La jueza concluy¨® que Esquivel no plagi¨® la tesis de la UNAM por la antig¨¹edad del papel y dos testigos que la vieron escribirla
La sentencia, a la que ha tenido acceso EL PA?S, revela que el veredicto se emiti¨® sin la r¨¦plica de Edgar Ulises B¨¢ez y sin el an¨¢lisis de las inconsistencias dentro del texto de la ministra de la Suprema Corte
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La jueza Mar¨ªa Magdalena Malpica Cervantes resolvi¨® que la ministra de la Suprema Corte de Justicia Yasm¨ªn Esquivel es la autora original de la tesis de licenciatura en Derecho que present¨® en 1987 en la UNAM con base en peritajes sobre la antig¨¹edad del papel, una comparaci¨®n de firmas y las declaraciones de testigos que afirman haberla visto escribir el trabajo de titulaci¨®n. La jueza no hace una comparaci¨®n entre ese texto y el que present¨® un a?o antes el alumno Edgar Ulises B¨¢ez para buscar inconsistencias. Tampoco recibe la versi¨®n de B¨¢ez, quien no se present¨® al juicio y fue declarado ¡°en rebeld¨ªa¡±. Malpica da por buenos cinco peritajes y los testimonios de dos supuestos excompa?eros de Esquivel para acreditar que la ministra concibi¨® y registr¨® la idea de la tesis antes que B¨¢ez, en 1985, de acuerdo con la sentencia del caso 275/2023, a la que ha tenido acceso EL PA?S. La resoluci¨®n deber¨ªa ser p¨²blica, como mandata la Ley General de Transparencia, pero el Poder Judicial de Ciudad de M¨¦xico no la ha colocado en el sitio de consultas.
Entre las pruebas que decantaron la balanza hacia Esquivel est¨¢n dos estudios de ¡°documentoscopia¡± que determinaron que la ministra elabor¨® un ¨ªndice de la tesis Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del art¨ªculo 123, apartado A en diciembre de 1985 y que estas hojas no fueron manipuladas, por lo que corresponden exactamente a ese mes y a?o. Otro peritaje es una comparaci¨®n de firmas de la propia Esquivel, entre su estilo actual y el que usaba entonces, para abonar a la idea de que no fabric¨® a posteriori el proyecto de 1985. Una ¨²ltima prueba es un an¨¢lisis ¡°ling¨¹¨ªstico¡± que afirma que Esquivel tuvo que ser la autora de la tesis de licenciatura porque en ese trabajo se refleja el pensamiento y escritura que usar¨ªa a?os despu¨¦s para elaborar la tesis de doctorado Los derechos fundamentales en el sistema jur¨ªdico mexicano y su defensa, un trabajo que este peri¨®dico demostr¨® que tambi¨¦n fue plagiado.
La jueza Malpica dio ¡°valor probatorio pleno¡± a las pruebas ofrecidas por Esquivel porque el demandado, B¨¢ez, no acudi¨® a refutarlas ni a dar su versi¨®n de los hechos, con lo que result¨® ¡°confeso¡± de las acusaciones de plagio, conforme el C¨®digo Penal capitalino. La demanda de la ministra fue promovida ante el Juzgado Noveno de lo Civil de Proceso Escrito de la Ciudad de M¨¦xico el 7 de marzo, encabezado por Malpica, con el objeto de que la justicia dictara que Esquivel es la autora original de la tesis de licenciatura de 1987. Para el 17 de mayo, la jueza capitalina ten¨ªa la resoluci¨®n: ¡°Se condena a Edgar Ulises B¨¢ez Guti¨¦rrez para que se abstenga en lo futuro de seguir present¨¢ndose como autor de ¡®Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del art¨ªculo 123 constitucional, Apartado A¡¯, en virtud de que, al haber utilizado en su tesis profesional partes importantes de la obra de la actora, viola los derechos de autora de Yasm¨ªn Esquivel Mossa¡±.
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La Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) no fue incluida entre las partes del juicio, a pesar de que ambos trabajos fueron presentados en esa casa de estudios. El Comit¨¦ de ?tica de la universidad ya tiene listo su propio dictamen, despu¨¦s de una exhaustiva investigaci¨®n de meses, sobre qui¨¦n plagi¨® a qui¨¦n en la tesis. Sin embargo, no ha podido publicarlo por las restricciones judiciales obtenidas por la ministra Esquivel, que no ha parado de promover recursos legales para amordazar a la universidad. Mientras la UNAM tiene las manos atadas, sali¨® a la luz la sentencia de la jueza Malpica, que los abogados de la ministra presentaron como una ¡°declaraci¨®n judicial firme e inatacable de que Yasm¨ªn Esquivel es la autora de su tesis de licenciatura¡±. Esquivel, por su parte, declar¨® a trav¨¦s de Twitter que esta sentencia confirmaba lo que hab¨ªa alegado desde el principio (que era la autora original) y dijo que dar¨ªa por cerrado este asunto.
