The Pixies: ¡°Kim Deal era un icono, la imagen del grupo, pero es el momento de pasar p¨¢gina¡±
La m¨ªtica banda de rock llega a Ciudad de M¨¦xico para tocar en el Vive Latino, su primer concierto fuera de Estados Unidos desde la pandemia de coronavirus
Kurt Cobain dijo una vez que Nirvana no hab¨ªa inventado nada; que se hab¨ªan limitado a imitar a los Pixies. ¡°Creo que solo estaban influenciados por nosotros, como nosotros lo estuvimos de otras bandas anteriores. Kurt no se dio el m¨¦rito que merec¨ªa. O seguramente s¨ª, pero esa es la frase que m¨¢s recuerda la gente, y es la cita que m¨¢s nos gusta. Gracias, Kurt. Muchas, muchas gracias¡±, bromea por videollamada Joey Santiago (56 a?os), guitarrista original de la banda, mientras prepara caf¨¦ en su casa de California, Estados Unidos.
En 1999, una generaci¨®n entera de j¨®venes y adolescentes conoci¨® a The Pixies: en la pantalla, Edward Norton daba la mano a Helena Bonham Carter mientras contemplaban el mundo explotar por la ventana y de fondo sonaba Where is my mind?, en esa m¨ªtica escena final de El club de la lucha (David Fincher). Pero para ese momento el grupo ya llevaba seis a?os sin tocar. Nacidos en 1986, los de Boston supieron anticipar la ola de grunge que arras¨® el panorama musical a principios de los 90. Para 1993 ya se hab¨ªan separado con cinco discos a las espaldas, dos de ellos, Surfer Rosa (1988) y Doolittle (1999), considerados ¨¢lbumes de culto: dos de los trabajos m¨¢s influyentes y relevantes del rock underground americano. Casi 30 a?os despu¨¦s, llegan a Ciudad de M¨¦xico para poner el broche al Vive Latino 2022.
Cuando se separaron apenas era otro grupo de rock raro que hab¨ªa hecho alguna gira teloneando a bandas m¨¢s populares ¡ªcomo U2¡ª y grabado un pu?ado de buenos temas: los suficientes para vivir de los royalties ¡ªen una ¨¦poca en la que el p¨²blico todav¨ªa compraba discos¡ª, pero no tan conocidos como para haber dado el salto al mainstream. En 2004 volvieron a juntarse. El tiempo, la pel¨ªcula de Fincher y la innegable influencia que hab¨ªan tenido en grupos que fueron ¨¦xitos comerciales en los 90, hab¨ªan hecho de ellos un fen¨®meno de masas que tocaba ante miles de personas y hac¨ªa giras mundiales.
¡ª?C¨®mo se procesa ese cambio?
¡ª2004 fue un a?o muy emocionante, lo reconozco. Pero el momento m¨¢s emocionante para Pixies fue cuando est¨¢bamos empezando: los cuatro conduciendo en una furgoneta a trav¨¦s de la nieve, tratando de llegar a los conciertos, compartiendo habitaciones de hotel e intentando convencer a la gente de que ten¨ªa que escucharnos. Fueron buenos tiempos. Vali¨® la pena, sin duda.
Este domingo es su primera vez fuera de Estados Unidos desde que empez¨® la pandemia de coronavirus. La semana anterior, han hecho tres conciertos ¡°de calentamiento¡± para llegar listos a la gran cita. Hace dos semanas lanzaron una nueva canci¨®n, y Santiago asegura que durante estos meses han grabado un nuevo disco que ver¨¢ la luz este a?o. ¡°Sigo tocando porque es lo ¨²nico que disfruto. Tengo que hacer algo para ganarme la vida y no me imagino haciendo otra cosa. Durante el par¨®n toqu¨¦ con otra gente, pero no es lo mismo. Incluso dudo cuando me ofrecen tocar con otros grupos porque no quiero compartir el sonido de Pixies, soy taca?o con eso¡±.
Aunque han sido influencia clave para decenas de grupos ¡ªdesde Nirvana a The Strokes pasando por Pearl Jam, Mudhoney o Smashing Pumpkins¡ª, su sonido siempre ha sido ¨²nico. Encontraron en el contraste su lugar: estrofas suaves y mel¨®dicas y de pronto estribillos que romp¨ªan cargados de distorsi¨®n y alaridos ¡ªuna f¨®rmula muy seguida por los de Cobain en muchos de sus ¨¦xitos, como Smell like teen spirit¡ª; los bajos sencillos pero hipn¨®ticos de Kim Deal frente a las guitarras disonantes y repetitivas de Santiago, inspirado por grupos como Black Flag y bandas de los 60; la caracter¨ªstica voz de Charles Michael Kittridge, Black Francis, que pasaba de melod¨ªas pop tremendamente pegadizas a desgarros vocales que parec¨ªan obra de un man¨ªaco; letras surrealistas; una bater¨ªa que no se saltaba un golpe y, como guinda de todo, el inconfundible estilo de Deal, con una voz dulce de esas de las que se dice que amansan a las fieras.
