EE UU sentencia al cient¨ªfico mexicano H¨¦ctor Alejandro Cabrera Fuentes a cuatro a?os de c¨¢rcel por espionaje
El intrincado caso del bi¨®logo, que confes¨® haber trabajado para los servicios de inteligencia de Rusia, llega a su final en una corte de Florida
La novela de esp¨ªas de un peque?o pueblo de Oaxaca ha llegado a su cap¨ªtulo final en una corte de Florida. El cient¨ªfico mexicano H¨¦ctor Alejandro Cabrera Fuentes ha sido condenado a cuatro a?os de c¨¢rcel por espionaje en una audiencia celebrada este martes. Cabrera Fuentes ya hab¨ªa confesado que fue presionado para colaborar con los servicios de inteligencia de Rusia y tuvo acceso a una pena reducida despu¨¦s de alcanzar un acuerdo con la Fiscal¨ªa.
El cient¨ªfico oaxaque?o de 37 a?os ha aparecido en un tribunal federal de Miami acompa?ado ¨²nicamente por sus abogados y vestido con el uniforme caqui de la c¨¢rcel. Este peri¨®dico constat¨® que Cabrera Fuentes, un bioqu¨ªmico de renombre internacional, quiso encarar la ¨²ltima audiencia de su proceso judicial solo, sin la presencia de su familia. El investigador ha esperado en silencio a conocer su destino: opt¨® por guardar un perfil bajo, limit¨® sus declaraciones ante la corte y no ha ofrecido ninguna entrevista durante los dos a?os que ha permanecido en la c¨¢rcel.
¡°Estoy sumamente arrepentido de mis equivocaciones¡±, ha declarado el acusado poco antes de conocer la sentencia. ¡°Todos cometemos errores en la vida y este es el m¨¢s grande de la m¨ªa¡±, ha afirmado con tono serio y resignado Cabrera Fuentes, que se ha disculpado con el Gobierno de Estados Unidos y ha pedido misericordia al juez Donald Middlebrooks, en un ¨²ltimo intento por aspirar a ser absuelto. ¡°Esta tr¨¢gica experiencia me ense?¨® que la libertad y la familia son lo m¨¢s importante que uno tiene¡±, ha agregado el cient¨ªfico tras ingresar a la sala esposado y con un cubrebocas blanco, que baj¨® brevemente para hacer su declaraci¨®n. El acad¨¦mico se mostr¨® imp¨¢vido aunque dej¨® a entrever cierto nerviosismo, siempre atento a las explicaciones de sus abogados y con la mirada expectante a la decisi¨®n del tribunal. El acuerdo que firm¨® le impide apelar la sentencia y contempla un periodo de tres a?os de libertad supervisada tras cumplir la condena. Sus abogados solicitaron, adem¨¢s, que estuviera en una c¨¢rcel del sur de Florida para poder estar lo m¨¢s cerca posible de sus familiares. La pena ya considera el tiempo que ya ha pasado en prisi¨®n.
El caso ha causado conmoci¨®n en M¨¦xico, un pa¨ªs que vio c¨®mo uno de sus cient¨ªficos m¨¢s prometedores fue acusado s¨²bitamente de actuar como ¡°un agente de un Gobierno extranjero¡± en territorio estadounidense. En el fondo, es tambi¨¦n la historia de un hombre al que le cambi¨® la vida de un momento a otro. Cabrera Fuentes fue detenido en el aeropuerto de Miami en febrero de 2020, despu¨¦s de ser vigilado durante d¨ªas por elementos de contrainteligencia. En un interrogatorio, el cient¨ªfico admiti¨® que hab¨ªa seguido a un agente del FBI y fotografiado la matr¨ªcula de su coche a pedido de un funcionario del Gobierno de Vlad¨ªmir Putin. La imagen fue tomada por su esposa, enviada por WhatsApp y hallada en la carpeta de archivos eliminados recientemente de su tel¨¦fono.
Esa fue la ¨²ltima misi¨®n que un funcionario ruso encomend¨® a Cabrera Fuentes, pero no fue la primera. El cient¨ªfico empez¨® a colaborar y a mantener comunicaci¨®n constante con el aparato de inteligencia del Kremlin desde marzo de 2019, casi un a?o antes de su arresto. Las pesquisas expusieron a detalle las t¨¢cticas de las que echan mano las agencias rusas para recabar informaci¨®n estrat¨¦gica y reclutar a nuevas fuentes. Es un proceso de convencimiento que toma tiempo y que acaba dejando a los reclutas sin m¨¢s opciones que seguir adelante con el plan.
Las investigaciones tambi¨¦n destaparon los motivos por los que el cient¨ªfico arriesg¨® su prol¨ªfica carrera. Cabrera Fuentes reconoci¨® que ten¨ªa una doble vida: ten¨ªa una familia en M¨¦xico y, al mismo tiempo, separado por miles de kil¨®metros, otro matrimonio en secreto y dos hijas con una mujer rusa que radicaba en Alemania. La segunda mujer del cient¨ªfico tuvo que volver a Rusia para resolver un tr¨¢mite administrativo, pero las autoridades no le permitieron volver a salir del pa¨ªs.
En mayo de 2019, Cabrera Fuentes viaj¨® a Mosc¨² para ver c¨®mo pod¨ªa conseguir que su familia pudiera volver a suelo alem¨¢n y ah¨ª se reuni¨® por primera vez con su contacto con el Gobierno de Putin. ¡°Nos podemos ayudar mutuamente¡±, le dijo el hombre, cuya identidad no se ha revelado. El trato era sencillo: el cient¨ªfico mexicano hac¨ªa lo que le ped¨ªan a cambio de que el misterioso funcionario destrabara el embrollo burocr¨¢tico en el que estaba envuelto su familia. A partir de ah¨ª, no hubo marcha atr¨¢s.
