Minifaldas en el Tren Maya
El Gobierno ha inaugurado un transporte moderno de precedentes exitosos, pero el uniforme de las azafatas es sexista
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El Tren Maya echa a andar. En unos meses su nombre ya no se pondr¨¢ en may¨²sculas, ser¨¢ parte del paisaje y miles de personas, las que m¨¢s dinero tengan y algunas de las que m¨¢s lo han criticado, sacar¨¢n su pasaje por las hermosas tierras del sureste mexicano. Y otros miles se quedar¨¢n sin billete si no lo reservaron a tiempo. El turismo dejar¨¢ dinero y la industria se ver¨¢ beneficiada. Al cabo de los a?os, vagones como esos recorrer¨¢n otros territorios del pa¨ªs.
Incapaces todav¨ªa los seres humanos de predecir el futuro, solemos recurrir a experiencias previas para vaticinarlo. Vean la de Espa?a. En la primavera de 1992 ech¨® a andar el tren de alta velocidad que un¨ªa Madrid con Sevilla, muy parecido a este de Campeche que nos ha contado la compa?era Beatriz Guill¨¦n. Su inauguraci¨®n ven¨ªa precedida de cr¨ªticas feroces que no cesaron en los meses de construcci¨®n. Se dijo de todo, que era un gasto superfluo y soberbio, que menudo error comunicar la capital con el sur cuando el norte estaba m¨¢s industrializado, que era caro, que para qu¨¦ tanta velocidad, se habl¨® de corrupci¨®n y de privilegiar el sur porque el presidente, a la saz¨®n Felipe Gonz¨¢lez, era de Sevilla. La oposici¨®n, golosamente, preve¨ªa su fracaso absoluto. Hoy, media Espa?a est¨¢ atravesada por v¨ªas de tren de alta velocidad como aquel, y todos los gobiernos tuvieron sus inauguraciones.
Siempre se puede aprender del otro, sea el otro quien sea. ?Qu¨¦ no se ha aprendido en esta ocasi¨®n? Ah, lo de siempre. En la legislatura de 2000 a 2004, un gobierno de derechas oblig¨® a las azafatas de AVE a vestir falda, cubriendo dos cent¨ªmetros de rodilla. Los hombres, de pantal¨®n. Ellas y ellos emprendieron iniciativas para revertir aquella sexista e inc¨®moda medida, muy del gusto de la derecha espa?ola: la mujer, muy mujer, el hombre, visti¨¦ndose siempre por los pies, como dios manda. Al cambio de ideolog¨ªa en el Gobierno, se permiti¨® que ellas llevaran tambi¨¦n pantal¨®n, mucho m¨¢s c¨®modo para trabajar sirviendo a los usuarios en los estrechos pasillos de los vagones. Y mucho m¨¢s calentito, que hace fr¨ªo en los andenes espa?oles.
Para quien tiene lentes violetas, es decir, para quien es capaz de mirar la vida desde una perspectiva de g¨¦nero, buscando siempre la igualdad entre hombres y mujeres, la inauguraci¨®n del Tren Maya dej¨® algunas fotos asombrosas, por anticuadas. All¨ª estaban las azafatas esperando en las puertas del tren con sus minifaldas y sus uniformes bien ajustados, marcando curvas, muy se?oritas ellas, como llaman en M¨¦xico a las mujeres, eterno infantilismo. Este peri¨®dico pregunt¨® qui¨¦n hab¨ªa dise?ado esos uniformes -tipo boy scout, si se permite la osad¨ªa est¨¦tica- y la respuesta fue que eran ¡°una propuesta de la empresa Tren Maya, un dise?o inspirado en las azafatas de avi¨®n, sobrio y elegante¡±. Sobrio, puede; elegante, seg¨²n para qui¨¦n; y desde luego inspirado en el atuendo aeroportuario, muy cuestionable tambi¨¦n. Pero lo que es seguro es que son inc¨®modos y machistas. Prueben a agacharse buscando un agua de pi?a en el carrito del servicio con esas faldas ajustadas por encima de las rodillas, ver¨¢n qu¨¦ posturas tienen que tomar. Los azafatos no necesitan contorsionarse.
No hay mucho m¨¢s que decir, pero s¨ª repetirlo una y mil veces. Han pasado 20 a?os de aquel pleito en Espa?a por la vestimenta de las azafatas del AVE. ?No hemos aprendido nada? La empresa que ha puesto en marcha el Tren Maya tiene como titular al Ej¨¦rcito, la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional. ?Se imaginan a las militares yendo a una misi¨®n en falda? Qu¨¦ cosas tiene usted, dir¨¢n, aqu¨ª de lo que se trata es de recibir y atender a la gente con el debido decoro. El decoro entendido por el acendrado Ej¨¦rcito, ser¨¢. El departamento de Vestuario y Equipo del Ej¨¦rcito se encarga ahora tambi¨¦n de dise?ar y fabricar los cascos que usan los soldados. Quiz¨¢ este uniforme ha salido de esa factor¨ªa y no se critica la est¨¦tica, sino la falta de adecuaci¨®n a los usos del siglo XXI, los mismos que s¨ª se han tenido en cuenta para dise?ar el nuevo tren y sus instalaciones. Quiz¨¢ al Ej¨¦rcito le va haciendo falta un departamento de g¨¦nero. H¨¢ganselo ver.
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