13.911 restos arqueol¨®gicos: los inc¨®modos obst¨¢culos desenterrados en la ruta del Tren Maya
El hallazgo de vestigios precolombinos de valor desconocido entorpecen la construcci¨®n del proyecto ferroviario en sus primeras etapas ante el temor de las comunidades locales a m¨¢s expolios
En una mina de tesoros arqueol¨®gicos todav¨ªa por explorar como es la Pen¨ªnsula de Yucat¨¢n, cualquier surco en la tierra puede destapar un fragmento de hace cientos de a?os. Con la construcci¨®n de la infraestructura de 1.500 kil¨®metros para el megaproyecto tur¨ªstico del Tren Maya, los hallazgos no han tardado en aflorar del suelo. El Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia de M¨¦xico (INAH) ha recolectado hasta el momento 13.911 piezas arqueol¨®gicas, pero tanto su naturaleza, valor y tama?o ¡ªescondidos bajo el hermetismo del Instituto¡ª a¨²n est¨¢n por conocerse. Mientras tanto, la construcci¨®n del proyecto avanza sin alteraciones de ruta y a trompicones en sus primeros tramos a causa de los yacimientos que va descubriendo a su paso, todav¨ªa con la pol¨¦mica candente por un proyecto rechazado por las comunidades locales debido a su impacto. Ante el secretismo de las autoridades, la comunidad maya repite su propia historia y teme que su patrimonio cultural vuelva a ser v¨ªctima de saqueos, expolios o destrucci¨®n en nombre del progreso.
El tren, que adopta el nombre de la civilizaci¨®n que habita las tierras por las que discurre, es una promesa de desarrollo para los Estados del sureste del pa¨ªs. Adem¨¢s de turismo, comercio, infraestructura y actividad econ¨®mica, el proyecto asegura la protecci¨®n y enaltecimiento de la herencia arqueol¨®gica que encuentre a su paso. Para ello, un equipo de m¨¢s de 80 operativos arqueol¨®gicos trabajan en conjunto con el INAH para realizar las tareas de salvamento del ¡°patrimonio material no identificado¡± en la zona de construcci¨®n. Con la ayuda de mapeos topogr¨¢ficos con tecnolog¨ªa l¨¢ser y excavaciones se han desenterrado miles de piezas, pero el Instituto no ha detallado ante la petici¨®n de informaci¨®n de este diario si se trata de vasijas, abalorios u objetos ceremoniales de mayor valor.
Hasta ahora, las autoridades han informado sobre los restos arqueol¨®gicos encontrados en los primeros cuatro tramos de la construcci¨®n de la ruta del tren. En el trayecto de selva de Palenque a Esc¨¢rcega se han hallado 2.429; en el que va a Calkini, otros 2.211; de ah¨ª a Izamal, las obras han sacado a la luz 6.269 piezas; y en el tramo que conecta hacia Canc¨²n, otras 3.002. El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ha informado de que se trata de muebles e inmuebles que formar¨¢n parte del ¡°acervo hist¨®rico, cient¨ªfico y cultural del pa¨ªs¡± y que pasar¨¢n por los protocolos de protecci¨®n. En caso de que lo consideren, se detendr¨¢ la obra y se canalizar¨¢ a los arque¨®logos para la atenci¨®n de los hallazgos.
Sin embargo, los ¨²ltimos descubrimientos dentro del derecho de v¨ªa en Campeche han tambaleado el proyecto. Se trata de bienes inmuebles como caminos, plataformas, zonas habitacionales y estructuras, pero tambi¨¦n de cer¨¢mica, l¨ªtica y restos ¨®seos cerca del paso de las v¨ªas. ¡°En el caso espec¨ªfico de la zona en Campeche, efectivamente es un sitio que posee arquitectura monumental, la cual se va a registrar, a proteger y, en el mediano plazo, se ver¨¢ la factibilidad de su apertura¡±, ha informado el INAH, quien recuerda que abrir una zona arqueol¨®gica implica ¡°un proceso dilatado que tiene que ver con la exploraci¨®n, conservaci¨®n y puesta en valor del sitio para ofrecer las condiciones que implica recibir la visita p¨²blica¡±. Aun as¨ª, no se ha reportado ninguna modificaci¨®n en la ruta inicial del tren.
El doctor en Arqueolog¨ªa e investigador del Instituto de Investigaciones Antropol¨®gicas, Rodrigo Liendo, explica que por el n¨²mero tan elevado de hallazgos, las piezas arqueol¨®gicas en cuesti¨®n pueden ser meros fragmentos de menor valor. ¡°Ese conteo puede deberse a objetos peque?os como un abalorio o un pedazo de una vasija rota, o solamente pedazos de cer¨¢mica. No creo que sea mucho m¨¢s que eso¡±. Sin embargo, una de las preocupaciones del investigador es que las obras de excavaci¨®n ¡ªque abarcan medio kil¨®metro a cada lado de la v¨ªa y avanzan a velocidad de crucero para inaugurar el primer tramo en 2023¡ª requieren de maquinaria pesada que podr¨ªa da?ar los vestigios enterrados y de valor desconocido. Adem¨¢s, reconoce que en este primer tramo del tren es donde se esperaba encontrar menos monumentos, ya que la ruta sigue una v¨ªa ferroviaria ya existente para la que se realizaron las respectivas excavaciones hace 40 a?os. La zona sureste de Campeche y todo el Estado de Quintana Roo, la siguiente por la que avanzar¨¢n las m¨¢quinas, son las menos exploradas y donde la posibilidad de encontrar yacimientos relevantes es mayor.
