¡°La gesti¨®n de la pandemia en M¨¦xico ha sido un fracaso fenomenal¡±
El acad¨¦mico de la Universidad Libre de Berl¨ªn calcula que el n¨²mero real de defunciones por covid-19 en el pa¨ªs latinoamericano ronda el medio mill¨®n
Ra¨²l Rojas (Ciudad de M¨¦xico, 1955) vive a casi 10.000 kil¨®metros, pero sigue cada paso de la pandemia por M¨¦xico. Radicado en Alemania desde hace varias d¨¦cadas, el matem¨¢tico de la Universidad Libre de Berl¨ªn est¨¢ al tanto de los contagios, las muertes, las vacunas y las conferencias diarias del Gobierno sobre el avance del virus. Sus cr¨ªticas son duras. Tras analizar los ¨²ltimos datos de exceso de mortalidad en el pa¨ªs, actualizados hasta finales de febrero, Rojas afirma que para saber el n¨²mero real de decesos por covid hay que multiplicar por 2,5 las cifras oficiales. ¡°Extrapolando las cifras de exceso de muertes hasta abril deben ser ya medio mill¨®n de personas que han fallecido por covid, por lo menos¡±, lamenta el acad¨¦mico y remata: ¡°La gesti¨®n de la pandemia en M¨¦xico ha sido un fracaso fenomenal¡±.
El exceso de muertes ha sido uno de los puntos m¨¢s pol¨¦micos en las discusiones acad¨¦micas y en los medios sobre el impacto real de la pandemia. Pero los t¨¦rminos y los n¨²meros citados a menudo son confusos, incluso para los expertos. En entrevista por videoconferencia, Rojas, distinguido como el mejor profesor universitario de Alemania en 2014, desgrana algunos de estos conceptos y explica sus cuestionamientos al Gobierno mexicano y cu¨¢les son las implicaciones para los ciudadanos.
A finales de marzo pasado, el Gobierno mexicano admiti¨® que el n¨²mero real de muertos por la pandemia rondaba los 321.000. La informaci¨®n se basa en el llamado exceso de mortalidad, un c¨¢lculo de las propias autoridades. Cada pa¨ªs tiene un n¨²mero de fallecimientos esperados al a?o. En M¨¦xico, con una poblaci¨®n que ronda los 128 millones y una edad promedio de 29 a?os, se espera normalmente que mueran alrededor de 730.000 personas cada a?o, explica Rojas. En Alemania, que tiene 83 millones de habitantes y una edad promedio de 35 a?os, la expectativa es que fallezcan unas 950.000 personas cada a?o porque su poblaci¨®n es m¨¢s vieja, agrega el matem¨¢tico. El exceso de muertes son todos esos decesos que no estaban contemplados. Entre abril de 2020 y febrero de 2021, Rojas encontr¨® en los datos que present¨® el Gobierno en marzo que fueron 444.000 mexicanos los que murieron, un n¨²mero muy diferente a los 201.000 que se reconoc¨ªan por la pandemia.
¡°La mejor forma de medir el efecto de la pandemia es ver no solo los datos que se reportan de muertes por covid, sino el exceso de muertes porque en M¨¦xico hay un subregistro¡±, se?ala. Ese subregistro se debe a que no todas las personas mueren tras tener un diagn¨®stico confirmado de covid y por lo tanto, no entran en las estad¨ªsticas. Lo que hizo Rojas fue dividir esos 444.000 fallecidos entre los m¨¢s de 600.000 que se esperaban y encontr¨® que representaban un 70%. ¡°Ese n¨²mero indica mucho mejor cu¨¢l es el peso de los decesos por covid en un pa¨ªs con respecto a los que habr¨ªa que esperar normalmente y, adem¨¢s, cu¨¢l es el efecto psicol¨®gico sobre la poblaci¨®n¡±, comenta.
