Los planes energ¨¦ticos de L¨®pez Obrador sumen a M¨¦xico en la incertidumbre
El presidente busca cambiar la Constituci¨®n para blindar una reforma el¨¦ctrica que privilegia a una empresa del Estado frente a la iniciativa privada. El paquete preocupa a los inversores
El presidente de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ha hecho de la agenda energ¨¦tica un eje central de su proyecto pol¨ªtico. El paquete de reformas aprobado por el Congreso entre marzo y abril cambia las reglas del juego del sistema el¨¦ctrico y en el sector de los hidrocarburos con el fin de devolver el control del mercado a dos empresas del Estado, la Comisi¨®n Federal de Electricidad (CFE) y la petrolera Pemex. Las dos iniciativas, sin embargo, quedaron atascadas en los tribunales por los recursos interpuestos por unas compa?¨ªas privadas perjudicadas. El plan, que de facto no ha entrado en vigor, se encuentra en un limbo, pero ya ha tenido repercusiones al sembrar incertidumbre sobre el futuro y desincentivar la inversi¨®n.
El estancamiento llev¨® esta semana al mandatario a fijar prioridades: lo m¨¢s importante es la nueva ley el¨¦ctrica, incluso por encima del petr¨®leo. L¨®pez Obrador est¨¢ a punto de llegar al ecuador de su mandato y quiere dejar una huella en el sistema productivo mexicano. Las razones que le mueven tienen poco que ver con la econom¨ªa o la eficiencia y son eminentemente pol¨ªticas. ?l mismo lo ha reconocido. Lo que subyace a este proyecto es la misma consigna que vertebra todo su programa, ¡°primero los pobres¡±, que en este caso significa abaratar la factura de la luz. Para hacerlo y desatascar la reforma necesita, no obstante, modificar la Constituci¨®n. Y aqu¨ª es donde su agenda se complica.
Los resultados de las elecciones legislativas del 6 de mayo pusieron l¨ªmites a Morena, la formaci¨®n que sostiene al Gobierno, en el Congreso. El partido, un movimiento que se autoproclama como progresista y que en la pr¨¢ctica abraza postulados conservadores y nacionalistas, cuenta con una holgada mayor¨ªa, aunque sus n¨²meros quedan lejos de los dos tercios de la C¨¢mara de Diputados que se requieren para aprobar revisiones del texto constitucional. El presidente anunci¨® que buscar¨¢ pactar incluso con su archienemigo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), para llevar a cabo un pol¨¦mico plan que preocupa a los analistas por su impacto econ¨®mico y ambiental.
¡°No es para que desaparezcan, lo aclaro, estas empresas particulares. No, van a continuar. Pero vamos a poner orden para que el 54% del mercado corresponda a la CFE y el 46% a particulares¡±, ha asegurado L¨®pez Obrador. Una cuota m¨¢s que suficiente para enterrar el modelo existente y dar paso a una renacionalizaci¨®n parcial. El nuevo sistema, si se llega a implantar, impedir¨¢ que las plantas m¨¢s eficientes y limpias, esto es, las centrales de energ¨ªas renovables de compa?¨ªas privadas, tengan la prioridad para subir electricidad a la red. La preferencia ser¨¢ de la CFE, cuyas instalaciones son m¨¢s obsoletas. A eso se a?ade la repercusi¨®n econ¨®mica. La Secretar¨ªa de Econom¨ªa del Gobierno cifra las inversiones privadas en el sector en 17.675 millones de d¨®lares ¡°por concepto de generaci¨®n, transmisi¨®n y distribuci¨®n¡± desde la aprobaci¨®n de la ¨²ltima reforma, hace ocho a?os, bajo el mandato del expresidente Enrique Pe?a Nieto.
El consultor David Shields se?ala que ¡°el objetivo es un tanto vengativo¡±. ¡°O sea, L¨®pez Obrador quiere fastidiar a las empresas privadas que tienen contratos comprometidos de a?os atr¨¢s para la generaci¨®n el¨¦ctrica¡±, apunta este experto en energ¨ªa con d¨¦cadas de experiencia en el mercado mexicano. ¡°?l siente que la CFE est¨¢ perdiendo el monopolio y quiere pasar a la historia como los presidentes que marcaron el camino de las nacionalizaciones¡±. El discurso del actual mandatario est¨¢ lleno, en efecto, de referencias a L¨¢zaro C¨¢rdenas, que hace casi un siglo expropi¨® la industria petrolera, y Adolfo L¨®pez Mateos, que d¨¦cadas despu¨¦s nacionaliz¨® el sector el¨¦ctrico.
