Miquel Adri¨¤: ¡°La silvestrizaci¨®n de nuestras ciudades puede hacerlas mucho m¨¢s amables¡±
El arquitecto catal¨¢n fund¨® la revista ¡®Arquine¡¯, un referente en Latinoam¨¦rica, hace 25 a?os. En el aniversario, conversa con EL PA?S sobre la transformaci¨®n de las ciudades, la necesidad de invertir en transporte p¨²blico y la irrupci¨®n del metaverso
Tres m¨¢scaras miran desde la parte alta de la pared la nuca de Miquel Adri¨¤: una es la del arquitecto mexicano Teodoro Gonz¨¢lez de Le¨®n, otra es la de la urbanista Jane Jacobs y otra es la del m¨²sico David Bowie. Abajo, el arquitecto y cr¨ªtico, elegante de chaqueta azul y gafas de pasta, habla de la silvestrizaci¨®n de las ciudades, de la irrupci¨®n del metaverso, de la ense?anza de la arquitectura. En su escritorio tiene el n¨²mero 100 de Arquine, la revista que fund¨® en Ciudad de M¨¦xico hace 25 a?os y que hoy es un referente en Latinoam¨¦rica. Como parte del mismo proyecto, cre¨® una editorial que ya ha publicado m¨¢s de 200 libros, un concurso a¨²n necesario porque ¡°25 a?os despu¨¦s todav¨ªa no hay concursos p¨²blicos¡± y Mextr¨®poli, el mayor festival de urbanismo de la regi¨®n. Pero en 1994 todo estaba empezando. ¡°?ramos mi bicicleta y yo¡±, recuerda Adri¨¤ (Barcelona, 65 a?os).
El arquitecto se sigue moviendo en bicicleta por esa ciudad a la que lleg¨® hace casi tres d¨¦cadas ¨Caunque solo por la colonia Condesa, donde vive y trabaja¨C y todav¨ªa cree en la importancia de una revista impresa para ¡°construir cultura arquitect¨®nica¡±. En el n¨²mero 100 de Arquine la reflexi¨®n gira en torno al territorio, la ense?anza de la profesi¨®n, la vivienda, el espacio p¨²blico y la crisis clim¨¢tica. ¡°La soluci¨®n para tener una mejor ciudad no es hacer ciudades nuevas y abandonar las viejas, sino mejorar las condiciones de seguridad, de aire, de agua y de movilidad que existen, y crear vivienda colectiva¡±, asegura sobre su escritorio con vistas al boulevard Amsterdam, una de las calles m¨¢s exclusivas de la ciudad. La oficina huele a revista reci¨¦n impresa.
Pregunta. ?Es sostenible que sigamos viviendo en ciudades?
Respuesta. La ciudad es un modelo muy sostenible, sobre todo si la ciudad es eficaz y se redensifica. Es decir, la ciudad de la mancha, de la expansi¨®n, es sumamente ineficiente. Aunque haya habido una migraci¨®n hacia el campo de un cierto nivel de gente que considera que a trav¨¦s de la virtualizaci¨®n de su trabajo puede mantener todas esas relaciones, la mayor¨ªa seguimos viendo que vivir cerca sigue siendo mucho m¨¢s eficaz que estar ramificando y estar expandiendo todas esas conexiones, todas esas carreteras, todas esas v¨ªas que requieren de m¨¢s energ¨ªa, de transporte privado, etc¨¦tera. Yo s¨ª creo que la ciudad debe o puede ser el modelo m¨¢s sustentable de crecimiento. Como humanidad es como mejor nos podemos organizar.
P. Durante la pandemia, parec¨ªa que las ciudades se estaban vaciando y se estaba poniendo en valor otra forma de habitar. ?Se perdi¨® una oportunidad para reformular c¨®mo vivimos?
