L¨®pez Obrador comienza la ruta en el Congreso para que la Guardia Nacional pertenezca al Ej¨¦rcito
El Gobierno ignora las cr¨ªticas por el futuro castrense de la corporaci¨®n e inicia el camino jur¨ªdico para incorporarla a la Secretar¨ªa de la Defensa
El Gobierno mexicano ha enviado al Congreso su proyecto para transferir la Guardia Nacional a la estructura de la Secretar¨ªa de la Defensa (Sedena). Dependiente de la Secretar¨ªa de Seguridad y Protecci¨®n Ciudadana desde su nacimiento, en marzo de 2019, no han faltado las cr¨ªticas estos a?os por la cercan¨ªa de la corporaci¨®n al Ej¨¦rcito. El jefe de la Guardia es un mando castrense en retiro y la mayor¨ªa de sus integrantes son militares transferidos de las Fuerzas Armadas. El Congreso arranca este jueves el periodo de sesiones en el que discutir¨¢ y votar¨¢ la iniciativa.
Apenas ha habido respiro para la Guardia Nacional. Surgida en medio de un enconado debate sobre su pertinencia, el presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, se?alaba su advenimiento como remedio a dos de los males principales que azotan al pa¨ªs, la corrupci¨®n y la inseguridad. Para el mandatario, la Polic¨ªa Federal, predecesora de la Guardia, era un lastre, ejemplo de corruptelas y fracasos. Era necesaria su desaparici¨®n.
Desde la campa?a presidencial y tras su victoria, en julio de 2018, L¨®pez Obrador planteaba la aparici¨®n de la Guardia Nacional como una soluci¨®n a ambos problemas. Ya entonces, el futuro presidente planeaba la adscripci¨®n castrense de la corporaci¨®n. Para ¨¦l, las Fuerzas Armadas eran -y son- el dep¨®sito de las esencias de los antiguos ej¨¦rcitos revolucionarios, que derrocaron el r¨¦gimen del caudillo Porfirio D¨ªaz, hace poco m¨¢s de un siglo: incorruptibles, confiables, leales, efectivas. En m¨¢s de una ocasi¨®n ha repetido la frase de que el ¡°el Ej¨¦rcito es el pueblo uniformado¡±, o alguna de sus variantes.
En aquella ¨¦poca, voces cr¨ªticas de la sociedad civil, agrupadas en torno al colectivo Seguridad sin Guerra, expresaron su preocupaci¨®n por la intenciones de L¨®pez Obrador. Se?alaban los errores cometidos en Gobiernos anteriores por el empleo policial de militares, uso paralelo a la proliferaci¨®n de denuncias por violaciones a derechos humanos cometidos en las calles por soldados.
Acad¨¦micos y activistas exigieron a Morena, partido del presidente, que defendiera el car¨¢cter civil de la Guardia en el Congreso, tanto en la reforma constitucional que exig¨ªa su nacimiento, como en las leyes secundarias que regular¨ªan su funcionamiento posterior. Entonces, los cr¨ªticos doblaron el brazo al mandatario, que cedi¨®. Pero su intenci¨®n todos estos a?os ha sido volver al plan original.
As¨ª lo dijo hace unas semanas, en una de sus conferencias de prensa matutinas. ¡°Voy a emitir un acuerdo para que ya por completo la Guardia Nacional dependa de la Secretar¨ªa de la Defensa, quiero que sea la Sedena la que se haga cargo¡±, dijo entonces. La Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n ha enviado finalmente este mi¨¦rcoles el decreto, que planea reformar varias leyes, entre ellas la de la Guardia Nacional, la del Ej¨¦rcito y la Fuerza A¨¦rea, o la de la Administraci¨®n P¨²blica federal.
Lejos de resolverse con reformas a estas leyes, el cambio genera un embrollo jur¨ªdico que tardar¨¢ en resolverse. El problema para el Gobierno est¨¢ en la Constituci¨®n. Como parte de la creaci¨®n de la Guardia Nacional, el Congreso consagr¨® su car¨¢cter civil en la Carta Magna. Para cambiar la Constituci¨®n, Morena necesitar¨ªa dos tercios de los asientos en la C¨¢mara de Diputados, mayor¨ªa de la que carece. No han sido pocas las voces que han criticado que ante las dificultades legales, el Gobierno plantea, simplemente, ignorar la Constituci¨®n.
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