En El Espinal, el pueblo natal de Cabrera Fuentes en Oaxaca, la gente que lo conoc¨ªa estaba convencida de que todo era una gran patra?a. H¨¦ctor Alejandro Cabrera Fuentes es poco menos que un h¨¦roe para sus paisanos en Oaxaca, el segundo Estado m¨¢s pobre de M¨¦xico. Nacido en una familia humilde, recibi¨® una beca para estudiar en Rusia, donde enfrent¨® todo tipo de adversidades econ¨®micas y discriminaci¨®n hasta recibir el premio a la mejor tesis de maestr¨ªa. Despu¨¦s, doctorado con honores por la Universidad de Giessen en Alemania. Carrera mete¨®rica en la facultad m¨¦dica m¨¢s prestigiosa de Singapur. Conferencista de la Sociedad Europea de Cardiolog¨ªa. Benefactor, generoso, humilde, pol¨ªglota, l¨ªder, sensible a los problemas de su comunidad.
Familiares, amigos y conocidos se deshac¨ªan y a¨²n se deshacen en elogios cuando hablan de ¨¦l: H¨¦ctor, el que desarroll¨® un prototipo de casas antisismos cuando un terremoto magnitud ocho sacudi¨® su tierra, el que pagaba de su bolsillo para que los ni?os de su pueblo pudieran tener experiencias y viajes de estudios en el extranjero, el que cre¨® una fundaci¨®n para impulsar la ciencia entre los m¨¢s humildes, el que fue calificado como un ¡°trabajador sobresaliente¡± por sus propios custodios en la c¨¢rcel. Tras su detenci¨®n, corrieron todo tipo de rumores y teor¨ªas de conspiraci¨®n para tratar de entender lo que estaba pasando: ?Le tendieron una trampa? ?Descubri¨® algo que incomod¨® al Gobierno de Estados Unidos? ¡°No me cabe en la cabeza que Hectorcito sea un esp¨ªa¡±, dec¨ªa un t¨ªo suyo a este peri¨®dico hace dos a?os.
¡°Esta sentencia nos parece justa porque toma en cuenta sus contribuciones como cient¨ªfico y para su gente en M¨¦xico¡±, ha dicho Ronald Gainor, el abogado defensor. Gainor explic¨® que la sentencia exacta es de cuatro a?os y un d¨ªa. Ese d¨ªa adicional fue a pedido de los propios representantes de Cabrera Fuentes para poder aspirar a una nueva reducci¨®n de la sentencia. Los abogados esperan que si se considera el buen comportamiento, el cient¨ªfico pueda ser liberado en un a?o y volver a M¨¦xico. ¡°Ha sido un preso modelo, esperamos que se pueda reducir a¨²n m¨¢s la sentencia y que pueda volver cuanto antes¡±, ha dicho un funcionario del Consulado de M¨¦xico en Miami al t¨¦rmino de una audiencia que fue breve y que cont¨® con poca presencia de la prensa.
En Oaxaca es una leyenda. En Miami es un esp¨ªa. Ese choque de realidades, como si hubiera sido sacado de un libro de la Guerra Fr¨ªa, se decant¨® en un caso retrasado por la pandemia, atravesado por la invasi¨®n rusa de Ucrania y marcado por declaraciones de altos mandos del Pent¨¢gono que se?alaban a M¨¦xico como el mayor centro de operaciones del espionaje ruso en el extranjero. Como trama paralela, la historia de las dos familias le vali¨® ser crucificado y ridiculizado por los sectores m¨¢s amarillistas de la prensa. Todo lo bueno y todo lo malo que hizo fue puesto bajo el escrutinio p¨²blico.
¡°Siempre hemos estado y seguiremos sinti¨¦ndonos orgullosos¡±, escribi¨® H¨¦ctor Cabrera, su padre, en una carta mandada a la corte la semana pasada. ¡°M¨¢s all¨¢ de ser un profesionista, H¨¦ctor es un ser humano que la sociedad y la ciencia necesitan, dispuesto a ayudar a aquellos que lo necesitan¡±, se?al¨® su hermana, Nancy Cabrera, en otra carta. ¡°Le pido a Dios que sigas volando y persiguiendo lo que amas, que sigas aportando tus conocimientos a la humanidad¡±, coment¨® su madre, Lucila Fuentes. A pregunta expresa, su entorno familiar ha decidido no hacer m¨¢s comentarios y reafirmar el apoyo incondicional que ya hab¨ªan dejado asentado en una serie de escritos enviados al juez la semana pasada.
Alejado del frenes¨ª medi¨¢tico, en la corte federal del distrito sur de Florida se sent¨® un hombre atrapado por las circunstancias. La sentencia del juez Middlebrooks cae dentro de lo que se anticipaba y lo que ya hab¨ªa adelantado este peri¨®dico como parte de la negociaci¨®n entre las partes a cambio de la confesi¨®n de culpabilidad. La condena marca el final de un proceso y el inicio de otro, una ¨²ltima batalla para Cabrera Fuentes y su entorno: tratar de recuperar su vida como un cient¨ªfico de renombre mundial y volver a ver a los suyos. Le quedar¨¢n un par de a?os m¨¢s en prisi¨®n y una deportaci¨®n a M¨¦xico de mutuo acuerdo para poder hacerlo o, al menos, intentarlo.
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