La novela gr¨¢fica sobre Diego Rivera: ¡°Sus murales son un gran c¨®mic pintado en Ciudad de M¨¦xico¡±
Francisco de la Mora y Jos¨¦ Luis Pescador recorren a trav¨¦s de dibujos algunas partes de la vida del pintor mientras hacen un retrato del M¨¦xico del siglo XX
¡°Diego, es hora¡±, le dice una Frida Kahlo en acuarela perfectamente delineada, con mirada brillante y una luz que emana de su cuerpo a un Diego Rivera agonizante, en cama, con aquellos ojos grandes y saltones llenos de sorpresa y de una incertidumbre casi desconocida en su rostro. As¨ª son los primeros trazos del libro que los mexicanos Francisco de la Mora y Jos¨¦ Luis Pescador elaboraron en forma de c¨®mic sobre la vida del muralista (Diego Rivera, Random House, 2023), uno de los artistas m¨¢s sobresalientes e importantes del siglo XX. A trav¨¦s de dibujos que replican la t¨¦cnica y la grandeza del muralista, los autores tambi¨¦n tejen la historia del M¨¦xico que preced¨ªa y se transformaba a trav¨¦s de la Revoluci¨®n y de los personajes que acompa?aron a Rivera durante varias etapas de su existencia. Para Pescador y De la Mora, esta biograf¨ªa ilustrada ¡°es el perfecto caballo de Troya¡± para llegar a m¨¢s lectores.
Una mirada f¨¢cilmente reconocible, de ojos grandes y el lunar en la sien derecha, enmarca la p¨¢gina con una leyenda: ¡°Mi nombre es Diego Mar¨ªa de la Concepci¨®n Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodr¨ªguez, y soy oriundo de Guanajuato, en donde nac¨ª el 8 de diciembre de 1886...¡±, es el relato que Diego Rivera empieza a tejer sobre su propia vida. El guionista y artista gr¨¢fico, Francisco de la Mora, asegura que, adem¨¢s de ser uno de los artistas m¨¢s importantes de su ¨¦poca, Rivera tambi¨¦n fue un gran historiador: ¡°Diego Rivera invent¨® una versi¨®n de M¨¦xico; en los muros de la ciudad, en Palacio Nacional y en el edificio de la SEP. Rivera cont¨® el gran mito de la historia mexicana. Le cont¨® a un pueblo, que en ese momento era en su mayor¨ªa analfabeta su propia historia a trav¨¦s del dibujo en sus murales¡±. Pescador, el encargado de darle vida a la narraci¨®n a trav¨¦s de la t¨¦cnica de la acuarela, reafirma: ¡°Sus murales son un gran c¨®mic pintado en las paredes de Ciudad de M¨¦xico¡±.
El mito del artista y del hombre con claros y oscuros en un plano personal ha sido uno de los aspectos que m¨¢s les interesaba a los autores para alimentar esta biograf¨ªa ilustrada. Es por ello que han elegido las palabras del periodista y escritor Fernando Ben¨ªtez para describir lo que Rivera ha significado tambi¨¦n en el imaginario de los mexicanos: ¡°Despu¨¦s de pasar tres d¨ªas encaramado en un andamio, al terminar de pintar las manos de una figura colosal, Rivera cay¨® al suelo y fue llevado a su casa m¨¢s muerto que vivo. Los alba?iles, sus ayudantes, dijeron, para explicar el accidente, que Diego hab¨ªa sido empujado por las manos reci¨¦n pintadas. Dir¨¢s que esto es mitoman¨ªa, y yo respondo que est¨¢s en lo cierto. Diego es un creador de mitos, un inspirador de mitos, y quien se ocupe de ¨¦l tiene que caer en la mitoman¨ªa¡±.
Rivera, el ni?o y el migrante
Pescador y De la Mora han querido tomar distancia del Diego Rivera pol¨ªtico y mostrar episodios muy concretos que, consideran, forjaron el car¨¢cter del artista. La infancia es la etapa preferida de ambos, como cuando retratan la muerte de su hermano gemelo Carlos, antes de cumplir los dos a?os, y que deriv¨® en que su madre, destrozada por la p¨¦rdida, lo llevara a vivir con su nana Antonia en la sierra de Guanajuato. El mismo Rivera describ¨ªa aquellos a?os como los m¨¢s felices de su infancia. ¡°Me quedo con el Diego ni?o. Es un personaje que es tierno y que no lo conoc¨ªamos y de alguna manera ah¨ª est¨¢ el germen del personaje que ser¨ªa despu¨¦s¡±, dice Pescador. De la Mora asegura que ha sido en estas partes de su vida, poco exploradas, en las que se encuentra la riqueza del pintor: ¡°Hemos encontrado un personaje que se cuenta a s¨ª mismo, que est¨¢ muy interesado de contar su propia historia y por dejarlo en papel¡±.