R. Quiz¨¢s s¨ª se haya perdido porque tenemos poca memoria, pero tambi¨¦n se ha aprendido mucho en este tiempo de pandemia. Los que tuvimos el privilegio de trabajar desde donde vivimos nos dimos cuenta la importancia de tener espacios que se pueden expandir hacia el exterior, de que las viviendas puedan tener terrazas, azoteas, balcones... A nivel urbano, tambi¨¦n nos dimos cuenta que se pod¨ªan empezar a invertir algunos usos y que aquellos espacios que se ocupaban temporalmente con coches estacionados se pod¨ªan convertir en terrazas, es decir, pasaron de un uso privado a otro uso privado, pero ahora privilegiaban m¨¢s al ciudadano.
La importancia que ten¨ªa el coche cada vez va a ir perdiendo cancha y en ese momento pasaremos a otra discusi¨®n interesante: ?qu¨¦ vamos a hacer con todos esos grandes estacionamientos que ten¨ªamos hasta ahora, y hasta qu¨¦ punto esos espacios nos podr¨ªan servir para ofrecer vivienda asequible? Tambi¨¦n hemos visto que la oficina es un lugar opcional. Por tanto, vamos a tener un excedente de metros cuadrados de oficina, ?qu¨¦ vamos a hacer con esto? Si tenemos un d¨¦ficit de vivienda y tenemos un excedente de oficina, ah¨ª hay una inversi¨®n natural que se puede explorar. Claro, tiene un costo y unos m¨¢rgenes distintos, pero si hubiera una pol¨ªtica p¨²blica que estimulara este cambio asistir¨ªamos a una transformaci¨®n interesante.
P. ?Falta espacio verde en las ciudades?
R. Si lo ves desde la perspectiva de la arquitectura moderna del siglo pasado, a todas las ciudades les falta verde. Sin embargo, hay zonas, por ejemplo de Ciudad de M¨¦xico, bastante bien dotadas de espacio verde. Hay otras muy deprimidas en t¨¦rminos de ¨¢reas verdes y se deber¨ªa invertir en esas zonas. Incrementar las ¨¢reas verdes en zonas como Iztapalapa creo que ser¨ªa muy adecuado; seguir invirtiendo en el bosque de Chapultepec, que ya es un gran pulm¨®n de la ciudad, no ser¨ªa lo m¨¢s urgente. Creo que una pol¨ªtica que privilegiara la equidad deber¨ªa estar invirtiendo en parques en Iztapalapa y no en Las Lomas, que curiosamente es lo contrario de lo que se hace ahora.
P. ?Naturaleza y ciudad son compatibles?
R. Tenemos que pensar en ciudades que integren cada vez m¨¢s la naturaleza. Hay un ¨¢rea de oportunidad, por ejemplo, en usar los carriles de estacionamiento o de terrazas de restaurantes como zona verde. Si a esas zonas les levant¨¢ramos el concreto y las hici¨¦ramos permeable tendr¨ªamos ciudades que aprovechar¨ªan m¨¢s sus propios recursos, aprovechar¨ªan m¨¢s la permeabilidad del agua cuando llueve, no ser¨ªan tan calurosas, no se estar¨ªan hundiendo... Mejorar¨ªa mucho la calidad de nuestras ciudades. Si lo hici¨¦ramos de un modo radical, significar¨ªa casi un tercio o una cuarta parte de nuestras calles. El camino hacia la silvestrizaci¨®n de nuestras ciudades puede ser una manera de hacerlas mucho m¨¢s amables y mucho m¨¢s sustentables.
P. En el ¨²ltimo n¨²mero de Arquine reflexiona sobre el espacio p¨²blico. En Latinoam¨¦rica, con ciudades aparentemente ca¨®ticas y segregadas, ?c¨®mo se da ese espacio p¨²blico?
R. Hablar de Am¨¦rica Latina es un enigma de alto riesgo. Es muy dif¨ªcil hablar, por ejemplo, del espacio p¨²blico en Chile y compararlo con el colombiano o el de M¨¦xico. Cada uno tiene caracter¨ªsticas propias. Eso que llamas ciudades ca¨®ticas son ciudades que han sufrido unas migraciones, sobre todo internas, brutales. S¨ª es cierto que el subcontinente latinoamericano es de las zonas m¨¢s urbanas del planeta y que esas concentraciones son recientes, del ¨²ltimo medio siglo. No est¨¢n creciendo ahora del mismo modo que crecieron los a?os setenta, ochenta y hasta quiz¨¢ noventa. De alg¨²n modo ese crecimiento excesivo en esas ¨¦pocas hizo que hubiera una falta de control sobre ese crecimiento, de planificaci¨®n. Por lo cual han surgido fen¨®menos interesantes que son resultados de iniciativas casi espont¨¢neas.
