El zapatismo vuelve a las calles de Ciudad de M¨¦xico para exigir el ¡°alto a la guerra¡± en Chiapas
Miles de personas marchan en el centro de la capital en defensa del EZLN, en contra de los ataques a sus comunidades y para pedir el final de la creciente violencia que sufre la regi¨®n
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El zapatismo ha vuelto a echarse a las calles. Un grito colectivo de miles de gargantas ha te?ido el aire entre el ?ngel de la Independencia y el Z¨®calo de Ciudad de M¨¦xico durante la tarde de este jueves. Los manifestantes han exigido el ¡°alto a la guerra¡± contra las comunidades del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN), aquel grupo de guerrilleros que el 1 de enero de 1994 tom¨® las armas contra la desigualdad estructural que sufren los pueblos ind¨ªgenas de Chiapas y todo M¨¦xico. Los encapuchados se convirtieron desde entonces en un ejemplo y un s¨ªmbolo ante el avance, ya en aquella ¨¦poca, imparable de la globalizaci¨®n y el capitalismo, defendiendo que otro mundo era posible. Sus ideas arraigaron como una suerte de faro de la izquierda internacional y hoy han regresado al Paseo de la Reforma.
No es una marcha masiva, pero demuestra que el zapatismo sigue teniendo pulso en las calles a pesar de su silencio medi¨¢tico. Con apenas una semana de antelaci¨®n, unos pocos miles de manifestantes desfilan cargados de banderas, pancartas y c¨¢nticos revolucionarios. El perfil es variado, abarca todas las edades y ret¨®ricas. Aqu¨ª se encuentran los discursos m¨¢s formados y los m¨¢s pr¨¢cticos: los que tienen los pies en la tierra y no conocen la desigualdad por las teor¨ªas pol¨ªticas, sino por protagonizarla. Udelia Garc¨ªa se protege del sol con un sombrero amplio. Lleva un cartel que reza: ¡°Alto a la guerra contra las comunidades zapatistas¡±. Tiene 83 a?os, procede de una familia de campesinos de Oaxaca y dice que siempre ha apoyado al EZLN: ¡°Luchan por algo bueno, para los campesinos, que son los que sufren mucho, trabajan mucho y est¨¢n mal pagados. En Chiapas hay mucha violencia hacia la gente humilde¡±, sintetiza.
La situaci¨®n en Chiapas amenaza con explotar. El Estado vive horas bajas, asediado por un c¨®ctel que incluye a grupos paramilitares, autodefensas armadas, una creciente militarizaci¨®n de las tareas policiales impulsada por el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y la incursi¨®n del crimen organizado. El EZLN y los expertos que monitorizan la violencia en la regi¨®n llevan a?os alertando del peligro y denuncian la inoperancia y la pasividad de las autoridades. Las comunidades zapatistas se encuentran especialmente bajo un cerco constante de grupos armados, el Ej¨¦rcito y el espionaje de la Secretar¨ªa de Defensa Nacional (Sedena), como revel¨® una filtraci¨®n masiva de correos del organismo.
Joaquina viene como parte de un contingente de la comunidad otom¨ª de Quer¨¦taro. Avanza por Reforma en el centro de una alargada bandera que cargan entre un pu?ado de mujeres. Tiene 26 a?os: ¡°Para nosotros el zapatismo es un ejemplo de lucha, por eso estamos aqu¨ª. Como ellos pudieron levantarse, nosotros queremos luchar y levantar la voz y no tenerle miedo a este mal Gobierno. Hemos venido a exigir que pare la guerra all¨¢ en Chiapas contra las comunidades zapatistas. Este Gobierno cuando entr¨® dec¨ªa que no iba a haber represi¨®n, pero no ha cambiado nada¡±.