A partir de aqu¨ª hay diferentes puntos de vista. El Gobierno asegura que no todas esas 444.000 personas murieron de covid, sino que solo fueron 321.000 y que el resto se explica por otros padecimientos. ¡°No es factible¡±, responde Rojas, ¡°no les creo¡±. El matem¨¢tico se?ala que la ¨²nica diferencia entre 2019 y 2020 fue la epidemia de covid-19. ¡°Si hubiera habido dos epidemias, la cosa ser¨ªa diferente¡±, argumenta, ¡°pero el Gobierno siempre ha tratado de bajar esas cantidades¡±. Para llegar a la cifra que dan las autoridades, dice el acad¨¦mico, se tendr¨ªan que haber revisado una por una m¨¢s de un mill¨®n de actas de defunci¨®n. ¡°Ese n¨²mero est¨¢ cuchareado [retocado]¡±, afirma.
¡°Lo que hace el Gobierno es medio esquizofr¨¦nico¡±, apunta Rojas, cuestionando que en el pa¨ªs las autoridades ofrezcan dos cifras distintas de fallecimientos. ¡°Se ha mantenido esa ficci¨®n en la que por un lado est¨¢n los datos oficiales y por otro, los verdaderos¡±, critica. ¡°Es claramente una ficci¨®n pol¨ªtica y que ni siquiera les conviene¡±, comenta el acad¨¦mico. ¡°Si la epidemia no es culpa del Gobierno, ?para qu¨¦ ocultar el n¨²mero de muertos o, cuando menos, oscurecerlo?¡±, cuestiona.
En su opini¨®n, hay una diferencia fundamental. Cuando la Organizaci¨®n Mundial de la Salud pregunta al Gobierno cu¨¢ntas personas han muerto se citan las cifras oficiales y subestimadas, lo mismo cuando se publican las tablas de la Universidad Johns Hopkins, una referencia en el rastreo de la pandemia. Los datos de exceso de mortalidad rara vez se toman en cuenta fuera del pa¨ªs. ¡°Son para consumo interno¡±, indica.
Para ver cu¨¢nto difieren los datos oficiales y los de exceso de mortalidad, Rojas tom¨® los datos de pa¨ªses con m¨¢s de 10 millones de habitantes e hizo los c¨¢lculos para compararlos. Ese 70% que obtuvo Rojas sobre M¨¦xico es significativamente mayor a los que tuvo Espa?a o Italia, dos de los pa¨ªses m¨¢s cuestionados en Europa por su manejo del virus, que rondan el 20%. ¡°Los pa¨ªses asi¨¢ticos salieron muy bien, los europeos m¨¢s o menos, pero los peores han sido los pa¨ªses latinoamericanos¡±, dice sobre los resultados, ¡°si comparamos el n¨²mero de muertos por covid contra los muertos anuales esperados, el porcentaje que tiene M¨¦xico es el segundo peor del mundo¡±.
Rojas achaca los resultados a un c¨®ctel de razones. El pa¨ªs tiene m¨¢s de un 50% de trabajadores en la informalidad, que tienen que salir a las calles y est¨¢n expuestos al virus. Pero el acad¨¦mico pone en la mira tambi¨¦n los mensajes que se mandaron. ¡°Se le dijo a la gente que las mascarillas no sirven, una verdadera estupidez o que siguieran saliendo a la calle y se tomaron medidas muy tarde¡±, lamenta, ¡°esa situaci¨®n de desigualdad, combinada con la mala gesti¨®n de la pandemia, fue el caldo de cultivo de lo que sucedi¨®¡±.
¡°Creo que pas¨® con todos los Gobiernos populistas: privilegiaron la producci¨®n econ¨®mica y sus proyectos pol¨ªticos por encima de la salud de la poblaci¨®n¡±, ahonda Rojas. ¡°Este es el cord¨®n umbilical que une a Trump, a L¨®pez Obrador y a Bolsonaro; son Gobiernos de derecha, supuestamente de izquierda y de todo el espectro pol¨ªtico, pero lo que los une realmente es el populismo¡±, agrega.
