Las v¨ªctimas de meningitis en Durango denuncian la par¨¢lisis de la investigaci¨®n: ¡°Saben qui¨¦n fue, pero no han agarrado a nadie¡±
Las familias de las 33 personas fallecidas y 79 contagiadas reclaman justicia tres meses despu¨¦s de un caso plagado de negligencias m¨¦dicas que de momento solo cuenta con siete sospechosos pr¨®fugos
La ley del silencio amenaza con imponerse sobre las v¨ªctimas del brote de meningitis que sufre Durango desde el pasado mes de octubre. A las 33 personas fallecidas ¡ª32 mujeres y un hombre, seg¨²n la Secretar¨ªa de Salud estatal (SSD)¡ªy las 79 contagiadas por la enfermedad, sus allegados le a?aden estos d¨ªas otra batalla m¨¢s: la de reclamar justicia. Los familiares de las afectadas temen que la impunidad acabe por ganar la partida y su caso termine en el olvido, ahora que el ruido medi¨¢tico ha cesado. Denuncian que todav¨ªa no haya ning¨²n detenido ¡ªpero s¨ª siete sospechosos pr¨®fugos, los due?os de los hospitales donde empez¨® todo¡ª y que nadie en el Gobierno ni la SSD haya asumido responsabilidades pol¨ªticas por la muerte de, en su inmensa mayor¨ªa, mujeres j¨®venes y sanas. Los expertos coinciden en que el suceso es hist¨®rico, sin antecedentes en la literatura cient¨ªfica, y un ejemplo en el libro negro de negligencias m¨¦dicas.
Mientras tanto, hay cuatro pacientes en terapia intensiva en estado grave y otras 18 hospitalizadas pero estables. El resto siguen la rehabilitaci¨®n desde sus hogares, aunque tres mujeres que hab¨ªan recibido el alta hospitalaria tuvieron que ser ingresadas de nuevo. El tratamiento puede extenderse entre seis y 10 meses m¨¢s, de acuerdo con la SSD. Al menos 34 ni?os han quedado hu¨¦rfanos. ¡°[Las autoridades] te dan muchos apoyos en cuanto a pa?ales, leche¡ pero la vida de nuestras hijas no nos la regresan. Hay responsables en esto y no hay detenidos, nadie que est¨¦ pagando por esos cr¨ªmenes. A m¨ª me tiene con mucho dolor, impotencia, enojo¡±, solloza Maribel Nava, madre de Nancy Guadalupe, una de las mujeres v¨ªctimas de la meningitis con apenas 33 a?os y dos hijos casi beb¨¦s.
A mediados de diciembre, EL PA?S entrevist¨® a Nava mientras Nancy Guadalupe todav¨ªa estaba ingresada, con un tratamiento que parec¨ªa funcionar y la sensaci¨®n de que lo peor hab¨ªa quedado atr¨¢s. Poco despu¨¦s, comenz¨® a empeorar. ¡°Dos semanas antes de que mi hija falleciera aumentaron mucho la dosis. Ten¨ªa problemas para ver y yo la ve¨ªa que estaba hinchadita su cara, cada vez m¨¢s mal. Se empez¨® a descontrolar mucho su presi¨®n arterial. Me lleg¨® a decir: ¡®Mami, ll¨¦veme a la casa. Si tres d¨ªas Dios me deja, quiero vivirlos con mis hijos¡¯. Pero segu¨ªamos con la esperanza, le ped¨ªamos que siguiera luchando, que ella iba a ser la excepci¨®n, que no iba a ser parte de las estad¨ªsticas. Ya no est¨¢ mi hija, pero pido que se haga justicia¡±, narra la mujer por tel¨¦fono.
¡°No hay detenidos ni esperanzas de nada¡±
Un d¨ªa antes de sufrir el derrame cerebral que la conducir¨ªa a la muerte, Nancy Guadalupe le pidi¨® a sus padres que denunciaran al hospital donde se contagi¨® de meningitis ¡ªel brote comenz¨® en cuatro cl¨ªnicas privadas, la del Parque, San Carlos, Dikcava (que ni siquiera ten¨ªa licencia) y Sant¨¦, clausuradas ya y con sus due?os en paradero desconocido, perseguidos por la justicia¡ª. No fueron los primeros familiares de v¨ªctimas en hacerlo, aunque todos denuncian que el proceso legal no se ha movido un ¨¢pice desde entonces.
¡°Pusimos una denuncia contra el Hospital del Parque, pero no nos han dicho nada. La verdad, aparte de la tristeza que traemos, estamos decepcionados con el Gobierno, que no apoya nada en cuesti¨®n de lo judicial. Ojal¨¢ y alguien se animara a hacerles otra vez protestas, a ver si ponen m¨¢s atenci¨®n¡±, clama Enrique Rosales (49 a?os), padre de Laura Rosales, fallecida tambi¨¦n a los 30 a?os, madre de dos ni?os. El hombre asegura que, adem¨¢s, les han puesto problemas para entregarles al acta de defunci¨®n: ¡°Yo no la quise porque no le pusieron que muri¨® por meningitis, no le han puesto nada y ah¨ª la dej¨¦ [otras familias consultadas han denunciado el mismo problema]. El Gobierno ha estado muy mal, muy p¨¦simo todo, no s¨¦ que est¨¦n escondiendo. Saben qui¨¦n fue y qui¨¦n todo, pero no han agarrado a nadie¡±, sentencia.