Experiencias de vida
La defensa de Esquivel convenci¨® a la jueza Malpica de que en la biograf¨ªa de la ministra ocurrieron eventos que la motivaron a escribir exactamente la tesis que sustent¨® en 1987. Los abogados se?alaron que en 1983 Esquivel trabajaba en Bancomer y pertenec¨ªa al Sindicato Nacional de Aut¨¦nticos Empleados de ese banco, ¡°lo cual despert¨® su inquietud e inter¨¦s en los sindicatos¡±; tambi¨¦n, que en 1985 estudi¨® materias de Derecho al Trabajo y adem¨¢s comenz¨® a laborar en la alcald¨ªa Coyoac¨¢n como trabajadora de confianza. Mientras estudiaba, dice la defensa, ¡°record¨® un hecho trascendente en la vida laboral del pa¨ªs¡±: que el Sindicato de Trabajadores de Confianza de la Constructora Nacional de Caros de Ferrocarril emplaz¨® a huelga a la empresa, sin ¨¦xito, pues las autoridades laborales consideraron que los trabajadores de confianza no ten¨ªan derecho a declararla, lo que dio pie a un conflicto social. ¡°Esa fue la raz¨®n por la cual decidi¨® iniciar en 1985 trabajos relacionados con su tesis sobre los sindicatos de confianza y comenz¨® a efectuar la investigaci¨®n y redactar el trabajo¡±. Como prueba, la defensa entreg¨® copia de la credencial que el sindicato de Bancomer le expidi¨® a Esquivel como integrante.
Los amigos que la vieron
Los abogados de Esquivel tambi¨¦n aportaron como pruebas las declaraciones de excompa?eros de clases de la ministra que afirmaron haberla visto escribir su tesis. Las declaraciones fueron fechadas el 3 de febrero pasado y corresponden a dos personas identificadas como Norma Silva Becerril y Enrique Fierro Hern¨¢ndez, que ¡°presenciaron la elaboraci¨®n y desarrollo de los trabajos de la tesis, por ser su compa?era y por haber sido tema de an¨¢lisis y discusi¨®n entre ellos tres¡±. La defensa de la ministra asegur¨®, adem¨¢s, que Fierro Hern¨¢ndez ¡°fue el encargado de mecanografiar parte de su tesis y de acompa?arla a diversas bibliotecas¡±.
No hay registro de que esas personas hayan coincidido con Esquivel en aulas. En la Secretar¨ªa de Educaci¨®n solo consta el registro profesional de un Enrique Fierro Hern¨¢ndez que se gradu¨® como f¨ªsico por la UNAM una d¨¦cada despu¨¦s, en 1997. De la otra testigo, Norma Silva, se tiene constancia de que curs¨® y se gradu¨® en Educaci¨®n F¨ªsica en una universidad diferente en 1978, y posteriormente se titul¨® como licenciada en Derecho por la UNAM en 1991.
El proyecto de 1985
Gran parte de la defensa de Esquivel se sustenta en un documento que la hoy ministra habr¨ªa entregado a su asesora de tesis, Martha Rodr¨ªguez, como ¡°proyecto¡± de titulaci¨®n, y que consiste en cuatro hojas tama?o carta que contienen el ¨ªndice mecanografiado de su trabajo. Pese a lo frugal del documento, los abogados de la ministra sostienen que ello demuestra que ella ¡°ya contaba con un avance considerable de su tesis¡±. En la primera p¨¢gina, a mano, est¨¢ inscrita la leyenda ¡°Dic. 85¡å como fecha de recibido. Seg¨²n la versi¨®n de Esquivel, ella ¡°pr¨¢cticamente concluy¨®¡± la tesis en 1986, cuando Martha Rodr¨ªguez se la dio a B¨¢ez, y en ese mismo a?o inici¨® el servicio social y posteriormente los tr¨¢mites para conseguir su titulaci¨®n: ¡°[Procesos] que tardaron todo el segundo semestre de ese a?o y el primer semestre de 1987, toda vez que se encontraba trabajando por las ma?anas y ten¨ªa menos tiempo para completar la revisi¨®n y los procesos administrativos¡±, apunta su abogado. En los hechos, Esquivel comunic¨® que hab¨ªa terminado su tesis en junio de 1987.
