Historia de un robo: as¨ª se recuper¨® un manuscrito firmado por Hern¨¢n Cort¨¦s hace casi 500 a?os
Una orden de pago de 1527 desapareci¨® de M¨¦xico hace d¨¦cadas. Rond¨® por museos rec¨®nditos y colecciones privadas de EE UU y estuvo a punto de ser subastada hasta que fue decomisada por el FBI
Es un pedazo de papel de apenas 21,5 por 15 cent¨ªmetros. ¡°Pala?ios Rubios dad a maestre Francisco doce pesos de oro de lo que coree que son para ?ierta a?ucar rosado para la botica que lleva y tomad carta de pago para vuestro descargo, fiso en 27 de abril de 1527¡å, se lee en la parte delantera. Son las palabras que entreg¨® Hern¨¢n Cort¨¦s a su mayordomo Nicol¨¢s de Palacios Rubios hace casi 500 a?os, una orden de pago para comprar un producto similar al az¨²car mascabado que se consume actualmente. Palabras que fueron robadas a M¨¦xico hace, por lo menos, unos 30 a?os y acabaron en sitios impensables, como un museo en Wichita o el caj¨®n de un coleccionista en Florida. Un manuscrito que fue recuperado horas antes de ser subastado por miles de d¨®lares y decomisado por el FBI gracias a una pista aportada de ¨²ltimo momento por el Archivo General de la Naci¨®n.
¡°Ressebi yo maestre Francisco de vos Pala?ios Rubios los doce pesos de oro en esta otra parte contenidas y son por el a?ucar rosado oy por bos dado, lo firme de mi nombre, oy 13 de mayo 1527 a?os¡±, est¨¢ escrito en el reverso. El documento data de cuando Cort¨¦s realizaba una expedici¨®n por Centroam¨¦rica, probablemente en el actual territorio de Honduras. La orden de pago y otros archivos permanecieron guardados durante cuatro siglos en el Hospital de Jes¨²s, el m¨¢s antiguo de Am¨¦rica y fundado por el propio conquistador en la avenida 20 de noviembre de Ciudad de M¨¦xico, en el mismo sitio donde la leyenda dice que en 1519 el militar espa?ol se reuni¨® por primera vez con el tlatoani Moctezuma Xocoyotzin. El Gobierno mexicano declar¨® el 24 de diciembre de 1929 que todos los expedientes hallados en el Hospital de Jes¨²s eran patrimonio de la naci¨®n y, despu¨¦s de emitir un decreto oficial, los integr¨® al cat¨¢logo del Archivo General de la Naci¨®n.
Las vueltas que da la vida y el tr¨¢fico de bienes culturales hicieron que el documento apareciera en otro cat¨¢logo. ¡°Orden de pago incre¨ªblemente rara para comprar az¨²car rosado firmada por el conquistador Cort¨¦s¡±, rese?aba la subastadora RR Auction de Boston, Massachussets en mayo pasado. El manuscrito, de tinta ferrog¨¢lica sobre papel de algod¨®n, fue puesto en el lote de subastas 168 con un precio de salida de 18.626 d¨®lares.
Eso fue lo que vio un investigador que acudi¨® a un evento donde particip¨® el director del Archivo General, Carlos Ruiz Abreu. M¨¢s que una denuncia fue un comentario y ese comentario se convirti¨® en una instrucci¨®n: recuperar el documento a como diera lugar. Ruiz Abreu dio aviso al equipo legal de la instituci¨®n el pasado 25 de mayo. ¡°Es un documento con misticismo, con relevancia hist¨®rica por el hecho de tener la firma de Hern¨¢n Cort¨¦s¡±, explica Marco Palafox, el director de Asuntos Jur¨ªdicos y Archiv¨ªsticos. ¡°Pero el principal detonante de todo esto fue que nos lo robaron y no podemos permitir que cosas robadas del Archivo General de la Naci¨®n sigan fuera. Esa fue la instrucci¨®n que recibimos¡±, comenta.
¡°Fue una misi¨®n contrarreloj¡±, cuenta Palafox. ¡°Hab¨ªa muchos nervios¡±, confiesa. Si el manuscrito se vend¨ªa antes de que llegaran las autoridades, podr¨ªan haberlo perdido de vista para siempre. Quedaban 20 d¨ªas para que terminara la subasta.