Marta Esmeralda Le¨®n (33 a?os) ingres¨® el 2 de noviembre en el Hospital 450 de Durango, el centro p¨²blico desde el que se dirige la lucha contra la meningitis. Respond¨ªa al tratamiento, se manten¨ªa relativamente estable, aunque con unos dolores terribles de cabeza que la inmovilizaban. El 5 y 6 de enero sufri¨® dos microinfartos cerebrales. Desde entonces, est¨¢ en terapia intensiva. Aunque a veces abre los ojos, no se puede decir que se haya despertado. En la ¨²ltima prueba los resultados fueron algo mejores. Los m¨¦dicos le dijeron a su padre, Diego Le¨®n, que le hablaran e interaccionaran con ella, ¡°para que haga la lucha de participar m¨¢s¡±, explica el hombre.
¡°Es triste y est¨¢ uno como frustrado y desesperado porque ya son m¨¢s de tres meses en el hospital. Todos estamos molestos porque no vemos avance, no vemos respuesta, nada claro. En Durango de la meningitis ya no se dice nada, nadie comenta de los pacientes, ya lo enterraron¡±, dice Le¨®n. ¡°Todav¨ªa no detienen a nadie y no nos dicen nada de la investigaci¨®n. No sabe uno c¨®mo lo est¨¢ moviendo el Gobierno, no hay detenidos ni esperanzas de nada¡±, contin¨²a el hombre.
¡°Lo poquito que ten¨ªamos en lo econ¨®mico ya nos lo acabamos¡±
Irasema Kondo, secretaria de Salud de Durango, defiende su gesti¨®n en entrevista telef¨®nica con EL PA?S, y asegura que el Gobierno est¨¢ ayudando en todo lo que puede: ¡°Es muy lamentable que se tenga esa percepci¨®n, nosotros hemos aportado toda la evidencia cient¨ªfica, pero es la Fiscal¨ªa qui¨¦n lleva la investigaci¨®n judicial. Sale fuera de mi competencia. Cuando iniciamos esta administraci¨®n este tema ya estaba. Los pacientes acudieron por voluntad propia a los hospitales privados [donde se produjo el brote], lo que hemos hecho es resolver un problema¡±, se justifica. Este diario ha contactado con el Ministerio P¨²blico del Estado, pero no ha obtenido respuesta.
¡°Creo que vamos avanzando de manera favorable. La proyecci¨®n inicial era que iba a haber m¨¢s pacientes contagiadas y m¨¢s defunciones¡±, contin¨²a la secretaria. El principal reto para su administraci¨®n, explica, es concluir el estudio a las m¨¢s de 1.800 personas que estuvieron expuestas a la enfermedad. Kondo asegura que ya llevan en torno a un 70% de avance. Para las pacientes infectadas calcula que quedan por delante entre seis y diez meses de tratamiento, aunque el organismo baraja la opci¨®n de que lo reciban desde sus hogares por cuestiones de ¡°salud mental¡±: para que las afectadas puedan estar rodeadas de sus familias.
A los familiares, los tecnicismos no les convencen. ¡°Es desgastante. Lo poquito que ten¨ªamos en lo econ¨®mico ya nos lo acabamos. En los peri¨®dicos dicen que nos est¨¢ apoyando el Gobierno y la verdad que yo no lo veo claro. Me dijeron que me iban a apoyar con gasolina para moverme en mi camioneta y en un mes me han dado 1.200 pesos. No tenemos ning¨²n ingreso, yo soy del campo, agricultor, no tenemos empleo fijo, solo trabajos temporales que nos dan en el pueblo. Ten¨ªamos unos puerquitos y ya los hemos ido vendiendo y nos quedamos sin nada para poder tener algo de dinero¡±, protesta Diego Le¨®n.
Todav¨ªa no est¨¢ claro c¨®mo comenz¨® el brote, causado por un hongo que normalmente se encuentra en vegetales. Las hip¨®tesis van desde la reutilizaci¨®n de jeringuillas a la mala conservaci¨®n y manejo de los medicamentos en los cuatro hospitales privados. La enfermedad se identific¨® por primera vez en cuatro lotes de bupivaca¨ªna, un anest¨¦sico local utilizado en ces¨¢reas y otras operaciones cortas, lo que explica que la inmensa mayor¨ªa de afectadas sean mujeres j¨®venes. La compa?¨ªa que produce el f¨¢rmaco, Pisa, distribuye internacionalmente, pero solo ha habido casos en Durango.
La Comisi¨®n Federal para la Protecci¨®n contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) analiz¨® varias partidas del medicamento, pero no encontr¨® rastro de contaminaci¨®n, aunque identific¨® la presencia de hongos y bacterias en las cl¨ªnicas. ¡°No tenemos ning¨²n avance, se concluyeron ya los muestreos ambientales a todos los hospitales, enviaron todas las muestras al laboratorio estatal y Cofepris tiene toda la investigaci¨®n, pero no hemos recibido ninguna conclusi¨®n a¨²n¡±, se?ala Kondo. Para las v¨ªctimas de las meningitis y sus familiares, el camino solo acaba de empezar.
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