¡°Antes de Kim Deal / despu¨¦s de Kim Deal¡±
Pese a su ¨¦xito ¡ªo quiz¨¢, a causa de ¨¦l¡ª la pol¨¦mica siempre ha acompa?ado al grupo. Los rumores sobre la lucha de egos entre el principal compositor, Black Francis y Kim Deal, tambi¨¦n compositora¡ªy uno de los mayores iconos del underground, el paradigma junto a Kim Gordon de Sonic Youth de la cool girl¡ª han llenado p¨¢ginas de revistas musicales. Fue una de las razones de la primera separaci¨®n. Y en 2013, casi 10 a?os despu¨¦s de la vuelta de la banda, Deal dej¨® el grupo, lo que provoc¨® un impasse que marcar¨ªa al grupo para siempre.
¡ªLa gente siempre va a verlo como ¡®antes de Kim/despu¨¦s de Kim¡¯. No somos el ¨²nico grupo que ha cambiado de miembros, pero est¨¢ claro que Kim era un icono, la imagen de Pixies. Lo entendemos, pero es el momento de pasar p¨¢gina. Y Charles, ?era antes un tipo dif¨ªcil? Posiblemente, todo era nuevo para ¨¦l, pero ahora es divertido y bromista. Tiene momentos malhumorados y no los esconde, pero no es el ¨²nico tipo gru?¨®n en el rock.
Kim Shattuck, l¨ªder de The Muffs, tom¨® el rol de Deal durante unos meses, pero dur¨® poco. Despu¨¦s lleg¨® Paz Lenchantin, una bajista argentina veterana en la escena, que se mantiene hasta la actualidad. ¡°Es una gran m¨²sica, canta como los ¨¢ngeles, aporta much¨ªsimo a la banda y adem¨¢s tiene un gran respeto por Kim, por el camino que ella abri¨®. No es una versi¨®n dos de Kim Deal. Y por dios, la presi¨®n que ha sufrido... Ella lo siente, y yo siento que tenga que aguantar esa carga¡±, confiesa Santiago. EL PA?S solicit¨® entrevistar tambi¨¦n a Lenchantin, Black Francis y David Lovering ¡ªbater¨ªa¡ªpero los tres declinaron la propuesta a trav¨¦s de una responsable de prensa del grupo, que argument¨® que Santiago es quien se encarga de la mayor¨ªa de entrevistas.
¡ªEsta es la formaci¨®n que m¨¢s me gusta, desde que Paz [Lenchantin] se uni¨® al grupo hemos sido m¨¢s productivos, estamos en un estado mental muy creativo, por eso queremos seguir grabando. Nos damos cuenta de que la gente probablemente no quiera escuchar lo nuevo, pero la motivaci¨®n es ser una de esas bandas de las que se dice: ¡®siguen haciendo buena m¨²sica¡¯. Nunca hemos hecho el mismo disco dos veces, pero mantenemos nuestro estilo.
¡ª?Cu¨¢l es tu disco de Pixies favorito?
¡ªMe gusta decir que Bossanova, porque es el m¨¢s ignorado, pero entiendo por qu¨¦ la gente prefiere Surfer Rosa o Doolittle. Esos son los ¨¢lbumes que nos han mantenido en el camino. Con la nueva m¨²sica es casi como si tuvi¨¦ramos que volver a convencer al p¨²blico.
The Pixies siempre ha sido una banda particular. No responden al modelo t¨ªpico de aquellos a?os, donde te juntabas con tus amigos en el garaje de casa, escrib¨ªas canciones con instrumentos viejos y desafinados y acababas convirti¨¦ndote en grupo a fuerza de terquedad. Ellos apenas se conoc¨ªan cuando empezaron a tocar. Santiago y Black Francis coincidieron un tiempo en la universidad, pero no eran ¨ªntimos. ¡°Ten¨ªamos un contrato para el primer disco y est¨¢bamos en Europa girando en tan solo un a?o, no tuvimos tiempo de conocernos realmente. ?Empezar una banda con amigos? Suena interesante... creo que no me gustar¨ªa¡±, dice entre risas.
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