La batalla contra el expolio
M¨¦xico ha iniciado una batalla contra el expolio y el tr¨¢fico de su historia. Es una orden que viene de arriba, la protecci¨®n de bienes culturales se ha elevado a la parte m¨¢s alta de la lista de prioridades del Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. En tres a?os, por ejemplo, se han recuperado m¨¢s de 9.000 piezas arqueol¨®gicas. El problema es que pelear normalmente toma tiempo. Las v¨ªas diplom¨¢ticas y legales de denuncia, al menos las tradicionales, est¨¢n pavimentadas de burocracia. Palafox explica que el momento ameritaba una salida poco ortodoxa y entonces se decidi¨® que Marlene L¨®pez, la subdirectora para la Protecci¨®n y Restituci¨®n del Patrimonio Documental, llamara por tel¨¦fono a una l¨ªnea de denuncia del FBI, parecida pero no exactamente igual al 911.
¡°Antes de concluir la llamada me comentaron que no era seguro que me fueran a dar una respuesta, que hab¨ªa posibilidad de que no atendieran mi denuncia, pero que, en dado caso, en breve me contactar¨ªa una persona del Bur¨® Federal de Investigaciones¡±, cuenta L¨®pez. La llamada fue el pasado 6 de junio, de acuerdo con documentos legales a los que ha tenido acceso EL PA?S. Menos de una hora y media despu¨¦s, el FBI empez¨® a investigar.
Mientras comenzaban las diligencias, los funcionarios mexicanos empezaron a armar la estrategia legal para demostrar que el documento era de M¨¦xico. Contactaron a Carmen Mart¨ªnez, una investigadora de la Universidad de Valladolid experta en manuscritos de Cort¨¦s, para acreditar que el papel pertenec¨ªa al fondo del Hospital de Jes¨²s, e hicieron un an¨¢lisis sistem¨¢tico para rastrear todas las ¨®rdenes de pago emitidas por Cort¨¦s y d¨®nde estaban guardadas. Mart¨ªnez ya hab¨ªa sido clave para recuperar 16 documentos cortesianos que iban a ser subastados en Nueva York el a?o pasado y que al final fueron repatriados en abril. El siguiente paso era probar que el manuscrito hab¨ªa sido robado.
Entre 1985 y 1986, el Archivo General orden¨® en folios el fondo del Hospital Ni?o Jes¨²s. Lo que se hizo fue poner a cada manuscrito una escartivana, una tira de papel o tela que se pone a las hojas sueltas para facilitar la encuadernaci¨®n o que quien las consulte pueda dar vuelta a la p¨¢gina. Los funcionarios mexicanos se dieron cuenta de que el expediente conservaba las escartivanas y los folios, pero no el documento original. En el manuscrito se observa, adem¨¢s, que se arranc¨® intencionalmente la parte donde estaba anotado el n¨²mero de folio con cray¨®n rojo. Las investigaciones arrojaron que en 1993 se hizo un respaldo del expediente en microfilm, pero a esas alturas el papel de Cort¨¦s ya no estaba en poder del Archivo. As¨ª pudieron determinar la fecha del robo: 1993 o antes.
?Qui¨¦n tom¨® el papel entonces? El Archivo lleva un registro de los expedientes que cada usuario consulta en bit¨¢coras. El problema es que normalmente no se presta un documento individual, solo un manuscrito, sino todo un fondo o una caja de papeles y el rastreo es m¨¢s dif¨ªcil. De cualquier forma, mientras se buscaban respuestas del FBI, la instituci¨®n present¨® una denuncia ante la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR) por sustracci¨®n de archivos para que pudiera dar asistencia internacional en el caso en Estados Unidos.
Despu¨¦s del robo en M¨¦xico, una persona identificada por las iniciales J. K. compr¨® el manuscrito en una subasta a principios de los noventa en Estados Unidos. J. K. es el fundador del Museo de los Tesoros del Mundo en Wichita, la ciudad m¨¢s grande de Kansas, y lo mantuvo en exhibici¨®n durante m¨¢s de 20 a?os. Tras su muerte, la familia de J. K. dio en consignaci¨®n el art¨ªculo para que fuera subastado en Los ?ngeles por la casa Goldberg Coins and Collectibles.
Otra persona, solo identificada como R. N. por la justicia estadounidense, compr¨® el manuscrito a la subastadora Goldberg en 2019 y se lo llev¨® a su casa en Englewood, Florida. En mayo de este a?o, R. N. entreg¨® el documento a RR Auction, la casa de subastas de Massachusetts, para que fuera comprado por el mejor postor.
El papel de las subastadoras
El caso ha hecho que se cuestione el papel de las subastadoras como c¨®mplices del tr¨¢fico de bienes culturales robados. ¡°Antes de que el manuscrito de Cort¨¦s fuera ofrecido en subasta en 2022, un especialista dijo a RR Auction que manuscritos similares firmados por Cort¨¦s hab¨ªan sido robados y que era posible que este manuscrito tambi¨¦n fuera robado¡±, se lee en una declaraci¨®n jurada de una agente del FBI. No era la primera vez que RR Auction hab¨ªa intentado vender el documento. En 2020 sali¨® a la venta, pero no super¨® el precio de reserva y fue devuelto a R. N.
