Pavel Giroud, cineasta: ¡°Nada en este mundo ha tenido mejor ¡®marketing¡¯ que la Revoluci¨®n cubana¡±

A finales de los a?os sesenta, en La Habana, Cuba, Heberto Padilla public¨® un libro de poemas titulado Fuera del juego, por el cual recibi¨® el Premio Juli¨¢n de Casal. En la obra, la poes¨ªa de Padilla criticaba y exhib¨ªa los tintes ¡°de corte sovi¨¦tico¡± que hab¨ªa tomado el r¨¦gimen posterior a la Revoluci¨®n cubana. Ante la cr¨ªtica po¨¦tica del autor, el 20 de marzo de 1971 Fidel Castro orden¨® su detenci¨®n por ¡°traici¨®n a la patria¡±.

Treinta y ocho d¨ªas despu¨¦s, Padilla sali¨® de la c¨¢rcel y fue obligado a leer un texto de disculpa por sus textos. Ante esto, varios escritores, artistas e intelectuales dentro y fuera de Cuba se manifestaron mediante un par de cartas dirigidas al propio Castro. Debido a la inconformidad por las acciones, y tras lo vivido, Padilla sali¨® de Cuba en la d¨¦cada de los ochenta y falleci¨® en Estados Unidos en el 2000.

Tanto la pol¨¦mica, como lo que represent¨® el caso dentro de Cuba y para la comunidad intelectual latinoamericana e internacional, se muestra en El caso Padilla, la pel¨ªcula de Pavel Giroud. Una cinta que presenta este suceso desde todas las perspectivas, documentando todo el proceso de antes y despu¨¦s del esc¨¢ndalo. El director cuenta que ya hab¨ªa le¨ªdo La mala memoria, la autobiograf¨ªa del autor cubano, donde este se refiere al tema, as¨ª como la transcripci¨®n de lo que sucedi¨® esa noche en la que enton¨® el mea culpa. Su primera idea era filmar una ficci¨®n, hasta que un material que estuvo oculto por m¨¢s de 50 a?os lleg¨® a sus manos.

La grabaci¨®n de tres horas, en la que Padilla realiza su ¡°autocr¨ªtica¡± por ser ¡°contrarevolucionario¡±, realizada por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematogr¨¢ficos (Icaic) ¡ªa cargo del documentalista Santiago ?lvarez Rom¨¢n¡ª, era un registro destinado solo para los ojos de Fidel Castro. Este material inaccesible surge a ra¨ªz de la ca¨ªda del bloque socialista en Europa del este de los a?os ochenta, cuando se abren una serie de debates para pensar en la reformulaci¨®n de la corriente pol¨ªtica que sostiene la ideolog¨ªa de la isla.

¡°Carlos Aldana, ide¨®logo del partido comunista, abre espacios para una serie de debates entre las juventudes y el Gobierno y se le ocurre que quiz¨¢s era un buen momento para debatir el caso. Una de estas copias en cinta de video Betamax llega a mis manos. El origen exacto de qui¨¦n me entrega no lo puedo revelar, fue un pedido expreso¡±, afirma Giroud.

Ese metraje es la columna vertebral de la pel¨ªcula del realizador cubano, un mon¨®logo tenso en el que un hombre se inculpa y quema a fuego lento, en una mezcla de sentimientos que van desde el pavor, la tristeza, el terror y el desencanto que se transforman en uno de los momentos m¨¢s tr¨¢gicos de la Revoluci¨®n cubana. Ante una sala llena de autores y artistas, Padilla sirve como ejemplo de la disyuntiva ¡°revoluci¨®n o muerte¡±, un duro y perturbador retrato del miedo que sirve para aleccionar al resto de no buscar la contrarevoluci¨®n.

¡°Fue muy dif¨ªcil. El reto era que un sueco de 13 a?os o un japon¨¦s entendiera la historia que estoy contando. Repito constantemente que hice un ejercicio de separar la cuesti¨®n ideol¨®gica a un lado y contar la historia de un hombre sometido al poder. El ejemplo m¨¢s universal en ese sentido es Galileo Galilei. La Revoluci¨®n cubana en el papel de la inquisici¨®n, como la iglesia, y Padilla como Galilei¡±, afirma Giroud.

Giroud se apoya en el caso de Boris Pasternak en la Uni¨®n Sovi¨¦tica para contextualizar su documental. El caso Padilla, filme ganador del premio a Mejor Documental en los Premios Platino, se mira en el espejo de este hecho, que mostraba un acto de la Juventudes Socialistas Sovi¨¦ticas en el que descalifican as¨ª al autor de Doctor Zhivago: ¡°Un cerdo no defeca donde come y duerme¡±. Para Giroud era importante no alterar el hilo de los sucesos de esa noche en Cuba. Trabaj¨® el corte como un editor, sin cambiar la idea de ninguna frase en su vida, pero a la vez introduciendo recursos de la ¨¦poca, como entrevistas a autores que se manifestaron a favor de Padilla como Julio Cort¨¢zar, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Jorge Edwards, Carlos Fuentes, Jean-Paul Sartre y el mismo Fidel Castro.

¡°Creo que todos estos elementos fertilizan las capas de la pel¨ªcula. No menciono la palabra tiran¨ªa ni dictadura, ni se dice nada malo de Fidel Castro. Yo cuento un suceso y la suma de los factores es lo que completa la ecuaci¨®n. Creo que uno de los grandes pecados de la disidencia cubana es que siempre le ha hablado a la gente que ya est¨¢ en contra del r¨¦gimen, nunca le han hablado a la gente que tiene que convencer de que aquello no es lo que ellos creen. Y ese es un prop¨®sito que yo tuve con la pel¨ªcula¡±, afirma Giroud.

El documental aborda y desvela un hecho del pasado, pero tiene vigencia, ya que tambi¨¦n habla del presente, de una historia que parece c¨ªclica, a pesar de que sucedi¨® hace m¨¢s de 50 a?os. Esto se ve en la censura que se mantiene en Cuba o en acciones autoritarias que suceden en otros pa¨ªses como Nicaragua o Venezuela, de los cuales no se puede hablar como ¡°referencias de progresismo¡±, dice el director.

¡°Cuba siempre se ha justificado con el bloqueo como algo que los condena. Pero nada eso tiene que ver con que t¨² veas al enemigo en un poema. Cuando temes a un poeta es que la cosa est¨¢ muy jodida y en ese sentido la Revoluci¨®n cubana est¨¢ jodida desde el a?o 61. Nada en este mundo ha tenido mejor marketing que la Revoluci¨®n cubana. Hay gente que sabe lo que ocurre en la isla y no quiere quitarse la venda. Uno de los grandes logros de nuestra pel¨ªcula es que esa izquierda que ha callado y mirado para otro lado los ¨²ltimos a?os, convencidos de que hay ejemplos de dignidad y de justicia, sabe que eso no est¨¢ en Cuba¡±, finaliza.

El filme se encuentra disponible en la Filmoteca de la UNAM y en la Cineteca Nacional de Ciudad de M¨¦xico.

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