Mi pelo, mi identidad
Desatadas es un proyecto fotogr¨¢fico que me permite contar historias de mujeres que conectan la est¨¦tica de su cabello con sus identidades, emociones, representaciones y traumas
Hace poco me contaron que el cabello de mujeres migrantes que atraviesan las fronteras de Am¨¦rica del Sur se ha vuelto un objeto de comercio y extorsi¨®n. Me estremece imaginar que puedan asaltarte y robarte el cabello aprovechando situaciones vulnerables, y que adem¨¢s te obliguen a recibir sumas irrisorias de dinero como pago. Ocurre tambi¨¦n, en situaciones m¨¢s violentas, que simplemente te lo cortan y huyen con ¨¦l.
La industria de productos de belleza factura por a?o, aproximadamente, 53.600 millones de d¨®lares en Estados Unidos. Solo el comercio vinculado al cabello en M¨¦xico ronda los 2.000 millones. Una l¨ªnea de este negocio son las extensiones de cabello natural, aquellas que permiten lucir una melena larga y voluminosa como la de una Barbie. En ciertas peluquer¨ªas de Ecuador, estas pueden llegar a costar hasta 1.200 d¨®lares, son posiblemente las mismas por las que los traficantes de cabello pagaron cinco d¨®lares y ahora guardan en su ADN una historia amarga.
Desde hace algunos a?os, me interesan las historias sobre el v¨ªnculo que tenemos las mujeres con nuestro pelo ya que me sumerg¨ª en la m¨ªa propia: poseo un cabello tan enrulado que se asemeja a una melena afro. La rechac¨¦ durante casi toda mi vida. La consideraba desordenada y sin gracia. Para disimularla, la alis¨¦ con qu¨ªmicos que fueron destruy¨¦ndola poco a poco.
M¨¢s de 20 a?os despu¨¦s y tras haber usado litros y litros de productos alisantes, quise darle una segunda oportunidad a mi cabello natural. Ayud¨® la llegada de internet a mi vida y con eso la circulaci¨®n de mayor informaci¨®n, adem¨¢s de la deconstrucci¨®n de varios estereotipos sobre la est¨¦tica reinante. Ahora mi pelo es soberano, parte esencial de mi identidad, armonioso con mi aspecto general, y un elemento que me ha permitido conectar con mujeres con experiencias semejantes, para poder contar sus historias desde mi trabajo como fotoperiodista.
Desatadas es el proyecto que, a trav¨¦s de retratos fotogr¨¢ficos y testimonios, me permite contar historias de mujeres que conectan la est¨¦tica de su cabello con sus identidades, emociones, representaciones y traumas.
Este acercamiento se ha convertido en un ejercicio cercano al que se realiza en un div¨¢n. All¨ª las mujeres son fotografiadas en sus espacios ¨ªntimos, se liberan, reafirman y exteriorizan algunos temores. Adem¨¢s, sin siquiera imaginarlo, tambi¨¦n se est¨¢ transformando en un gran c¨ªrculo de escucha, y a la vez en un espacio seguro para hablar, donde las narraciones de las participantes despiertan la empat¨ªa de otras.
El ¨¦xito pudo deberse a la convocatoria en redes, pero quiero pensar que el querer ser escuchadas tuvo mucho que ver. La respuesta fue masiva pese a que no me conoc¨ªan. Este es un proyecto en curso que sigue abierto a recibir testimonios y que considera que todas las historias merecen ser contadas. Hasta la fecha, Desatadas ha retratado a 60 mujeres y tiene una base de datos de casi 200 personas que quieren participar.
Encontr¨¦ relatos donde sus cabelleras son un s¨ªmbolo de resistencia social y elemento de discusi¨®n sobre la belleza, otros donde en ellas residen tejidos familiares y una memoria hist¨®rica, y algunos donde las enfermedades han dejado marcas. Supe tambi¨¦n de melenas que cargaban dolores emocionales y que se cortaron para que ¨¦stos pesaran menos. Hubo tambi¨¦n cabellos atractivos como expresi¨®n de feminidades desbordantes, y los multicolores, y los que tem¨ªan envejecer. Todos tej¨ªan una enorme trenza de secretos, desencuentros y amores.
Fue en esos encuentros donde nos hermanamos, donde entendimos lo importante que es contar lo que sentimos y sanar a trav¨¦s de las palabras y los retratos. Las miraban otros ojos, pero las comprend¨ªan.
Sin embargo, tambi¨¦n hay personas que temen dar sus testimonios porque creen que su vida podr¨ªa correr peligro. Es el caso de una joven venezolana que, en la frontera entre Ecuador y Per¨², fue rodeada por tres mujeres que le cortaron su larga cabellera rubia y le dejaron unos centavos. Le generaron una herida en su seguridad y feminidad que todav¨ªa no ha terminado de sanar. Su pelo sigue creciendo, pero sin un c¨ªrculo de mujeres que le sostenga.
