Vidas tras la frontera
La crisis migratoria de Ceuta y Canarias, explicada a trav¨¦s de sus protagonistas
Cada a?o, miles de personas abandonan su lugar de origen en busca de un nuevo futuro. Sus motivos son distintos, pero su objetivo es com¨²n: alcanzar la costa espa?ola y empezar de cero. Muchos lo logran, pero otros se quedan en el camino. Migrantes llegados a Ceuta y a las Islas Canarias en este ¨²ltimo a?o relatan sus historias.
1. Huir para vivir
El 17 de mayo de 2021 se produjo una entrada masiva de migrantes en Espa?a a trav¨¦s de la frontera de Ceuta con Marruecos. En apenas 48 horas, cerca de 10.000 personas se desplegaron por una ciudad de 85.000 habitantes ante la pasividad de las autoridades marroqu¨ªes. De entre todos los motivos posibles por los que alguien se ve obligado a dejar su pa¨ªs, Ryan (21 a?os), Fay?al (28) y Bader (24) lo hicieron por su condici¨®n sexual. En Marruecos, la homosexualidad est¨¢ penada con hasta tres a?os de c¨¢rcel.
Fay?al y Bader, amigos desde la infancia, se alojan en las naves reacondicionadas del Tarajal (Ceuta). All¨ª viven en los espacios destinados a familias, mujeres y ni?os. No pueden dormir con el resto de personas que llegaron con ellos porque muchos son los mismos de los que huyeron. Ryan vive escondido en un coche desde que cruz¨® la frontera porque tiene miedo.
Los tres han solicitado protecci¨®n internacional y cumplen con el requisito de pertenecer a un colectivo vulnerable. Si prospera su petici¨®n, llegar¨¢n a la Pen¨ªnsula y no podr¨¢n ser devueltos. No tienen ninguna intenci¨®n de volver a casa.
2. Al tercer intento
Wissal y Wissam, hermanas gemelas marroqu¨ªes de 21 a?os, consiguieron cruzar a nado la frontera entre Ceuta y Marruecos el pasado 19 de mayo con el objetivo de reencontrarse con su madre. Su hermano peque?o fue violado, cuando tan solo ten¨ªa dos a?os, por el padre de la due?a de su guarder¨ªa. La polic¨ªa marroqu¨ª consider¨® que las pruebas y los certificados m¨¦dicos eran insuficientes, y la familia del acusado comenz¨® a amenazarlos. La madre decidi¨® huir a Barcelona con su hijo. Las gemelas, sin pasaporte en regla, no pudieron viajar con ellos. Desde entonces, han pasado ya tres a?os.
A trav¨¦s de Facebook descubrieron que la polic¨ªa marroqu¨ª estaba permitiendo el tr¨¢nsito de personas en la frontera, pese a estar cerrada. Era su tercer intento y decidieron tirarse al mar. Un Guardia Civil las ayud¨® y les indic¨® qu¨¦ hacer para no ser devueltas. Tras varios contratiempos y meses de espera, consiguieron entrar en el Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) de Ceuta. All¨ª tampoco son f¨¢ciles las cosas. Son solicitantes de asilo.
3. En busca de la legalidad
Achraf (Marruecos, 18 a?os) estuvo en el mar, a la deriva, m¨¢s de 15 d¨ªas. Durante el trayecto, muchas de las personas que iban con ¨¦l en la patera perdieron la vida, entre ellos, su mejor amigo. El motor se rompi¨® y se quedaron sin agua y sin comida. Ahora lleva ocho meses en Gran Canaria, donde construye un nuevo futuro, una nueva vida alejada de su hogar. Sin embargo, cuando lo recuerda, sus ojos siguen transmitiendo el dolor que sinti¨® en aquellas dos semanas. Cerca de 15.000 personas han llegado en las costas espa?olas de forma irregular. M¨¢s de 7.000 lo han hecho a trav¨¦s de la ruta canaria, casi 5.000 m¨¢s que en 2020.
Otra de las muchas personas que se han visto obligadas a huir de su pa¨ªs es Abdelmoula. Lleg¨® desde Marruecos en patera hace 11 meses junto a su hijo de 14 a?os, Yassen. Cuando pisaron la costa de Gran Canaria les separaron. A ¨¦l lo mandaron a un hotel y al menor a un centro. A pesar de los meses tan duros que llevan a la espalda, por fin han sido reconocidos como una unidad familiar tras una prueba de ADN. Hoy sonr¨ªe y cuenta que est¨¢ dispuesto a salir adelante: ¡°Ya se ha cumplido mi primer sue?o, encontrarme con mi hijo. Ahora me falta el segundo, llegar a la Pen¨ªnsula para trabajar y luchar por mi familia¡±.
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