Adem¨¢s de la infancia, otra faceta explorada en el libro es la de un Diego Rivera que llega a Europa justo en la antesala de la Segunda Guerra Mundial y ansioso por conocer aquel para¨ªso de artistas del que tanto ha o¨ªdo hablar. ¡°Me voy a Europa a buscar a C¨¦zanne¡±, dice constantemente antes de partir. Sin embargo, el ambiente para un reci¨¦n llegado como ¨¦l no es lo que se espera: ¡°El mundillo del arte parisino, no me recibi¨® con los brazos abiertos¡±, asegura en una de las ilustraciones. De la Mora resalta que esta dimensi¨®n del viaje hacia un lugar que espera que sea mejor para su trabajo resulta tambi¨¦n revelador: ¡°El Diego migrante es un personaje que no ten¨ªamos tan claro y todo lo que signific¨® para ¨¦l llegar a Europa en ese momento, siendo un hombre tan grande, con unos rasgos tan caracter¨ªsticamente extra?os. Ah¨ª vemos c¨®mo triunfa, pero al mismo tiempo no¡±.
Desde 2010, De la Mora y Pescador han trabajado juntos en proyectos que implican contar la historia a trav¨¦s de los dibujos. Resalta su trabajo en conjunto en la Nueva historia m¨ªnima de M¨¦xico, adaptada en formato de c¨®mic y publicada en ocho tomos, pasando por otro t¨ªtulo recientemente terminado sobre Guatemala, e incluso, proyectos que no han visto todav¨ªa la luz, como la adaptaci¨®n en c¨®mic de la producci¨®n cinematogr¨¢fica de El infierno, del mexicano Luis Estrada. Durante seis a?os, los autores prepararon a la distancia ¡ªDe la Mora reside en Londres y Pescador en Cuernavaca¡ª lo que conformar¨ªa la biograf¨ªa ilustrada de Rivera. Durante su elaboraci¨®n, en 2015 y 2016 vivieron de cerca la explosi¨®n del Me Too y la estela internacional que impuls¨® al movimiento feminista, tambi¨¦n en M¨¦xico.
Ante un personaje tan cuestionado por distintos hechos de su vida privada, como lo ha sido Diego Rivera, los autores han asegurado que no fueron ajenos a la discusi¨®n, y afirman que quisieron mostrar de forma honesta al personaje en su totalidad. De la Mora cuenta: ¡°Pusimos todo lo que creemos que ten¨ªamos que poner, no nos autocensuramos para hacerle ning¨²n favor pero tampoco para hacerle alg¨²n tipo de da?o. Ni lo engrandecimos ni lo humillamos adrede. Tratamos de ser honestos con ese personaje, pero tambi¨¦n con la riqueza que tiene, que es inmensa¡±. Jos¨¦ Luis Pescador a?ade: ¡°Nunca nos planteamos quitarle fuerza al personaje ni blanquearlo, ayuda mucho que est¨¢ muerto y que lo que hizo es de sobre conocido. Hay que decir que su aportaci¨®n art¨ªstica es innegable¡±.
Cada p¨¢gina de esta biograf¨ªa contiene escenarios y paisajes bellamente ilustrados. Hay referencias todo el tiempo a las obras de otros autores nacionales que contaron la historia de M¨¦xico a trav¨¦s del arte. En esto los autores son incansables. La pasi¨®n por la historia y por narrarla en im¨¢genes queda revelada, apenas comienzan a hablar. Pescador dibuja mientras responde a las preguntas, y De la Mora apela a ¡°un acto de fe¡± para referirse a la esperanza que deposita para que el c¨®mic en M¨¦xico sea cada vez m¨¢s solicitado por lectoras y lectores ansiosos de ver y leer nuevas historias. En las ¨²ltimas p¨¢ginas del libro ¡ªque adem¨¢s incluye un desplegable donde se aprecia en su totalidad el mural que Rivera pint¨® en Palacio Nacional¡ª los autores agradecen sus m¨¢s ¨ªntimas inspiraciones. ¡°Por creer en mi capacidad para contar esta historia¡±, dice De la Mora, y Pescador concluye: ¡°... En definitiva, a mi madre, quien siempre me dej¨® rayar las paredes¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.