P. ?Las ciudades tienen que estar ordenadas?
R. Yo creo que no hay un debate posible en este sentido. Es decir, ?qu¨¦ capacidad tiene un Gobierno para proponer ordenar la ciudad? Creo que son absolutamente incapaces. Por tanto, creo que no es una discusi¨®n posible. Las ciudades tienden a un cierto orden. Por ejemplo, una ciudad que conozco bastante bien, como la Ciudad de M¨¦xico, no creo que sea para nada ca¨®tica. La ciudad tiene una infraestructura viaria bastante ordenada desde que se generaron los ejes viales en los a?os ochenta y una red de transporte subterr¨¢neo importante que es capaz de mover cinco millones de personas. Creo que se podr¨ªa hacer mucho simplemente mejorando esas condiciones. Tampoco es una ciudad que crece, tampoco es una ciudad que atrae capital. Se podr¨ªa intervenir con relativa facilidad, pero creo que la opci¨®n de pensar en que fuera una ciudad distinta no est¨¢ a nuestro alcance. Los Gobiernos tratan de mejorar un poco las condiciones, pero dif¨ªcilmente existe la posibilidad de tener un plan de la ciudad.
P. ?Como se intent¨® con ciudades planeadas como Brasilia, en Brasil, o La Plata, en Argentina?
R. No se intent¨®, se hizo. Es un tema muy interesante: tanto La Plata, con ese trazado casi de mandala, o Brasilia, con esa forma de avi¨®n planeado en el lugar que no hab¨ªa nada, son el resultado de un modelo claramente moderno, del siglo pasado, en el que se imagin¨® un mundo distinto, un mundo mejor. Hoy por hoy no creo que sea un modelo viable, al menos en Latinoam¨¦rica. Han habido intentos recientes de imaginar una ciudad nueva en oriente, como las ciudades casi perfectas que imaginaron en el Renacimiento, pero una ciudad viva no puede partir de un modelo cerrado, estanco, con una forma predeterminada. Tiene que tener esa capacidad de crecer org¨¢nicamente.
Creo que, al menos en el contexto de Latinoam¨¦rica, pueden haber estrategias claras de mejora de las ciudades, pero sobre todo interviniendo en las mismas ciudades. Es decir, una ciudad con seguridad va a ser mejor que una con un alto ¨ªndice de asesinatos; una ciudad con el aire limpio va a ser mejor que una contaminada; una ciudad que tiene agua en buenas condiciones va a ser mejor que una ciudad que tira la mayor parte del agua. Y con eso estoy describiendo la mayor parte de las ciudades en las que vivimos. Y el otro punto ser¨ªa el de la movilidad. La ciudad es el lugar com¨²n para la gente que no tenemos nada en com¨²n. Es fundamental ver c¨®mo nos relacionamos y c¨®mo nos movemos. Hoy por hoy estamos imaginando las ciudades de los 15 minutos, la ciudad en bicicleta... Es decir, una ciudad que tiende a recuperar su condici¨®n barrial.
P. ?Las grandes ciudades latinoamericanas pueden apuntar a eso?
R. Yo creo que s¨ª. Por ejemplo, una ciudad como M¨¦xico tiene una autonom¨ªa por colonias muy grande. Sin embargo para que todo eso se pueda hacer en una condici¨®n metropolitana, en el que hay m¨²ltiples microcentros o barrios, tiene que tener un transporte p¨²blico muy eficiente. Pensar que la soluci¨®n va a ser muchos carriles de bicicleta para que nos movamos en una condici¨®n metropolitana es ver la cosa de una manera un poco miope. Me parecen fundamentales los carriles bicicleta pero tienen que ir ligados a un incremento de transporte p¨²blico que permita esa conexi¨®n para aquellos que no tienen el privilegio de vivir y trabajar en la misma colonia.
