¡®Network¡¯, una distop¨ªa permanente regida por los monstruos del espect¨¢culo y la cuota de pantalla

En la d¨¦cada de los setentas, el guionista estadounidense Paddy Chayefsky vio c¨®mo el ¡°esp¨ªritu venenoso¡± de la era Watergate y de la Guerra de Vietnam se infiltraba a los hogares a trav¨¦s de la televisi¨®n. Seg¨²n cuenta una publicaci¨®n de The New York Times, el escritor escribi¨® en una nota para s¨ª mismo que ¡°los estadounidenses no quieren programas alegres y divertidos¡±, al contrario, ¡°est¨¢n furiosos y quieren una programaci¨®n igual¡±. De ese modo, canaliz¨® su ira e intensa frustraci¨®n hacia la televisi¨®n, un medio al que describi¨® como ¡°un indestructible y terror¨ªfico gigante m¨¢s poderoso que el Gobierno¡±, y lo convirti¨® en el guion del filme Network ¨Cganador de cuatro premios Oscar¨C, una s¨¢tira sobre un inestable conductor de noticias y un medio de comunicaci¨®n que, junto con su audiencia, est¨¢n muy convencidos de seguirlo hasta el filo de la locura.

El director mexicano Francisco Franco era un adolescente cuando vio la pel¨ªcula por primera vez, en 1976, y esas ¡°im¨¢genes fuertes¡±, que lo marcaron en aquel entonces, resurgieron en 2017 cuando presenci¨® la adaptaci¨®n de la obra de Chayefsky en el National Theatre de Londres. ¡°Me enamor¨¦ de ese texto y adaptaci¨®n desde un principio¡±, admite. Fue as¨ª que la versi¨®n teatral de Network lleg¨® al realizador oriundo de Aguascalientes, quien materializa esta puesta en escena en el teatro de los Insurgentes de la Ciudad de M¨¦xico.

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Teaser de la obra teatral NETWORK

Corre el a?o 1975 en la ciudad de Nueva York y, tras 25 a?os trabajando en una televisora, el veterano presentador Howard Beale, interpretado por el experimentado y reconocido actor Daniel Gim¨¦nez Cacho, es despedido de su puesto por el bajo nivel de audiencia. Beale, viudo y alcoh¨®lico, queda trastocado y decide anunciar durante una emisi¨®n que se suicidar¨¢ en su ¨²ltimo programa ante las c¨¢maras. La obra, en tono de una comedia ¨¢cida, propone una mirada hacia la ¨¦tica, moral y poder de los medios, adem¨¢s de la influencia que ejercen sobre la sociedad. ¡°Es incre¨ªble que Chayefsky estaba escribiendo un guion sobre la realidad que ve¨ªa venir y casi 50 a?os despu¨¦s estamos completamente inmersos en esa realidad que adivin¨®¡±, le dice Franco a EL PA?S a trav¨¦s de una videollamada.

Para Gim¨¦nez Cacho, que recibe a EL PA?S en el vest¨ªbulo del teatro de los Insurgentes, las tem¨¢ticas y problem¨¢ticas que plantea la obra son permanentes, solo que, en estos tiempos, estas se trasladaron a las redes sociales. Considera que internet ha abierto espacios democr¨¢ticos de comunicaci¨®n y ha generado plataformas para el periodismo independiente, pero tambi¨¦n, contin¨²a, es necesario estar atentos ante el ruido y los intereses que hay detr¨¢s de algunos mensajes. ¡°En internet todo es gratis porque uno se convirti¨® en la mercanc¨ªa. Somos nuestros propios ejecutivos de televisi¨®n que nos autoexplotamos. Son temas que est¨¢n muy bien reflexionados, ?usamos a los medios o los medios nos usan? Y es un asunto que se empez¨® a pensar hace 50 a?os y para m¨ª es extremadamente vigente. ?A qui¨¦n le crees? No podemos saber, hay que contrastar las versiones, leer m¨¢s, no est¨¢ f¨¢cil¡±, afirma el int¨¦rprete mexicano.

El director no quiere ser pesimista sobre la visi¨®n de Chayefsky. Critica, como la obra, la ¡°tremenda¡± brecha entre las clases sociales. ¡°Si bien es una comedia, tiene una cr¨ªtica social muy fuerte. Vives, comes y sientes c¨®mo la gente de la tele y en este momento nosotros vemos c¨®mo varias generaciones viven condicionadas por una imagen¡±, agrega.

Franco considera que la adaptaci¨®n teatral de Network es un ¡°tour de force incre¨ªble¡± por sus caracter¨ªsticas casi cinematogr¨¢ficas, sin pausas, transiciones y una fluidez con una velocidad vertiginosa. El director estableci¨® un ¨¦nfasis especial en el trabajo de la iconograf¨ªa, para que la escenograf¨ªa sea una recreaci¨®n minuciosa de Nueva York en 1975. ¡°Fue muy dif¨ªcil, pero tambi¨¦n una delicia hacerlo. Vimos mucho cine, le¨ªmos mucho material relacionado con el tema. Tuvimos mucho cuidado que toda la informaci¨®n visual que est¨¢ recibiendo el espectador sea de ese a?o¡±, a?ade Franco.

¡°?Estoy hasta la madre y no lo voy a tolerar!¡± es la frase que Howard Beale grita hasta el cansancio cuando finalmente explota, pero tambi¨¦n, seg¨²n Gim¨¦nez Cacho, puede ser el leitmotiv del descontento en distintos sectores de la sociedad. Cree que esta manifestaci¨®n de enojo de la gente es ¡°muy f¨¢cil de decir y contagiar¡±, pero tambi¨¦n considera que es un sentimiento ¡°f¨¢cil de manipular¡±, por eso tambi¨¦n la obra lo aborda. ¡°S¨ª, estamos enojados, el tema es qu¨¦ hacemos con eso. Los populistas de izquierda y derecha convocan a estos enojos, al racismo y a la intolerancia, a decir ¡®defiende tu derecho, tu patria, tu persona¡¯, es muy explotable¡±, aclara.

El actor de 61 a?os, con una voz ronca y tenue ¨Cque no repercute como los alaridos de Howard Beale en escena¨C, dice que se encuentra gozando ¡°a lo bestia¡± con este personaje. Admite no haber visto la actuaci¨®n de Peter Finch o de Bryan Cranston, actores que interpretan a Beale en la pel¨ªcula y en la adaptaci¨®n teatral que se present¨® en Londres y Broadway, respectivamente. La inspiraci¨®n para encarnar al inestable conductor televisivo nace de su experiencia, del estudio a los conductores de la televisi¨®n estadounidense de la ¨¦poca y el trabajo junto a Franco. ¡°Lo desafiante fue el tr¨¢nsito que tiene hacia la locura. Era muy importante que fuera avanzando y teniendo distintos contrastes, para que no sea solo el delirio, sino que se pudiera distinguir por qu¨¦ estados est¨¢ pasando¡±, precisa Gim¨¦nez Cacho.

Su retorno a las tablas, tras casi dos a?os de ausencia a causa de las restricciones debido a la pandemia, le hicieron caer en cuenta ¡°lo necesario que es el teatro como fen¨®meno presencial¡±. A pesar de sus casi 40 a?os de carrera actoral, admite, entre risas, a¨²n sentirse nervioso antes de subir al escenario. ¡°Es un miedo muy rico, no es paralizante. Como el teatro es una cosa viva, cada d¨ªa pasa algo, nunca est¨¢ en tu control¡±, finaliza.

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