¡®Mad Max: Furia en la carretera¡¯ | Educaci¨®n vial para ni?os

Hace un tiempo, la polic¨ªa entr¨® en clase de mi hija mayor. Por suerte, no quer¨ªan detener a ning¨²n peque?o delincuente. Se trataba de la Guardia urbana y ven¨ªan a dar una charla sobre educaci¨®n vial. Trajeron p¨®steres, se?ales, gorras e insignias para que los ni?os participaran activamente en la experiencia educativa, algunos incluso dirigiendo el tr¨¢fico de la clase como miniagentes.

La clase se lo pas¨® bien y algo aprendieron, que ya es mucho m¨¢s de lo que tuvimos la mayor¨ªa de nosotros. Pero algunas sesiones puntuales (los agentes visitan distintos cursos para explicar distintas informaciones, que los mayores lo de los sem¨¢foros ya se lo saben) no convalida para toda la vida. Por eso, como las vacunas y las visitas al dentista, los adultos nos tenemos que ocupar de ir inoculando el conocimiento circulatorio cada d¨ªa, con nuestro ejemplo y con nuevos datos, por poco que apetezca.

Hace poco, cuando me puse a estudiar para el examen te¨®rico del carnet de conducir, mi hija miraba conmigo las lecciones online y se le iban quedando muchas cosas, porque para ella era un juego y no materia agobiante que implicara pagar tasas abusivamente caras. Y es que si desde peque?os les mostramos el lado l¨²dico de descifrar el Matrix del mundo circulatorio, no solo les ahorraremos tiempo y dinero (o nos lo ahorraremos a nosotros si se lo tenemos que pagar) cuando se apunten a una autoescuela. Les prepararemos para leer un c¨®digo universal que les servir¨¢ siempre, conduzcan o caminen.

Los sem¨¢foros son lo m¨ªnimo que tendr¨ªan que saber ya por gen¨¦tica. Pero es muy dif¨ªcil de ense?ar con el ejemplo cuando la gran mayor¨ªa de adultos o incluso gente con ni?os de su edad los cruza temerariamente¡­ y casi todos los repartidores los ignoran por sistema. Despu¨¦s, hay que convertir en un h¨¢bito de supervivencia el mirar hacia ambos lados, cruces por donde cruces, sobre todo cuando tengas que atravesar el campo de minas que son los carriles bici. Y si podemos descifrar las se?ales que m¨¢s se repiten, tambi¨¦n podr¨¢n anticipar el comportamiento de los conductores.

Ya de paso, un gran regalo es ense?arles a desconfiar del resto de la humanidad, que no frena cuando toca, que circulan con su patinete por donde quieren a la velocidad de la luz para entrar en el hiperespacio aunque tengan que atravesarte, que se suben con la moto a la acera aunque t¨² est¨¦s esperando tranquilamente en el bordillo¡­ Un ni?o puede ser imprudente o estar distra¨ªdo, pero por desgracia, hay muchos conductores mucho m¨¢s imprudentes, distra¨ªdos o cabreados que son un peligro y que creen vivir dentro de Mad Max: Furia en la carretera. Tarde o temprano, todo este conocimiento les servir¨¢ a nuestras criaturas para circular mejor, ya sea a pie o en veh¨ªculo, y puede que un d¨ªa les salve la vida. Cuanto antes lo aprendan, menos disgustos para todos y menos estresados iremos nosotros cuando paseemos con ellos.

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