La sentencia de la jueza Malpica valida que, si bien la tesis de Esquivel se imprimi¨® despu¨¦s que la de B¨¢ez, esto es porque este logr¨® concluir antes los tr¨¢mites de titulaci¨®n, no por haber sido el autor original. Dado que B¨¢ez no se present¨® al juicio ¡ªla sentencia no explica por qu¨¦, aunque afirma que fue ¡°debidamente notificado¡±¡ª, no aport¨® documentos que demostraran que ¨¦l inici¨® el proyecto antes de diciembre de 1985. Sin embargo, en la redacci¨®n de su tesis, en el tercer cap¨ªtulo, B¨¢ez hace menci¨®n a art¨ªculos de peri¨®dicos publicados en noviembre de ese a?o.

La edad del papel
Esquivel entreg¨® a la jueza dos peritajes para acreditar que el papel usado para el ¨ªndice de diciembre de 1985 corresponde efectivamente a esa fecha (aunque no hizo entrega de las hojas en s¨ª, sino de los estudios sobre esas hojas). Uno de los peritajes fue elaborado por Juan Manuel Pacheco Ibarra, licenciado en criminal¨ªstica en 2018 por la Universidad Insurgentes plantel Tlalpan. Ese profesionista concluy¨® el 29 de diciembre de 2022 que ¡°se observa un envejecimiento natural que corresponde a la temporalidad de la fecha suscrita en el documento de la primera hoja¡±, esto es, ¡°Dic. 85¡å.
En la demanda tambi¨¦n se incluy¨® un segundo dictamen elaborado por la funcionaria Yolanda Katiuska Le¨®n Ram¨ªrez, perito en grafoscopia y documentoscopia de la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico, que estableci¨® que el documento de 1985 ¡ªla car¨¢tula y capitulado¡ª ¡°no presenta indicios de alteraci¨®n y caracter¨ªsticas de haber sido manipulado o envejecido artificiosamente¡±.
Dos editores de libros consultados por este peri¨®dico, que hablaron a condici¨®n de anonimato, han afirmado que los an¨¢lisis sobre la antig¨¹edad de un papel no son capaces de arrojar con puntualidad a qu¨¦ a?o ¡ªy mucho menos a qu¨¦ mes¡ª corresponde el material. El envejecimiento de un papel depende de circunstancias como la luz, el clima o el tipo de almacenamiento. Adem¨¢s, han agregado los especialistas, determinar la edad no excluye la posibilidad de que un lote de papel antiguo pueda ser usado en la actualidad con el prop¨®sito de aparentar el paso del tiempo natural sobre el documento.
La madurez de las firmas
La defensa tambi¨¦n entreg¨® a la jueza un an¨¢lisis de firmas aut¨®grafas hecho por Br¨ªgida Carbajal S¨¢nchez, especialista en grafoscopia y documentoscopia. La perito revis¨® la firma de Esquivel plasmada en el ¨ªndice de 1985, y concluy¨® el 13 de febrero pasado que su estilo corresponde al que la ministra debi¨® usar hace casi cuatro d¨¦cadas, es decir, que la firma no fue colocada a posteriori. ¡°De acuerdo con la estimaci¨®n de la evoluci¨®n gr¨¢fica, coincide al dise?o utilizado por ella durante los a?os 1985 y 1986¡å, sostiene el peritaje entregado por la defensa.
Mismo estilo que la tesis de doctorado
Otro de los peritajes es un dictamen en materia de ling¨¹¨ªstica, elaborado por Mar¨ªa del Pilar Montes de Oca, exdirectora de la revista Algarab¨ªa, el 11 de febrero de 2023. La experta realiza ¡°un an¨¢lisis hermen¨¦utico-ling¨¹¨ªstico-discursivo de forma detenida¡± a la tesis de licenciatura de la ministra y tambi¨¦n a la de doctorado, y concluye: ¡°Ambos textos fueron escritos, pensados y realizados por la misma persona¡±. ¡°Con esta prueba se acredita la coincidencia en todos los niveles y la r¨²brica de pensamiento, forma y fondo de la autora¡±, escribi¨® en su demanda el abogado de la ministra.
Sin embargo, 13 d¨ªas despu¨¦s de ese peritaje, una investigaci¨®n de EL PA?S desvel¨® que Esquivel tambi¨¦n plagi¨® en la tesis con la que obtuvo en 2009 el grado de doctora en Derecho por la Universidad An¨¢huac. Este peri¨®dico comprob¨® que 209 de las 456 p¨¢ginas de su tesis corresponden con trabajos publicados antes por otros 12 autores, entre los que hay un exrector de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), un exministro espa?ol de Cultura y un expresidente del Tribunal Supremo de Espa?a, un expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), as¨ª como juristas mexicanos, italianos, espa?oles y alemanes.