Ivan ?prajc, arque¨®logo esloveno y descubridor de varios sitios arqueol¨®gicos en Campeche, recuerda que toda la Rep¨²blica Mexicana est¨¢ llena de vestigios, ¡°por lo que algunos colegas ¨Carque¨®logos mexicanos¨C han comentado que, si quisi¨¦ramos conservar todo, habr¨ªa que construir un segundo piso en todo el pa¨ªs para la poblaci¨®n actual¡±. ?prajc defiende que la arqueolog¨ªa no debe considerarse como un obst¨¢culo al desarrollo moderno, pero ¡°la destrucci¨®n descontrolada¡± del patrimonio arqueol¨®gico resultar¨ªa en la ¡°p¨¦rdida irreemplazable de la informaci¨®n imprescindible¡± para entender tanto la historia prehisp¨¢nica como los procesos de evoluci¨®n cultural de la humanidad. ¡°M¨¢s a¨²n, ser¨ªa parad¨®jico que una obra del tipo Tren Maya, destinada tambi¨¦n al desarrollo tur¨ªstico de la regi¨®n, conllevar¨ªa la destrucci¨®n del patrimonio que podr¨ªa ser de alto potencial tur¨ªstico¡±, agrega el arque¨®logo.
Antes de que se aprobara el proyecto, las comunidades locales manifestaron su preocupaci¨®n por el impacto del tren en el patrimonio cultural de la zona, adem¨¢s de los da?os ecol¨®gicos y en el estilo de vida. Jorge Fern¨¢ndez, abogado de la organizaci¨®n en defensa de los derechos humanos Indignaci¨®n, ha presentado varios amparos para reconsiderar la construcci¨®n del tren basados en la protecci¨®n de los yacimientos arqueol¨®gicos desde el a?o pasado. Pero se han quedado atascados en los tribunales. En consecuencia, las obras comenzaron y desenterraron lo que los lugare?os a los que representa Fern¨¢ndez tem¨ªan: vestigios de sus ancestros. ¡°El problema es que en este caso, como en muchos otros, no hay informaci¨®n de ninguna naturaleza sobre los impactos, sobre los trabajos, sobre las prospecciones, sobre la tecnolog¨ªa que se est¨¦ utilizando, sobre qu¨¦ est¨¢n haciendo con las piezas que encuentran o a d¨®nde se las van a llevar¡±, denuncia. ¡°La Pen¨ªnsula tiene m¨¢s de un 50% de poblaci¨®n ind¨ªgena maya. Esos edificios arqueol¨®gicos [los asentamientos precolombinos como los encontrados en Campeche] son tambi¨¦n de titularidad cultural y parte su patrimonio¡±, subraya.
Pedro Uc Be, portavoz de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Muuch Xiinbal, describe el sentimiento en su comunidad como una ¡°tristeza tremenda¡± y ¡°una impotencia¡± generalizada. ¡°El INAH no da informaci¨®n, no rinden informes al respecto. Se ha mantenido una especie de silencio muy cerrado y no han informado de lo que est¨¢ sucediendo¡±, denuncia. La poca informaci¨®n que tiene sobre los hallazgos, se la filtran algunos trabajadores de la obra, gente de la comunidad ind¨ªgena que ha encontrado un trabajo temporal limpiando la zona o en tareas de construcci¨®n menores. ¡°Han visto como desentierran cualquier cantidad de vestigios como platos, vasijas, figuras humanas de todo tipo y tama?o. Describen que gente extra?a, que no parece mexicana, o los mismos ingenieros de la obra, recogen las piezas y luego desaparecen¡±, detalla Uc Be, quien reconoce que sus compa?eros no son expertos ni tampoco hablan mucho de lo que ven por miedo a represalias o a perder su trabajo. ¡°Les han advertido de que no tienen por qu¨¦ averiguar ni meterse. Es un saqueo, es una destrucci¨®n lo que el Fonatur est¨¢ haciendo en las v¨ªas¡±, lamenta, con el recuerdo vivo del expolio que sufri¨® su comunidad desde la conquista espa?ola. ¡°Si al menos lo conservaran en el Museo Nacional a¨²n podr¨ªamos ir a verlo, pero me parece que este saqueo posiblemente termine en otros pa¨ªses¡±, lamenta.
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