El otro aspecto fundamental es la vivienda colectiva. Vamos a tener mejores ciudades si son m¨¢s densas, m¨¢s compactas y m¨¢s eficientes. Pero tambi¨¦n si somos capaces de facilitar vivienda a aquellas personas que est¨¢n viviendo demasiado lejos con un impacto en tiempo y costos de transporte brutales. ?C¨®mo se hace para redensificar y conseguir vivienda colectiva asequible? Con pol¨ªticas de Gobierno, una pol¨ªtica clara, de izquierdas, que privilegie a la ciudadan¨ªa y que sea capaz de estimular la construcci¨®n de vivienda social de calidad cerca de los puntos de trabajo, cerca de la centralidad urbana.
P. Paerce un ideal.
R. El camino es ese. El de esta y todas las ciudades. La ¨²nica diferencia es que unos nos vamos a tardar m¨¢s que otros.
P. Usted dice que pareciera que la ¡°vivienda burguesa¡±, con sus funciones espec¨ªficas ¨Ccocina, ba?o, sala, habitaci¨®n¨C, ya no tiene sentido. ?Qu¨¦ es lo que tendr¨ªa sentido hoy?
R. Esas viviendas en las que muchos crecimos con pap¨¢s, mam¨¢s, hermanos y dem¨¢s quiz¨¢s no son lo que se necesita hoy por hoy. Igual ahora se requiere una vivienda para mucha gente que vive sola. Para roomies, para estudiantes, para gente mayor que viven en pareja o solos pero tienen necesidades comunes... Empiezan a surgir unos modelos muy interesantes que deber¨ªan tener capacidad de ser transformadas a distintas horas del d¨ªa ¨Ceso lo vimos en la pandemia: es el lugar de trabajo unas horas y es el lugar para vivir o para compartir otras¨C o que se transforman a lo largo de los a?os, que se encogen o ampl¨ªan. Tambi¨¦n tenemos que ver qu¨¦ parte del programa de la vivienda podemos sacar de la vivienda. Empieza a haber modelos h¨ªbridos que nos abren muchas posibilidades y tambi¨¦n pueden ser accesibles, si no es solo un fen¨®meno hipster.
P. Para eso habr¨ªa que dejar atr¨¢s la idea de vivienda como algo aspiracional.
R. S¨ª, pero la cultura es algo que se construye. En ciudades como Ciudad de M¨¦xico, donde existen tantos edificios abandonados o semiabandonados, una de las estrategias posibles es el reciclaje: reciclar edificios y reciclar barrios con est¨ªmulos p¨²blicos.
P. El metaverso aparece ahora como otro espacio que dise?ar. ?Los arquitectos tienen que entrar ah¨ª tambi¨¦n?
R. La arquitectura ya est¨¢ ah¨ª. La virtualizaci¨®n de nuestra vida es un hecho, y por tanto la arquitectura ya est¨¢ trabajando en los espacios virtuales. Ya existen espacios en los que nosotros vivimos, en los que trabajamos, que son virtuales. Y vamos a asistir, cada vez m¨¢s, a la transformaci¨®n del espacio f¨ªsico a trav¨¦s de tecnolog¨ªas que lo virtualicen. Con las tecnolog¨ªas, ahora puedes estar viendo en una pantalla un partido de f¨²tbol. Y eso ya es una extensi¨®n de tu propio espacio, est¨¢s habitando activamente otro espacio y te involucras con una comunidad virtual en el mismo momento para compartir la emoci¨®n de un gol que acaba de meter Messi. Pero ese mismo espacio, a trav¨¦s de herramientas arquitect¨®nicas, puede transformarse en un lounge con unas condiciones totalmente distintas despu¨¦s del partido. Cada vez m¨¢s vamos a asistir a unas conexiones cruzadas de esos dos mundos, el f¨ªsico y el virtual.
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