La gota que colm¨® el vaso y aboc¨® al zapatismo de nuevo a las calles fue el ataque de un grupo paramilitar, la Orcao, contra la comunidad Mois¨¦s Gandhi, parte del municipio aut¨®nomo Lucio Caba?as, el pasado 22 de mayo. Durante la incursi¨®n, Jorge L¨®pez S¨¢ntiz, miembro de las bases de apoyo del EZLN, result¨® herido. Los guerrilleros se reagruparon a trav¨¦s de una muralla de 800 organizaciones internacionales y m¨¢s de 1.000 personalidades del mundo de la cultura, las artes y la pol¨ªtica que lanzaron un manifiesto conjunto en su defensa. Llamaron a una movilizaci¨®n internacional que este jueves ha llegado a 22 ciudades mexicanas y otras 13 del resto del mundo.
¡°Chiapas est¨¢ al filo de una guerra civil¡±, alertaba aquel comunicado. Y la respuesta en la Ciudad de M¨¦xico ha sido una manifestaci¨®n que se ha llenado de carteles con la paloma blanca de la paz ¡ªcon el tradicional paliacate zapatista rojo al cuello, eso s¨ª¡ª que exig¨ªan el final de las agresiones contra el EZLN y la situaci¨®n de violencia general del Estado. Las ra¨ªces del problema se hunden d¨¦cadas atr¨¢s. Despu¨¦s de levantarse en armas, el zapatismo firm¨® una tregua con el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari y desde entonces ha optado por la v¨ªa pac¨ªfica. ¡°A pesar de que en lugar de invertir su trabajo en la guerra, lo han hecho en levantar hospitales, escuelas y gobiernos aut¨®nomos que han beneficiado a zapatistas y no zapatistas, los gobiernos desde Carlos Salinas hasta L¨®pez Obrador han tratado de aislarlos, deslegitimarlos y exterminarlos¡±, se lee en el manifiesto.
Agust¨ªn lleva una gorra verde con una estrella roja, un pa?uelo rojo al cuello y una camiseta con la palabra libertad. Tiene 52 a?os y no es la primera vez que marcha en favor del zapatismo. De la Ciudad de M¨¦xico, pertenece a un colectivo en ¡°defensa del trabajo, la tierra y el territorio de los pueblos originarios¡±. ¡°Nos toca venir a levantar la voz con lo que est¨¢ ocurriendo en Chiapas. La situaci¨®n es grav¨ªsima, est¨¢ siendo violado el Estado de Derecho en cuanto a la seguridad ciudadana. Las comunidades est¨¢n siendo desplazadas y el Estado no hace nada¡±, dice.
Jessica Marjane tiene 26 a?os, pertenece a la Red de Juventudes Trans, procede de una comunidad H??h?u y ha venido hoy ¡°convocada por el movimiento por la justicia social y la liberaci¨®n, desde el cuerpo hasta los territorios¡±. ¡°Los movimientos de diversidad sexual¡±, contin¨²a, ¡°particularmente el movimiento trans, encuentran mucha afinidad con los principios zapatistas sobre la libertad, sobre un movimiento anticapitalista, antipatriarcal y por la liberaci¨®n de todas las opresiones. Vengo tambi¨¦n porque el miedo me mueve, por habitar en M¨¦xico y ser una mujer trans en un pa¨ªs que ocupa el segundo lugar en cr¨ªmenes de odio. Quiero dejar de tener miedo y encuentro en el zapatismo principios de libertad para m¨ª y las comunidades¡±.
Mientras la tarde cae sobre el Z¨®calo, los manifestantes se congregan entre la Catedral y el Palacio Nacional. Se hacen pintadas, se escuchan gritos de ¡°?EZLN!¡±. Desde un peque?o escenario colocado para la ocasi¨®n, representantes del Consejo Nacional Ind¨ªgena, colectivos afines al zapatismo y personalidades del mundo de la cultura como la actriz Julieta Egurrola lanzan sus exigencias: atenci¨®n m¨¦dica que garantice la mejora de Jorge L¨®pez S¨¢ntiz, que se detenga el ataque armado contra las comunidades, el castigo para los ¡°autores materiales e intelectuales de los ataques paramilitares¡±, y la desintegraci¨®n de ¡°los grupos armados mediante los cuales se mantiene activa y creciente la guerra contra las comunidades zapatistas¡±.
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