Laura Baeza: ¡°M¨¦xico no es solamente el horror que le pintamos al mundo¡±
La escritora publica su primera novela, ¡®Niebla Ardiente¡¯, una historia sobre la culpa y la redenci¨®n con la crisis de feminicidios en M¨¦xico como tel¨®n de fondo
A Laura Baeza no le gustan las cursiler¨ªas. Quiz¨¢ por eso le encanta Mariana Enr¨ªquez, la autora que cuenta desde la fantas¨ªa el terror de la dictadura argentina. O la m¨²sica oscura de Pearl Jam, su grupo favorito hasta el punto de que su primera novela, Niebla Ardiente (Alfaguara, 2021), publicada este septiembre, empieza con una frase suya. Un libro del que recort¨® casi 100 p¨¢ginas porque ¡°era un poco cursi en algunas partes, y luego me di cuenta de que no pertenec¨ªa al universo que estaba contando¡±. El universo que estaba contando: Esther, mexicana autoexiliada en Barcelona, cree ver en la retransmisi¨®n televisiva de unos disturbios en el Estado de Hidalgo a su hermana, Irene, una joven con esquizofrenia que se escap¨® del centro en el que estaba interna, para acabar enterrada en una cuneta a los 21 a?os junto con otras siete mujeres v¨ªctimas de trata.
A trav¨¦s de los recuerdos de la protagonista, Baeza (Campeche, 33 a?os) abre un mundo en el que se cruzan espacios y tiempos para abordar la dificultad de las relaciones familiares, la enfermedad mental en ni?os, el abandono paterno ¡ª¡±una constante, por lo menos en este pa¨ªs¡±¡ª, los sentimientos de culpa y la capacidad de redenci¨®n. Todo con la crisis de feminicidios, violencia y desapariciones que sufre M¨¦xico como tel¨®n de fondo. Una narraci¨®n ambiciosa, que requiri¨® de cuatro a?os de investigaci¨®n y documentaci¨®n, seis semanas de escritura y dos a?os de correcciones.
La autora se muestra especialmente interesada por contar la violencia, ¡°sobre todo la ejercida hacia las mujeres¡±, y la salud mental en ni?os: ¡°Qu¨¦ sucede con los padres cuando uno de sus hijos es mal diagnosticado, y c¨®mo sus vidas cambian, pero tambi¨¦n como cambia la vida de quien padece la enfermedad. Se crea un cerco alrededor de ¨¦l, para bien o para mal. Es el caso de Irene¡±. Para evitar romantizar o hacer juicios sobre una realidad tan compleja, se document¨® a trav¨¦s de un par de amigos psiquiatras y unos allegados con un caso de esquizofrenia en la familia, explica sentada en el banco de un parque en la colonia Roma Norte, en Ciudad de M¨¦xico.
Tambi¨¦n investig¨® c¨®mo trabajan los periodistas y los colectivos que siguen el rastro de mujeres desaparecidas. ¡°Le¨ª muchos testimonios, cosas del peri¨®dico, cosas de primera mano. A m¨ª no me gusta la nota roja, pero me di cuenta de que muchas veces hasta eso puede ser ¨²til en la b¨²squeda. Todas esas publicaciones amarillistas con fotos expl¨ªcitas de las v¨ªctimas en alg¨²n punto pueden servir¡±. Y a?ade: ¡°Me da coraje que yo, que me dedico a la escritura, si desaparezco puede que me busquen un a?o o seis meses. Pero hay muchas otras personas que nadie va a buscar. Muchas mujeres indocumentadas, que desaparecen y no hay un rescate de su memoria ni de su identidad. Y me parece terrible que hasta en la muerte seamos selectivos como sociedad¡±.
Con el personaje de Octavio, un periodista de investigaci¨®n veracruzano que vive escondido y alejado de su mujer y sus hijas despu¨¦s de haber recibido amenazas de muerte, pero decide ayudar a Esther a seguir el rastro de Irene como un acto de redenci¨®n, trata de reflejar otra realidad: la de los reporteros cuya implicaci¨®n con su trabajo, y el peligro de este, acaba provocando que se descuiden a s¨ª mismos y a sus familias ¡°hasta que se difuminan como personas¡±. ¡°Te sobrepasa. Te vuelves aut¨®mata tambi¨¦n. Por eso mucha gente abandona el ejercicio period¨ªstico en alg¨²n punto¡±, contin¨²a.