En esta l¨ªnea, la defensa de la reforma el¨¦ctrica coincide tambi¨¦n con una ret¨®rica de reivindicaci¨®n de la soberan¨ªa nacional. El presidente lo dej¨® claro esta semana. ¡°Era nuestro pa¨ªs como una tierra de conquista y eso afect¨® a los usuarios, a los consumidores, al pueblo, porque aumentaban y aumentaban los precios de la luz mientras se les daban subsidios a las empresas particulares. Tan abusaron que una empresa espa?ola, Iberdrola, se atrevi¨® a ofendernos a los mexicanos contratando como empleado al expresidente [Felipe] Calder¨®n¡±. Iberdrola, probablemente el blanco favorito del mandatario, ya anunci¨® a finales del a?o pasado su intenci¨®n de dirigirse a otros mercados y desechar nuevas inversiones ante la hostilidad de la actual Administraci¨®n.
La reforma, rechazada por C¨¢maras de Comercio europeas y americanas, afecta a pa¨ªses como Espa?a, Italia, Francia, Alemania, Portugal y Pa¨ªses Bajos. Pero, por encima de todo, perjudica los intereses de Estados Unidos, principal socio de M¨¦xico. El Gobierno de Joe Biden ya manifest¨® su inquietud por esta pol¨ªtica energ¨¦tica en una reuni¨®n mantenida hace un mes entre representantes comerciales. Su aplicaci¨®n incumplir¨ªa, adem¨¢s, el acuerdo entre ambos pa¨ªses y Canad¨¢, el T-MEC.
Lo m¨¢s preocupante en estos momentos, sin embargo, es que todo est¨¢ parado. ¡°Ning¨²n proyecto va hacia adelante, ni los proyectos de la CFE ni los de los privados¡±, recuerda Shields. El abogado Leopoldo Olavarr¨ªa, del despacho Norton Rose Fulbright, advierte adem¨¢s de que el supuesto ahorro defendido por L¨®pez Obrador es un espejismo. ¡°El efecto ¨²ltimo va a ser que los consumidores de energ¨ªa mexicanos van a terminar pagando m¨¢s por el suministro de energ¨ªa, bien sean las industrias, bien sean el sector residencial o el tur¨ªstico¡±. Seg¨²n esta tesis, aunque los subsidios abaratan las tarifas de los peque?os consumidores, los industriales ven aumentados sus costos, lo que en ¨²ltima instancia repercute en la poblaci¨®n.
Para Olavarr¨ªa, ¡°por supuesto que [la reforma] manda tambi¨¦n una se?al no muy positiva para los inversionistas privados que ten¨ªan planes o pod¨ªan tener planes de inversi¨®n en M¨¦xico¡±. Sin embargo, a pesar de las dificultades, no cree que los inversores est¨¦n pensando abandonar el pa¨ªs para no volver. ¡°Lo que hay que ver es si la oportunidad de negocio termina generando una tasa de retorno suficiente para los inversionistas, tomando en cuenta los riesgos de esa inversi¨®n, incluyendo el riesgo pa¨ªs. No podemos olvidarnos de que M¨¦xico tiene una capacidad industrial sumamente elevada. En todo caso, existe una base industrial que requiere de suministro el¨¦ctrico y que agrega demanda el¨¦ctrica a largo plazo¡±.
Mientras tanto, a la espera de la resoluci¨®n de los litigios o de una reforma constitucional, los inversores est¨¢n obligados a tomar una decisi¨®n porque se enfrentan a un cambio repentino de las reglas del juego. Y, aunque no sea una prioridad como la ley el¨¦ctrica, L¨®pez Obrador se apoya tambi¨¦n en una suerte de sue?o petrolero para tratar de dar un nuevo impulso al sector de los hidrocarburos y a Pemex. Al igual que ocurre con la CFE, su objetivo es rescatar a la petrolera estatal, que acumula una deuda de 100.000 millones de d¨®lares. El prop¨®sito final consiste en conseguir mayor autosuficiencia y dejar atr¨¢s el modelo tradicional de M¨¦xico, que en esencia consiste en exportar crudo e importar combustible. ¡°Es el mejor negocio del mundo¡±, dijo recientemente al anunciar la compra de una planta de Deer Park en Houston (Texas) por 600 millones de d¨®lares, una refiner¨ªa que tambi¨¦n arrastra una deuda de casi 1.000 millones.
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