Diego Fonseca: ¡°La historia de la izquierda latinoamericana es autoritaria, machista, violenta, sectaria y jodida¡±
El periodista argentino acaba de presentar en la Ciudad de M¨¦xico su ¨²ltimo libro, ¡®Amado L¨ªder¡¯, un profundo an¨¢lisis sobre los fen¨®menos populistas, de Trump a L¨®pez Obrador pasando por Bukele o Vox
En 2016, el periodista argentino Diego Fonseca (51 a?os) cubr¨ªa la campa?a electoral de Donald Trump en Estados Unidos. Entre las multitudes que congregaba el multimillonario ve¨ªa un fervor masivo; a un falso mes¨ªas arengando a masas enfurecidas. Lo que presenci¨® en los m¨ªtines trumpistas era algo que ya conoc¨ªa bien: lo hab¨ªa vivido antes con el peronismo en su tierra natal, con decenas de movimientos pol¨ªticos populistas que recorrieron Latinoam¨¦rica antes de desembarcar en EE UU. Sin embargo, cuando le¨ªa los reportajes de The New York Times, ¡ªuno de los medios para los que escrib¨ªa¡ªve¨ªa una realidad completamente distinta, como si el fen¨®meno de Trump no fuera el peligro que ¨¦l hab¨ªa identificado. El resto ya es historia: Trump gan¨®. El d¨ªa de su victoria, Fonseca tom¨® la resoluci¨®n de empezar un libro sobre los riesgos del populismo que le ha llevado cinco a?os: Amado L¨ªder (Harper Collins, 2021), casi 700 p¨¢ginas en las que analiza el fen¨®meno, de Trump al presidente mexicano Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (AMLO), pasando por el salvadore?o Nayib Bukele, la extrema derecha espa?ola de Vox o el Per¨² de Pedro Castillo. Acaba de presentarlo en Ciudad de M¨¦xico, por primera vez presencialmente desde que fue publicado.
Pregunta. ?Es comparable la figura de Trump con la de L¨®pez Obrador?
Respuesta. Trump y AMLO s¨ª son comparables. El manual populista en general no es una ideolog¨ªa, es un modo de gobernar.
P. Entonces, ?no podemos hablar de populismo de izquierdas o de derechas?
R. La filiaci¨®n ideol¨®gica de cada uno incorpora matices, pero en los dos casos son autoritarios. Latinoam¨¦rica, Hungr¨ªa, Turqu¨ªa, Polonia, Vox en Espa?a, Trump... todos son derivas autoritarias porque no aceptan las reglas del juego democr¨¢ticas. El populismo en s¨ª destruye los mecanismos de conversaci¨®n y de consenso, es siempre una provocaci¨®n y siempre una ruptura.
P. ?Hay elementos autoritarios en L¨®pez Obrador?
R. Lo primero es que tienes el culto al l¨ªder. Todo el populismo se construye alrededor de la figura de un sujeto que define qu¨¦ es lo bueno y qu¨¦ es lo malo. El principio b¨¢sico de la construcci¨®n democr¨¢tica, que es institucionalista, se derrumba, porque todo se centra en un individuo que concentra toda la atenci¨®n sobre s¨ª mismo.
El populismo considera que la ley es una construcci¨®n subjetiva de las burgues¨ªas para imponer ciertas ideas sobre las clases populares. Debe ser destruida y reemplazada por la soberan¨ªa del pueblo. Todos los ejercicios populistas intentan reemplazar la construcci¨®n institucional ¡ªabsoluta y necesariamente mejorable en nuestras democracias¡ª por una voluntad popular inasible. El pueblo como definici¨®n pol¨ªtica no existe, es una entelequia, una abstracci¨®n.
P. Si el pueblo es una construcci¨®n social, ?para qui¨¦n se gobierna?
R. La apropiaci¨®n del t¨¦rmino pueblo est¨¢ cargada ideol¨®gicamente: la derecha no habla de pueblo, habla de la gente, de la sociedad, de los ciudadanos¡ A m¨ª no me importa la categor¨ªa de pueblo, en tanto que no lo defina un solo individuo, sino que sea un consenso. El problema es la enorme carga de octanaje que tiene la definici¨®n de pueblo, no se define por una categor¨ªa objetiva, es la voluntad del l¨ªder. En el momento en que alguien deja de apoyar al l¨ªder, se transforma en un ap¨®stata, en un adversario, en un traidor, en un enemigo del pueblo.
P. Pueblo, ciudadano, sociedad¡ ?No son distintas formas de decir lo mismo?
R. Cada ciudadano tiene un set de derechos con los cuales vive, est¨¢n definidos legalmente. No hay una definici¨®n formal de pueblo que no sea pol¨ªtica.
P. Una concepci¨®n m¨¢s legalista que emocional.
R. El gran problema que tenemos alrededor de los populismos es la construcci¨®n de las pol¨ªticas emocionales. La ley se supone que es la objetivaci¨®n de una serie de definiciones de c¨®mo se debe regular una sociedad. El opuesto, en la movilizaci¨®n pol¨ªtica, es la raz¨®n subjetiva: identitaria, enojosa, en ocasiones violenta. Cuando yo construyo pol¨ªticas extremadamente subjetivas lo que tengo es una progresiva aniquilaci¨®n de la raz¨®n: una especie de construcci¨®n volc¨¢nica de la pol¨ªtica en la que todo termina siendo un estallido de unos contra otros. No vas a construir un Estado o una sociedad sobre la base de una disputa emocional.
P. Durante todo el libro identifica al l¨ªder populista con los atributos del macho tradicional mis¨®gino. Sin embargo, en un momento dado, escribe: ¡°No soy feminista, o quiz¨¢ debiera decir que no comprendo la estupidez incendiaria¡±. ?Por qu¨¦?