Esta vez, el sitio de subastas recibi¨® 22 pujas, hasta que el FBI detuvo la subasta el pasado 8 de junio, dos d¨ªas despu¨¦s de la llamada con L¨®pez. ¡°Tan pronto como nos contactaron detuvimos la venta, notificamos al consignador y no hubo ning¨²n problema con ellos¡±, dijo Mark S. Zaid, abogado de RR Auction, a The New York Times. Para el 20 de junio se interpuso la denuncia en M¨¦xico ante la FGR.
El Archivo General de la Naci¨®n envi¨® el 28 de agosto a una delegaci¨®n a Boston para comprobar que el manuscrito era aut¨¦ntico. Viajaron L¨®pez, un historiador y una especialista en restauraci¨®n, acompa?ados por Kenneth Smith, el enlace del FBI en la Embajada de EE UU en Ciudad de M¨¦xico. ¡°Fue un viaje largo y pesado¡±, cuenta L¨®pez. ¡°Llev¨¢bamos una maleta llena de insumos, de materiales, de equipo especializado y delicado¡±, agrega la abogada. Empacaron, entre otras cosas, un microscopio, hojas de luz especial con las que se pueden ver algunas cuestiones de los materiales y pidieron prestada una luz ultravioleta de la Universidad de Harvard que no pudieron documentar en el aeropuerto por cuestiones de seguridad. Los an¨¢lisis t¨¦cnicos, presentados el 25 de octubre ante la FGR, corroboraron que era el documento original.
¡°La recuperaci¨®n de este tesoro nacional robado a M¨¦xico y su pueblo no solo preserva una parte importante de la historia del pa¨ªs, tambi¨¦n refleja el compromiso de procurar justicia a v¨ªctimas del crimen aqu¨ª y en el extranjero¡±, declar¨® el agente especial del bur¨® de investigaciones Joseph Bonavolonta, despu¨¦s de que Estados Unidos anunciara el decomiso el pasado 22 de noviembre.
Pero la traves¨ªa del manuscrito a¨²n no termina. Todav¨ªa falta resolver asuntos del proceso judicial, desahogar tr¨¢mites entre las autoridades de ambos pa¨ªses y esperar si R. N. ceder¨¢ la propiedad sobre el documento o ir¨¢ a juicio. ¡°No est¨¢ en puerta que regrese pronto este documento a M¨¦xico¡±, dice Palafox, aunque matiza en que todav¨ªa es pronto para entrar en especulaciones sobre una posible repatriaci¨®n.
¡°No solo es un tema legal, es un tema moral: se ha sacado, traficado y lucrado indebidamente con bienes que son patrimonio de la naci¨®n, del pueblo¡±, afirma Jorge Islas, c¨®nsul en Nueva York y una pieza clave para que fueran recuperados los otros 16 documentos cortesianos el a?o pasado. Islas se enter¨® de esa subasta mientras se tomaba un caf¨¦ en el desayuno y le¨ªa el peri¨®dico. Meses despu¨¦s, la denuncia del consulado encontr¨® una v¨ªa diplom¨¢tica para que parte de ese expediente fuera devuelto sin la necesidad de un juicio. ¡°No solo nos han ido entregando tesoros recuperados¡±, dice Islas, ¡°ya se dieron cuenta de que M¨¦xico no va a dejar pasar una y esto est¨¢ generando alarmas al grado que los grandes museos ya se niegan a recibir en donaci¨®n lotes como estos, no quieren tener problemas¡±.
La batalla tiene varios frentes abiertos y hay que ir caso por caso. Para el abogado Palafox, la v¨ªa jur¨ªdica es una opci¨®n m¨¢s lenta, pero puede generar precedentes legales que ayuden al pa¨ªs a recuperar m¨¢s bienes en el futuro: desde documentos hasta piezas arqueol¨®gicas. Solo el Archivo General tiene cuatro casos pendientes de resoluci¨®n, la mayor¨ªa en Estados Unidos. Y baraja formas de evitar los robos como utilizar perros, esc¨¢neres moleculares o b¨¢sculas hipersensibles, aunque no hay nada decidido todav¨ªa. S¨ª hay denuncias, estrategias legales, un mayor conocimiento de los modus operandi de los traficantes y una posibilidad cada vez m¨¢s cercana de que un manuscrito robado de hace casi 500 a?os regrese a casa.
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