¡ª Las proyecciones epid¨¦micas al inicio de la crisis sanitaria difieren mucho de lo que acab¨® sucediendo. ?Qu¨¦ fall¨®?
¡ª Fall¨® todo (...) Cuando empez¨®, el Gobierno crey¨® que iba a ser como la epidemia de 2009. Esa vez se hizo una gran alharaca y pensaban que iba a ser una gran epidemia y despu¨¦s result¨® no ser tan grave.
¡°Cuando poco a poco se dieron cuenta de que no iba a ser as¨ª, primero le preguntaron a los matem¨¢ticos qu¨¦ esperaban que iba a pasar¡±, recuerda Rojas. ¡°El modelo que le gust¨® m¨¢s a L¨®pez Gatell era el m¨¢s optimista¡±. El acad¨¦mico refiere que las proyecciones del modelo AMMA, desarrollado por investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa, pronosticaban en abril que el pico ser¨ªa el 8 de mayo, que el fin de la pandemia llegar¨ªa en junio y que el n¨²mero total de muertos rondar¨ªa los 6.000, aunque despu¨¦s Hugo L¨®pez-Gatell, el portavoz para la pandemia, habl¨® de un ¡°escenario catastr¨®fico¡± de 60.000 fallecidos.
Rojas ya era cr¨ªtico desde entonces y public¨® un art¨ªculo en El Universal cuestionando las previsiones en mayo del a?o pasado. ¡°A un a?o de distancia los pron¨®sticos del Gobierno resultaron completamente ilusorios¡±, afirma. ¡°Ning¨²n pa¨ªs en el mundo estaba pronosticando que se iba a acabar la epidemia en 2020¡±, asegura. ¡°En M¨¦xico hay un fetichismo por los modelos. Se cree que los matem¨¢ticos tienen una bolita de cristal en la que echan los datos para ver qu¨¦ va a pasar¡±, comenta. ¡°El problema es que cuando uno basa la pol¨ªtica del Gobierno en esa bolita de cristal, sucede lo que sucedi¨®¡±.
El especialista refiere que es muy dif¨ªcil ¡°meter en ecuaciones¡± el comportamiento social de la gente o si las vacunas, adem¨¢s de llegar en los plazos acordados, son aceptadas por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. ¡°M¨¢s o menos el 60% de la poblaci¨®n a la que le toca la vacuna est¨¢ yendo a que se la apliquen, ?qu¨¦ est¨¢ pasando con el otro 40%? ?Qu¨¦ piensan, qu¨¦ creen para no tomarla?¡±, se pregunta. ¡°Hacer el c¨¢lculo es relativamente f¨¢cil¡±, explica, ¡°pero la vacunaci¨®n no es un problema matem¨¢tico, sino econ¨®mico y social¡±.
Una de las pocas coincidencias entre Rojas y el Gobierno son las proyecciones del n¨²mero de contagiados, incluyendo asintom¨¢ticos. La Encuesta Nacional de Salud se?ala a partir de una muestra de sangre que alrededor del 25% de la poblaci¨®n ya se hab¨ªa contagiado en noviembre. Esa cifra de inmunidad ya rondaba el 50% a mediados de marzo, seg¨²n L¨®pez Gatell. ¡°Eso quiere decir que alrededor de 60 millones de mexicanos muy probablemente ya tuvieron covid¡±, se?ala. ¡°L¨®pez Gatell es como Doctor Jekyll y Mr. Hyde, tiene momentos de lucidez en los que dice la verdad y luego otros en los que sigue con su n¨²mero¡±, ironiza.
La hip¨®tesis del acad¨¦mico es que esos datos de inmunidad pueden estar detr¨¢s de que la tercera ola de contagios no haya llegado a¨²n despu¨¦s de la Semana Santa. Pero llama a no confiarse ante los riesgos de repunte que suponen las nuevas variantes. ¡°Los datos oficiales nos dan una falsa seguridad¡±, insiste, ¡°estar¨ªa muy cauto en los pr¨®ximos meses¡±.
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