica del servicio de Psiquiatr¨ªa del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Madrid.

Esta experta advierte tambi¨¦n del riesgo de crear sentimientos de verg¨¹enza que afecten a la autoestima con conductas como rega?ar o castigar. ¡°En estos casos, el menor podr¨ªa reaccionar escondiendo el problema o actuando con una aparente indiferencia como forma de protegerse, as¨ª como limitar sus actividades e interacciones sociales, como campamentos o excursiones¡±, a?ade Rinc¨®n. La psic¨®loga recomienda evitar hablar del tema de manera frecuente con el ni?o o su entorno para que no se identifique demasiado con una situaci¨®n que es una fase temporal de su vida y as¨ª respetar su ritmo, acompa?¨¢ndole para que lo pueda superar.

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