La ¡°confesi¨®n¡±
Aunque no se presentaron directamente al juicio, la defensa hace referencia a las declaraciones de Martha Rodr¨ªguez y Edgar Ulises B¨¢ez, recogidas en la carpeta de investigaci¨®n que inici¨® la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico en diciembre y que finalmente cerr¨® por la prescripci¨®n del delito. All¨ª, la profesora reconoce que entreg¨® el trabajo de Esquivel a B¨¢ez y a otros alumnos que tutorizaba. Y, en una supuesta carta autoinculpatoria, B¨¢ez escribi¨®: ¡°Mi asesora me mostr¨® un trabajo que estaba realizando otra alumna sobre el mismo tema, de ese trabajo tom¨¦ varias referencias y texto porque necesitaba acabar la carrera r¨¢pido¡±. B¨¢ez, quien se encuentra enfermo de la vista y de diabetes, ha dicho p¨²blicamente en otras ocasiones que ¨¦l es el autor original de su trabajo.
Lo que la jueza no valor¨®
En su sentencia, la jueza apenas hace un an¨¢lisis en profundidad de los textos, de manera que se desvele cu¨¢l de ellos es el original. S¨ª incluye una comparativa de ambas tesis en la que subraya en amarillo lo que considera que B¨¢ez agreg¨® despu¨¦s. A veces es solo una palabra distinta entre decenas de p¨¢ginas iguales. Pero s¨ª hay una diferencia radical entre ambos trabajos: Edgar Ulises B¨¢ez incluye un trabajo de campo, que consta de ocho entrevistas a dirigentes sindicales y del an¨¢lisis de esas respuestas. Son unas 50 p¨¢ginas que no est¨¢n en la tesis de la ministra Esquivel. La jueza desecha este aspecto con una nota en la que se?ala: ¡°No se transcribe la pr¨¢ctica de campo (...) aplicada a Dirigentes Sindicales en el Distrito Federal en virtud de resultar innecesarios para los fines de esta decisi¨®n¡±.
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Sin embargo, incluso en la comparativa de la jueza, se aprecia c¨®mo B¨¢ez utiliza su trabajo de campo para llegar a conclusiones, mismas que est¨¢n replicadas en el trabajo de Esquivel. As¨ª, el alumno va engarzando comentarios con las entrevistas; por ejemplo, si se refiere a la tercera pregunta de su cuestionario ¡ªla opini¨®n que tienen los l¨ªderes sindicales sobre la Ley Federal de Trabajo¡ª, escribe: ¡°A este respecto, es oportuno se?alar que una de las causas que por desgracia ha impedido la ejecuci¨®n correcta de los preceptos que integran la ley citada estriba en la corrupci¨®n de algunos funcionarios p¨²blicos¡±. Este mismo texto ¡ªincluyendo la referencia a ¡°la ley citada¡±¡ª est¨¢ igual en la tesis de Esquivel, con la diferencia de que ella antes no hab¨ªa mencionado ninguna ley. Eso se repite durante la descripci¨®n de las 10 preguntas del cuestionario. La tesis de la ministra incluye solo las valoraciones, sin hacer referencia a unas entrevistas que no hab¨ªa hecho. La jueza Malpica obvia estos ejemplos.
Tampoco parece fijarse en algunos aspectos evidentes entre las tesis. Aunque muy similares, los t¨ªtulos de B¨¢ez y Esquivel son distintos: La inoperancia del sindicato de los trabajadores de confianza del art¨ªculo 123 constitucional apartado A, dice el de ¨¦l; y La inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del art¨ªculo 123 apartado A, el de ella. Sin embargo, en su primer cap¨ªtulo, cuando Esquivel presenta su tema, utiliza el t¨ªtulo de B¨¢ez en vez del suyo. O, en el ¨ªndice, Esquivel apunta que su primer apartado se llama Antecedentes, mientras que el de B¨¢ez se denomina Planteamiento del problema. Pero, de nuevo, en el desarrollo de su trabajo, ya en la p¨¢gina tres, Esquivel escribe el nombre elegido por el otro alumno y no el suyo. Estos errores est¨¢n tambi¨¦n presentes en la comparativa que la jueza incluye en su sentencia, pero Malpica no hace ninguna referencia. Tampoco influyen en su veredicto.
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