* Ana Mar¨ªa Buitr¨®n es fot¨®grafa y narradora audiovisual ecuatoriana. Sus proyectos hablan sobre la b¨²squeda de la identidad, los derechos humanos y el ambiente. En 2020, gan¨® una beca de creaci¨®n de National Geographic Society. Ha publicado su trabajo con organizaciones humanitarias y medios de comunicaci¨®n internacionales. Instagram: @lachuros
? La foto de la semana: La ¨²ltima vez que Perla estuvo frente a la Fiscal¨ªa mexicana, ya estaba muerta
Por Almudena Barrag¨¢n
La imagen es brutal y desgarra el alma. La familia y las amigas de Perla Cristal, de 19 a?os, cargan el f¨¦retro de la joven frente a la Fiscal¨ªa de la Ciudad de M¨¦xico mientras claman justicia. La imagen ilustra a la perfecci¨®n el drama de los feminicidios que vive el pa¨ªs. Miles de muertas que cada a?o se acumulan ante las puertas de la justicia sin que sus casos se resuelvan, sin que se castigue a los culpables, sin que se encuentre a las desaparecidas. Qu¨¦ barato les sale a los asesinos matar a las mujeres en M¨¦xico.
Perla Cristal Gavi?a sali¨® con unos amigos y nunca m¨¢s regres¨®. Su cuerpo fue encontrado en una carretera del Estado de Guanajuato, a 300 kil¨®metros de donde viv¨ªa. Hasta el momento no hay detenidos; los principales sospechosos de su feminicidio, dos conocidos de una amiga, est¨¢n pr¨®fugos. Finalmente, las exigencias de justicia de los deudos de Perla frente a la Fiscal¨ªa se encontraron con los empujones de la polic¨ªa que trat¨® de disolver la manifestaci¨®n. Sus padres y sus amigas siguen esperando a que se haga justicia. La imagen de la fot¨®grafa Sashenka Mart¨ªnez retrata a la perfecci¨®n la desesperaci¨®n de las familias, la frustraci¨®n de la sociedad y la inacci¨®n de las autoridades.
Nuestras recomendaciones de la semana:
- ¡°La identidad siempre est¨¢ ligada al poder¡±: Chimamanda Ngozi Adichie abre la Feria del Libro de Bogot¨¢. La escritora nigeriana fue la encargada del discurso para inaugurar la edici¨®n n¨²mero 35 del evento, en un acto en el que la acompa?¨® una de sus admiradoras: la vicepresidenta de Colombia, Francia M¨¢rquez
- Debanhi Escobar: un a?o de impunidad para el s¨ªmbolo de los feminicidios en M¨¦xico. La joven, de 18 a?os, desapareci¨® en Monterrey y fue encontrada 13 d¨ªas despu¨¦s en la cisterna de un hotel. Todav¨ªa no hay detenidos ni respuestas sobre qui¨¦n la mat¨®. Su caso ilustra el fracaso del Estado en lograr justicia para las mujeres asesinadas
- La ¡®revoluci¨®n de las ni?as¡¯ de un colegio de la ¨¦lite de Santiago de Chile. Un caso de agresi¨®n grupal en el establecimiento jesuita San Ignacio El Bosque deriva en 12 denuncias de abuso sexual contra estudiantes, dos de ellos expulsados del colegio. ¡°Lo que hicimos en coeducaci¨®n fue insuficiente¡±, reconoce el capell¨¢n
- Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro: ¡°Nunca sent¨ª tanto el machismo como en el Congreso de la Rep¨²blica¡±. La senadora, hija de Carlos Pizarro, el asesinado jefe del M-19 que firm¨® la paz, lanza su autobiograf¨ªa ¡®El camino hacia mi nombre¡±
- Los hijos de las v¨ªctimas de feminicidios en Chile tendr¨¢n una pensi¨®n permanente hasta los 18 a?os. El Congreso aprueba por amplia mayor¨ªa una legislaci¨®n integral, que adem¨¢s cubrir¨¢ con fuero laboral por un a?o a las mujeres sobrevivientes
- El resurgir de Jacqueline Nova, la visionaria que escribi¨® el futuro de la m¨²sica electr¨®nica hace medio siglo. La reedici¨®n de un ¨¢lbum doble de la compositora colombiana alumbra un trabajo transgresor que experiment¨® a finales de los 60 con m¨¢quinas e incorpor¨® sonidos de comunidades ind¨ªgenas en un pa¨ªs tan machista como conservador
- ¡®Artemis 2¡ä : un gran paso para las mujeres. Los lectores escriben sobre Christina Koch, la primera astronauta en viajar a la Luna, la gestaci¨®n subrogada llevada a cabo por Ana Obreg¨®n, las matem¨¢ticas y el g¨¦nero, y sobre el hallazgo de cinco esculturas tart¨¦sicas en Guare?a
- Cocinar para no olvidar: el ¡®Recetario para la memoria¡¯ de Guanajuato acaricia el recuerdo de los desaparecidos con sus platos favoritos. Las madres y esposas rastreadoras recopilan las recetas que m¨¢s les gustaban a sus hijos y esposos en un libro cuyas ganancias ayudan a financiar las b¨²squedas
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