R. No entiendo completamente la dimensi¨®n del movimiento feminista. Intento acercarme al proceso y comprenderlo. Estoy a favor de la igualdad de derechos. Pero creo que necesitamos s¨ª o s¨ª encontrar puentes de conversaci¨®n. Yo entiendo que el movimiento feminista est¨¢ visualizando el desastre que hemos hecho los hombres, pero incendiando la pradera no vamos a solucionarlo.
P. Quiz¨¢ llamarlo estupidez incendiaria tampoco ayude.
R. Eso podr¨ªa haberlo precisado, me refiero a los movimientos extremistas. No creo que el feminismo sea un movimiento extremista. Yo creo que es uno de los grandes movimientos, si no el ¨²nico, capaz de frenar al machismo populista. Soy un hombre construido por d¨¦cadas y d¨¦cadas de machismo. A mi generaci¨®n le tomar¨¢ tiempo desmontar todo eso. Entiendo que por los feminicidios la gente quiera incendiar todo, yo tambi¨¦n lo har¨ªa, pero en el conjunto me parece que podemos llegar a acuerdos m¨¢s razonables entre todos.
P. En el libro dice que viene de movimientos de izquierdas de calle. ?C¨®mo se identifica ahora ideol¨®gicamente?
R. La historia de la izquierda latinoamericana es autoritaria, machista, violenta, sectaria, dogm¨¢tica y jodida. Yo pas¨¦ por esa izquierda. Ahora me considero un socialdem¨®crata liberal de izquierda dispuesto a reformar todo. La izquierda no ha pensado como discutir su pertenencia al mundo globalizado. Lo piensa desde la contraposici¨®n, pero no tiene propuesta de cambio.
P. Dentro de la l¨®gica del capitalismo.
R. La oferta socialista de la izquierda ha fracasado, en general. El contexto determina. El sistema econ¨®mico neoliberal no es un sistema econ¨®mico en s¨ª, es una transformaci¨®n cultural y de relaciones sociales. Si el contexto es el capitalismo tendr¨¢s que reformar el capitalismo. ?Queremos un mundo mucho m¨¢s justo? S¨ª. ?Se va a llamar socialismo? Yo qu¨¦ s¨¦. Lo pod¨¦s llamar capitalismo o econom¨ªa circular.
P. Los l¨ªderes populistas se intentan vender a s¨ª mismos como gente externa al sistema, pero todos forman parte del sistema pol¨ªtico. Trump era multi millonario, L¨®pez Obrador viene del PRI y el PRD¡
R. Lo primero es tratar de salirte del sistema y presentarte como parte ajena. Casi todos estos tipos vienen desde fuera de las estructuras partidarias y las copan, o bien ya son parte de estructuras populistas muy marcadas: El chavismo viene por fuera. AMLO se debe ir del PRI y del PRD para poder intentar por fuera trabajar con Morena. Aun siendo ellos insiders-outsiders, la sociedad los mira como no ensuciados por aquellos pol¨ªticos que vienen dominando por d¨¦cadas. El enojo de la gente es con los partidos en general. Si yo me presento como la anti-pol¨ªtica, tengo mucho espacio para ganar.
P. Pero es puro relato, no hay base real.
R. El gran dilema que tienen todas las sociedades ahora es c¨®mo sales de los proyectos populistas. No acabas con el populismo. El populismo se basa sobre todo en la capacidad de poder conectar emocionalmente con la gente. No hay una sola experiencia en Latinoam¨¦rica de una experiencia de ruptura con el populismo que no fuera relativamente populista.
P. ?El populismo es una consecuencia natural de las pol¨ªticas de los ¨²ltimos a?os?
R. El populismo es la consecuencia natural del fracaso del sistema democr¨¢tico para resolver la demanda de la sociedad. Si existe un l¨ªder populista, es porque todo lo dem¨¢s fracas¨®. Porque durante d¨¦cadas los pol¨ªticos se han encargado de prometer aquello que no pod¨ªan cumplir. Si t¨² frustras sistem¨¢ticamente las expectativas de la gente, la ruptura va a llegar.
P. Pero prometer es la base de las campa?as electorales. Tal y como est¨¢ planteado el sistema democr¨¢tico, ?no es por definici¨®n populista?
R. Hay que diferenciar entre demagogia y populismo. Los partidos tradicionales pueden ser demagogos, prometer cosas que no van a cumplir. Pero una vez que llegan al poder se manejan dentro de los canales de lo institucional. El l¨ªder populista quiere tumbar todo.
P. Esa estrategia no es nueva. Si la gente est¨¢ cansada con el formato tradicional de partidos, tambi¨¦n se cansar¨¢ de ver que el populismo no funciona.
R. No necesariamente, se puede renovar con otros tipos populistas que lleguen. Los extremos siempre se pueden correr y los fondos siempre se pueden cavar m¨¢s abajo.
P. Pinta un futuro muy apocal¨ªptico. ?La batalla est¨¢ perdida?
R. Vivimos malos momentos. Los procesos hist¨®ricos van mucho m¨¢s all¨¢ que nuestra voluntad. Tienen un desenvolvimiento que es ¡ªy la palabra podr¨ªa resultar hasta absurda¡ª cuasi m¨¢gico, es inasible para el individuo. Es una superposici¨®n, concatenaci¨®n, enclaustramiento de distintas decisiones individuales que van perfilando un cambio de escenario que a veces es visible, a veces no. Suceden cosas que no terminamos de percibir. ?Estamos en un momento oscuro? Estamos en un momento oscuro. ?Tengo miedo de que sea peor? Tengo miedo de que sea peor ?Puede ser peor? No lo s¨¦.
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