¡°Vengo de una familia fragmentada¡±
¡°Hay mucho de m¨ª en la novela. Vengo de una familia fragmentada, crec¨ª bajo el cuidado de otras personas porque mi madre ten¨ªa que trabajar. Muchas de mis preocupaciones est¨¢n contadas a trav¨¦s de las voces de otros personajes¡±, a?ade. Se notan las dosis autobiogr¨¢ficas sobre todo cuando narra la infancia de las dos hermanas, en pueblos del campo mexicano.
Para crear sus personajes, se inspir¨® en muchos aspectos de su vida. Por ejemplo, despu¨¦s del asesinato de su hermana, la protagonista decide irse para siempre de M¨¦xico, y consigue un trabajo en Barcelona, ciudad donde la propia autora estudi¨® durante ocho meses en 2013, hasta que se qued¨® sin dinero. ¡°Como Esther, tambi¨¦n sol¨ªa ver las noticias mexicanas por televisi¨®n cuando estaba all¨ª. Al principio me daba mucho coraje porque pensaba que nosotros no solamente somos el horror que le pintamos al mundo. Pero s¨ª lo somos, y tanto hay cosas buenas como malas¡±.
Baeza vivi¨® hasta los ocho a?os en Veracruz. Tras el divorcio de sus padres, se fue a vivir a Campeche con su familia materna. Lleg¨® a Ciudad de M¨¦xico en 2015, a intentar reiniciar su vida, cuenta. ¡°Sent¨ªa que donde estaba no escrib¨ªa, estaba en un limbo¡±. Al principio, trabaj¨® como profesora de viol¨ªn, instrumento que toca desde que era ni?a gracias a la influencia de su abuelo materno, m¨²sico. Se mantuvo un tiempo haciendo suplencias, luego en una academia. Lo dej¨® el a?o pasado: ¡°No estaba al 100%, y se me hac¨ªa una falta de respeto no darles toda mi atenci¨®n¡±.
Ahora, vive de escribir y editar, corregir textos de distintos estilos para varias editoriales. Hace mucho que no toca el viol¨ªn, aunque le gustar¨ªa recuperarlo en alg¨²n momento. La m¨²sica le acompa?a, sin embargo. Las seis semanas que tard¨® en dar a luz Niebla Ardiente, se las pas¨® constantemente escuchando una lista de reproducci¨®n con m¨¢s de 100 canciones grunge. Adem¨¢s, participa junto a varias amigas en Juego de Pomos, una retransmisi¨®n en directo a trav¨¦s de redes sociales donde cada domingo hablan de m¨²sica, libros o pel¨ªculas que hayan sido relevante esa semana.
Dice que la adolescente que fue estar¨ªa encantada con publicar en Alfaguara. Que lee desde siempre, pero que la primera vez que so?¨® con ser escritora fue despu¨¦s de que en sus manos cayeran las ediciones de Momo y La historia interminable (Michael Ende) de la editorial. De ah¨ª en adelante, empez¨® a pasar las horas sentada frente a un ordenador, ¡°escribiendo lo que quer¨ªa, lo que pod¨ªa, me imaginaba muchas cosas¡±.
En ese momento, lo que m¨¢s le llamaba la atenci¨®n era la fantas¨ªa, aunque luego sus intereses tomaron otros derroteros. El rigor lleg¨® a los 20 a?os, cuando hizo alg¨²n taller literario, ¡°y me di cuenta de que la escritura requiere profesionalizaci¨®n¡±. En 2017 present¨® dos libros de cuentos, ?poca de cerezos y Ensayo de orquesta, al Premio Nacional de Narrativa Gerardo Cornejo y el Premio Nacional de Cuento Breve Julio Torridos, respectivamente. Gan¨® en las dos ocasiones, y ambas obras fueron publicadas como parte del galard¨®n.
Precisamente, ahora tiene entre manos otros dos libros de cuentos, un g¨¦nero que le encanta. ¡°Trato de leer much¨ªsimo cuento porque creo que requiere m¨¢s atenci¨®n, no puedes descuidar ni una sola palabra¡±. Adem¨¢s, prepara su siguiente novela, que tratar¨¢ sobre ¡°el rapto adolescente¡±. ¡°Me interesa mucho como piensan los adolescentes. Estoy segura de que mis preocupaciones no eran para nada la de los chicos de ahora. Por eso no soy madre, tengo un terror profundo de todo lo que sucede. Me aterra pensar que es un riesgo ser ni?a en un pa¨ªs como el que tenemos hoy¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.